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lunes, 29 de junio de 2009

Métodos inadecuados para empezar a leer

«A veces se usan métodos inadecuados para enseñar a leer que dan problemas» menciona en este reportaje Fernando Cuetos, Doctor en Psicología y experto en lectoescritura de la Universidad de Oviedo, y considera casos «preocupantes» los de aquellos niños a los que les cuesta la lectura a pesar de ir a clase con regularidad y recibir una formación correcta.

Cuetos asegura que los niños se aficionan a la lectura en los primeros años, al poco tiempo de aprender a leer. Advierte, sin embargo, de que muchos de ellos pierden el hábito cuando llegan a la preadolescencia por la «fuerte competencia» de la televisión, Internet y los videojuegos. Este psicólogo de la Universidad Oviedo es uno de los expertos más eminentes en el estudio de las dificultades de algunos menores para leer y escribir.

-¿A qué edad empieza a detectarse si un niño tiene problemas para aprender a leer y escribir?

-En algunos sitios se empieza la lectura a los 5 ó 6 años, en otros a los 4 ó 5... A los 6 ya se empiezan a detectar algunos niños que realmente tienen dificultades o van a tenerlas. Incluso a los meses de enseñanza sistemática de la lectura y la escritura ya se ven niños que pueden tener problemas.

-¿Hay signos que puedan ayudar a los padres a identificar las dificultades de su hijo?

-Hay varios factores por los que un niño puede tener dificultades para aprender a leer. A veces se utilizan métodos inadecuados que dan muchos problemas. Por ejemplo, el método silábico, que está muy extendido, genera confusiones en la lectura. Pero esto no es un signo de dislexia. Hay otros factores, como faltar días al colegio. Pero luego hay otros niños que, a pesar de asistir regularmente a la escuela y de que se le enseña con un buen método, tienen dificultades. Esos son los preocupantes. Aparece ese factor sorpresa y te preguntas: ¿pero qué le pasa a este niño?

-¿Cuál es el problema más común?

-La dislexia es bastante común porque hay un factor hereditario y suele ir unida a problemas generales del lenguaje.

-¿Tiene solución?

-Claro. El aprendizaje con estos niños es más lento y más trabajoso y, a veces, necesitan una atención especial. Les cuesta memorizar las letras y, sobre todo, automatizarlas. Pero por supuesto que hay una solución.

-¿Hasta qué punto es importante la detección precoz?

-Es importantísima. Cuanto antes se vea que un niño puede tener dificultades y se le dedique una atención especial, mucho mejor.

-¿Están preparados los profesores para descubrir a los alumnos con dificultades?

-A veces se ven un poco desbordados porque no saben muy bien qué le ocurre a tal o cual niño. Bien es cierto que ahora hay más ayudas. En los colegios hay logopedas y orientadores que les pueden echar una mano.

Ambiente familiar

-Si dos niños no avanzan en la lectura y en la escritura, ¿cómo diferenciar al que tiene un problema de aprendizaje del que se muestra un poco renqueante?

-Lo primero es descartar factores. Hay que preguntarse si el niño va a clase, si el ambiente en su casa es bueno... Cuando hay dislexia todos esos factores están cubiertos, e incluso la motivación es buena. Sólo en la lectura surge el problema. En cambio, un retraso lector puede venir por muchas causas: la inasistencia a clase, un método de enseñanza inadecuado... Hay niños que leen bastante bien y que, sin embargo, tienen problemas de ortografía.

-¿Y al revés?

-También. Por ejemplo, conozco el caso de dos niños de 11 años de buen ambiente familiar que son así.

-¿Los niños con problemas de lectoescritura pueden llegar a sentirse aislados del resto?

-Se preguntan: '¿Y esto por qué me pasa a mí?'. Aislados no están, porque juegan y tienen amigos, pero sí es verdad que, con el paso del tiempo, su autoestima decae.

-¿Cómo se les explica lo que les pasa sin herirles? ¿Se asustan?

-No. Hay que contarles que cada uno es como es, que unos tenemos un problema y otros tienen otro. Decirles que tendrán que dedicarle más esfuerzo y tiempo a la lectura porque les cuesta más.

-¿Y cómo reaccionan sus padres?

-Si les dices que es dislexia, se echan las manos a la cabeza. Luego les explicas que no es tan grave la cosa e, incluso, empiezan a analizar y dicen: 'Mi padre también tenía este problema'... Una vez que se ha pasado el susto ven que el tema no es tan grave.

-Las dificultades con la lectoescritura son la causa de un alto porcentaje del fracaso escolar. ¿Se hace lo suficiente desde las instituciones para corregirlas?

-No se hace lo suficiente porque la lectura y la escritura son fundamentales. Si un niño tiene problemas de lectura y no se atienden, el fracaso está asegurado. Los 5 años es una edad preciosa para automatizar la lectura.

Padres modelos

-Algunos investigadores vinculan la fonética de los idiomas con los grados de dislexia.

-Los niños ingleses tienen más dificultades para aprender a leer, como se ha demostrado en un estudio sobre catorce idiomas europeos. Los que mejor resultado obtuvieron fueron los finlandeses. Sistemas como el español o el italiano, que son más regulares, son más fáciles que el francés, por ejemplo.

-¿Realmente los niños leen tan poco como se dice?

-Sí. Los niños leen bastante en los primeros años, cuando aprenden, pero cuando llegan a la preadolescencia dejan de hacerlo. ¿Por qué? Porque ven la televisión, entran en Internet y juegan con la videoconsola, que les entretienen más.

-¿Y es posible reengancharles?

-Es difícil. La competencia es muy fuerte porque la televisión, las videoconsolas y los ordenadores son excesivamente atractivos. El consuelo es que, por lo menos en Internet, algo leen.

-¿Los niños con padres lectores leen más?

-Si un niño en su casa tiene una buena biblioteca y los padres pasan mucho rato leyendo y él lo ve, hará lo mismo.

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