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jueves, 6 de agosto de 2009

LECHE Y POSTRES


La leche
La regla de la Naturaleza para todas las especies de mamíferos es que el recién nacido tome sólo leche. En efecto, en los primeros años de vida, los jóvenes mamíferos no toman otro alimento que no sea leche. Luego empiezan a tomar otros alimentos, pero siempre por separado. Finalmente, llega el día en que son destetados, tras lo cual nunca vuelven a tomar leche. La leche, alimento del bebé, no es necesaria después del período normal de lactancia. La industria lechera y la profesión médica nos enseñan que necesitamos un litro de leche al día durante toda nuestra vida, como si nunca hubiésemos de ser destetados, siendo lactantes toda nuestra vida. Esto es una propaganda comercial y no responde a una necesidad humana.

leche

Debido a las proteínas y a la grasa (en forma de crema) que contiene, la leche se combina bastante mal con todos los alimentos. Sólo se combina bastante bien con las frutas acidas. Cuando la leche llega al estómago, cuaja coagulándose en forma de grumos, y estos tienden a envolver las partículas de los otros alimentos, aislándolas así del jugo gástrico y paralizando su digestión hasta que los grumos de leche sean digeridos.
Nuestra regla con respecto a la leche, es, pues: TOMAR LA LECHE SOLA O NO TOMARLA EN ABSOLUTO.

A los niños, puede dárseles algo de fruta media hora antes de la leche. No se debería tomar la leche con fruta excepto en el caso de que sea acida. Los judíos ortodo¬xos siguen una excelente regla cuando rehusan tomar leche con carne. Su combinación con cereales u otro almidón es igualmente desaconsejable.

Los postres

Los pasteles, tartas, pudines, helados, frutas hervidas, etc., tomados al final de la comida, cuando el hambre ha desaparecido porque, a menudo, se come demasiado, combinan mal con casi todo cuanto se haya ingerido. No sirven para nada y no son necesarios.

No debería haber sino una regla con referencia a ellos: ELIMINAR LOS POSTRES.

POSTRES

El doctor TILDEN solía aconsejar que si queremos tomar un trozo de pastel, lo comamos solamente después de una abundante ensalada de vegetales crudos, sin más, y después de esto dejar pasar de largo la siguiente comida. El doctor Harvey W. WILEY advirtió una vez, que no se trataba de discutir el valor alimenticio del pastel, sino su simple digestibilidad. Efectivamente, tomado después de una comida normal, como de costumbre, no puede digerirse bien. Lo mismo puede decirse de otros postres. Los postres fríos, como por ejemplo los helados, significan otra barrera más al proceso digestivo, la del frío.


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