EL EVANGELIO ESENIO DE PAZ.
LIBRO II.
EL LIBRO ESENIO DE MOISES.
La VISION de ENOCH. Una "revelación"
Donde Dios habla al hombre.
Nota Editorial: el "temor" –sostiene el tibetano D.K. en "Espejismo – Glamour: Un Problema Mundial" de A.A.B., es la raíz de todos los "espejismos". Cuando los apóstoles de Jesucristo se encontraban en una mar turbulenta y oscura, Él les brindó tranquilidad diciéndoles "Calma. Soy Yo, No temáis". La transcripción de la siguiente visión presenta al Dios en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuesto ser. El, nos acompaña desde nuestro interior en todas las etapas claves o de transformación en nuestra vida, en medio de los fenómenos naturales de la Tierra y el cosmos donde nos desenvolvemos. La palabra "serénate" es una forma positiva para decirnos "calma, tranquilos; siempre estoy con vosotros".
Te hablo. Serénate, reconoce que Soy Dios.
Te hablé cuando naciste. Serénate, Soy Dios.
Te hablé en tu primera mirada. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primera palabra. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer pensamiento.Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer amor. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer cántico. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del pasto de las praderas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de los árboles de los bosques. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de los valles y de las colinas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la montaña sagrada. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la lluvia y de la nieve. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las olas del mar. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del rocío de la mañana. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la paz del atardecer. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del fulgor del sol. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las estrellas brillantes. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las nubes y de las tormentas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del trueno y del relámpago. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del arco iris misterioso. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré cuando estés solo. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré a través de la sabiduría de los Antiguos. Serénate y reconoce Soy Dios.
Te hablaré cuando hayas visto a mis Angeles. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré por toda la Eternidad. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo. Serénate y reconoce,soy Dios.
EL LIBRO ESENIO DE MOISÉS:
LOS DIEZ MANDAMIENTOS.
Y el monte Sinaí estaba envuelto en una nube, porque el Señor descendía sobre él en lenguas de fuego; y el humo que de allí ascendía era como el de un horno y toda la montaña tembló fuertemente.
Y el Señor bajó al monte Sinaí, sobre la cima de la montaña y el Señor llamó a Moisés a la cima, y Moisés subió.
El Señor llevó a Moisés fuera del monte diciendo: Ven a Mi, que te daré la Ley para tu pueblo, la cual será un convenio con los Hijos de la Luz. Y Moisés fue junto a Dios. Y Dios habló en estas palabras, diciendo:
Soy la Ley, tu Dios, quien te ha sacado de las profundidades de la esclavitud y de las tinieblas. No tendrás otra Ley fuera de Mi. No construirás ninguna imagen de la Ley en el cielo ni abajo en la tierra. Soy la Ley invisible, sin principio y sin fin. No crearás para ti falsas leyes, porque Soy la Ley y la Ley total de todas las leyes. Si renuncias a Mi, tendrás desastres de generación en generación. Si guardas mis mandamientos entrarás en el Jardín Infinito donde está el Arbol de la Vida, en medio del Mar Eterno. No violarás la Ley. La Ley es tu Dios, quien no te librará de tu culpa.
Honra a tu Madre Terenal para que tus días puedan ser largos en la tierra y honra a tu Padre Celestial para que tengas vida eterna en los cielos, pues los cielos y la tierra te son dados por la Ley, que es tu Dios.
Saludarás a la Madre Terrenal en la mañana del sábado.
Saludarás al Angel de la Tierra en la segunda mañana.
Saludarás al Angel de la Vida en la tercera mañana.
Saludarás al Angel del Regocijo en la cuarta mañana.
Saludarás al Angel del Sol en la quinta mañana.
Saludarás al Angel del Agua en la sexta mañana.
Saludarás al Angel del Aire en la séptima mañana.
Todos estos ángeles de la Madre Tierra saludarás y te consagrarás a ellos para que puedas entrar al Jardín Infinito en donde está el Arbol de la Vida.
Adorarás a tu Padre Celestial en la tarde del sábado.
Comulgarás con el Angel de Vida Eterna en la segunda tarde.
Comulgarás con el Angel del Trabajo en la tercera tarde.
Comulgarás con el Angel de la Paz en la cuarta tarde.
Comulgarás con el Angel del Poder en la quinta tarde.
Comulgarás con el Angel del Amor en la Sexta tarde.
Comulgarás con el Angel de la Sabiduría en la séptima tarde.
Con todos los ángeles del Padre Celestial comulgarás para que tu espíritu pueda purificarse en la Fuente de Luz y entrar en el Mar de la Eternidad.
El séptimo día es el sábado, lo conmemorarás y lo guardarás como día santo. El sábado es el día de la Luz de la Ley, tu Dios. En él no harás ningún tipo de trabajo, excepto buscar la Luz, el Reino de Dios y todas las cosas se te darán. Sabed pues vosotros, que trabajareis durante seid días con los ángeles, ya que el séptimo día morareis en la Luz de tu Señor quien es la Ley Santa.
No tomareis la vida de cualquier cosa viviente. La vida viene únicamente de Dios quien la da y la quita.
No degradarás el Amor. Es el don sagrado del Padre Celestial.
No negociarás tu alma, el don invaluable de la bondad de Dios, pues los ricos del mundo son como las semillas que caen en terreno pedregoso donde no echan raíces y viven muy poco tiempo.
No darás falso testimonio de la Ley para utilizarla contra tus hermanos; únicamente Dios conoce el principio y el fin de todas las cosas, pues Su ojo es único y El es la Ley Santa.
No codiciarás los bienes ajenos. La Ley te da grandes dones, incluso los cielos y la Tierra, si guardas los mandamientos del Señor tu Dios.
Y Moisés oyó la voz del Señor y pactó dentro de sí un convenio que era entre el Señor y los Hijos de la Luz. Y Moisés se volvió y bajó del monte, con las dos tablas de la Ley en sus manos.
Y las tablas eran la obra de Dios y la escritura era la escritura de Dios grabada sobre las tablas.
Como el pueblo no sabía que había sido de Moisés, se reunió y fundieron todos sus aretes de oro y construyeron un becerro; adoraron al ídolo y le ofrecieron sacrificios.
Comieron, bebieron y danzaron delante de él y se abandonaron a la corrupción y a la perversidad delante del Señor.
Y ocurrió de pronto que Misés estuvo en la aldea y vió el becerro, las danzas y la maldad del pueblo. Moisés se llenó de furia y arrojó las tablas de sus manos y las quebró contra el monte.
Y a la mañana siguiente Moisés le dijo a su pueblo: vosotros habéis cometido un gran pecado, vosotros habeis negado a nuestro Creador, yo subiré donde el Señor e imploraré por vuestro error.
Y volviendo Moisés donde el Señor le dijo: Tu has visto la profanación de tu Ley Santa. Pues tus hijos perdieron la fe y adoraron las tinieblas e hicieron para ellos un becerro de oro.
Y el señor le dijo a Moisés: Escucha; al principio de los tiempos hubo un convenio entre Dios y el hombre y el Fuego Santo del Creador entró en él. Y él se hizo Hijo de Dios y se le encomendó guardar su herencia del primogénito y hacer fructífera la Tierra de su Padre y mantenerla Santa. Y él rechazó al Creador de si mismo olvidándose su primogenitura, no existe error más doloroso a los ojos de Dios.
Y el Señor habló diciendo: Unicamente los Hijos de la Luz pueden guardar los mandamientos de la Ley. Escucha, pues te hablo así: las tablas que tu quebraste, esas nunca mas serán escritas en las palabras de los hombres; como tu las convertiste en tierra y fuego, así, ellas vivirán, invisibles, en los corazones de aquellos que sean capaces de seguir su Ley.
A tu gente de poca fe, que erró contra el Creador, aún cuando estuvo en el Lugar Santo delante de tu Dios, le daré otra Ley. Será una Ley severa, es mas, le obligará, pues ellos no conocen todavía el Reino de la Luz.
Y Moisés guardó la Ley invisible dentro de su pecho y la llevó como señal a los Hijos de la Luz. Y Dios le dió a Moisés la Ley escrita para el pueblo, y él bajó donde ellos y les habló con un corazón fuerte.
Moisés dijo al pueblo: Estas son las leyes que vuestro Dios os ha dado:
No tendrás otro Dios fuera de Mi.
No harás para ti ninguna imagen esculpida.
No jurarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
Recordarás el día sábado y lo guardarás como santo.
Honrarás a tu Padre y a tu Madre.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No levantarás falsos testimonios contra tu prójimo.
No codiciarás los bienes de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo,
ni nada que sea de tu prójimo.
Y hubo un día de duelo y arrepentimiento por el gran error contra el Creador, que no termina.
Y las tablas quebradas de la Ley Invisible vivieron ocultas en el corazón de Moisés, hasta que sucedió que los Hijos de la Luz aparecieron en el desierto y los Angeles habitaron la Tierra.
N. E.: En el "Tratado sobre Fuego Cósmico" de A.A.B., el instructor tibetano D. K. presenta en la parte final del libro unas denominaciones para la Unica Ley del Padre, Su triple manifestación (la Ley de Síntesis, la de atracción magnética y la de Economía), relacionadas con los "Tres Soles" de las tres evoluciones paralelas: la del espíritu, la del alma y la de la materia. Luego presenta otra serie de Leyes menores. En realidad, las auténticas Leyes emanan de nuestra Divinidad Creadora, expresando cualidades Suyas. Las "leyes" hechas por nuestros legisladores, al tener "micos" o cuñas para sus intereses creados, causarían extrañeza a nativos humanos en una armonía relativa con el medio ambiente, especialmente si a menudo se la modifica.
Esta información es clave, ya que continúa la "Revelación" de una manera más profunda y explícita, acorde con el desarrollo evolutivo. Claro está que la sencillez y el acierto de las Palabras del Cristo entre los Esenios, nos dejan ver la vigencia de ellas para quienes realmente aspiran a los Misterios, especialmente a la Iniciación Transfiguradora que viviera Moisés en la Montaña Sagrada que horada la "nube" o campo de consciencia dimensional que revelador del selectivo "Quinto Rayo"; éste hace tronar la voz divina en la "Nube sobre la Montaña".
En "Los Rayos y las Iniciaciones" de A.A.B., D.K. hace importantes aportes sobre la "Transfiguración" para los preparados, al igual que en el tomo II de "Discipulado en la Nueva Era", en los comentarios a las "fórmulas para la inciación grupal".
EL LIBRO ESENIO DE MOISES.
La VISION de ENOCH. Una "revelación"
Donde Dios habla al hombre.
Nota Editorial: el "temor" –sostiene el tibetano D.K. en "Espejismo – Glamour: Un Problema Mundial" de A.A.B., es la raíz de todos los "espejismos". Cuando los apóstoles de Jesucristo se encontraban en una mar turbulenta y oscura, Él les brindó tranquilidad diciéndoles "Calma. Soy Yo, No temáis". La transcripción de la siguiente visión presenta al Dios en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuesto ser. El, nos acompaña desde nuestro interior en todas las etapas claves o de transformación en nuestra vida, en medio de los fenómenos naturales de la Tierra y el cosmos donde nos desenvolvemos. La palabra "serénate" es una forma positiva para decirnos "calma, tranquilos; siempre estoy con vosotros".
Te hablo. Serénate, reconoce que Soy Dios.
Te hablé cuando naciste. Serénate, Soy Dios.
Te hablé en tu primera mirada. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primera palabra. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer pensamiento.Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer amor. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablé en tu primer cántico. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del pasto de las praderas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de los árboles de los bosques. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de los valles y de las colinas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la montaña sagrada. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la lluvia y de la nieve. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las olas del mar. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del rocío de la mañana. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de la paz del atardecer. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del fulgor del sol. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las estrellas brillantes. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través de las nubes y de las tormentas. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del trueno y del relámpago. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo a través del arco iris misterioso. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré cuando estés solo. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré a través de la sabiduría de los Antiguos. Serénate y reconoce Soy Dios.
Te hablaré cuando hayas visto a mis Angeles. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablaré por toda la Eternidad. Serénate y reconoce, Soy Dios.
Te hablo. Serénate y reconoce,soy Dios.
EL LIBRO ESENIO DE MOISÉS:
LOS DIEZ MANDAMIENTOS.
Y el monte Sinaí estaba envuelto en una nube, porque el Señor descendía sobre él en lenguas de fuego; y el humo que de allí ascendía era como el de un horno y toda la montaña tembló fuertemente.
Y el Señor bajó al monte Sinaí, sobre la cima de la montaña y el Señor llamó a Moisés a la cima, y Moisés subió.
El Señor llevó a Moisés fuera del monte diciendo: Ven a Mi, que te daré la Ley para tu pueblo, la cual será un convenio con los Hijos de la Luz. Y Moisés fue junto a Dios. Y Dios habló en estas palabras, diciendo:
Soy la Ley, tu Dios, quien te ha sacado de las profundidades de la esclavitud y de las tinieblas. No tendrás otra Ley fuera de Mi. No construirás ninguna imagen de la Ley en el cielo ni abajo en la tierra. Soy la Ley invisible, sin principio y sin fin. No crearás para ti falsas leyes, porque Soy la Ley y la Ley total de todas las leyes. Si renuncias a Mi, tendrás desastres de generación en generación. Si guardas mis mandamientos entrarás en el Jardín Infinito donde está el Arbol de la Vida, en medio del Mar Eterno. No violarás la Ley. La Ley es tu Dios, quien no te librará de tu culpa.
Honra a tu Madre Terenal para que tus días puedan ser largos en la tierra y honra a tu Padre Celestial para que tengas vida eterna en los cielos, pues los cielos y la tierra te son dados por la Ley, que es tu Dios.
Saludarás a la Madre Terrenal en la mañana del sábado.
Saludarás al Angel de la Tierra en la segunda mañana.
Saludarás al Angel de la Vida en la tercera mañana.
Saludarás al Angel del Regocijo en la cuarta mañana.
Saludarás al Angel del Sol en la quinta mañana.
Saludarás al Angel del Agua en la sexta mañana.
Saludarás al Angel del Aire en la séptima mañana.
Todos estos ángeles de la Madre Tierra saludarás y te consagrarás a ellos para que puedas entrar al Jardín Infinito en donde está el Arbol de la Vida.
Adorarás a tu Padre Celestial en la tarde del sábado.
Comulgarás con el Angel de Vida Eterna en la segunda tarde.
Comulgarás con el Angel del Trabajo en la tercera tarde.
Comulgarás con el Angel de la Paz en la cuarta tarde.
Comulgarás con el Angel del Poder en la quinta tarde.
Comulgarás con el Angel del Amor en la Sexta tarde.
Comulgarás con el Angel de la Sabiduría en la séptima tarde.
Con todos los ángeles del Padre Celestial comulgarás para que tu espíritu pueda purificarse en la Fuente de Luz y entrar en el Mar de la Eternidad.
El séptimo día es el sábado, lo conmemorarás y lo guardarás como día santo. El sábado es el día de la Luz de la Ley, tu Dios. En él no harás ningún tipo de trabajo, excepto buscar la Luz, el Reino de Dios y todas las cosas se te darán. Sabed pues vosotros, que trabajareis durante seid días con los ángeles, ya que el séptimo día morareis en la Luz de tu Señor quien es la Ley Santa.
No tomareis la vida de cualquier cosa viviente. La vida viene únicamente de Dios quien la da y la quita.
No degradarás el Amor. Es el don sagrado del Padre Celestial.
No negociarás tu alma, el don invaluable de la bondad de Dios, pues los ricos del mundo son como las semillas que caen en terreno pedregoso donde no echan raíces y viven muy poco tiempo.
No darás falso testimonio de la Ley para utilizarla contra tus hermanos; únicamente Dios conoce el principio y el fin de todas las cosas, pues Su ojo es único y El es la Ley Santa.
No codiciarás los bienes ajenos. La Ley te da grandes dones, incluso los cielos y la Tierra, si guardas los mandamientos del Señor tu Dios.
Y Moisés oyó la voz del Señor y pactó dentro de sí un convenio que era entre el Señor y los Hijos de la Luz. Y Moisés se volvió y bajó del monte, con las dos tablas de la Ley en sus manos.
Y las tablas eran la obra de Dios y la escritura era la escritura de Dios grabada sobre las tablas.
Como el pueblo no sabía que había sido de Moisés, se reunió y fundieron todos sus aretes de oro y construyeron un becerro; adoraron al ídolo y le ofrecieron sacrificios.
Comieron, bebieron y danzaron delante de él y se abandonaron a la corrupción y a la perversidad delante del Señor.
Y ocurrió de pronto que Misés estuvo en la aldea y vió el becerro, las danzas y la maldad del pueblo. Moisés se llenó de furia y arrojó las tablas de sus manos y las quebró contra el monte.
Y a la mañana siguiente Moisés le dijo a su pueblo: vosotros habéis cometido un gran pecado, vosotros habeis negado a nuestro Creador, yo subiré donde el Señor e imploraré por vuestro error.
Y volviendo Moisés donde el Señor le dijo: Tu has visto la profanación de tu Ley Santa. Pues tus hijos perdieron la fe y adoraron las tinieblas e hicieron para ellos un becerro de oro.
Y el señor le dijo a Moisés: Escucha; al principio de los tiempos hubo un convenio entre Dios y el hombre y el Fuego Santo del Creador entró en él. Y él se hizo Hijo de Dios y se le encomendó guardar su herencia del primogénito y hacer fructífera la Tierra de su Padre y mantenerla Santa. Y él rechazó al Creador de si mismo olvidándose su primogenitura, no existe error más doloroso a los ojos de Dios.
Y el Señor habló diciendo: Unicamente los Hijos de la Luz pueden guardar los mandamientos de la Ley. Escucha, pues te hablo así: las tablas que tu quebraste, esas nunca mas serán escritas en las palabras de los hombres; como tu las convertiste en tierra y fuego, así, ellas vivirán, invisibles, en los corazones de aquellos que sean capaces de seguir su Ley.
A tu gente de poca fe, que erró contra el Creador, aún cuando estuvo en el Lugar Santo delante de tu Dios, le daré otra Ley. Será una Ley severa, es mas, le obligará, pues ellos no conocen todavía el Reino de la Luz.
Y Moisés guardó la Ley invisible dentro de su pecho y la llevó como señal a los Hijos de la Luz. Y Dios le dió a Moisés la Ley escrita para el pueblo, y él bajó donde ellos y les habló con un corazón fuerte.
Moisés dijo al pueblo: Estas son las leyes que vuestro Dios os ha dado:
No tendrás otro Dios fuera de Mi.
No harás para ti ninguna imagen esculpida.
No jurarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
Recordarás el día sábado y lo guardarás como santo.
Honrarás a tu Padre y a tu Madre.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No levantarás falsos testimonios contra tu prójimo.
No codiciarás los bienes de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo,
ni nada que sea de tu prójimo.
Y hubo un día de duelo y arrepentimiento por el gran error contra el Creador, que no termina.
Y las tablas quebradas de la Ley Invisible vivieron ocultas en el corazón de Moisés, hasta que sucedió que los Hijos de la Luz aparecieron en el desierto y los Angeles habitaron la Tierra.
N. E.: En el "Tratado sobre Fuego Cósmico" de A.A.B., el instructor tibetano D. K. presenta en la parte final del libro unas denominaciones para la Unica Ley del Padre, Su triple manifestación (la Ley de Síntesis, la de atracción magnética y la de Economía), relacionadas con los "Tres Soles" de las tres evoluciones paralelas: la del espíritu, la del alma y la de la materia. Luego presenta otra serie de Leyes menores. En realidad, las auténticas Leyes emanan de nuestra Divinidad Creadora, expresando cualidades Suyas. Las "leyes" hechas por nuestros legisladores, al tener "micos" o cuñas para sus intereses creados, causarían extrañeza a nativos humanos en una armonía relativa con el medio ambiente, especialmente si a menudo se la modifica.
Esta información es clave, ya que continúa la "Revelación" de una manera más profunda y explícita, acorde con el desarrollo evolutivo. Claro está que la sencillez y el acierto de las Palabras del Cristo entre los Esenios, nos dejan ver la vigencia de ellas para quienes realmente aspiran a los Misterios, especialmente a la Iniciación Transfiguradora que viviera Moisés en la Montaña Sagrada que horada la "nube" o campo de consciencia dimensional que revelador del selectivo "Quinto Rayo"; éste hace tronar la voz divina en la "Nube sobre la Montaña".
En "Los Rayos y las Iniciaciones" de A.A.B., D.K. hace importantes aportes sobre la "Transfiguración" para los preparados, al igual que en el tomo II de "Discipulado en la Nueva Era", en los comentarios a las "fórmulas para la inciación grupal".

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