Nikola Tesla fue, sin ninguna duda el más grande genio del siglo 20. Nuestro estilo de vida ahora, la tecnología que damos por concedida, todo esto es posible por este hombre increíble de Europa.
No obstante, a pesar de todas sus contribuciones a la ciencia, su nombre es poco recordado fuera del campo de las electrónicas y físicas. De hecho, Thomas Edison es a menudo erróneamente acreditado en los libros de texto con invenciones que fueron desarrolladas y patentadas por Tesla.
La mayoría de los eruditos reconocen que la oscuridad en torno a Tesla es parcialmente debido a sus maneras excéntricas y fantásticas demandas durante los años decadentes de su vida, de comunicarse con otros planetas y rayos mortales. Es ahora sabido que muchas de estos fantásticos inventos de Tesla son científicamente exactos y funcionales. Simplemente le ha tomado a la humanidad tanto tiempo para ponerse al día con las asombrosas ideas de un hombre que murió en 1943.
Es conocido que Tesla sufría de problemas financieros a través de su vida adulta. Por esto, Telsa tenía que mudarse varias veces al no poder costearse sus alrededores. El Hotel Waldorf Astoria en Nueva York fue la residencia de Tesla durante veinte años, y tuvo que mudarse en 1920 al no poder costearlo más. Luego se mudó al Hotel San Regis, pero de Nuevo fue forzado a desocupar debido a la carencia de apoyo financiero.
Forzado a mudarse de hotel en hotel, el a menudo dejó baúles de documentos detrás, como garantía por sus deudas. Estos baúles, los cuales fueron ansiosamente buscados después de la muerte de Tesla, se habían vuelto la clave para abrir el misterio de quien fue realmente Nikola Tesla, y la increíble vida que llevó secretamente.
Cuando Tesla murió el 7 de enero de 1943, a la edad de 86 años, representantes de la Oficina de Propiedad de Extranjeros, a petición del FBI, fueron a los hoteles de Nueva York y se apoderaron de todas sus pertenencias. Dos cargas de camiones de papeles, muebles y artefactos fueron enviados bajo sello a la Compañía de Bodegas y Almacenamiento de Manhattan.
Esta carga fue agregada a los casi treinta barriles y bultos que habían estado en almacenamiento desde 1930, y la colección entera fue sellada bajo las órdenes de la OAP.
Extraña conducta, considerando que Tesla fue un ciudadano legal estadounidense.
Los Documentos Olvidados de Nikola Tesla
Después de la muerte de Tesla hubo una revuelta realizada por el gobierno de los Estados Unidos para encontrar todos sus papeles, notas e investigaciones antes de que otros poderes extranjeros pudieran encontrarlos. La sobrina de Tesla, Sava Kosanovic reportó que antes de que llegara la OAP, alguien más obviamente había revisado las pertenencias de Tesla y tomó una desconocida cantidad de notas y papeles personales.
Era conocido por el FBI que la inteligencia alemana ya había hecho desaparecer una gran cantidad de las investigaciones de Tesla varios años antes de su muerte. El material robado, se piensa, eventualmente resultaría en el desarrollo de los platillos voladores de los Nazi. Los Estados Unidos iban a asegurarse que esto no sucediera de nuevo. Cualquier cosa, aun remotamente asociada con este gran hombre fue rápidamente confiscada y perdida dentro de las redes secretas de los Estados Unidos antes de la II Guerra Mundial. Sin embargo, más de una docena de cajas con las pertenencias de Tesla, dejadas atrás en hoteles como el Waldorf Astoria, el Hotel Governor Clinton y el San Regis ya habían sido vendidos para pagar las excepcionales cuentas de Tesla.
La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontradas. En 1976, cuatro cajas indistinguibles de papeles fueron subastadas en la venta de la propiedad de un Michael P. Bornes. Poco es conocido acerca de Bornes, excepto que había sido un vendedor de libros en Manhattan. Esta subasta tuvo lugar en Newark, Nueva Jersey, con las cajas y sus contenidos siendo comprados por Dale Alfrey por la suma de veinticinco dólares.
Alfey no tenía idea lo que había en las cajas al comprarlas en un capricho. Cuando más tarde las revisó, estaba sorprendido de encontrar lo que parecían se documentos de laboratorio y notas personales de Nikola Tesla. Algunos de los papeles perdidos de Tesla, nuevamente, habían resurgido. No obstante, debido a ignorancia casi se pierden una vez más.
En 1976, el nombre Nikola Tesla no era extensamente conocido. Alfrey no tenía idea de la importancia de los papeles que ahora le pertenecían. Revisando una increíble cantidad de material, el primer pensamiento de Alfrey es que había destapado las notas de un escritor de ciencia ficción. Lo que leyó fue tan increíble que parecía imposible que algo de eso fuera cierto.
Teniendo poco interés en lo que había comprado, Alfrey escondió las cajas en su sótano, pensando que las revisaría de nuevo más tarde, cuando tuviera más tiempo. Pasaron veinte años antes de que Alfrey encontrara tiempo una vez más para abrir las extrañas cajas. Desafortunadamente, el tiempo no fue muy amable con el preciado contenido dentro de las cajas.
Ya para entonces, los papeles se habían enmohecido gravemente, y la tinta se había descolorado de los años de negligencia en el húmedo sótano. Alfrey estaba determinado a no dejar desaparecer para siempre este material, y comenzó el laborioso esfuerzo de tratar de transcribir la información antes que fuera demasiado tarde.
Sin embargo, Alfrey pronto se encontró capturado en la lectura de los notables papeles. Las notas de Tesla son shockeantes en sus revelaciones de la vida secreta del científico. Una vida, que hasta ese momento nunca había sido mencionada por Tesla o documentada por sus biógrafos después de su muerte.
Estos diarios perdidos revelaban que en 1899, mientras estaba en Colorado Springs, Tesla interceptó comunicaciones de seres extraterrestres que secretamente estaban controlando a la humanidad. Estas criaturas estaban lentamente preparando a los humanos para una eventual conquista y dominación, usando un programa que había existido desde la creación de la humanidad, pero que ahora se estaba acelerando debido al incrementado conocimiento científico en la Tierra.
Tesla escribió sobre sus años de investigaciones para interpretar las extrañas señales de radio, y sus intentos de notificar al gobierno y a los militares respecto a lo que sabía, pero sus cartas, al parecer, se quedaron sin respuesta.
Tesla habó en confianza con varios de sus benefactores, incluyendo el Coronel John Jacob Astor, quien era propietario del hotel Waldorf Astoria. Estos benefactores escuchaban a Tesla, y secretamente fundaron lo que fue el comienzo de la primera batalla de la humanidad para regañar el control de su propio destino. Una batalla puesta en movimiento por Nikola Tesla. Mientras que esta información parece absolutamente increíble, Tesla dio pistas ocasionales a su difícil situación en varias entrevistas en periódicos y revistas.
Tesla pudo haber elaborado sobre el tema en un artículo llamado:
Talking With the Planets (Hablando con los Planetas)
En el periódico semanal Colliers
(Marzo 1901)
“Cuando yo estaba mejorando mis máquinas para la producción de intensas acciones eléctricas, también perfeccionaba los medios para observar débiles esfuerzos. Uno de los resultados más interesantes, y también uno de gran importancia práctica era el desarrollo de ciertas invenciones para indicar a distancia de muchos cientos de millas una tormenta que se acerca, su dirección, velocidad y distancia viajada.
“Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí aquellos misteriosos efectos que habían provocado tal interés inusual. Había perfeccionado el aparato referido hasta ahora, que desde mi laboratorio en las montañas de Colorado.
Yo pude sentir el pulso del globo, como era, notando cada cambio eléctrico que ocurría dentro de un radio de mil cien millas. Jamás podré olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando se me aclaró que había observado algo, posiblemente de incalculables consecuencias para la humanidad.”
“Sentí como si estuviera presenciando el nacimiento de un nuevo conocimiento, o la revelación de una gran verdad. Mis primeras observaciones me aterraron positivamente, ya que en ellas estaba presente algo misterioso, por no decir sobrenatural, y yo estaba solo en mi laboratorio por la noche; pero en ese tiempo la idea de que estos disturbios fueran señales inteligentemente controladas todavía no se me presentaba.
“Los cambios que note estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara sugerencia de número y orden que no eran rastreables a ninguna causa conocida para mi. Yo estaba, por supuesto, familiarizado con tales perturbaciones eléctricas como son producidas por el sol, las Auroras Boreales y las Corrientes terrestres, y estaba seguro, como podría estarlo ante cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.
“La naturaleza de mis experimentos impidió la posibilidad de los cambios que estaban siendo producido por disturbios atmosféricos, como ha sido acertado a la ligera por algunos. Fue algún tiempo después, cuando el pensamiento destelló en mi mente, que los disturbios que había observado podrían ser debido a un control inteligente. Aunque no podía descifrar su significado, era imposible para mi pensar en ellos como que hubieran sido enteramente accidentales”.
“La sensación está creciendo constantemente en mi, de que yo he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta al otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.”
Décadas más tarde, en su cumpleaños en 1937, el anunció:
“He dedicado mucho de mi tiempo durante el pasado año a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto por el cual la energía en grandes cantidades puede ahora ser destellada a través del espacio interestelar a cualquier distancia sin la más mínima dispersión.”
(New York Times, domingo 11 de Julio de 1937.)
Tesla nunca reveló públicamente ningún detalle técnico de su transmisor mejorado, pero en su anuncio en 1937, el reveló una nueva formula mostrando eso:
“La energía cinética y potencial de un cuerpo es el resultado del movimiento y determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si se reduce la masa, la energía es reducida a la prima proporción. Si se reduce a cero, la energía es igualmente cero para cualquier velocidad finita.”
(New York, 12 Julio de 1937, Pág.. 6.)
¿Porqué es que ha sido escrito tan poco acerca de la creencia de Tesla de que el había escuchado señales de radio alienígenas?
Talvez la verdad ha sido mantenida en secreto.
Los Hombres de Negro hacen una Visita
Por el verano de 1997, Alfrey había terminado de leer todo el contenido de las cuatro cajas, y estaba listo para comenzar a escanear los papeles hacia discos de computadora. Alfrey estuvo un poco más que sorprendido que las voluminosas notas y diarios no contenían ningún dibujo o modelo. No fue hasta más tarde que Alfrey descubrió que Tesla detestaba ilustrar sus ideas, debido al hecho que sus propios modelos mentales era todo que el requería para construir sus inventos.
Alfrey también notó que los diarios de Tesla estaban a menudo incompletos. Había numerosos huecos consistentes de días, meses y aun años. Alfrey conjeturó que otros diarios podrían existir en alguna parte, escondidos, ya sea por el gobierno o por ignorancia en bodegas y áticos olvidados.
Por todas estas brechas, Alfrey comenzó a hacer investigaciones en Internet, esperando que otros pudieran tener información adicional respecto a estas secciones faltantes. Estas investigaciones, obviamente atrajeron la atención de aquellos que también estaban interesados en los diarios perdidos. Alguien que quisiera mantener esos diarios perdidos para siempre.
En septiembre de 1997, Alfrey estaba en casa continuando su investigación mientras su esposa e hijos se habían ido a Manhattan por el día. Como Alfrey recuerda, el teléfono sonó y quien llamó se identificó a sí mismo como Jay Kowski, quien estaba interesado en Tesla y los papeles que Alfrey había descubierto.
Alfrey había hablado con la persona por solamente unos cuantos minutos cuando de repente la línea se quedó muerta. Casi inmediatamente sonó el timbre de la puerta, recuerda Alfrey.
“Cuando fui a atender la puerta, ya la encontré abierta y tres hombres estaban parados en el vestíbulo.”
Antes de que Alfrey pudiera hablar, el hombre más cercano lo abordó por su nombre de pila.
“La puerta estaba abierta, John, espero que no te importe que entramos.”
Los tres hombres estaban todos vestidos en idénticos trajes negros de ejecutivos, con camisas blancas y corbatas negras.
“Parecían empresarios de pompas fúnebres,“ dijo Alfrey.
Sin embargo, Alfrey sabía que no eran empleados de pompas fúnebres o que simplemente llegaban para una conversación amistosa. El hombre que primero habló continuó abordando a Alfrey por su nombre de pila:
“Como si me conociera personalmente o algo así. Pero yo nunca había visto a estos hombres antes en toda mi vida. Temía que pudieran ser criminales. Había un cierto aire de amenaza alrededor de estos tres hombres, que jamás antes o después he experimentado.”
Los otros dos hombres permanecieron cerca de la puerta y nunca hablaron. Sus ojos permanecieron fijos en Alfrey a través de la experiencia entera.
“Entendemos que usted tiene en su posesión algunas viejas cajas y papeles,” dijo el primer hombre. “Estaríamos muy interesados en comprarlos de usted.”
“Es que realmente no están a la venta,” contestó Alfrey. “De todas formas, ¿Cómo es que saben acerca de ellos?”
El primer hombre se rió.
“Nosotros sabemos mucho acerca de usted y sus papeles. No le pertenecen, pero estaríamos dispuestos a pagarle por su preocupación. No tienen ninguna utilidad para usted y, de hecho, usted podría estar en muchos problemas por tenerlos, en primer lugar.”
Para entonces, Alfrey comprendió que los hombres no le estaban pidiendo comprar sus cajas, lo estaban demandando. El entendió lo que querían decir por negocio y esto lo asustó.
El primer hombre se movió ahora lentamente más cerca de Alfrey, hablando de una manera deliberadamente lenta. El cuidadosamente dijo cada palabra, de modo que Alfrey entendiera perfectamente donde estaba parado.
“De nada le sirve saber", dijo el hombre. "Vamos a conseguir esas cajas sin importar lo que usted haga. Usted no puede detenernos. Sería mucho más fácil para usted y su familia si simplemente nos da lo que queremos. Hay gente que ha desaparecido para siempre por mucho menos que esto. Odiaría que esto le sucediera a usted, as u esposa o sus hijos.”
El hombre ahora estaba parado directamente frente a Alfrey, sus oscuros ojos fijos y fríos. Casi parecía que tenían alguna clase de poder hipnótico sobre Alfrey, mientras el estaba parado allí, incapaz de hablar.
Repentinamente, los tres extraños hombres se voltearon en unísono y caminaron hacia afuera por la puerta frontal. Nada más fue dicho, no era necesario. Alfrey comprendió claramente su mensaje. El debía entregar las cajas, sus investigaciones, aun su interés en Tesla si quería permanecer ileso.
Fue como si Alfrey estuviera saliendo de un trance, el realizó que había sucedido y corrió hacia fuera de la puerta a enfrentar a los hombres. Pero no se veían por ninguna parte. No había vehículo en la calzada y la calle estaba completamente vacía. De hecho, todo el vecindario estaba extrañamente quieto. Aun los pájaros se habían silenciado. Era como si el mundo estuviera haciendo una pausa por un momento, y luego continuara como si nada hubiera sucedido.
Alfrey corrió nuevamente hacia adentro de la casa y cerró las puertas con llave. El entonces fue a su estudio, donde mantenía las cajas y la computadora. El cuarto estaba ubicado en la parte de atrás de la casa y no tenía entrada separada hacia el exterior. Obviamente no era necesario, porque las cuatro cajas junto con los papeles que contenían en su interior y los discos de computadora habían desaparecido.
Era obvio que los tres hombres fueron solamente una distracción mientras alguien más, silenciosamente entró a la casa y saqueó el estudio, quitando todo lo que tenía que ver con Nikola Tesla. Esto incluía libros separados y artículos de revistas que Alfrey había coleccionado mientras estaba investigando en la material.
Peor aun, no solo faltaban sus papeles, pero también el disco duro de su computadora había sido completamente borrado. Todo lo que tenía en el, incluyendo asuntos no relacionados con Tesla fue destruido.
Toda la evidencia que el tenía sobre Tesla y sus diarios perdidos se habían ido ahora para siempre. Alfrey se negó a hablar acerca de este atemorizante incidente durante varios meses. El no le dijo a nadie lo que había sucedido, ni siquiera a su esposa. Era como si estuviese en un estado de shock mental que nublaba perpetuamente su mente.
Lentamente, el comenzó a regañar sus sentidos y a recordar los detalles de ese día. El recordó que los tres hombres iban vestidos exactamente iguales, eran casi de la misma altura, y los tres tenían un corte de cabello corto con flequillos de extraña apariencia, cubriendo sus frentes.
Los tres hombres tenían una piel bronceada que no se veía natural. Casi como si hubiesen usado un bronceador envasado que colorea la piel a café oscuro. A excepción de estas peculiaridades, los hombres parecían ser normales. No se lo ocurrió a Alfrey que podrían ser otra cosa de lo que aparentaban. No fue sino hasta después, cuando estaba relatando esta extraña historia, que alguien comentó sobre los Hombres de Negro.
Alfrey nunca había oído hablar de los Hombres de Negro. El había oído acerca de la película, pero no había hecho la conexión. Después de investigar un poco y leer varios libros escritos por John Keel y Comandante X, Alfrey estaba seguro que había recibido una visita de los Hombres de Negro, o por lo menos alguien que quería parecerse a los Hombres de Negro.
Aquí es donde termina la extraña historia de Dale Alfrey. Todo lo que el había hecho, que tenía conexión con Nikola Tesla le había sido quitado. Afortunadamente, debido a las horas que pasó leyendo los libros de Tesla, retuvo con buena memoria su contenido. No un recuerdo perfecto, pero suficiente para relatar en este libro.
Alfrey se pregunta si sus cajas eran las últimas de las pertenencias faltantes de Tesla. O podrían otras todavía permanecer olvidadas en alguna parte, esperando ser redescubiertas.
Lo que Tesla Creía
Los artículos de periódicos en el tiempo de la muerte de Tesla relatan que posiblemente más de una docena de grandes cajas con notas de Tesla jamás fueron encontradas por el gobierno. Estas podrían todavía estar en algún lado, esperando a que un individuo afortunado redescubra sus secretos perdidos.
Solamente puede especularse sobre lo que sería encontrado dentro de las olvidadas cajas con notas y pertenencias personales, posiblemente hasta la información faltante respecto a la batalla secreta de Tesla con el gobierno, y su conocimiento de formas de vida extraterrestres.
Los papeles que Dale Alfrey encontró revelaron un lado de Tesla que no era conocido al público. Tesla aparentemente había pasado un número de años tratando de traducir las misteriosas señales que escuchó primero en 1899.
Su interpretación básica de estas señales era que criaturas de otro planeta, “Martiales” como las llamaba la jerga en ese tiempo, estaban secretamente aquí en la Tierra – Ellos se habían infiltrado a la humanidad durante siglos – Ellos habían controlado los acontecimientos y a las personas, para conducir a la humanidad hacia un camino de desarrollo evolutivo, y esencialmente eran responsables de los seres humanos en el planeta, en primer lugar.
Además, Tesla descubrió que la temperatura en general de los planetas estaba subiendo lentamente, lo que conocemos hoy en día como calentamiento global. Tesla pensó que esto estaba siendo producido por condiciones naturales, así como por interferencia artificial y extraterrestre.
Con esto en mente, ahora podemos ver algunas de las razones para el comportamiento excéntrico de Tesla en los últimos años de su vida. Tesla se obsesionó con crear dispositivos para terminar la Guerra y unir a la humanidad en contra de lo que el percibía como el enemigo común de los extraterrestres. Él a menudo habló acerca de “Rayos de la Muerte” y “Torpedos sin Alas” que podían volar a través del aire sin propulsores o jets, posiblemente una de las menciones más tempranas de platillos voladores.
Tesla también se interesó en desarrollar métodos para crear energía libre de fuentes que no fuesen la quema de madera o combustibles fósiles. Tesla obviamente fue el primero en realizar las calamitosas consecuencias que podrían esperarnos si fuese a ocurrir el efecto invernadero.
Desafortunadamente, los intentos de Tesla de elevar a la humanidad con nueva tecnología fueron recibidas con mofas y burlas. Sus cartas acerca de sus preocupaciones, enviadas a sus amigos en el gobierno, fueron ignoradas.
Tesla debió haber sentido que el conocía el mayor secreto en el mundo referente al destino de la humanidad, y a nadie le importó.
No obstante, a pesar de todas sus contribuciones a la ciencia, su nombre es poco recordado fuera del campo de las electrónicas y físicas. De hecho, Thomas Edison es a menudo erróneamente acreditado en los libros de texto con invenciones que fueron desarrolladas y patentadas por Tesla.
La mayoría de los eruditos reconocen que la oscuridad en torno a Tesla es parcialmente debido a sus maneras excéntricas y fantásticas demandas durante los años decadentes de su vida, de comunicarse con otros planetas y rayos mortales. Es ahora sabido que muchas de estos fantásticos inventos de Tesla son científicamente exactos y funcionales. Simplemente le ha tomado a la humanidad tanto tiempo para ponerse al día con las asombrosas ideas de un hombre que murió en 1943.
Es conocido que Tesla sufría de problemas financieros a través de su vida adulta. Por esto, Telsa tenía que mudarse varias veces al no poder costearse sus alrededores. El Hotel Waldorf Astoria en Nueva York fue la residencia de Tesla durante veinte años, y tuvo que mudarse en 1920 al no poder costearlo más. Luego se mudó al Hotel San Regis, pero de Nuevo fue forzado a desocupar debido a la carencia de apoyo financiero.
Forzado a mudarse de hotel en hotel, el a menudo dejó baúles de documentos detrás, como garantía por sus deudas. Estos baúles, los cuales fueron ansiosamente buscados después de la muerte de Tesla, se habían vuelto la clave para abrir el misterio de quien fue realmente Nikola Tesla, y la increíble vida que llevó secretamente.
Cuando Tesla murió el 7 de enero de 1943, a la edad de 86 años, representantes de la Oficina de Propiedad de Extranjeros, a petición del FBI, fueron a los hoteles de Nueva York y se apoderaron de todas sus pertenencias. Dos cargas de camiones de papeles, muebles y artefactos fueron enviados bajo sello a la Compañía de Bodegas y Almacenamiento de Manhattan.
Esta carga fue agregada a los casi treinta barriles y bultos que habían estado en almacenamiento desde 1930, y la colección entera fue sellada bajo las órdenes de la OAP.
Extraña conducta, considerando que Tesla fue un ciudadano legal estadounidense.
Los Documentos Olvidados de Nikola Tesla
Después de la muerte de Tesla hubo una revuelta realizada por el gobierno de los Estados Unidos para encontrar todos sus papeles, notas e investigaciones antes de que otros poderes extranjeros pudieran encontrarlos. La sobrina de Tesla, Sava Kosanovic reportó que antes de que llegara la OAP, alguien más obviamente había revisado las pertenencias de Tesla y tomó una desconocida cantidad de notas y papeles personales.
Era conocido por el FBI que la inteligencia alemana ya había hecho desaparecer una gran cantidad de las investigaciones de Tesla varios años antes de su muerte. El material robado, se piensa, eventualmente resultaría en el desarrollo de los platillos voladores de los Nazi. Los Estados Unidos iban a asegurarse que esto no sucediera de nuevo. Cualquier cosa, aun remotamente asociada con este gran hombre fue rápidamente confiscada y perdida dentro de las redes secretas de los Estados Unidos antes de la II Guerra Mundial. Sin embargo, más de una docena de cajas con las pertenencias de Tesla, dejadas atrás en hoteles como el Waldorf Astoria, el Hotel Governor Clinton y el San Regis ya habían sido vendidos para pagar las excepcionales cuentas de Tesla.
La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontradas. En 1976, cuatro cajas indistinguibles de papeles fueron subastadas en la venta de la propiedad de un Michael P. Bornes. Poco es conocido acerca de Bornes, excepto que había sido un vendedor de libros en Manhattan. Esta subasta tuvo lugar en Newark, Nueva Jersey, con las cajas y sus contenidos siendo comprados por Dale Alfrey por la suma de veinticinco dólares.
Alfey no tenía idea lo que había en las cajas al comprarlas en un capricho. Cuando más tarde las revisó, estaba sorprendido de encontrar lo que parecían se documentos de laboratorio y notas personales de Nikola Tesla. Algunos de los papeles perdidos de Tesla, nuevamente, habían resurgido. No obstante, debido a ignorancia casi se pierden una vez más.
En 1976, el nombre Nikola Tesla no era extensamente conocido. Alfrey no tenía idea de la importancia de los papeles que ahora le pertenecían. Revisando una increíble cantidad de material, el primer pensamiento de Alfrey es que había destapado las notas de un escritor de ciencia ficción. Lo que leyó fue tan increíble que parecía imposible que algo de eso fuera cierto.
Teniendo poco interés en lo que había comprado, Alfrey escondió las cajas en su sótano, pensando que las revisaría de nuevo más tarde, cuando tuviera más tiempo. Pasaron veinte años antes de que Alfrey encontrara tiempo una vez más para abrir las extrañas cajas. Desafortunadamente, el tiempo no fue muy amable con el preciado contenido dentro de las cajas.
Ya para entonces, los papeles se habían enmohecido gravemente, y la tinta se había descolorado de los años de negligencia en el húmedo sótano. Alfrey estaba determinado a no dejar desaparecer para siempre este material, y comenzó el laborioso esfuerzo de tratar de transcribir la información antes que fuera demasiado tarde.
Sin embargo, Alfrey pronto se encontró capturado en la lectura de los notables papeles. Las notas de Tesla son shockeantes en sus revelaciones de la vida secreta del científico. Una vida, que hasta ese momento nunca había sido mencionada por Tesla o documentada por sus biógrafos después de su muerte.
Estos diarios perdidos revelaban que en 1899, mientras estaba en Colorado Springs, Tesla interceptó comunicaciones de seres extraterrestres que secretamente estaban controlando a la humanidad. Estas criaturas estaban lentamente preparando a los humanos para una eventual conquista y dominación, usando un programa que había existido desde la creación de la humanidad, pero que ahora se estaba acelerando debido al incrementado conocimiento científico en la Tierra.
Tesla escribió sobre sus años de investigaciones para interpretar las extrañas señales de radio, y sus intentos de notificar al gobierno y a los militares respecto a lo que sabía, pero sus cartas, al parecer, se quedaron sin respuesta.
Tesla habó en confianza con varios de sus benefactores, incluyendo el Coronel John Jacob Astor, quien era propietario del hotel Waldorf Astoria. Estos benefactores escuchaban a Tesla, y secretamente fundaron lo que fue el comienzo de la primera batalla de la humanidad para regañar el control de su propio destino. Una batalla puesta en movimiento por Nikola Tesla. Mientras que esta información parece absolutamente increíble, Tesla dio pistas ocasionales a su difícil situación en varias entrevistas en periódicos y revistas.
Tesla pudo haber elaborado sobre el tema en un artículo llamado:
Talking With the Planets (Hablando con los Planetas)
En el periódico semanal Colliers
(Marzo 1901)
“Cuando yo estaba mejorando mis máquinas para la producción de intensas acciones eléctricas, también perfeccionaba los medios para observar débiles esfuerzos. Uno de los resultados más interesantes, y también uno de gran importancia práctica era el desarrollo de ciertas invenciones para indicar a distancia de muchos cientos de millas una tormenta que se acerca, su dirección, velocidad y distancia viajada.
“Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí aquellos misteriosos efectos que habían provocado tal interés inusual. Había perfeccionado el aparato referido hasta ahora, que desde mi laboratorio en las montañas de Colorado.
Yo pude sentir el pulso del globo, como era, notando cada cambio eléctrico que ocurría dentro de un radio de mil cien millas. Jamás podré olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando se me aclaró que había observado algo, posiblemente de incalculables consecuencias para la humanidad.”
“Sentí como si estuviera presenciando el nacimiento de un nuevo conocimiento, o la revelación de una gran verdad. Mis primeras observaciones me aterraron positivamente, ya que en ellas estaba presente algo misterioso, por no decir sobrenatural, y yo estaba solo en mi laboratorio por la noche; pero en ese tiempo la idea de que estos disturbios fueran señales inteligentemente controladas todavía no se me presentaba.
“Los cambios que note estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara sugerencia de número y orden que no eran rastreables a ninguna causa conocida para mi. Yo estaba, por supuesto, familiarizado con tales perturbaciones eléctricas como son producidas por el sol, las Auroras Boreales y las Corrientes terrestres, y estaba seguro, como podría estarlo ante cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.
“La naturaleza de mis experimentos impidió la posibilidad de los cambios que estaban siendo producido por disturbios atmosféricos, como ha sido acertado a la ligera por algunos. Fue algún tiempo después, cuando el pensamiento destelló en mi mente, que los disturbios que había observado podrían ser debido a un control inteligente. Aunque no podía descifrar su significado, era imposible para mi pensar en ellos como que hubieran sido enteramente accidentales”.
“La sensación está creciendo constantemente en mi, de que yo he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta al otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.”
Décadas más tarde, en su cumpleaños en 1937, el anunció:
“He dedicado mucho de mi tiempo durante el pasado año a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto por el cual la energía en grandes cantidades puede ahora ser destellada a través del espacio interestelar a cualquier distancia sin la más mínima dispersión.”
(New York Times, domingo 11 de Julio de 1937.)
Tesla nunca reveló públicamente ningún detalle técnico de su transmisor mejorado, pero en su anuncio en 1937, el reveló una nueva formula mostrando eso:
“La energía cinética y potencial de un cuerpo es el resultado del movimiento y determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si se reduce la masa, la energía es reducida a la prima proporción. Si se reduce a cero, la energía es igualmente cero para cualquier velocidad finita.”
(New York, 12 Julio de 1937, Pág.. 6.)
¿Porqué es que ha sido escrito tan poco acerca de la creencia de Tesla de que el había escuchado señales de radio alienígenas?
Talvez la verdad ha sido mantenida en secreto.
Los Hombres de Negro hacen una Visita
Por el verano de 1997, Alfrey había terminado de leer todo el contenido de las cuatro cajas, y estaba listo para comenzar a escanear los papeles hacia discos de computadora. Alfrey estuvo un poco más que sorprendido que las voluminosas notas y diarios no contenían ningún dibujo o modelo. No fue hasta más tarde que Alfrey descubrió que Tesla detestaba ilustrar sus ideas, debido al hecho que sus propios modelos mentales era todo que el requería para construir sus inventos.
Alfrey también notó que los diarios de Tesla estaban a menudo incompletos. Había numerosos huecos consistentes de días, meses y aun años. Alfrey conjeturó que otros diarios podrían existir en alguna parte, escondidos, ya sea por el gobierno o por ignorancia en bodegas y áticos olvidados.
Por todas estas brechas, Alfrey comenzó a hacer investigaciones en Internet, esperando que otros pudieran tener información adicional respecto a estas secciones faltantes. Estas investigaciones, obviamente atrajeron la atención de aquellos que también estaban interesados en los diarios perdidos. Alguien que quisiera mantener esos diarios perdidos para siempre.
En septiembre de 1997, Alfrey estaba en casa continuando su investigación mientras su esposa e hijos se habían ido a Manhattan por el día. Como Alfrey recuerda, el teléfono sonó y quien llamó se identificó a sí mismo como Jay Kowski, quien estaba interesado en Tesla y los papeles que Alfrey había descubierto.
Alfrey había hablado con la persona por solamente unos cuantos minutos cuando de repente la línea se quedó muerta. Casi inmediatamente sonó el timbre de la puerta, recuerda Alfrey.
“Cuando fui a atender la puerta, ya la encontré abierta y tres hombres estaban parados en el vestíbulo.”
Antes de que Alfrey pudiera hablar, el hombre más cercano lo abordó por su nombre de pila.
“La puerta estaba abierta, John, espero que no te importe que entramos.”
Los tres hombres estaban todos vestidos en idénticos trajes negros de ejecutivos, con camisas blancas y corbatas negras.
“Parecían empresarios de pompas fúnebres,“ dijo Alfrey.
Sin embargo, Alfrey sabía que no eran empleados de pompas fúnebres o que simplemente llegaban para una conversación amistosa. El hombre que primero habló continuó abordando a Alfrey por su nombre de pila:
“Como si me conociera personalmente o algo así. Pero yo nunca había visto a estos hombres antes en toda mi vida. Temía que pudieran ser criminales. Había un cierto aire de amenaza alrededor de estos tres hombres, que jamás antes o después he experimentado.”
Los otros dos hombres permanecieron cerca de la puerta y nunca hablaron. Sus ojos permanecieron fijos en Alfrey a través de la experiencia entera.
“Entendemos que usted tiene en su posesión algunas viejas cajas y papeles,” dijo el primer hombre. “Estaríamos muy interesados en comprarlos de usted.”
“Es que realmente no están a la venta,” contestó Alfrey. “De todas formas, ¿Cómo es que saben acerca de ellos?”
El primer hombre se rió.
“Nosotros sabemos mucho acerca de usted y sus papeles. No le pertenecen, pero estaríamos dispuestos a pagarle por su preocupación. No tienen ninguna utilidad para usted y, de hecho, usted podría estar en muchos problemas por tenerlos, en primer lugar.”
Para entonces, Alfrey comprendió que los hombres no le estaban pidiendo comprar sus cajas, lo estaban demandando. El entendió lo que querían decir por negocio y esto lo asustó.
El primer hombre se movió ahora lentamente más cerca de Alfrey, hablando de una manera deliberadamente lenta. El cuidadosamente dijo cada palabra, de modo que Alfrey entendiera perfectamente donde estaba parado.
“De nada le sirve saber", dijo el hombre. "Vamos a conseguir esas cajas sin importar lo que usted haga. Usted no puede detenernos. Sería mucho más fácil para usted y su familia si simplemente nos da lo que queremos. Hay gente que ha desaparecido para siempre por mucho menos que esto. Odiaría que esto le sucediera a usted, as u esposa o sus hijos.”
El hombre ahora estaba parado directamente frente a Alfrey, sus oscuros ojos fijos y fríos. Casi parecía que tenían alguna clase de poder hipnótico sobre Alfrey, mientras el estaba parado allí, incapaz de hablar.
Repentinamente, los tres extraños hombres se voltearon en unísono y caminaron hacia afuera por la puerta frontal. Nada más fue dicho, no era necesario. Alfrey comprendió claramente su mensaje. El debía entregar las cajas, sus investigaciones, aun su interés en Tesla si quería permanecer ileso.
Fue como si Alfrey estuviera saliendo de un trance, el realizó que había sucedido y corrió hacia fuera de la puerta a enfrentar a los hombres. Pero no se veían por ninguna parte. No había vehículo en la calzada y la calle estaba completamente vacía. De hecho, todo el vecindario estaba extrañamente quieto. Aun los pájaros se habían silenciado. Era como si el mundo estuviera haciendo una pausa por un momento, y luego continuara como si nada hubiera sucedido.
Alfrey corrió nuevamente hacia adentro de la casa y cerró las puertas con llave. El entonces fue a su estudio, donde mantenía las cajas y la computadora. El cuarto estaba ubicado en la parte de atrás de la casa y no tenía entrada separada hacia el exterior. Obviamente no era necesario, porque las cuatro cajas junto con los papeles que contenían en su interior y los discos de computadora habían desaparecido.
Era obvio que los tres hombres fueron solamente una distracción mientras alguien más, silenciosamente entró a la casa y saqueó el estudio, quitando todo lo que tenía que ver con Nikola Tesla. Esto incluía libros separados y artículos de revistas que Alfrey había coleccionado mientras estaba investigando en la material.
Peor aun, no solo faltaban sus papeles, pero también el disco duro de su computadora había sido completamente borrado. Todo lo que tenía en el, incluyendo asuntos no relacionados con Tesla fue destruido.
Toda la evidencia que el tenía sobre Tesla y sus diarios perdidos se habían ido ahora para siempre. Alfrey se negó a hablar acerca de este atemorizante incidente durante varios meses. El no le dijo a nadie lo que había sucedido, ni siquiera a su esposa. Era como si estuviese en un estado de shock mental que nublaba perpetuamente su mente.
Lentamente, el comenzó a regañar sus sentidos y a recordar los detalles de ese día. El recordó que los tres hombres iban vestidos exactamente iguales, eran casi de la misma altura, y los tres tenían un corte de cabello corto con flequillos de extraña apariencia, cubriendo sus frentes.
Los tres hombres tenían una piel bronceada que no se veía natural. Casi como si hubiesen usado un bronceador envasado que colorea la piel a café oscuro. A excepción de estas peculiaridades, los hombres parecían ser normales. No se lo ocurrió a Alfrey que podrían ser otra cosa de lo que aparentaban. No fue sino hasta después, cuando estaba relatando esta extraña historia, que alguien comentó sobre los Hombres de Negro.
Alfrey nunca había oído hablar de los Hombres de Negro. El había oído acerca de la película, pero no había hecho la conexión. Después de investigar un poco y leer varios libros escritos por John Keel y Comandante X, Alfrey estaba seguro que había recibido una visita de los Hombres de Negro, o por lo menos alguien que quería parecerse a los Hombres de Negro.
Aquí es donde termina la extraña historia de Dale Alfrey. Todo lo que el había hecho, que tenía conexión con Nikola Tesla le había sido quitado. Afortunadamente, debido a las horas que pasó leyendo los libros de Tesla, retuvo con buena memoria su contenido. No un recuerdo perfecto, pero suficiente para relatar en este libro.
Alfrey se pregunta si sus cajas eran las últimas de las pertenencias faltantes de Tesla. O podrían otras todavía permanecer olvidadas en alguna parte, esperando ser redescubiertas.
Lo que Tesla Creía
Los artículos de periódicos en el tiempo de la muerte de Tesla relatan que posiblemente más de una docena de grandes cajas con notas de Tesla jamás fueron encontradas por el gobierno. Estas podrían todavía estar en algún lado, esperando a que un individuo afortunado redescubra sus secretos perdidos.
Solamente puede especularse sobre lo que sería encontrado dentro de las olvidadas cajas con notas y pertenencias personales, posiblemente hasta la información faltante respecto a la batalla secreta de Tesla con el gobierno, y su conocimiento de formas de vida extraterrestres.
Los papeles que Dale Alfrey encontró revelaron un lado de Tesla que no era conocido al público. Tesla aparentemente había pasado un número de años tratando de traducir las misteriosas señales que escuchó primero en 1899.
Su interpretación básica de estas señales era que criaturas de otro planeta, “Martiales” como las llamaba la jerga en ese tiempo, estaban secretamente aquí en la Tierra – Ellos se habían infiltrado a la humanidad durante siglos – Ellos habían controlado los acontecimientos y a las personas, para conducir a la humanidad hacia un camino de desarrollo evolutivo, y esencialmente eran responsables de los seres humanos en el planeta, en primer lugar.
Además, Tesla descubrió que la temperatura en general de los planetas estaba subiendo lentamente, lo que conocemos hoy en día como calentamiento global. Tesla pensó que esto estaba siendo producido por condiciones naturales, así como por interferencia artificial y extraterrestre.
Con esto en mente, ahora podemos ver algunas de las razones para el comportamiento excéntrico de Tesla en los últimos años de su vida. Tesla se obsesionó con crear dispositivos para terminar la Guerra y unir a la humanidad en contra de lo que el percibía como el enemigo común de los extraterrestres. Él a menudo habló acerca de “Rayos de la Muerte” y “Torpedos sin Alas” que podían volar a través del aire sin propulsores o jets, posiblemente una de las menciones más tempranas de platillos voladores.
Tesla también se interesó en desarrollar métodos para crear energía libre de fuentes que no fuesen la quema de madera o combustibles fósiles. Tesla obviamente fue el primero en realizar las calamitosas consecuencias que podrían esperarnos si fuese a ocurrir el efecto invernadero.
Desafortunadamente, los intentos de Tesla de elevar a la humanidad con nueva tecnología fueron recibidas con mofas y burlas. Sus cartas acerca de sus preocupaciones, enviadas a sus amigos en el gobierno, fueron ignoradas.
Tesla debió haber sentido que el conocía el mayor secreto en el mundo referente al destino de la humanidad, y a nadie le importó.
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