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martes, 22 de diciembre de 2009

LEYENDO EL CEREBRO


por Dra. Caroline Markolin
Maestra Aprobada de la Nueva Medicina Germánica®

Las tomografías computarizadas del cerebro son comúnmente usadas como medio para buscar tumores cerebrales u otros “desórdenes” cerebrales. Pero en 1981, el Dr. med. Ryke Geerd Hamer, internista y creador de la Nueva Medicina Germánica®, hizo un descubrimiento asombroso. Por medio del análisis y comparación de miles de escáneres cerebrales con las historias clínicas de sus pacientes, el Dr. Hamer estableció que cada enfermedad – desde un resfriado hasta un cáncer – es iniciada por un choque de conflicto inesperado.

El Dr. Hamer encontró que tal tipo de conflicto tan imprevisible (enfado ó preocupación imprevista, una pérdida ó separación inesperada, un insulto u ofensa inesperada, etc.) ocurre no sólo en nuestra psique, sino también en el cerebro y en el órgano correspondiente de forma simultánea. En el momento en que sufrimos el conflicto, el choque alcanza un área específica en el cerebro provocando una lesión que es claramente visible en un escáner cerebral como un grupo de anillos objetivos y nítidos (ver imagen). Con el impacto, las células cerebrales afectadas envían una señal bioquímica a las células en el órgano correspondiente, produciendo ya sea el crecimiento de un tumor, una degradación de tejido o una pérdida funcional, dependiendo de que capa cerebral reciba el choque del conflicto.

La razón por la cual, conflictos específicos, se encuentran unidos irrefutablemente a áreas específicas en el cerebro, es que durante nuestra evolución histórica cada capa del cerebro fue programada para responder instantáneamente a conflictos que pudieran amenazar nuestra supervivencia. Mientras el tallo cerebral (la parte más antigua del cerebro) está programado con cuestiones básicas de supervivencia como respirar, reproducirse y alimentarse, el cerebro (la parte más nueva) tiene que ver con temas más avanzados, tales como conflictos territoriales, conflictos de separación, o conflictos de auto devaluación.

Después de identificar al cerebro como mediador entre la psique y el órgano, el Dr. Hamer encontró que la configuración en forma de diana u objetivo, solo permanece nítida mientras la persona se encuentre en actividad del conflicto. Una vez que el conflicto es resuelto, la lesión en el cerebro entra – junto con la psique y el órgano – en la fase de recuperación. Como cualquier otra herida que es reparada, se desarrolla un edema que protege al tejido cerebral durante el proceso de curación. En el escáner cerebral podemos observar los cambios: los anillos en forma de diana u objetivo nítidos  que están sumergidos en el edema aparecen ahora borrosos, indistintos y obscuros. Estas observaciones confirmaron los descubrimientos del Dr. Hamer de que cada enfermedad se lleva a cabo en dos fases: primero, una fase activa del conflicto, caracterizada por estrés emocional, extremidades frías, falta de apetito, e insomnio, y entonces,  a condición de que logremos resolver el conflicto, una fase de curación. La fase de curación, comúnmente referida como “enfermedad”, es a menudo un proceso difícil que involucra fatiga, fiebre, inflamaciones, infecciones y dolor.

En el punto más alto de la curación, el edema cerebral alcanza su tamaño máximo, y exactamente en ese momento, el cerebro acciona una breve y fuerte presión que lleva el edema hacia fuera. En la Nueva Medicina Germánica®, este momento crucial es llamado la crisis epileptoide. Los ataques cardiacos, los choques, las crisis de asma, los tumores sangrantes, los ataques de migraña, o las crisis epilépticas son solo algunos ejemplos de ésta crisis. Los síntomas siempre dependen de la naturaleza del conflicto y de que capa del cerebro esta afectada. Después de que el edema cerebral es expulsado, se reúne neuroglía (tejido conectivo cerebral que provee soporte estructural a las neuronas) en el sitio para restaurar la función de las células nerviosas que fueron afectadas por el choque del conflicto. Es ésta acumulación inofensiva de glía, lo que comúnmente es llamado tumor cerebral, aún cuando ésta es, de hecho, una lesión de curación del cerebro. El Dr. Hamer estableció ya en 1982, el nexo entre estos “tumores cerebrales” y las manifestaciones de enfermedad simultáneas en los órganos correspondientes.

La tomografía computarizada de arriba muestra una configuración en diana u objetivo en el hemisferio derecho de la corteza sensorial del cerebro. La localización exacta indica que el paciente sufre de pérdida sensorial en la pierna izquierda como resultado de un conflicto de separación. Debido a que los anillos son nítidos, podemos concluir que el conflicto no se ha resuelto todavía. Pero, ¿por qué es la pierna izquierda la afectada y no la derecha? Debido a que el cerebro juega una parte tan integral en la Nueva Medicina Germánica®, la lateralidad siempre ha de tomarse en cuenta. La forma más fácil de establecer nuestra lateralidad es con la prueba del aplauso. La mano en de arriba es la mano líder, e identifica si somos diestros o zurdos. Esto determina en que lado del cerebro impactará el conflicto y consecuentemente que lado del cerebro se afectará. Existen dos principios de la lateralidad:

1) si somos diestros, respondemos a un conflicto con nuestra madre o nuestros hijos con el lado izquierdo del cuerpo, y a un conflicto con una pareja (cualquiera excepto nuestra madre o nuestros hijos) con el lado derecho. Con la gente zurda, esto es al revés.
2) existe siempre una correlación cruzada desde el cerebro hacia el órgano. Debido a que la persona de nuestro ejemplo es zurda, podemos concluir, a partir del escáner cerebral, que el conflicto de separación debió haber sido respecto a una pareja.

La terapia de la Nueva Medicina Germánica® se enfoca en identificar, y sobretodo, en resolver el conflicto, porque sólo la resolución del conflicto permite que ocurra la curación. La responsabilidad del profesional de la GNM es asistir al paciente mientras el proceso de curación lleva a cabo su curso natural. Un escáner cerebral junto con una historia médica exhaustiva es vital para establecer la duración de la fase de curación, así como las complicaciones que pueden esperarse. “Constelaciones” específicas de lesiones cerebrales, determinan si es aún viable o factible resolver el (los) conflicto(s) debido a que la solución de conflictos de larga duración pueden disprar una fase de curación que amenace la vida. Dado a los peligros potenciales, interpretar los escáneres cerebrales de acuerdo a la Nueva Medicina Germánica ® es una tarea con una gran responsabilidad que requiere entrenamiento extenso.

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