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martes, 15 de diciembre de 2009

MENTE Y MATERIA


Dr. Joe Dispenza

Entrevista publicada  y realizada por Victor-M Amela

 Tengo 46 años. Naci en Nueva York y vivo en Rainier (Washington).
Estoy casado en segundas nupcias, y comparto cinco hijos.
¿Politica? Creo en el derecho divino de todo ser humano a buscar su felicidad.  ¿Dios? La esencia inmanente que da vida a todo. Cada segundo pierdes diez millones de celulas: la vida actua en ti, ¡aceptala!

El cerebro humano es un organo de colosal plasticidad, y hoy estamos aprendiendo a estimularlo, enriquecerlo, desplegarlo. Y no solo en sus capacidades intelectivas, sino tambien en las emocionales.

Y en las bioquimicas: podemos aprender a modularlo para producir duchas hormonales que te refuercen el sistema inmunologico.

¿Consistira la medicina del futuro en ese autocontrol de los recursos de la mente sobre la materia, sobre el propio cuerpo, y a eso le llamaremos salud?

Dispenza se dedica al desarrollo del cerebro y la autoconciencia, como explica en el libro y la pelicula ¡Y tu que sabes!? igual que en una charla impartida en el colegio mayor Sant Jordi de la Universitat de Barcelona, organizado por L´Ambar y el Cineforum Spiritual Vision.

¿Qué es una remisión espontánea?

La subita reversion de una enfermedad: el enfermo sana de una dolencia sin explicacion medica convincente.

¿Se dan a menudo curaciones de este tipo?

Si se dan. Yo he presenciado casos espectaculares. Y tengo una buena noticia: podrian darse mas a menudo.

¿Por qué?

He estudiado a muchas personas que experimentaron asombrosas remisiones de graves enfermedades... y he constatado en ellas ciertos aspectos comunes.

¿Cosas que podemos aplicarnos todos, entonces?

¡O intentarlo, al menos! Porque esas remisiones no fueron tan espontaneas...

¿Qué habia en común entre esas personas?

Todas aceptaron que sus modos de pensar y sentir ( "he estado enfadado, odiando, envidiando.. ."), sus actitudes vitales, en suma, les habian ocasionado desequilibrios y disfunciones, les habían dado mala la salud.

Ah, eso no es nada facil de aceptar...

Pero se puede. Y uno puede buscar tiempo para empezar a ejercitarse en crear pensamientos grandes y felices: ¡eso esta comprobado que estimula el sistema inmunológico, que estimula una neuroquímica salutifera!

¿Qué mas hicieron esas personas?

Empezaron a formularse preguntas importantes: ¿a qué persona o gran personaje admiro?, ¿a quién conozco que sea feliz, para ser igual?, ¿qué debo cambiar en mi para vivir con alegría?

¿Basta con pensar en eso?

Es que, además, se concentraron en pensar en la nueva persona que querían ser. ¡Y eso genera ya redes neuronales nuevas!

¿Estaban ya cambiando, mejorando?

Sin duda. Pero había algo más: todos aceptaron que la inteligencia de la vida, la inteligencia universal latía en ellos, y que podían reconectarse a ella.

Suena ya demasiado místico, abstracto...

¡Es de una lógica radical! Mira: cada segundo pierdes diez millones de células... ¡Ahora mismo!

¿Estabas pensando en hacerlo?.

No.

Hay un montón de células que deciden nacer y morir a cada segundo del día y de la noche, que deciden mantener tu corazón latiendo, todos tus órganos funcionando...

¿Controla todo esto tu inteligencia racional?

No.

¡Pues esa es la activa inteligencia de la vida a la que me referia! ¿Ves? La aceptas: puedes conectarte, encajarte en ella.

¿Y cómo lograr encajarme en ella?
       
Hoy sabemos que la meditacion es muy eficaz... Y hay algo que yo practico: cada mañana, al levantarme, pienso en quien quiero ser, escojo que quiero para ese dia, para mi vida, que ideales persigo... ¡y todo eso lo siento dentro de mi como si ya fuese real!

¿Y qué sucede, señor Dispenza?

¡Que vivo dias asombrosos! Y que vivo todos los dias como si lo fuesen.

¿Está sugiriéndome que puedo crear mi realidad?

Todas las personas que hicieron algo grande fueron personas que vivieron en una visión, en una realidad en la que creían. Y, de este modo, la crearon.

Eso no es muy cientifico.

En tal caso, las partículas elementales tampoco son muy científicas.. .

¿Por que lo dice?

¡Porque se comportan contrariando las leyes de la física mecánica! Para empezar: donde todo parece sólido, ¿qué hay?

¿Qué hay?
       
¡Abismos de vacio!

Muy poético.

No, no, es mera realidad: en el átomo, entre los electrones y el núcleo, hay inmensidades de vacío; y entre los protones y neutrones del núcleo del átomo, hay mas inmensidades de vacío... O sea, los ladrillos de la materia... están vacíos. ¡La materia es mero vacío!

¿Alguna otra enseñanza de física cuántica que quiera transmitirme?

Que mente y materia no están separadas. Los humanos, pues, podemos usar la mente subjetiva para influir en el mundo objetivo.

No es poco trabajo...

¡De hecho, lo hemos hecho durante siglos sin darnos cuenta!

¿Ah, sí? ¿Cómo?

Al rezar.

¿Propone que recemos?

Orar es esto: cerrar los ojos y pensar. Y para eso no se necesita a Alá, Yahvé, Dios ni nada de eso: se basta uno. Esto es lo que propongo: ¡experimenta! Haz de tu vida tu propio experimento científico.

Despidámonos con algún ejemplo de experimento.

Una vez tome a dos personas: una estiraba con un dedo un cordel durante una hora al día, durante cinco días a la semana, durante cuatro semanas. Su dedo ganó un 30% más de fuerza. La segunda persona hizo lo mismo... pero sólo mentalmente.

¿Y?

¡Su dedo gano un 22% mas de fuerza!

¿Sin tocar el cordel?

Sin tocar el cordel.

Vaya...

Lo físico es metáfora de lo psíquico. Esta todo imbricado, es en el fondo lo mismo. Insisto: ¡experimenta! Enriquece tu vida con experiencias nuevas. Créalas en tu cerebro. Crea realidad con tu mente, y verifícala luego en tu entorno. Serás creador. ¡Todos lo somos! Basta con conectar con esa inteligencia cósmica de la vida, con esa mente total. Enriquécete, enriquécete.


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