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viernes, 12 de febrero de 2010

Erupciónes solares

Las explosiones más grandes del Sistema Solar.

A los astronautas les agradan las caminatas espaciales. Flotando sin peso a cientos de kilómetros sobre la Tierra, con la superficie debajo girando a 27.000 kph -- ningún viajero espacial quiere que se termine.
Pero sólo se necesitan dos palabras para mandar a uno de esos valientes exploradores de vuelta a su nave: "Erupciones solares".

"Las erupciones solares son las mayores explosiones del sistema solar", dice Robert Lin del Laboratorio de Ciencia Espacial de la Universidad de Califronia en Berkeley (UC Berkeley's Space Science Lab). "Erupcionan cerca de las manchas solares con la fuerza de cientos de millones de bombas de hidrógeno". Los astronautas que son sorprendidos durante una caminata espacial por una erupción solar o una de sus primas, una eyección de masa coronal, pueden absorber una dosis de radiación equivalente a 100 radiografías de rayos X en el pecho -- razón suficiente para refugiarse rápidamente.

Las erupciones solares no representan un peligro mayor para los habitantes de la  Tierra, ya que la  atmósfera del planeta nos protege de estas mortales radiaciones. Pero explosiones solares  imprevistas sí afectan nuestras vidas. Pueden inutilizar satélites, dificultar la navegación aérea, e interrumpir las comunicaciones de radio de alta frecuencia durante horas.

"Una de las cosas más sorprendentes acerca de las erupciones solares", dice Brian Dennis del Centro
de Vuelo Espacial Goddard de la NASA (Goddard Space Flight Center), "es la manera eficiente en que aceleran partículas subatómicas a energías que exceden los 109 eV". Hasta un 50% del total de la
energía de la explosión es emitida como electrones y núcleos atómicos que viajan a una velocidad cercana a la de la luz.
"Las erupciones trabajan mucho más eficientemente que cualquier acelerador de partículas que hemos podido construir aquí en la Tierra".

"¿Cómo hacen las erupciones solares para lograr esto?" se pregunta. No sabemos, pero a los físicos de partículas les encantaría encontrar la respuesta.

¿Qué es lo que desencadena las erupciones solares? ¿Cómo liberan tanta energía tan rápidamente?

¿Y, es posible predecir cuándo ocurrirán?

Tales preguntas han desconcertado a los astrónomos desde 1859 cuando Lord Carrington observó una erupción solar por primera vez. "Estaba [contando manchas solares sobre una imagen proyectada del Sol]", recuerda, cuando de repente " aparecieron dos manchas de luz blanca muy intensa" cerca de un grupo de manchas solares notablemente grandes. "Sobresaltado por la sorpresa", Carrington dejó su telescopio y salió corriendo a buscar un testigo; pero al volver minutos más tarde la explosión había desaparecido.

Carrington sabía que había observado algo enormemente poderoso, pero lo que él vio era sólo la punta del iceberg. Partículas de alta velocidad que emergen de las erupciones emiten principalmente rayos X y rayos gama de alta energía. La luz visible, de menor energía, no es tan importante.

Y esta es la razón por la cual las erupciones solares han podido guardar sus secretos por tanto tiempo. Las explosiones son más poderosas a longitudes de onda que los observadores terrestres no pueden ver con sus ojos. Los telescopios tampoco son capaces de verlas porque nuestra atmósfera es opaca a los rayos X y rayos gamma.

Ahora, un nuevo satélite de la NASA pretende superar este problema. El Graficador Espectroscópico Solar de Alta Energía, o HESSI por sus siglas en inglés (High Energy Solar Spectroscopic Imager),  lanzado en febrero 5, 2002, está orbitando la Tierra a casi 600 km por encima de la opaca atmósfera de nuestro planeta, donde puede detectar emisiones de rayos X y rayos gama producidas por las erupciones solares. HESSI no es la primera nave espacial capaz de detectar tal radiación. Pero será la primera en capturar imágenes nítidas de rayos X y rayos gama provenientes de las violentas explosiones.

"La resolución angular de las imágenes de rayos X de HESSI será de aproximadamente 2 arcosegundos o casi tan precisa como la que podría obtener con un telescopio óptico desde la Tierra" dice Lin, el investigador principal de la misión. Las imágenes de rayos gama serán un poco menos detalladas, con resoluciones de entre 7 y 36 arcosegundos. Pero, Lin hace notar, "nunca hemos visto una imagen de las erupciones solares en rayos gama". HESSI  será la primera en ofrecernos esta posibilidad.

Para tener una mejor idea de estas cantidades, considere lo siguiente: Cuando una erupción solar emerge, calienta una región de la atmósfera del Sol de un tamaño equivalente a varias veces el diámetro de la Tierra. (Lo que Carrington vió en 1859 fue la luz blanca del "nacimiento" de la erupción). Las imágenes de rayos X de HESSI revelarán detalles de lo que ocurre en un área de  sólo 1700 km de ancha -- casi la distancia entre Los Angeles y Seattle.

Esto es sorprendente porque los rayos X y gama de alta energía no pueden ser enfocados; atraviesan las lentes convencionales como si fueran vidrios comunes. Sin embargo, HESSI compone las imágenes observando al Sol a través de tablillas  finamente espaciadas -- como si fuera una persiana veneciana microscópica -- que produce sombras sobre detectores de radiación a bordo de la nave. "Rotaremos la nave cada  4 segundos para crear un patrón de modulación a partir de las sombras que podemos analizar para obtener  una imagen del Sol", explica Lin. El proceso es similar a una radiografía de rayos X, excepto que los científicos están interesados en la fuente de los rayos (el Sol), y no en el material que los bloquea (las tablillas).

Las cámaras de HESSI pueden obtener  imágenes completas del Sol, pero los investigadores estarán especialmente interesados en las manchas solares. "Ahí es donde las erupciones solares se producen en las cercanías de campos magnéticos intensos", dice George Fisher, un colega de Lin en Berkeley.

"Los campos magnéticos retorcidos son como bandas de goma extendidas y tensas", explica.

"Quieren recuperarse violentamente. Los campos magnéticos que se vuelven a poner en contacto son probablemente la fuente de poder para las erupciones".

Por lo menos eso es lo que cree la mayoría de los físicos solares. El problema es que nunca nadie lo ha visto ocurrir. "Antes de HESSI, no podíamos localizar el comienzo de una erupción con suficiente precisión para hacer la conexión entre erupciones y perturbaciones en los campos magnéticos", dice Fisher. "Muero por saber dónde son aceleradas las partículas de las erupciones, y pienso que finalmente HESSI  nos lo va a decir".

El trabajo de HESSI  tiene relación con conceptos fundamentales de física, agrega Brian Dennis, científico de la misión de NASA. El conocimiento de cómo las erupciones ocurren podría enseñarnos como construir mejores aceleradores de partículas en la Tierra, y quizás aún conseguir avanzar en los descubrimientos sobre energía de fusión, la cual también involucra gases supercalentados mezclados con campos magnéticos.

Los descubrimientos de HESSI podrán también esclarecer algunos acontecimientos misteriosos que ocurren muy lejos de nuestro sistema solar. "Lo que sea que origina las erupciones solares, podría ser el mismo mecanismo que arroja chorros de partículas desde los discos de acreción magnetizados de agujeros negros y estrellas de neutrones", dice Dennis. "El Sol está relativamente cerca, por lo que es un buen laboratorio para estudiar estos exóticos procesos".

Mientras tanto, la mayoría de los astronautas estarán satisfechos con la temprana predicción de las erupciones solares comunes y corrientes; un beneficio indirecto de la misión HESSI. Si la nave espacial puede cumplir sólo este objetivo, el espacio se convertirá en un lugar más seguro... para todos.

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