Frank Herbert.
Nació en Tacoma, Washington. Trabajó en múltiples trabajos como fotógrafo, cámara de televisión, presentador de radio, incluso de pescador de ostras o analista. En 1965 presenta Dune con gran éxito de público y crítica, consigue el premio Hugo y el premio Nébula además del premio Internacional de Fantasía (junto con la novela: El señor de las moscas). Después ampliaría esta novela con otras cinco más hasta su muerte, continuando otros escritores con otros títulos pero con la misma referencia.
Gran parte de su obra refleja su interés por la ecología y la psicología. En sus últimos veinte años y junto con su familia residieron en una "granja biológica", primero cerca de Washington y más tarde en Hawaii, viviendo de forma autosuficiente y en pleno contacto con la naturaleza.
Saga Dune: La evolución infinita de la humanidad.
DUNE: LA EVOLUCION INFINITA DE LA HUMANIDAD
Frank Herbert (1920-1986) nos dejo como legado literario, entre otras obras, la ambiciosa e inacabada hexalogía de Dune, un fascinante universo donde la involución social ha acabado por aplastar al ser humano, y donde el anquilosamiento de las estructuras monolíticas de poder impuestas a la sociedad han matado literalmente su originalidad. Donde la tradición y los convencionalismos han asesinado la innovación, y donde el ser humano ha modificado su evolución para siempre.
Vayamos por partes: en el milenio veinticuatro después de cristo, la humanidad está regida por un Imperio galáctico hecho y derecho, de naturaleza despótica como el chino, pero con un extraño regusto al exotismo árabe en sus costumbres, por no decir que lo compone una nobleza con poder absoluto sobre sus súbditos, que bien podría decorar una novela del renacimiento por sus costumbres. De hecho, Herbert se toma la molestia de ponernos en medio de una situación de guerra fría entre la casa Atreides y la casa Harkonnen, dos de las poderosas casas feudales del Lansraad, el órgano político representante de la nobleza ante el Emperador Padishah, gobernante supremo del universo conocido, de la cual nunca se molestará en explicarnos su origen; dicha situación solo actúa como un catalizador para la acción que cambiará todo este universo para siempre. El joven Paul Atreides, hijo del duque Leto, muestra ciertas habilidades mentales que lo hacen más que humano, lo que llama la atención de la Bene Gesserit, cierta enigmática y poderosa institución de naturaleza y actos semireligiosos, la cual busca en secreto crear al Kwisatz Haderach, un humano con poderes mentales tales que guíe a la humanidad a una Edad de Oro. Pero no poderes tales como la precognición o la psicoquinesia, no, sino el control de toda su memoria racial latente, poder sobre cada célula de su cuerpo o ver en las profundidades de la dimensión del tiempo para ser un patriarca guía de la especie humana como no se ha visto jamás. Claro está que aunque ese plan haya durado milenios y esté a punto de concretarse hay una pequeña falla... La saga la componen seis novelas que cubren un período de tiempo aproximado de 19.000 años.
Nació en Tacoma, Washington. Trabajó en múltiples trabajos como fotógrafo, cámara de televisión, presentador de radio, incluso de pescador de ostras o analista. En 1965 presenta Dune con gran éxito de público y crítica, consigue el premio Hugo y el premio Nébula además del premio Internacional de Fantasía (junto con la novela: El señor de las moscas). Después ampliaría esta novela con otras cinco más hasta su muerte, continuando otros escritores con otros títulos pero con la misma referencia.
Gran parte de su obra refleja su interés por la ecología y la psicología. En sus últimos veinte años y junto con su familia residieron en una "granja biológica", primero cerca de Washington y más tarde en Hawaii, viviendo de forma autosuficiente y en pleno contacto con la naturaleza.
Saga Dune: La evolución infinita de la humanidad.
DUNE: LA EVOLUCION INFINITA DE LA HUMANIDAD
Frank Herbert (1920-1986) nos dejo como legado literario, entre otras obras, la ambiciosa e inacabada hexalogía de Dune, un fascinante universo donde la involución social ha acabado por aplastar al ser humano, y donde el anquilosamiento de las estructuras monolíticas de poder impuestas a la sociedad han matado literalmente su originalidad. Donde la tradición y los convencionalismos han asesinado la innovación, y donde el ser humano ha modificado su evolución para siempre.
Vayamos por partes: en el milenio veinticuatro después de cristo, la humanidad está regida por un Imperio galáctico hecho y derecho, de naturaleza despótica como el chino, pero con un extraño regusto al exotismo árabe en sus costumbres, por no decir que lo compone una nobleza con poder absoluto sobre sus súbditos, que bien podría decorar una novela del renacimiento por sus costumbres. De hecho, Herbert se toma la molestia de ponernos en medio de una situación de guerra fría entre la casa Atreides y la casa Harkonnen, dos de las poderosas casas feudales del Lansraad, el órgano político representante de la nobleza ante el Emperador Padishah, gobernante supremo del universo conocido, de la cual nunca se molestará en explicarnos su origen; dicha situación solo actúa como un catalizador para la acción que cambiará todo este universo para siempre. El joven Paul Atreides, hijo del duque Leto, muestra ciertas habilidades mentales que lo hacen más que humano, lo que llama la atención de la Bene Gesserit, cierta enigmática y poderosa institución de naturaleza y actos semireligiosos, la cual busca en secreto crear al Kwisatz Haderach, un humano con poderes mentales tales que guíe a la humanidad a una Edad de Oro. Pero no poderes tales como la precognición o la psicoquinesia, no, sino el control de toda su memoria racial latente, poder sobre cada célula de su cuerpo o ver en las profundidades de la dimensión del tiempo para ser un patriarca guía de la especie humana como no se ha visto jamás. Claro está que aunque ese plan haya durado milenios y esté a punto de concretarse hay una pequeña falla... La saga la componen seis novelas que cubren un período de tiempo aproximado de 19.000 años.
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