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jueves, 11 de marzo de 2010

Efectos del envenenamiento por uranio

Empobrecidos por el uranio
Por: Walter Martínez
               
Durante las maniobras de la Otan en Alemania, en plena Guerra Fría, 1985, el piloto estadounidense de un A10 “Warthog” me dijo: “Si logro mantener en la mira cualquier tanque soviético durante un segundo, lo puedo abrir por la mitad como si fuera una lata de cerveza”. Algo de eso fue lo que pasó en ambas guerras del Golfo. El Ejército y la Infantería de Marina emplearon más de 1.900 tanques “Abrams” y varios centenares del modelo M1 y M60 durante la “Tormenta del Desierto” en la Primera Guerra del Golfo. Los proyectiles de los tanques estadounidenses estaban compuestos de explosivos de alto poder y Uranio Empobrecido. Los irakíes tenían tanques soviéticos T72.

Los “Abrams” tenían cañones de 120 milímetros y los M1 y M60 disparaban con los de 105 milímetros. Aparte de la moderna tecnología en la dirección de tiro, el alcance y el poder de penetración de los proyectiles con Uranio Empobrecido, hicieron la diferencia.

Un “dardo” de 120 milímetros pesa 10.7 libras; y el de 105 milímetros, 8.5 libras. El alcance de los T72 era inferior a los 2.000 metros. El de los tanques estadounidenses llegaba alrededor de los 3.000 metros de tiro efectivo. Se sabe de por lo menos un caso en el que el blindaje frontal de un T72 fue penetrado por el disparo de un “Abrams” a 3.500 metros. Se estima que el blanco de mayor distancia lo produjo un tanque británico “Challenger” que destruyó un tanque irakí a 5.100 metros de distancia utilizando un proyectil con uranio empobrecido.

Según los datos disponibles, las fuerzas terrestres de los Estados Unidos dispararon, como mínimo, 14.000 proyectiles en combate y en los entrenamientos previos a la guerra en Arabia Saudita. Los “Challenger” británicos, al parecer, dispararon unos 100 proyectiles del mismo tipo en combate. Aparte de los miles de proyectiles disparados por el Ejército y la Infantería de Marina, la Fuerza Aérea de Estados Unidos utilizó intensamente los veteranos aviones antitanques A10 “Warthog”. Los A10 dispararon unas 940.000 municiones de Uranio Empobrecido en situación de combate.

Su cañón rotativo de siete tubos dispara munición de 30 milímetros; unas 4.200 por minuto. El peso de cada una es de 272 gramos. La diferencia en el impacto y la capacidad de perforación la da la gran densidad del Uranio Empobrecido.

Por eso le llaman el “Asesino de Tanques”.

Lo que dejaron atrás Cuando se produce combustible nuclear destinado a bombas atómicas o a reactores nucleares, el residuo obtenido es el llamado “Depleted Uranium” o Uranio Empobrecido. Lo que se utiliza en el campo civil y militar nuclear es el Isótopo 235, que sí puede ser fisionado. El U235 se encuentra en muy bajas proporciones en la naturaleza.

La industria nuclear necesita aumentar esa proporción de Isótopo 235. En ese proceso se genera gran cantidad de desechos radioactivos del llamado "Depleted Uranium" (DU) o "Uranio Empobrecido" , así llamado porque está compuesto principalmente por el otro isótopo de uranio no fisionable, el U238 y una mínima proporción del U235. El "Depleted Uranium" (DU) es, por lo tanto, altamente tóxico y ra diactivo; y es, como queda dicho, un derivado del proceso de enriquecimiento del uranio.

De acuerdo a International Action Center fundado por el exFiscal General de los Estados Unidos Ramsey Clark, se le llama "Empobrecido" porque su contenido del isótopo U235 es reducido de 0.7% a 0.2% durante el proceso de enriquecimiento del uranio.

El isótopo U238 constituye el 99% del contenido de ambos tipos de uranio. El Uranio Empobrecido es 60% tan radiactivo como el natural. Su vida media es de 4.500 millones de años. Deshacerse de material radioactivo y almacenarlo en forma segura es un dolor de cabeza para cualquier potencia. Greenpeace nos ha dado reiteradas muestras de lo que significa su traslado internacional. A comienzos de los años 70, Washington comenzó a buscar soluciones.

Como este tipo de uranio es extremadamente denso, y lo disponen en grandes cantidades, se comenzó a pensar en su capacidad de impacto si se utilizaba en municiones y, además, en la posibilidad de entregarlo gratis a los fabricantes de armamento. Hasta la década de los 80 se comprobó en diferentes polígonos la capacidad de este tipo de munición para perforar blindajes.

"Yuma", en el Estado de Arizona, "Aberdeen" en Maryland y "Jefferson" en Indiana, fueron algunos de los campos de experimentació n que hoy conservan la marca radioactiva de los proyectiles utilizados. Al comienzo de la década de los 90, en la Primera Guerra del Golfo, lo que me dijo aquel piloto de la Otan se pudo comprobar en combate.

Este tipo de proyectil destruyó la tercera parte de los 3.700 tanques de Irak. Un ejemplo dramático: uno de estos proyectiles "impactó la torreta de un T72, salió por el lado opuesto, e hizo blanco y destruyó a un segundo T72" que resultó estar en la misma línea de tiro.

La zona de impacto. Cuando un proyectil de este tipo impacta en una superficie blindada, la energía cinética se transforma en calor, y hasta un 70% del mismo se oxida instantáneamente; es decir, se quema espontáneamente, lo que crea una importante dispersión de partículas radioactivas de alta toxicidad. Es como disparar un aerosol con partículas de menos de 5 micrones de diámetro. Se considera que partículas de un diámetro inferior a 10 micrones son perfectamente absorbibles por la respiración de un ser humano. En los polígonos de pruebas se evidenció que la mayor contaminación se registraba en un radio de entre 5 y 7 metros en torno al vehículo impactado. Sin embargo, como resultado de explosiones o incendios, los vientos pueden esparcirlas hasta 30 kilómetros de distancia. Como el poder radioactivo sigue intacto, pueden contaminar todo lo que toquen, no solamente a los combatientes, sino a todo ser viviente; además de territorios y fuentes de agua; y entre sus consecuencias están las mutaciones y malformaciones genéticas, como las que se registran en los niños irakíes.

El 25 de abril el Ministerio de Defensa británico anunció que los militares que regresen de Irak "tendrán la posibilidad de realizarse exámenes para verificar el nivel de uranio empobrecido en sus organismos." (AFP). Un tribunal británico de apelación de Leeds, reconoció que el soldado Shaun Rusling, veterano de la Primera Guerra del Golfo, sí se encuentra enfermo del denominado "Síndrome de la Guerra Golfo", causa vinculada a la contaminación ambiental en la zona; la misma por la cual aún luchan en EEUU veteranos como el exMarine Dan Fahey, quien lleva una década estudiando la repercusión del Uranio Empobrecido en la salud humana. Por su parte el G8, en su reunión del mismo mes (AFP), apenas hace una mención a la eliminación de residuos tóxicos vinculado a este tema e ignoraron olímpicamente el Protocolo de Kyoto.

No debemos olvidar que, además de las dos Guerras del Golfo, este tipo de armamento fue ampliamente utilizado en la Guerra de los Balcanes, en la exYugoeslavia y en el Medio Oriente. Según la BBC: "Washington no cree que el Uranio Empobrecido suponga un peligro, y rechazó un estudio de la ONU según el cual todavía hay contaminación en BosniaHerzegovina causada por las armas que fueron utilizadas en 1994 y 1995”. Respecto a los proyectiles disparados en las dos Guerras contra Irak, la misma fuente (BBC, 14 Abril 2003) afirma: "Estados Unidos dijo que se niega a remover los restos de esas municiones después de que finalice el conflicto... " y titula: "El Uranio Empobrecido se queda en Irak".

Artículo públicado en Últimas Noticias 12/05/03.
Niños iraquíes muestran el efecto del uranio empobrecido usado por EEUU
Por: Abel Bult-Ito / Center for Research on Globalization / Rebelión
Fecha de publicación: 23/01/06
                 
Ejemplo de los defectos genéticos en los niños iraquíes.
Credito: uruknet.info
Médicos iraquíes y visitantes, y numerosas noticias, informan que los defectos de nacimiento y cánceres en niños iraquíes se han multiplicado entre cinco y diez veces desde la Guerra del Golfo y siguen aumentando considerablemente, a más de 30 veces en algunas áreas en el sur de Iraq. En la actualidad, más de un 50% de los pacientes iraquíes con cáncer son niños bajo la edad de 5 años, un aumento de un 13%. Los niños son especialmente vulnerables porque tienden a jugar en áreas que han sido fuertemente contaminadas con uranio empobrecido.

El Pentágono ha estado utilizando armas radioactivas durante por lo menos una década y media, con plena complicidad de por lo menos tres administraciones de la Casa Blanca y de legisladores republicanos y demócratas. Como mínimo se utilizaron 300 toneladas y 1.700 toneladas de uranio empobrecido en la Guerra del Golfo y en la actual Guerra de Iraq, respectivamente. Esto representa 70 gramos de uranio empobrecido por ciudadano iraquí, y si fuera inhalado o ingerido bastaría para matarlos a todos.

¿No se trata de un genocidio radioactivo, especialmente si nuestras tropas utilizaron y siguen utilizando la mayor parte de la munición de uranio empobrecido en áreas de población densa como Bagdad y Faluya? El uranio empobrecido tiene una media vida de miles de millones de años. En consecuencia, Iraq será eternamente terreno baldío y esencialmente inhabitable.

Después de la Guerra del Golfo de 1991, aproximadamente uno de cada cuatro, o sea 150.000 veteranos usamericanos, fueron afectados por lo que llaman el “Síndrome de la Guerra del Golfo”. La mayoría de las dolencias características del Síndrome de la Guerra del Golfo concuerdan con el envenenamiento por radiación o metales pesados. Hijos de veteranos también nacen ahora con mayores proporciones de defectos de nacimiento y otros desórdenes genéticos, según informes esporádicos. El Pentágono sigue negando los efectos dañinos del uranio empobrecido o su rol en el Síndrome de la Guerra del Golfo.

Como lo describe un informe la Misión de Uranio Empobrecido a Kosovo de la Organización Mundial de la Salud, se puede encontrar uranio en rocas y en el suelo y contribuye a niveles naturales de radioactividad. El uranio empobrecido es un residuo del enriquecimiento de uranio para los reactores nucleares y tiene una radioactividad que asciende a un 60% de la del uranio existente en la naturaleza. El uranio empobrecido es considerado como de radioactividad débil.

Sin embargo, el uranio empobrecido es considerado un residuo nuclear y debe ser eliminado correspondientement e, lo que es caro y un peligro ecológico potencial. La industria nuclear debe estar muy satisfecha por el hecho de que los militares usamericanos han encontrado una forma de librarse a bajo coste del material.

Informes investigativos han mostrado que cuando el uranio empobrecido es ingerido o inhalado, puede causar cáncer y defectos de nacimiento. Tiene una considerable toxicidad de metal pesado.

Como lo indica el informe de la OMS, por su elevada densidad, el uranio empobrecido es usado en munición para la perforación de blindajes y como refuerzo contra armas convencionales. Al impactar, los fragmentos de uranio empobrecido se queman con un calor intenso, y entre un 10 y un 35% se aerosoliza. Este “polvo” de uranio aerosolizado es el componente más dañino porque puede ser fácilmente ingerido o inhalado.

El viento y la gente que pasa por él puede dispersar fácilmente el polvo de uranio empobrecido. Este polvo es un subproducto predominante del uso militar del uranio empobrecido, en contraste con, por ejemplo, la exposición en minas de uranio o reactores nucleares.

Nuestros soldados en Iraq serán severamente afectados por este guerra radioactiva, no sólo porque se ha utilizado y se sigue utilizando mucho más uranio empobrecido, sino también porque han estado allí mucho más tiempo que durante la Guerra del Golfo. Cientos de miles de nuestros soldados serán afectados por el Síndrome de la Guerra del Golfo como resultado del envenenamiento con uranio empobrecido, y miles morirán como resultado. Miles de sus niños nacerán con enfermedades genéticas, cánceres y defectos de nacimiento.

La continuación del uso de uranio empobrecido daña a nuestros propios soldados y a civiles inocentes expuestos a nuestra maquinaria bélica, en anti-usamericano y un crimen contra la humanidad. Necesitamos una prohibición mundial del uso de uranio empobrecido.

Han llamado la atención los informes de una “periodista empotrada” de Fairbanks Daily News-Miner con la 172 Brigada Stryker de Equipo de Combate en Mosul, Iraq. Sus informes “tranquilizantes” no relatan la realidad de lo que ocurre en Iraq. ¿Informará sobre el envenenamiento con uranio empobrecido como resultado de los fuertes bombardeos usamericanos en Mosul?

Por desgracia, ella y los de su brigada, si sobreviven a la guerra, enfrentarán un elevado riesgo de sufrir el Síndrome de la Guerra del Golfo. ¿Cuánto apoyo crees que recibirán de nuestro gobierno o de sus empleadores? –––––––

Para ver las fotos de niños con deformaciones de nacimiento causadas por uranio empobrecido vea: http://www.globalre search.ca/ index.php? context=viewArti cle&code=BUL20060122&articleId=1777

Abel Bult-Ito es profesor asociado de biología en la Universidad de Alaska Fairbanks y miembro de la Coalición por la Paz y la Justicia de Fairbanks.

news-miner.com and uruknet.info Traducido del inglés al castellano por Germán Leyens, miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (transtlaxcala@ yahoo.com) . Esta traducción es copyleft. »
Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens.

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