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jueves, 4 de marzo de 2010

Nación Cherokee

Entrevista a Águila Azul miembro de la nación Cherokee.
Publicado por Edgardo Pujol.

Miembro de la nación Cherokee nacido en el Oeste canadiense, Águila Azul tiene raíces en cuatro diferentes naciones amerindias. Artesano de la nueva comunidad planetaria identificada a veces como "Familia Arco Iris", fundó hace algunos años "El Santuario del Fuego Sagrado", cuya misión es trabajar por el futuro de una Madre Tierra habitada por una humanidad despierta.

Águila Azul se suma a la visión de quienes creen que todos los seres humanos son hermanos y hermanas y que trabajando juntos se puede  sanar la precaria situación en que nos encontramos actualmente. En ese sentido, se dedica a crear, allí donde es posible, una vida sana y ecológica basada en el respeto a la naturaleza. Sus enseñanzas y sus obras están impregnadas de una visión holística, universal y evolutiva del ser humano.

Formado en una escuela de espiritualidad amerindia durante más de 25 años, recibió las enseñanzas de "abuelos" portadores de la sabiduría de distintas naciones autóctonas. Además ha integrado diversas tradiciones - especialmente el taoísmo, el budismo tibetano, el misticismo cristiano y el hinduismo - a su propio movimiento espiritual. Es también un especialista en tradiciones terapéuticas amerindias, particularmente en la sanación a través del sonido y la música. Maestro en Canadá desde 1987, ya ha sido invitado a varios países europeos para transmitir sus conocimientos.

He aquí el texto de una conmovedora entrevista concedida hace unos meses a nuestra compañera de "Terre du Ciel" (Tierra del Cielo).

Águila Azul pertenece al "Clan del Oso" de la nación Ani Yun Wiwa (Cherokee), cuyos miembros se definen como "cazadores de sueños". En 1978 y bajo la guía de la sanadora cherokee Dhyani Iwahoo inició su formación para cumplir su futura misión.

Dicta talleres regularmente en Francia a grupos organizados para poner en práctica sus enseñanzas.

Pregunta: ¿A qué se debe la cada vez más frecuente visita de indígenas de América a Europa? ¿Cuál es su misión? ¿Cuál es su mensaje?

Águila Azul: Responden a una larga historia, nuestras profecías indicaban que llegaría el día en que los visitaríamos.

Quinientos años antes de la llegada de los europeos, sanadores, chamanes y sabios de diferentes naciones se congregaron en el norte de México para elaborar una profecía común a partir de sus sueños y visiones.
Esa profecía anunció la llegada de un hombre extraño cubierto de pelos, quien viajaría sobre la cáscara de una nuez empujada por un  ala de pájaro. A su llegada podían ocurrir dos cosas: bien escucharía la voz de las primeras naciones y así habría cabida para todo el mundo o bien, no lo escucharía y el pueblo indígena sería destruido.
Permanecería en el polvo durante más de cinco generaciones, talado como un árbol que se corta a ras del suelo, hasta que llegara el momento en que los hijos y las hijas del hombre extraño, quien funcionaba en medio de la confusión, comenzaran a vestirse como los indios y a hablarle a las abejas y a las flores.
Ese sería el signo de que había llegado el tiempo de recomenzar a compartir abiertamente nuestro conocimiento, mantenido en secreto por familias escogidas entre las de cada clan, grupo o nación, para proteger las enseñanzas espirituales.

Pregunta: ¿Decía la profecía que el hombre extraño escogería la vía de la destrucción?

Águila Azul: Si lo preveía, pero nuestras profecías nunca se "congelan", por muy negativas que sean, siempre dejan una puerta abierta a lo positivo. El hombre extraño optó por no escuchar y la destrucción fue espantosa, incluso durante los contactos iniciales.
El 90% de la población originaria fue diezmada. Por avaricia, los europeos relegaron a los pueblos autóctonos a los lugares más  inhóspitos y adoptaron políticas genocidas que perduran en nuestros  días. En 1967, a partir del movimiento "hippy" de San Francisco, los  jóvenes comenzaron a vestirse como los indios y comenzaron a  hablarle a las abejas y las flores. La señal estaba clara, las  familias guardianas de los secretos, que vivían escondidas en las  montañas y los bosques desde la llegada de los europeos, comenzaron  a compartir sus enseñanzas con estos jóvenes interesados en  transitar caminos alternativos.

La segunda señal fue el nombre puesto en 1969 a la primera nave espacial tripulada que aterrizó en La Luna: "Eagle One".

(Águila Uno). Ambas señales marcaron el inicio de la transformación planetaria y nosotros debíamos compartir nuestros conocimientos para limitar el impacto de esa purificación. Como vivimos en medio de una confusión extrema que afecta el conjunto del planeta, pudiendo llegar a su total destrucción, nuestro objetivo es la creación de una red de Luz para mantener la coherencia durante la purificación, de manera tal que ésta no implique una destrucción total.

Desde 1969, se pueden percibir claramente los signos de esta purificación, especialmente en las catástrofes naturales y en el recalentamiento global que ha comenzado a afectarles obviamente.
Fenómenos inevitables que van a ir creciendo progresivamente. El planeta, un ser viviente para los indios, necesita purificarse y tiene una gran tarea de limpieza por delante. Hay resplandores de esperanza, el pueblo indígena conoce maneras de limpiar completamente el planeta, pero nuestra voz no es escuchada sino por una pequeña minoría. Por eso venimos hasta aquí para transmitirles nuestro conocimiento. Enseñanzas propias de su territorio, pues ese conocimiento siempre está disponible allí.

Pregunta: ¿Cómo transmiten ese conocimiento y qué es lo que enseñan?

Águila Azul: Nosotros tenemos una práctica espiritual bastante desarrollada, algunos nos llaman "los técnicos de lo espiritual".
Nuestras rutinas básicas son la visualización, las danzas y cantos sagrados, las ofrendas, los rituales y la meditación. Hemos adoptado formas espirituales básicas para que ustedes puedan practicarlas. En la medida en que las personas las practiquen, aumenta su capacidad de percepción. Entonces, se tornan más aptas para comprender los mensajes que les manda la naturaleza; para reconectarse con su  esencia, con sus saberes originales y con sus ancestros, a las enseñanzas propias de su territorio, ya que este conocimiento esta  siempre disponible, el saber está allí.

En la formación que damos a Europa, procuramos antes que nada colocar las bases para que la persona pueda entender en qué mundo vive y por qué el mundo está así. También les explicamos que no hay un modelo absoluto entre los pueblos autóctonos, cada uno se  expresan de acuerdo a su cultura y nación pero, más allá de sus diferencias de forma, tienen un mismo sistema de valores: el compartir, el ser comunitario, la interrelación íntima con todas las  formas de vida sobre la Tierra así como posibilidad y necesidad de  comunicarse con ellas, aquí y más allá. Algunos de los primeros colonos, entre ellos los llamados "aventureros de los bosques" se  dejaron seducir por estos valores autóctonos.

Pregunta: Tratando de evitar la culpa que podrían sentir un Occidental al escucharlo y tomando en cuenta que otras tradiciones también evocan lo que podríamos llamar una fase cíclica decadente como un proceso inevitable frente a todo renacimiento ¿No cree usted, que eso que describe podría responder a una fatalidad, un destino?

Águila Azul: La idea de culpabilidad no existe en nuestra manera de funcionar, fue instaurada por la tradición judeo - cristiana como un  mecanismo para controlar al pueblo. Entre nosotros, quienes cometen  un error asumen su responsabilidad, lo enmiendan de manera  honorable, cambian ellos y también cambian la situación. Asumen sus acciones de manera activa y aportan correctivos y soluciones. No hay lugar para la culpabilidad, sino para la responsabilidad. No creo que esta evolución del mundo haya sido insoslayable. La conciencia del ser humana puede ser siempre transformada, nadie está obligado a permanecer en la oscuridad y en la ignorancia. Cada uno de nosotros puede escoger la Luz, el Conocimiento, la Armonía, el Amor en cualquier momento de su vida. La gran cantidad de fuerzas de la oscuridad que confrontamos hoy en día están destruyendo todo, incluso la interioridad del ser humano. No creo que esto sea inevitable, más bien pienso que es una elección. Mirarlo como una fatalidad no remedia nada y no es más que otra manera de evadir la responsabilidad. Para poder tomar correctivos es necesario comprender la responsabilidad de cada quien por el estado en que se  encuentra el mundo en que vivimos. Se es parte del problema o se es parte de la solución, no se puede estar en el medio.

Pregunta: En Occidente se están percibiendo los inicios de una transformació n. Un número cada vez mayor de personas se interesa por  el futuro del planeta y está dispuesto a cambiar. ¿Qué le falta a los occidentales para lograr el cambio?

Águila Azul: Antes que nada, les falta práctica espiritual. En nuestra visión del ser humano ésta práctica define al hombre. Un ser  humano sin práctica espiritual no es un ser humano; es un ser inferior a los animales y a las plantas, quienes sí son espirituales, pues cumplen con la voluntad del Creador, no se  apartan del camino que Él les señaló en las instrucciones originales. Sólo el hombre tiene la posibilidad de elegir un camino equivocado y por eso debe disciplinarse, a través de la práctica espiritual, para hacer la elección correcta. Muchas personas, o bien no tienen ninguna práctica, o bien practican alguna modalidad,  basada en un sistema de creencias, que no les resulta efectiva.
Nosotros nunca hemos actuado con base en creencias, lo importante es el conocimiento. Lo que se sabe es inquebrantable, mientras que la fe puede perderse.

La práctica espiritual es lo que define al hombre.
Siempre comienzo mis conferencias diciendo "No me crean, verifiquen,  verifiquen." Es necesario tener la experiencia y es por ello que la  práctica espiritual es importante. Uno de mis Maestros decía: "no me hablen de una filosofía que no enseña cómo cultivar el maíz". Sólo  es válida la filosofía que puede ponerse en práctica en la vida cotidiana, debes poder aplicar tu espiritualidad en el trabajo, en tu relación con los otros, en tu manera de hacer el amor, en todo, si no, no es una filosofía holística. Si la espiritualidad te da  respuestas en la vida, es verdadera y se transforma en conocimiento.
Lo primero que falta en Occidente es el conocimiento que surge de la práctica y lo segundo, es el valor para aplicarlo. Las personas  tienen miedo. Cuando se dan cuenta del alcance de la destrucción  causada al planeta, de la profundidad de sus errores y de la  magnitud del trabajo por hacer, se descorazonan completamente.

Retomando el tema, la culpabilidad paraliza todo. Cuando te sientes culpable, nada se mueve y tú no sabes qué hacer, es como si todo tu ser resultara inadecuado. Pero todos somos perfectos, somos imágenes de lo divino. Una vez que se ha experimentado y comprendido ésto,  hay que tener el valor para avanzar. En nuestras culturas, se enseña y cultiva el valor.

Pregunta: Usted ha dicho que la práctica espiritual afina la percepción y nos permite retomar contacto con las fuerzas vivas de  nuestra familia originaria, que nuestros ancestros están siempre ahí  para nosotros dispuestos a darnos un mensaje ¿Lo dice por experiencia?

Águila Azul: Si, le voy a dar un ejemplo de una experiencia importante que tuve en Alemania, durante una visita a la Universidad de Zegg. Los organizadores del evento al cual había sido invitado  habían erigido una gran carpa - comedor en el exterior de las  instalaciones universitarias. Un día al terminar de comer, vi entrar  una forma sutil con una gran barba y una túnica blanca. Acercándose  a mí, me manifestó su deseo de hablarme. No podía hacerlo en ese  momento ni lugar, por lo que lo cité en el parque. Al salir de la  carpa, lo encontré y tuve que hacerlo esperar un momento hasta que pude entrar en un estado de ánimo adecuado para escucharlo y comprenderlo. El ancestro me explicó que durante siglos había conservado un conocimiento relacionado con ese lugar para que no se  perdiera y que por primera vez estaba reunida allí una comunidad a quien transmitírselo, ya que estos conocimientos sólo pueden ser  transmitidos a una comunidad capaz de ponerlos en práctica, basándose en el modo de vida autóctono tradicional. Pero, añadió, como nadie parecía verlo, sólo contaba conmigo para hacerlo.

Esto representaba un gran reto pues las personas reunidas allí no estaban necesariamente en un camino espiritual, sin embargo aceptaron reunirse con el ancestro. Los conduje al exterior y realicé la ceremonia que él me indicara: vertí miel sobre una hoja  de abedul y la presenté como ofrenda. Ello adquirió sentido para mí cuando comprendí que el simbolismo europeo está basado en flores, mientras que el nuestro lo está en animales. Entre las 40 personas presentes, 39 sintieron algo, de manera diferente, desde una simple percepción de una presencia hasta la percepción de información sobre  diversos asuntos. La información estaba allí, en los árboles, en las  piedras, en todas partes. Los principios espirituales básicos están disponibles, lo difícil es ponerlos en práctica. Lo que ocurre es que a las personas se les lava el cerebro al nacer para impedirles  ser autónomas, porque a los poderes dominantes, no les interesa que lo sean. Las personas autónomas podrían convertirse en formadoras de  conciencia y combatirían el sistema vigente, basado en el avasallamiento y la esclavitud de la especie humana.

Pregunta: El sistema que usted ve ha sido organizado por los hombres, cuesta trabajo imaginarse tanta perfidia en el corazón humano.

Águila Azul: Pero así es. Es importante darse cuenta que la perfidia también está dentro de nosotros. Al querer ignorar que se la lleva dentro, se le da plena libertad de acción. Hay que confrontar la  propia oscuridad. Nosotros tenemos una práctica para hacerlo, una  manera de hacer que el ser humano comprenda y enfrente su lado oscuro para que lo integre. La oscuridad forma parte de todo ser  humano, ignorarlo le da libertad para manipularte, así tus emociones  y condicionamientos pasan a regir tu vida y eres manipulado por  aquello que no quisiste ver.

Pregunta: Usted dijo que podemos reconectarnos con nuestra "familia originaria" ¿en el caso nuestro ésta sería celta o druida?

Águila Azul: No importa cual nación sea. Hay que estar concientes de que en este momento estamos construyendo lo que mi pueblo llamaba en  la profecía "El Puente del Arco Iris", formado por los cuatro colores de la humanidad, mezclados para constituir una humanidad  única. Entendemos que todas las espiritualidades del mundo se van a fundir para conformar una nueva que contendrá lo mejor de cada una de ellas. De esta manera, habrá una sola conciencia humana. Aún cuando se conserve la propia identidad en materia de ritos y tradiciones culturales, la filosofía de base, así como ciertas técnicas serán las mismas en todas partes. Pronto tendrá lugar una evolución muy poderosa para la humanidad que conducirá a la fusión de todas las formas espirituales que hay en la Tierra, sin que ello desemboque en confusión. Esto está aún por hacerse, pero ya llegamos al pie del puente.

Pregunta: Si la transmisión del conocimiento tiene que pasar necesariamente por una comunidad ¿Podrá ocurrir esto en Europa donde somos relativamente pocos los que estamos en esta onda?

Águila Azul: Cada vez que se dicta un taller, se crea una nueva comunidad espiritual. La práctica refuerza el proceso. En los talleres se libera bastante calor humano y la gente atraviesa por experiencias intensas. Una vez que se ha tenido esta vivencia, la vida cotidiana parece monótona e insignificante. La sociedad y la civilización tal como las conocemos deben desaparecer porque embrutecen y avasallan al hombre. Los poderes dominantes procuran  conscientemente, a través de propaganda bien organizada, impedir que la gente viva. Ejemplo de ello es la propaganda contra las sectas, desplegada para que la gente le coja miedo a la idea de comunidad.
Pero, cuando las personas han vivido la experiencia, no necesitan explicaciones, el conocimiento les llega desde su ser interno. Hay que establecer verdaderas comunas; nadie está suficientemente desarrollado como para satisfacer todas sus necesidades de alimento,  vestido y vivienda. Es necesario aglutinar un núcleo de personas para producir los bienes correspondientes pero, eso sí, éstos deben provenir de la naturaleza. Para nosotros, esta es una condición  indispensable para lograr la salud perfecta.

Toda actividad cotidiana debe estar relacionada con la forma como te alimentas, te vistes y te abrigas. No es necesario que personas que  no conoces y con las cuales no tienes ninguna relación te provean los bienes que requieres, ello es anónimo y desvitalizado. Cuando no hay relación entre la forma de vivir y lo que se come, ni entre lo que se hace en el día y la casa donde se duerme, las personas están como alienadas de su propio ambiente, les faltan vínculos reales y por eso actúan cada vez más como autómatas. Esto resulta obvio en  las grandes ciudades y en el transporte público, donde se ven muchas carcasas sin personas adentro. Las personas no están ahí, están en otro lado, en la música que escuchan; les dices buenos días y te  miran como si fueras un extraterrestre. El modo de vida autóctono es muy simple y genera necesidades sencillas que pueden ser satisfechas con 3 o 4 horas de trabajo diario. Hoy en día, la gente corre desde la mañana hasta la noche y a eso llaman "progreso".

Pregunta: ¿Será posible retroceder hasta ese modo de vida tan simple, renunciar a toda la tecnología y a la sofisticación que nos separa de un modo de vida comunitario?

Águila Azul: La tecnología es útil en la medida en que contribuye alflorecimiento espiritual del ser humano, pero no es necesaria para  la vida cotidiana. Podría ser importante para almacenar conocimiento, para facilitar la comunicación entre comunidades, para crear la red de luz que permita que la humanidad funcione como una sola entidad, para dejar atrás los limites planetarios y vincularnos con un universo más amplio. Este tipo de tecnología sería interesante y sólo debería estar disponible para quienes hayan  demostrado plenamente que sólo la utilizarán para el bienestar de todos. Si se vive en la naturaleza, no se necesita toda esa tecnología, ni tampoco esforzarse tanto. De cualquier manera, los hombres retornarán a ese modo de vida porque no tienen elección,  está en juego su supervivencia. En todos los continentes hay pueblos que viven según las tradiciones primigenias. Mientras no son descubiertos, siguen con su modo de vida porque es interesante y cálido e implica una libertad total, inimaginable hoy en día.

Viven así desde hace miles de años, mientras que las civilizaciones son más recientes y siguen un mismo patrón: dominar a la naturaleza y a los hombres, acumular bienes materiales que dan el poder de acumular más bienes que dan aún más poder y así sucesivamente, hasta que la clase dirigente, no sabiendo qué hacer con su riqueza, degenera y la civilización desaparece. Los pueblos autóctonos no experimentan la necesidad de dominar, en ellos un círculo político toma decisiones por consenso, puesto que todos se sienten unidos. En esas decisiones, toman en cuenta el conjunto de quienes comparten la  Tierra y les dan su puesto a los animales, a las plantas y a las piedras.
En nuestras sociedades, el cuidado y orientación de los adolescentes se hace de manera transparente, en procura de su felicidad. Durante su iniciación, a los jóvenes se les enseña a conocer y a pacificar su lado oscuro, a interrogar al universo acerca de su misión, su "medicina" y a disciplinar su cuerpo y sus emociones para que se transformen en adultos con dones únicos y un conocimiento de ellos  mismos que no podrá ser borrado nunca. Las niñas son consideradas la  personificació n de la diosa madre a partir de sus primeras "lunas".
Ellas transmiten las bendiciones de la Madre Divina. Se sacraliza su feminidad.

Esto les ha sido arrebatado a ustedes, así como todo lo que es sano, verdadero y honesto. Hablar con los animales, las plantas o los  elementos no es sobrenatural, lo que si es sobrenatural es vivir  como se vive hoy día. Los pueblos autóctonos vienen a recordarles su  humanidad.


    Texto publicado en la revista "Tierra del Cielo", Nº 66.
    Entrevista dada a Anne de Grossouvre -Junio 2007-
    Traducción del francés: Mariadela Villanueva


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