Búsqueda personalizada

TRADUCTOR

jueves, 22 de abril de 2010

Medicina natural e hipertensión


HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y EL MANEJO CON MEDICINA NATURAL

Dr. Arcenio Estévez Medina.

La hipertensión arterial mata tantos seres humanos cada año que ha recibido el nombre de El Asesino Silente. Son millones de personas que dejan de existir como consecuencia de esta enfermedad.

En Estados Unidos, a pesar de las medidas preventivas oficiales y los avances científicos, mueren millones de individuos cada año como consecuencia de este trastorno. Por eso se recomienda que, aunque no sufra de esta enfermedad, cada persona se someta, de manera periódica, a un examen físico que incluya, por supuesto, la medición de los niveles de tensión arterial, que no deben pasar de 140/90 mmhg, pues aunque parezca extraño, hay muchos colegas médicos que evalúan a un enfermo y éste sale del consultorio sin medirle la presión arterial.

Aunque se le conoce como El Asesino Silente, hay un segmento de la población que puede presentar como síntoma el dolor de cabeza, que por lo general es a nivel occipital (en la nuca) y despierta al enfermo por la mañana. Otros individuos pueden tener mareo, decaimiento, sensación de calambres, sangrado por la nariz, por la uretra (caño de la orina), hormigueo, visión borrosa, dificultad respiratoria, zumbidos en los oídos y dolor en el pecho. Muchos tratadistas afirman que no es bueno esperar a que aparezcan estos signos y síntomas porque cuando esto sucede es porque ya hay daños establecidos en el organismo y que es preferible detectar temprano la enfermedad para evitar que el daño esté instalado de manera irreversible.

CAUSAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

En más del 95 por ciento de los casos de hipertensión arterial no se conoce la causa, esta es la llamada hipertensión primaria o esencial. El restante porcentaje corresponde a la llamada Hipertensión secundaria, es en la que se puede establecer la causa.

Se conoce desde hace mucho tiempo que esta enfermedad afecta más a la población negra que a la blanca.

Las poblaciones que son vegetarianas por diferentes razones, tienden menos a sufrir de hipertensión arterial. Esto se atribuye al efecto de las grasas de origen animal sobre las arterias.

Se sabe que la presión aumenta con la edad y es rara en niños y jóvenes. Casi siempre que aparece en estos últimos casos se debe a otros trastornos entre los que se asocian con mayor frecuencia la insuficiencia renal, coartación (obstrucción) de la arteria aorta y estenosis (estrechez) de la arterial renal.

El uso de pastillas anticonceptivas, por más que se ha querido negar, es un factor de riesgo importante en la producción de la hipertensión arterial. La mayoría de las mujeres que usan estos fármacos sufre un aumento de la presión arterial y éste es debido a la expansión del volumen de la sangre. Se afirma, además, que ésta es una causa muy frecuente de hipertensión arterial y se atribuye este efecto a que los anticonceptivos orales favorecen la elaboración en el hígado de angiotensinógeno que va a estimular de manera final la producción de angiotensina 11, una sustancia que a su vez eleva los niveles de presión arterial. También se acusa a los anticonceptivos de estimular el sistema renina-angiotensina -aldosterona, que va a aumentar la presión arterial.


La hipertensión arterial puede ser debida a la presencia de un tumor llamado feocromocitoma, una lesión que aparece en las suprarrenales unas glandulitas que están por encima del riñón.

La hipertensión forma parte de un trastorno llamado “Síndrome X”, también conocido como “Síndrome Metabólico”, donde está asociada a la obesidad, la enfermedad cardiovascular y a la diabetes. En esta asociación se hace muy difícil el control de cada uno de los elementos que conforman el conjunto y entonces nos encontramos con un paciente que no pierde peso, no se le controlan los niveles de azúcar en la sangre, ni le baja la presión arterial a pesar de combinar terapias de la medicina convencional. Todos estos factores aumentan las posibilidades de que la persona afectada sufra de un infarto agudo al miocardio o un accidente cerebro vascular (ACV), conocido en lenguaje popular como derrame cerebral.

Los estudios del Dr. Barry Sears, publicados en Estados Unidos, hace unos tres años, demuestran que en este problema la inflamación es el común denominador. Se sabe que la información promueve la formación de la placa arterial, pérdida de la elasticidad de las arterias y formación de coágulo y éste aumenta el riesgo de infarto al miocardio e hipertensión arterial. Ya antes de esto investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, habían descubierto que proteínas inflamatorias, llamadas proteínas c reactivas, nos daban la posibilidad de detectar temprano si habían daños a las arterias incluyendo las coronarias.

Esto ha obligado a que los médicos agreguen el análisis de la proteína c reactiva al paciente hipertenso, igual que la homocisteína y el fibrinógeno a los demás que se hacían de manera rutinaria. Aunque también, el médico actualizado ha agregado, después de los estudios del Dr. Michael Debakey, cirujano cardiovascular norteamericano, como factor muy importante el resultado de la división del valor de los triglicéridos entre el valor del colesterol llamado HDL (Lipoproteína de Alta Densidad), conocido como colesterol bueno. Si esta simple operación matemática da cuatro o menos es un excelente resultado. Por el contrario, si está por encima de cuatro, cuanto más suba, mayor es riesgo que tiene el paciente de sufrir un infarto al miocardio o un derrame cerebral.

La proteína c reactiva es un indicador indiscutible de inflamación en el cuerpo incluyendo en los vasos. Cuando el fibrinógeno aumenta en la sangre hay más posibilidad de que se formen coágulos y de que aumente la inflamación de las arterias. Si la homocisteína sube se eleva el fibrinógeno y por tanto, se incrementa la coagulabilidad y con ella el riesgo de que se produzca un infarto.

Como se puede deducir de lo anterior, el colesterol llamado malo (LDL), ya no es tan malo y es más importante para calcular el riesgo de enfermedad cardiovascular el análisis de los triglicéridos, el HDL, la homocisteína, el fibrinógeno y la proteína c reactiva. Por esta razón hace unos años que a los pacientes en que sospecho que pueden tener riesgo de sufrir algún problema de esta naturaleza, además de los análisis de rutina, les indico estas pruebas de laboratorio para luego ponerles dieta y tratamiento.

En algunos casos los problemas de la tiroides que cursan con elevación de los niveles de la hormona t3, pueden ser la causa de la hipertensión arterial.

Los factores hereditarios deben de tomarse muy en cuenta, pues los hijos de padres hipertensos deben cuidarse más porque tienen mayores riesgos de sufrir de esta enfermedad. También se han asociado a la hipertensión arterial factores ambientales como el estrés y situaciones de mucha tensión laboral o intrafamiliar ya que pueden influir en la enfermedad.

Muchos individuos hipertensos tienen problemas con el manejo y la eliminación del sodio. Otros tienen dificultad con el manejo del calcio que está dentro de sus células y éste aumenta, lo que incrementa la contracción del músculo liso de los vasos elevando la resistencia al paso de la sangre y como consecuencia subiendo la presión arterial. Por esta razón debemos tener mucho cuidado con el consumo antojadizo del calcio en estos tiempos que se empuja a la población a tomar cada vez más calcio, amparado en el alegato de prevenir la osteoporosis.

La elevación del colesterol (sobre todo del LDL) y los triglicéridos puede aumentar la resistencia de los vasos y subir los niveles de presión arterial.

La obesidad es otro factor predisponente a hipertensión arterial ya que aumenta el volumen de líquido dentro de los vasos y el trabajo del corazón. También el consumo excesivo de alcohol es un factor que aumenta la presión arterial al incrementar las catecolaminas de la sangre (adrenalina y noradrenalina) porque producen vasoconstricció n (contracción de los vasos), lo que se opone a la libre circulación de la sangre elevando la tensión arterial. El consumo de tabaco tiene un mecanismo de acción parecido a éste.

Muchos medicamentos usados para el dolor y la inflamación como una gran cantidad de los llamados antiinflamatorios no esteroides, producen aumento importante de los niveles de presión arterial y deben, dentro de lo posible evitarse en personas hipertensas y con riesgos de sufrir de esta enfermedad.

Por otro lado, se piensa que la hipertensión provocada por problemas renales se debe al fallo del llamado sistema calicreína, encargado de la síntesis y liberación de una sustancia denominada bradicinina, que antagoniza a los vaconstrictores como la adrenalina, lo que constituye un factor desencadenante de hipertensión arterial. Cuando este sistema está en crisis provoca elevación de los niveles de tensión arterial.



MANEJO Y DIETA PARA LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Una dieta alta en azúcar y carbohidratos refinados aumenta los niveles de triglicéridos y baja los de HDL aumentando las posibilidades de que se dañen las arterias, de infarto al miocardio y enfermedad coronaria. Por esta razón a los hipertensos les conviene usar la menor cantidad de azúcar posible. (Journal of the Archives of Internal Medicine, año 2000).

Recomendamos a las personas con triglicéridos altos y con hipertensión arterial reducir el consumo de harina blanca, papitas fritas, hojuelas de maíz fritas, dulces de todo tipo, bebidas gaseosas y azúcar blanco. Además, por supuesto, de la reducción de sal en la alimentación, que a pesar de que se ha dicho que la sal por sí sola no es suficiente para subir los niveles de presión arterial; pero se sabe que muchos factores asociados a ésta aumentan el riesgo de sufrir de hipertensión arterial.

Si la persona fuma debe dejar este hábito tóxico. El individuo que consume más de 10 cigarrillos al día aumenta cuatro veces el riesgo de sufrir un infarto agudo al miocardio, según un estudio publicado por la Universidad de Harvard. Algunos afirman que con el consumo de un cigarrillo se restan ocho minutos de vida

Muchas personas usando de manera correcta su tratamiento para la hipertensión arterial hacen infartos (al miocardo y cerebral) y otras enfermedades del corazón y los vasos.

Medicamentos más usados en la hipertensión arterial

Los medicamentos más usados son los diuréticos, bloqueadores alfa y beta adrenérgicos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, bloqueadores de los conductos de calcio y dilatadores arteriolares. Pasemos a revisarlos de manera rápida para que el lector tenga una idea de lo que está tomando y los riesgos a que se expone con el consumo de estos fármacos.

Los diuréticos (aumentan la cantidad de orina que se elimina). Todavía son muy utilizados y son los que pueden disminuir la mortalidad relacionada con las arterias coronarias. Esto ha sido comprobado en muchos estudios. Se ha demostrado que el 50 por ciento de los individuos que los consumen controlan la presión arterial. Los más empleados son la hidroclorotiazida y la furosemida. También gozan de mucha popularidad entre los médicos el triamtereno y la amilorida. De todas maneras es importante aclarar que estos medicamentos tienen significativos efectos secundarios y el consumidor debe saber que muchos de ellos pueden bajar los niveles de potasio en la sangre, subir la glicemia, el ácido úrico, los triglicéridos y el colesterol malo. También pueden producir mareos, náusea, sequedad de la boca, ansiedad y calambres.

Los bloqueadores beta adrenérgicos. Estos bajan la frecuencia y el gasto cardíaco por esa razón disminuyen la presión arterial. Se debe tener cuidado con los pacientes asmáticos porque pueden aumentar las posibilidades de dificultad respiratoria. Pueden producir además, excitabilidad y confusión en el enfermo. Estos medicamentos se deben evitar en pacientes diabéticos que usan insulina ya que suelen prolongar los periodos de hipoglicemia (azúcar bajo) y producir situaciones de urgencia médica. Algunos causan disminución de los niveles de colesterol HDL, lo que aumenta el riesgo de infarto agudo al miocardio. También pueden producir dolores en las articulaciones y angina. Todos estos factores hay que tomarlos muy en cuenta a la hora de poner el tratamiento antihipertensivo a cualquier persona y calcular los riesgos y los beneficios de su consumo.

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA). Se usan mucho como medicamentos en la hipertensión leve a moderada, como tratamiento inicial. Su principal mecanismo de acción se relaciona con una inhibición del sistema renina-angiotensina y estimulación de la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras. A veces se combinan con diuréticos o un bloqueador del conducto del calcio y éste es un tratamiento muy potente.

Estos medicamentos prácticamente no producen efectos segundarios. Solo entre un 5 y un 15 % de los pacientes puede aparecer tos seca crónica por irritación bronquial o laríngea en algunos casos hay que suspender este medicamento por esta razón. Se puede presentar problema de coloración de la piel (exantema) en raros casos sobre todo en los que usan captopril, pero nada más en los que se les administran agentes sin sulfhidrilo (como el enalapril y lisinopril). Sin embargo, estos síntomas desparecen poco después de iniciado el tratamiento.

Los bloqueadores del conducto de calcio. Estos actúan como antihipertensivos al producir vasodilatació n periférica, que se acompaña con menos taquicardia y retención de líquidos que otros vasodilatadores. Algunos estudios reportan que con el consumo de estos fármacos hay mayores posibilidades de que se produzcan trastornos cardíacos por el efecto del calcio sobre las células incluyendo las del corazón. Los más usados entre ellos son amilodipina, nifedipina, verapamil, nicardipina y felodipina.

Los efectos secundarios más comunes de los bloqueadores del conducto de calcio son: dolor de cabeza, edema (hinchazón) de los pies, estreñimiento, zumbido de los oídos, fatiga, confusión, depresión y disminución del número de latido por minuto del corazón (bradicardia) .

Dilatadores arteriolares. Aquí se encuentran la hidralacina y el minoxidil que relajan el músculo liso vascular y causan dilatación periférica. Estos fármacos pueden producir dolor de cabeza y retención de líquido. La hidralacina puede dar alteraciones gastrointestinales frecuentes, acumulación de líquido y provocar problemas de resequedad de la piel. El minoxidil puede producir hirsutismo, es decir, exceso de vello corporal.

Los bloqueadores alfa adrenérgicos. Estos actúan relajando el músculo liso y reducen la presión arterial por disminución de la resistencia vascular periférica. Los más usados son la terazosina, la proxosina y la doxazosina.

Pueden producir dolor de cabeza, nerviosismo. En su favor podemos decir que mejoran algunos síntomas de problemas de la próstata y aumentan el HDL, lo que es beneficioso para personas con dificultades en estas áreas.

Los bloqueadores beta adrenérgicos. Estos medicamentos son eficaces en la hipertensión porque disminuyen la frecuencia y el gasto cardíaco. Incluso después del uso continuado de estos medicamentos durante varios años, el gasto cardíaco permanece disminuido. En este grupo está el propanolol.

Estos medicamentos también disminuyen la liberación de renina. Tiene como efecto secundario importante el desarrollo de asma bronquial en personas predispuestas, bradicardia, defectos de conducción bioeléctrica, pesadillas, confusión, congestión nasal e impotencial sexual. Suben los niveles de triglicéridos en la sangre, disminuyen la HDL y la Co Q 10, una enzima esencial para la producción de energía, la acción antioxidante y la estabilizació n de las membranas celulares.

IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN Y EL CONTROL DEL ESTRÉS EN EL MANEJO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

En muchos casos de hipertensión es conveniente la ayuda de un especialista de la conducta para que aplique terapias con el objetivo de que el paciente aprenda a manejar el estrés, en las cuales se deben tomar muy en cuenta los factores internos y externos para que el individuo le dé salida adecuada a cada uno de ellos.

En el hipertenso los alimentos se deben cocinar con poca sal y es preferible que ésta sea en grano. Lo más conveniente es que el hipertenso consuma, dentro de lo posible, la mayor parte de alimentos sin sal. Esto no solo es bueno para los hipertensos, todos debemos empezar de manera gradual a reducir el consumo de sal porque estamos usando una cantidad mayor que la requerida por nuestro cuerpo.

El paciente hipertenso también debe reducir en su dieta los alimentos de origen animal y si puede eliminarlos, mucho mejor, pues éstos favorecen la elevación de los niveles sanguíneos de los triglicéridos y colesterol malo (LDL). Lo que tiende a producir depósito de grasa en la capa interna de las arterias dando como consecuencia que la sangre tenga dificultad para circular debido a un aumento de la resistencia y esto contribuye a elevar la presión arterial.

Debemos aclarar que hay un alimento de origen animal que representa la excepción a la regla y éste es el pescado que aporta el aceite llamado omega 3, que ayuda a bajar los niveles de colesterol malo (LDL) y estabiliza la presión en la sangre. Además de todas las otras ventajas que ofrece para el cuerpo.

El hipertenso debe ponerle suficiente cantidad de ajo a su comida, ya que el ajo tiene una sustancia llamada sulfuro de alilo, que posee efecto vasodilatador y además es diurético; es decir, que aumenta la cantidad de orina que elimina el individuo, disminuyendo el líquido que maneja el corazón, lo que se expresa en un menor esfuerzo para este vital órgano.

Nuestra recomendación es que se use el ajo en forma de tintura, 20 gotas tres veces al día en medio vaso de agua.

La cebolla, que tiene quercetín, una sustancia que previene problemas del corazón, también es recomendable incluirla en la dieta de la persona que sufre de hipertensión arterial, pues aunque no tan potente como su pariente cercano el ajo, también tiene acción farmacológica de antiagregante plaquetario (evita que se formen coágulos) y diurético.

El jugo de caña, conocido en muchos lugares como guarapo de caña, contiene octocosanol, una sustancia que disminuye los niveles de colesterol malo, eleva las cifras del bueno y además contribuye con el buen funcionamiento cardíaco. Si el paciente no es diabético puede tomar un vaso dos veces al día, ya que también aporta suficiente cantidad de potasio, un mineral muy importante para el trabajo de las fibras del corazón. Los diabéticos deben tener cuidado con el consumo de este fármaco ya que puede elevar los niveles de azúcar en la sangre.

La tizana de flor de manzanilla es muy beneficiosa para el hipertenso porque tiene acción farmacológica de vasodilatador la cual hace gracias a la presencia en su composición de bisabolol y apigenina.

Este individuo debe consumir muchas frutas frescas ya que, en sentido general, éstas tienen efecto diurético. Entre ellas las que poseen mayor acción farmacológica en este sentido son la sandía, el melón, la manzana con todo y cáscara, la naranja y el guineo.

Si este paciente come huevo, debe consumir sólo la clara porque la yema tiene mucho colesterol y este incrementa las posibilidades de que se tapen las arterias y aumenten los riesgos de la hipertensión arterial.

La infusión de las hojas de almendra (Terminalia catappa) es recomendada para la persona que tiene hipertensión arterial. Se aconseja una hoja de almendra para una taza de agua hirviendo y se toma tres veces al día. Este té es vasodilatador y antirradicalario, es decir atrapador de radicales libres desencadenantes de una gran cantidad de enfermedades. Es además diurético.

La hoja de la chinola (Pasiflora edulis), granadina o pasionaria, se usan en la infusión, unas dos hojas para una taza de agua caliente y se toma tres veces al día. Dichas hojas tienen una sustancia llamada pirocatequina que posee un alto poder vasodilatador, razón por la que contribuye a descender los niveles de tensión arterial. También se aconseja que este paciente tome mucho jugo del fruto de esta planta, pues además de contener pirocatequina tiene un importante efecto diurético.

El uso del té o tizana de las hojas de un árbol conocido como Ginkgo biloba es muy importante para el enfermo de hipertensión arterial porque aumenta la cantidad de oxígeno que llega a las células, incluyendo las del cerebro. En el país no existe este árbol, pero aparecen productos en pastillas y en gotas que contienen las sustancias activas de las hojas del mismo. La almendra hace un efecto parecido.

También el ají ayuda a normalizar la circulación y tiene efecto vasodilatador. Es recomendable que el hipertenso consuma mucho ají, preferiblemente del rojo.

El hipertenso debe evitar el café y las bebidas que contienen cafeína como muchas bebidas gaseosas, ya que aumentan la presión arterial, según el informe del encuentro anual de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión en su reunión del año 2002, celebrada en New York. Allí se presentó un estudio donde se demostró que el uso de dos tazas de café (250 mgs. de cafeína) produce de inmediato rigidez de la pared de la aorta y aumento de la presión arterial. Esta investigación fue dirigida por Charalambos Vlachopoulos de la facultad de Medicina de la Universidad de Atenas, Grecia. A otro grupo se le dio a tomar un placebo (un producto que no tiene sustancia activa) y se le dijo que era el mismo que habían tomado los demás; pero en este grupo no subió la presión arterial.

También es imprescindible que el hipertenso desarrolle un programa de ejercicios aeróbicos, ya que éstos mejoran la circulación de la sangre y ayudan a eliminar toxinas del cuerpo, lo que permite que su corazón trabaje mejor.

Por otro lado, el control del peso tiene mucho valor en el individuo hipertenso, pues esta enfermedad afecta cuatro veces más a los obesos que a las demás personas.

Ninguna de estas recomendaciones contempla la posibilidad de abandonar el tratamiento de hipertensión arterial puesto por el médico del paciente. Después de implementar todas estas medidas, si los niveles de tensión arterial empiezan a descender, entonces el médico que trata al enfermo puede iniciar el retiro de los medicamentos que considere innecesarios.

FUENTE:
MEDICINA Y SALUD NATURAL


http://bridesapo. blogspot. com/2007/ 03/hipertensin- arterial- y-el-manejo- con.html
 

1 comentario:

  1. me resulta muy interesante la medicina natural pues considero que, para algunos casos particulares, es mucho más efectiva que la medicina moderna y cuenta con el enorme beneficio de que sus medicamentos no producen efectos colaterales.

    ResponderEliminar