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sábado, 17 de julio de 2010

Clarividencia

LOS NIÑOS CLARIVIDENTES.

Gran parte de los niños que están naciendo, tienen una gran capacidad de visión. Esta visión les permite ver en 4d y 5d, algunos incluso en dimensiones más elevadas o en planos paralelos dentro de estas dimensiones.

Para aclarar, en la 4d está plano astral, donde se encuentran todo tipo de entidades etéricas y astrales ya sean del bajo o del alto astral; en la 5d está el plano causal, el plano álmico, en él se pueden ver ÁNGELES y SERES DE LUZ.

Estos niños clarividentes están naciendo así desde hace ya más de 12 años y es una tendencia creciente. Pronto, todos los niños y niñas podrán ver con facilidad en diferentes realidades.

Esta apertura a percepciones de más allá del plano físico puede ser bloqueada cuando los niños observan que nadie más percibe lo que ellos ven y acaban “cerrando” sus ojos a estas realidades. También el miedo a aquello que están viendo puede hacerles que acaben bloqueando esta visión. Sin embargo de mayores también pueden desarrollar la clarividencia que bloquearon en la infancia, aunque esto les suponga enfrentarse a sus miedos y bloqueos.

En este artículo, voy a dar unas pautas para el cuidado y la protección de estos niños así como algunos consejos para ayudarles en su crecimiento y comprensión de lo que ven. Como ya es sabido, cuando aparecen cualidades excepcionales, siempre aparecen intereses de terceras personas para fines egoístas o de control. Debido a esto, estos niños deben ser protegidos y no deben exponerse innecesariamente. Más adelante, en un tiempo oportuno, saldrán a la luz estos niños “milagro” y no habrá peligro para ellos, pero hasta entonces es mejor no exponerles demasiado.

Además, existen ciertas energías o aspectos de vibraciones más sutiles que deben tenerse en consideración, que para un adulto pasan desapercibidas, pero para un niño clarividente de la nueva energía son palpables y evidentes. Estos aspectos sutiles son sobretodo de la 4d, en ello me centraré en este artículo para ayudar a los padres a entender mejor a sus hijos y les daré claves para un mejor cuidado.

Protegerles de entidades o personas:

Los niños clarividentes, ya desde muy temprana edad, son capaces de ver, con claridad, todas las entidades de los diferentes planos. Por lo general las personas que no tienen visión creen que este tipo de entidades están presentes en muy raras ocasiones, pero habéis de saber que es común en una estancia que haya entidades diferentes, también es común que las personas, inconscientemente arrastren suciedades, que en las calles o lugares públicos haya algún que otro fallecido... Los niños no tienen problema para ver esto, pues no hay prejuicio ni miedo que les diga qué es real o qué no lo es.

Pero hay que recordar que las entidades en 4d no son sólo una visión, también, y sobre todo, son una vibración. Esto hace que cuando a un niño se le acerca una entidad de 4d inmediatamente “sienta” esa presencia, la vea o no.

Proteger su espacio privado:

Muchas personas dejan a los amigos, familiares y conocidos entrar en la habitación de los niños sin tener en cuenta que en otros planos estas personas pueden tener intenciones muy negativas. La habitación de un niño de luz ha de ser un lugar sagrado, un lugar donde sólo los familiares más cercanos puedan entrar, y donde se debe evitar cualquier discusión entre adultos.

El respetar este espacio es de vital importancia pues las personas, inconscientemente, suelen cargar con entidades o suciedades astrales, y esto puede quedarse en la habitación del niño. Es adecuado limpiar regularmente la habitación del niño pidiendo la presencia angélica para que limpie y purifique cualquier suciedad o presencia de baja vibración, sobre todo si hay visitas o personas ajenas al hogar que entren en la casa.

Cómo reconoce el niño las presencias astrales:

Muchas de estas presencias se alimentan de miedo, de pasiones muy densas, de depresión, de ira… Cuando un niño percibe esas entidades inmediatamente siente toda esa emoción, lo que le causa un choque, una sensación desagradable, incómoda.

Lo normal es que se inquieten o que empiecen a llorar, suelen ser lloros agudos, como si hubiesen recibido un gran susto, a veces con suspiros, otras veces miran fijamente hacia “ningún lugar” aparente con una expresión de susto o miedo. En otras ocasiones sólo la sensación de una presencia cercana les causa disgusto o inquietud, y se muestran nerviosos o pidiendo la atención de sus padres. A veces no tiene por qué ocurrir esto con “objetos invisibles” sino también con personas, pues dentro o detrás de algunas personas, lamentablemente, a veces hay entidades.

Cuando los padres aplican soluciones 3d al disgusto del bebé o del niño pueden calmarle parcialmente, pues éste siente la presencia amorosa de los padres e inmediatamente siente un poco de alivio. Pero esto no hace que la entidad se aleje, por lo que el niño a veces continúa con su “berrinche injustificado” .

Se crea una gran confusión pues el niño ve a los padres tranquilizándole o entreteniéndole con un juguete, pero a la vez permitiendo que la entidad negativa esté presente, pues el niño no sabe que los padres no la ven. Y esta es la mayor confusión del niño al no saber si esa entidad es adecuada, si hay que permitirla estar o no, o porqué los padres le permiten estar cerca.

La solución a esto es sencilla: si el niño muestra algún síntoma de disgusto, y se han descartado posibles causas como hambre, sed, agobio, entonces hemos de pensar que puede haber cerca alguna presencia no deseable (será evidente cuando el niño recibe toda la atención y las posibles soluciones, y aún así persiste en su disgusto). En tal caso, podemos pedir ayuda a los ángeles para que echen fuera cualquier negatividad y protejan al niño. De hecho, el abrazo o presencia protectora de alguien amoroso y consciente de esta posible influencia astral ya puede resultar suficiente para ahuyentarla. En otro nivel el uso de rayos de color como el rosa y el azul o el rayo coral, puede apartar cualquier entidades negativa astral tranquilizando instantáneamente al niño o la niña.

Problemas para dormir:
En muchas ocasiones me han consultado por niños que no pueden dormir solos, que pasan miedo en las noches, lloran hasta quedarse dormidos o incluso que se despiertan muchas veces con pesadillas. En la mayor parte de las consultas he podido comprobar cómo estos niños estaban siendo testigos de otras realidades en las que entidades del bajo astral paseaban libremente por la casa, les acosaban o asustaban y les intentaban robar la energía.

En muchas ocasiones estas entidades acompañaban a unos de los padres o a un hermano/a mayor. Esto es algo muy habitual, estas entidades, en la noche, se acercaban al niño para chupar energía limpia o renovarse energéticamente y por el día acompañaban al familiar haciéndole tener mal humor, pesadez, depresión, culpa o miedo. Muchas historias, películas o incluso cuentos, están inspirados en esta realidad.

Es éste el motivo que muchos niños no quieren dormir solos, o piden la presencia protectora de sus padres, o aunque están cansados buscan excusas para no ir a dormir. No quieren volver a enfrentarse solos y a oscuras a una presencia desagradable que les acecha durante la noche.

La solución es, primero, ser conscientes de lo que está ocurriendo, limpiar el hogar de entidades posibles, ayudar al niño en los ratos de más susto para que sienta protección y cariño y ante todo, enseñar al niño que lo que ve es todo parte de una gran ilusión. Que lo único que es real es el Amor y la luz de Dios que está en el corazón de todos.

La reacción del niño ante ciertos lugares o personas:
A veces estos niños no quieren quedarse en guarderías, colegios… muchas veces tiene que ver con el alejarse de los padres, pero otras veces tiene mucho que ver con las energías de estos lugares o la de sus cuidadores o profesores.

Es importante que se tenga en cuenta la sensibilidad de estos niños para captar la vibración real de las personas. Una persona puede parecer alegre, buena, desinteresada, servicial, pero un niño espiritual, rápidamente capta si todo esto es una escenificació n. Enseguida llora ante una persona con la que no quiere ni debe de estar. Es algo que los padres no han de dudar: cuando un niño no quiere acercarse a un adulto o no se siente cómodo en su presencia, por algo es, aunque parezca no haber motivo alguno.

En resumen, si un niño no quiere estar con un adulto, se le pide al adulto que se aleje del niño o se aparta al niño del adulto. Si un niño no quiere estar en una estancia, en un lugar, es porque algo ocurre ahí. Debemos tomar en cuenta las reacciones del niño, porque son pistas acerca del movimiento energético que hay alrededor.

A veces no queda más remedio que dejar al niño con personas que no siempre son de nuestro agrado, entonces la sensibilidad y tacto de los padres ha de actuar, igual para la estancia. Hay que proteger energéticamente al niño, intentar limpiar el lugar donde se dejará al niño y pedir protección angélica para el niño durante el tiempo que esté en ese lugar. Así mismo hay que enseñarle al niño a protegerse y a no temer.

Los niños y su relación con los adultos:
Los niños deben de estar con otros niños, no tanto con adultos. Los niños, cuando interaccionan excesivamente con adultos, por empatía aural reproducen todos los problemas o déficit del perfil adulto que tengan cercano. Es fácil ver, por ejemplo, niños que arrastran problemas de sus profesores o de sus abuelos, con miedos o hábitos adultos, preocupaciones, etc.

Energéticamente esto es muy vistoso pues en muchas ocasiones los niños presentan el mismo perfil áurico que los padres, con los mismos problemas de depresión, nervios, ansiedad o incluso los mismos miedos en las mismas zonas. Esto acarrea problemas graves en su desarrollo y en su salud que se irán gestando desde muy temprana edad.

Los niños, y mucho más los niños espirituales, no son caprichosos. Ellos nacen sin ego, sin miedo y sin avaricia. Todo esto lo aprenden en la sociedad, es contagiado en niveles internos. Enseguida captan inseguridad en el otro y la interiorizan como propia, lo mismo el miedo, el egoísmo y la agresividad. No se debe enseñar a un niño a no ser miedoso o egoísta sino a no asimilar el miedo ajeno, ni el egoísmo ajeno, ni la agresividad. A aprender a captar la emoción ajena antes de interiorizarla como propia para así poder bloquearla en uno mismo.

Enseñar que existen personas con ira y que la ira se puede contagiar, y que es uno mismo quien escoge si quiere ser iracundo o no, igual con todas las pasiones humanas. Y, antes de que la pasión o la emoción se convierta en una costumbre o una adición, eliminarla en uno mismo sin culpar a los demás ni hacernos víctimas de nuestros retos.

Robo de energía:
Por otra parte, también pueden ocurrir transferencias de energía del niño a adultos de forma consciente o inconsciente. Esto puede apreciarse en niños demasiado “quietos”, tranquilos y relajados. Un niño sano tiene mucha energía, y necesita moverse, necesita actividad. Cuando un niño suele estar siempre relajado, o mostrarse pasivo, hay que sospechar que algo ocurre, por ejemplo un robo de energía. Si esto persiste, puede derivar a un niño enfermizo, a lo que los médicos no suelen dar soluciones efectivas.

Por ejemplo, suele ocurrir que adultos o personas de avanzada edad se acercan a los niños y junto a ellos se sienten más jóvenes, más saludables, incluso dejan de tener dolores o problemas de salud. Esto, a veces es por la alegría contagiada del niño, pero muchas veces, aunque no son conscientes los adultos, se debe a que les están robando energía vital a los niños.

En estos casos los niños, en un primer momento, muestran desagrado ante esos abuelos o adultos y se debe a que automáticamente la enfermedad del adulto chupa casi toda la energía del niño, quien de pronto se siente cansado, adormecido o demasiado relajado.

La forma de evitar esto es siendo conscientes de esta realidad, y procurar proteger al niño de este tipo de compañías, algunas muy nocivas. El mismo niño nos puede dar las pistas necesarias, o incluso le podemos preguntar si se siente a gusto con cierta persona o situación. Tras hacer un examen o análisis deberemos tomar la determinación adecuada para el bien del niño.

Por esta razón es recomendable no exponer demasiado a un niño a personas gravemente enfermas o con enfermedades en desarrollo, o por lo menos no durante mucho tiempo. Existen niños de luz que piden estar con estas personas, pero es debido a que son sanadores y necesitan actuar energéticamente en estos casos. Pero por lo demás, lo normal es que los mismos niños pidan estar alejados y por algo es.

Tampoco hay que negar la realidad ante el niño y no contarle lo que está ocurriendo pues el niño “ve” que algo ocurre, ve la muerte acercarse hasta tres meses antes de que se produzca, puede ver la enfermedad si está creciendo o está menguando, puede ver incluso si la persona está sufriendo o simplemente se aprovecha de su estado para ser atendido y “querido”. Si al niño se le engaña sobre la salud, la enfermedad y la muerte puede causar que deje de creer en la sinceridad de los padres.

La muerte
Los niños pueden observar claramente la muerte de una persona. Primero pueden ver si el alma de alguien ya está “saliendo” del cuerpo y en qué nivel está ya fuera. También pueden observar si la persona está más o menos vacía etéricamente y auralmente, lo que indica que sus cuerpos sutiles se están deshaciendo para dar paso a una muerte fluida. Así el niño de luz sabe exactamente que una persona está muriendo, antes incluso que los padres o los médicos.

En la sociedad actual la muerte se suele producir a raíz de una larga enfermedad y esto es algo que desagrada y choca mucho a los niños de luz. Instintivamente ellos saben que algo está muy mal en este tipo de muerte. Ellos saben que una persona puede morir feliz y sana eligiendo su propia muerte, pues están preparados para esto genéticamente, pero al ver la muerte tan dura en otras personas no pueden impedir temerla como si fuese un proceso de ruptura completo con la vida. Una ruptura dura para la persona y para la familia en todos los aspectos.

Es importante enseñar a estos niños que la muerte en la sociedad actual es así, pues las personas no sabemos morir adecuadamente, pero que la muerte es un encuentro bello y hermoso con nuestro verdadero ser angélico. Es un despertar de luz muy esperado y muy celebrado en el "cielo" y enseñarles que, algún día, las personas elegirán felizmente el momento de partir de la vida, con consciencia y sin dejar atrás ningún tipo de miedo, tristeza o dolor.

Es necesario enseñarles que la enfermedad nada tiene que ver con la muerte y que no han de relacionar estos dos conceptos, solo que algunas personas ya les tocó irse y, como no saben hacerlo solas, deben atravesar una enfermedad para partir adecuadamente.

Sobre todo enseñarles que tras la "muerte" no hay sufrimiento, no hay dolor y no hay enfermedad.

Protegerles de personas con intereses:
Sobre todo recomiendo no exponer al niño a otros clarividentes adultos o espirituales. Hay que tener en cuenta que un padre o una madre sin conciencia ni conocimiento en la espiritualidad no puede adivinar a que suerte de clarividente o visionario está llevando a su hijo, pudiendo ser todo un engaño para estar cerca de un niño de luz y “aprovecharse” energéticamente. Aquí deberemos abstenernos de seguir ciegamente los consejos de terceras personas, las habladurías ni la pretendida fama del clarividente, pues esto no garantiza que sea alguien de luz.

Sólo el corazón, la intuición, puede indicarnos que estamos ante la persona correcta. Y hay que tener en cuenta que un buen clarividente no necesita estar cerca de un niño para “verle” o saber qué le ocurre. Si la persona insiste en conocer presencialmente al niño, lo mejor es apartarse de esta persona, por muy buenas intenciones que parezca tener o por mucha bondad que desprenda. Y es motivo de reflexión aquellos que pretenden despertar ciertos “dones” o “poderes” en el niño o potenciar sus habilidades.

Esto que digo parece muy duro, pero he comprobado en varias experiencias con niños que se ha producido este hecho. Y sin ánimo de infundir miedo o desconfianza, os expongo el tema para que los padres de estos niños actúen con cautela, con conocimiento de que existen intereses para con estos niños que no son beneficiosos más que para los interesados, y a veces muy perjudiciales para el mismo niño.

Muchas personas que muestran tener luz en su aura, realmente se “visten” de aura ajeno o desprenden energía amorosa “robada” de otras personas, logrando así que les acepten como grandes visionarios, espirituales o incluso avatares, cuando en realidad no son más que charlatanes disfrazados con luz ajena.

Pueden tener cuarzos en la habitación del niño, los cuales deben activarse cada día. La activación puede consistir en encender un incienso
o una vela, invocar a la presencia Crística para que ilumine el hogar. Para terminar una protección completa del hogar se puede sellar las puertas y ventanas con luz Crística...

Visitas y familiares en el hogar
En muchos hogares, cuando nace un niño de luz, se tiene a ver una gran afluencia de visitas y familiares. Muchos parecen “coincidencias” pero lo cierto es que las coincidencias no existen.

Las personas se sienten atraídas por la vibración amorosa del nuevo ser y aunque a veces no saben por qué, se sienten muy cómodas en el hogar. Sobre todo cuando se trata de un bebé, es necesario aprender a poner horarios de visitas y límites para éstas.

Las visitas, como ya he mencionado, han de permanecer apartadas del dormitorio del niño. Lo mismo en la cocina y otros dormitorios es preferible que no estén. No por ellas mismas, sino por la intimidad y la vibración personal.

La vibración del hogar ha de estar cargada de la unión familiar. Cuando una persona ajena a la familia más cercana entra en los lugares de intimidad, estos lugares rompen rápidamente su protección. En muchas ocasiones incluso hay que limpiar energéticamente todo, pues, por muy cercana que sea la visita, es alguien ajeno al hogar y de una forma u otra, rompe el equilibrio interno de la casa.

El hogar es un lugar íntimo, en muchas ocasiones las personas ajenas al hogar sienten la necesidad de entrar en el dormitorio del recién nacido para verle en su “entorno”. Esto no hay que permitirlo. En muchas ocasiones esta aparente necesidad no surge de ellas sino de aquellas entidades que estas personas cargan.

Anónimo

2 comentarios:

  1. Hola, tengo trs niños nacidos del 2002 en adelante y siento que son muy especiales y siempre trato de purificar el hogar y a ellos protegerlos con la luz de Dios cuando salen, pero hace un tiempo mi marido ve que yo tengo entes sobre mi en la noche y siento que absorven mi energia ya que estoy muy cansada . como puedo hacer para que desa´parescan porque siempre vuelven.
    Muchas gracias,

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  2. Hola. Creo que deberías ir a consultar a un maestro de reiki.

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