Los orígenes de la Logoterapia:
Comentábamos en el boletín anterior que Frankl, a los 21 años pasó a formar parte del círculo de colaboradores cercanos del famoso médico vienés Alfred Adler. Si bien su participación fue entusiasta en relación a ciertos postulados de la Psicología Individual, nunca se consideró un ortodoxo adleriano, lo que le valió la expulsión del círculo.
Una preocupación siempre presente en el joven Frankl fue la de impregnar su estudio y servicio médico de una dimensión humana que respondiera a la situación que vivía en su medio social. Como respuesta a esta inquietud fundó Centros de Consulta dirigidos a los jóvenes que padecían las consecuencias de la situación social que hundía sus raíces en el desequilibrio de la primera guerra mundial.
El estado de intranquilidad y de extrema necesidad de la juventud vienesa se acentuaba cada día más. Las manifestaciones más frecuentes de la problemática de los jóvenes en esa época de derrumbe de los valores
tradicionales fueron los intentos de suicidios, la fuga del hogar, los cuadros depresivos generalizados por la falta de sentido de la vida cotidiana. Frankl luchó mucho a fin de llevar adelante este proyecto, por las oposiciones que le llegaban de todas partes, especialmente de quienes encontraban el origen de las turbaciones juveniles, principalmente en las privaciones sociales y económicas, y por consiguiente prefería intervenciones sólidas en el campo de las estructuras organizativas, familiares y escolares. Sin embargo, la idea siguió adelante y logró fundar el primer centro. La propaganda la hicieron los periódicos locales, mientras en las puertas de los colegios se pegaban carteles con las direcciones de los consultores.
Así, contaron con varios centros situados en las cercanías de los colegios vieneses. La atención en estos centros estuvo a cargo de personal voluntario, entre los que se señalan los Drs. Alfred Adler, Rudolf Allers, Oswald Schwarz. Charlotte Bühler y Otto Pötzl.
El impacto de estos centros fue notable , la táctica de situarlos junto a los principales colegios, en la época de finales de cursos, en que siempre eran más frecuentes los casos de huidas y tentativas de suicidio, permitió resolver casos difíciles; y así, después del primer año de actividad, en Viena el porcentaje de suicidios era casi nulo.
El término Logoterapia fue usado por primera vez por Frankl en 1926,en una Asociación de Psicología Médica, cuando todavía era un investigador teórico.
Ahora, con más de 900 casos tratados personalmente en ese año, podía disponer de importantes comprobaciones prácticas de las formulaciones fundamentales de la Logoterapia.
Muchos de los pacientes que acudían a los centros juveniles estaban angustiados porque en esos años de depresión les era difícil encontrar empleo. Frankl descubrió que, si se les encomendaba tareas tales como organizar y participar en reuniones juveniles, aun cuando se tratase de trabajos no remunerados, contribuían a aliviar su angustia. La desesperación era un sufrimiento que no tenía ningún sentido para quien lo padecía. Pero el sentido podía descubrirse en un campo más amplio y era labor del psicoterapeuta enfrentarlo ante el campo de sus posibilidades significativas en toda su extensión. En su mayoría, de aquellos que acudían a los centros juveniles, los que pensaron en suicidarse concebían el sentido de sus vidas en una sola dirección: los desocupados en obtener empleo, la soltera en encontrar marido, la esposa estéril en tener hijos. Y había quienes no veían sentido en ningún lado, aquellos que simplemente se sentían vacíos y no podían soportar la carga de una vida vacía. Investigar este fenómeno de vacío interior -el "Vacío Existencial", como lo bautizó - se convirtió para Frankl en el sentido de su vida durante esos años de depresión en una Austria republicana políticamente inestable que se aferraba a los sueños de sus pasadas glorias monárquicas.
Ayudó a sus pacientes a encontrar una perspectiva, a elevarse por encima de sus necesidades....
Bibliografía consultada:
"La búsqueda de significado".Joseph Fabry, Ed.F.C.E.
"Guia de la Logoterapia", T.Bazzi- E.Fizzotti, Ed. Herder
"Cominicación y resistencia" Guillermo Pareja Herrera, Ed. Premia
"De Freud a Frankl", Eugenio Fizzotti, Ed. Ed. EUNSA, Pamplona
Comentábamos en el boletín anterior que Frankl, a los 21 años pasó a formar parte del círculo de colaboradores cercanos del famoso médico vienés Alfred Adler. Si bien su participación fue entusiasta en relación a ciertos postulados de la Psicología Individual, nunca se consideró un ortodoxo adleriano, lo que le valió la expulsión del círculo.
Una preocupación siempre presente en el joven Frankl fue la de impregnar su estudio y servicio médico de una dimensión humana que respondiera a la situación que vivía en su medio social. Como respuesta a esta inquietud fundó Centros de Consulta dirigidos a los jóvenes que padecían las consecuencias de la situación social que hundía sus raíces en el desequilibrio de la primera guerra mundial.
El estado de intranquilidad y de extrema necesidad de la juventud vienesa se acentuaba cada día más. Las manifestaciones más frecuentes de la problemática de los jóvenes en esa época de derrumbe de los valores
tradicionales fueron los intentos de suicidios, la fuga del hogar, los cuadros depresivos generalizados por la falta de sentido de la vida cotidiana. Frankl luchó mucho a fin de llevar adelante este proyecto, por las oposiciones que le llegaban de todas partes, especialmente de quienes encontraban el origen de las turbaciones juveniles, principalmente en las privaciones sociales y económicas, y por consiguiente prefería intervenciones sólidas en el campo de las estructuras organizativas, familiares y escolares. Sin embargo, la idea siguió adelante y logró fundar el primer centro. La propaganda la hicieron los periódicos locales, mientras en las puertas de los colegios se pegaban carteles con las direcciones de los consultores.
Así, contaron con varios centros situados en las cercanías de los colegios vieneses. La atención en estos centros estuvo a cargo de personal voluntario, entre los que se señalan los Drs. Alfred Adler, Rudolf Allers, Oswald Schwarz. Charlotte Bühler y Otto Pötzl.
El impacto de estos centros fue notable , la táctica de situarlos junto a los principales colegios, en la época de finales de cursos, en que siempre eran más frecuentes los casos de huidas y tentativas de suicidio, permitió resolver casos difíciles; y así, después del primer año de actividad, en Viena el porcentaje de suicidios era casi nulo.
El término Logoterapia fue usado por primera vez por Frankl en 1926,en una Asociación de Psicología Médica, cuando todavía era un investigador teórico.
Ahora, con más de 900 casos tratados personalmente en ese año, podía disponer de importantes comprobaciones prácticas de las formulaciones fundamentales de la Logoterapia.
Muchos de los pacientes que acudían a los centros juveniles estaban angustiados porque en esos años de depresión les era difícil encontrar empleo. Frankl descubrió que, si se les encomendaba tareas tales como organizar y participar en reuniones juveniles, aun cuando se tratase de trabajos no remunerados, contribuían a aliviar su angustia. La desesperación era un sufrimiento que no tenía ningún sentido para quien lo padecía. Pero el sentido podía descubrirse en un campo más amplio y era labor del psicoterapeuta enfrentarlo ante el campo de sus posibilidades significativas en toda su extensión. En su mayoría, de aquellos que acudían a los centros juveniles, los que pensaron en suicidarse concebían el sentido de sus vidas en una sola dirección: los desocupados en obtener empleo, la soltera en encontrar marido, la esposa estéril en tener hijos. Y había quienes no veían sentido en ningún lado, aquellos que simplemente se sentían vacíos y no podían soportar la carga de una vida vacía. Investigar este fenómeno de vacío interior -el "Vacío Existencial", como lo bautizó - se convirtió para Frankl en el sentido de su vida durante esos años de depresión en una Austria republicana políticamente inestable que se aferraba a los sueños de sus pasadas glorias monárquicas.
Ayudó a sus pacientes a encontrar una perspectiva, a elevarse por encima de sus necesidades....
Bibliografía consultada:
"La búsqueda de significado".Joseph Fabry, Ed.F.C.E.
"Guia de la Logoterapia", T.Bazzi- E.Fizzotti, Ed. Herder
"Cominicación y resistencia" Guillermo Pareja Herrera, Ed. Premia
"De Freud a Frankl", Eugenio Fizzotti, Ed. Ed. EUNSA, Pamplona
Lic.Cristina Labraga
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