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martes, 24 de noviembre de 2009

"LA LOGOTERAPIA -2-


Las tres fases en las reacciones psicológicas de los internados en un campo de concentración:

Primera fase :La internación:

El primer día en la prisión fue una sucesión de impactos .Silbatos de comando, horror y el desembarco del tren se sucedían rápidamente. Todos los presos se desprendían de sus pocas pertenencias y en filas de hombres y mujeres, incluyendo niños, desfilaban lentamente ante el comandante del campo quien con un insignificante movimiento de su dedo índice decidía por
la vida o la muerte de aquellos seres humanos: a la derecha salvaban su vida, a la izquierda marchaban directo al crematorio. Víktor pasó la primera selección.
Acosados y arreados como ovejas, los prisioneros pasaron a otra sala donde quedaron totalmente desnudos,  fueron afeitados  no solamente la cabeza sino que no dejaron ni un solo  pelo en sus cuerpos.  Luego pasaron, impregnados de terror, de la sala de desinfección a la casa de baños

".Mientras esperábamos a ducharnos, nuestra desnudez se nos hizo patente: nada teníamos ya salvo nuestros cuerpos mondos y lirondos (incluso sin pelo); literalmente hablando, lo único que poseíamos era nuestra existencia desnuda ¿Qué otra cosa nos quedaba que pudiera ser un nexo material con nuestra existencia anterior?" (V.Frankl "El hombre en busca de sentido").

Ese primer día en Auschwitz, Víktor se juró a si mismo antes de irse a dormir, que no se lanzaría al alambrado, la forma más frecuente de suicidio: tocar la cerca de alambre electrificada. Cuando lo despojaron del manuscrito de su libro, escapó a la desesperación a la que sucumbieron muchos de sus compañeros de reclusión gracias a que se preguntó "¿Realmente depende el sentido de mi vida de la publicación de ese manuscrito?" Se dedicó a descubrir otros sentidos posibles, inmediatos. Su misión más importante era sobrevivir , por sus padres, su esposa y sus hermanos (todavía más inmediato se hizo el propósito de ayudar a sus compañeros a  vencer su desesperación).

Aunque se lo obligaba a realizar trabajos forzados hasta dieciocho horas al día y llegó a pesar menos de cuarenta kilos, no dejó de afeitarse a diario aunque tuviera que usar un trozo de vidrio para ello....aunque tuviera que desprenderse del último trozo de pan. Parecía así más joven y las mejillas lucían más lozanas por los arañazos.

El síntoma que caracteriza a esta primera fase es el shock. Lo desesperado de la situación, la amenaza de la muerte que día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto se cernía sobre ellos, la proximidad de la muerte de otros hacía que casi todos abrigaran el pensamiento de suicidarse, al menos por un breve tiempo. En la primera fase del shock el prisionero no temía la muerte. Pasados los primeros días incluso las cámaras de gas perdían todo su horror; al fin y al cabo, le ahorraban el acto de suicidarse.

Segunda fase :La vida en el campo:

Las reacciones descriptas empezaron a cambiar a los pocos días. El prisionero pasaba de la primera a la segunda fase, una fase de apatía relativa en la que llegaba a una especie de muerte emocional.  La apatía era un síntoma característico que manifestaba que el prisionero había comenzado a matar una a una sus sensaciones anímicas .Fue el largo caminar  que se caracterizó por la pérdida del sentido del tiempo,  la incomunicación  con el mundo exterior y la desesperanza producida por ignorar cuándo terminaría el recorrido de ese túnel.
Poco después descubre el asco y la náusea ante lo que repugna a la propia sensibilidad, sensibilidad que fue muriendo minuto a minuto.

Esta insensibilidad progresiva ante la vida y la muerte, ante el dolor, la humillación y la tortura (que días antes le hacía apartar la vista), era comprensible humana y clínicamente. El prisionero se hacía una coraza como mecanismo de defensa, para protegerse  de la inminente quiebra del
psiquismo, orientando todas sus energías a la conservación de la propia vida y la de los amigos.  La vida anímica descendió a un nivel de simplicidad primitiva, reduciéndose sólo a lo que tuviera relación directa con la supervivencia. Esto se manifestó especialmente en tres aspectos:

-La vida onírica: Como expresión de las aspiraciones y deseos de los presos: Se soñaba con comida, se hablaba obsesivamente de comida .Fue tal la dieta infrahumana recibida, que sentían que toda la vida giraba y dependía de la capacidad de tomar una actitud personal ante ese trozo de
pan - "teoricamente " de 300 gs. diarios -, lo que provocaba agudos conflictos interiores en los presos:  "¿Me lo comeré todo de una vez? ¿Lo guardaré en trocitos?....pero corro el riesgo de que me lo roben...."
-El silencio del impulso sexual:  El prisionero se ocupaba muy poco del sexo, aún en sueños. La perversión sexual en los campos era mínima.
-Ausencia de sentimentalismo: La vida primitiva y el esfuerzo de concentrarse por salvar el pellejo llevaba a un abandono total de lo que no sirviera a tal propósito.
A pesar del primitivismo físico y mental imperantes a la fuerza, en la vida del campo de concentración aún era posible desarrollar una profunda vida espiritual. Frankl señala la presencia de brotes que manifestaban la capacidad de aislarse del terrible entorno retrotrayéndose a una vida de riqueza interior y libertad  espiritual . A esta situación l a denominó huída hacia el interior, era el momento donde algunos prisioneros encontraban la presencia de un sentido que iluminara su vida. No tenían que inventarlo o crearlo, sino simplemente escuchar lo que su interior  les
dijera.. En esta perspectiva hay seis elementos que muestran una síntesis de la enorme riqueza interior que estas personas, en apariencia cadáveres, descubrieron cuando se internaron en la profunda amplitud de su mundo interior:

1- La vivencia del amor
2- La vivencia del sentido de su propio pasado
3- La vivencia profunda relacionada con la naturaleza
4- La vivencia profunda relacionada con el arte
5- El humor
6- Necesidad de encontrar un trozo de soledad

Tercera fase: Después de la liberación

En última instancia corresponde analizar qué le sucede a un prisionero que ha sido liberado.
A un inicial estado de ansiedad interior, en los momentos previos a que se abrieron las puertas del campo, siguió uno de relajación total, pero de ningún modo ésto dio lugar a la alegría. "Habíamos perdido la capacidad de alegrarnos y teníamos que volver a aprenderla, lentamente" (V.Frankl, "El
hombre en busca de sentido").
Desde el punto de vista psicológico, lo que les sucedía a los prisioneros liberados podría denominarse "despersonalización" . Era entonces necesario empezar a vivir nuevamente, avanzando de forma lenta hasta volver a ser personas.

Por eso mismo los prisioneros liberados, quienes habían vivido mucho tiempo bajo una tremenda presión mental, también corrían ciertos riesgos aún después de la liberación. En primer lugar, fue difícil tomar conciencia de que eran nuevamente libres; en muchos casos, incluso, hubo quienes hicieron un mal uso de su libertad, "convirtiéndose en instigadores y no objetores, de la fuerza y de la injusticia".
"Aparte de la deformidad moral resultante del repentino aflojamiento de la tensión espiritual, otras dos experiencias mentales amenazaban con dañar el carácter del prisionero liberado: la amargura y la desilusión que sentía al volver a su antigua vida" (V.Frankl, "El hombre en busca de sentido"). no
encontraban allí lo que esperaban encontrar a su regreso, y algunos incluso se encontraban con que nadie los esperaba.

Los años de la posquerra  fueron los más creadores para Viktor Frankl. En poco tiempo publicó catorce libros y, aprovechando su tiempo libre, reingresó a la Universidad de Viena, donde obtuvo su segundo doctorado, esta vez en filosofía. Se le otorgaron honores y reconocimiento.No obstante la experiencia vivida, tan difícil de sobrellevar ,lejos  de desalentar a Víktor Frankl ,muy por el contrario, se transformó en un estímulo más para encontrarle un sentido a la existencia, y se refleja en los desarrollos que a través de la Logoterapia, siguió realizando a lo largo de su vida, hasta
su muerte en el año 1997.


Bibliografía consultada:
"El hombre en busca de sentido" V.E.Frankl, Ed. Herder
"La búsqueda de significado".Joseph Fabry, Ed.F.C.E.


Lic. Cristina Labraga.






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