CAPITULO XXIX.
No os deleites en el beber ni en el fumar, que son de satán, pues no sea que te quiten el sueño y tengais que dormir de día. Porque enverdad Yo os digo, todo el beber y el fumar es de satán y son abominaciones a los ojos de Dios. No os prostituyais ni de día ni de noche pues el hombre que comete actos impuros es como un árbol cuya savia no la aprovecha el tronco.
Y tal árbol, se secará antes de su tiempo y no cargará fruto. Así que no fornicarás, no sea que satán quite la vitalidad de vuestro cuerpo. Y el Señor haga vuestra simiente estéril.
Evita todo lo que sea muy caliente o muy frío, porque es la voluntad de vuestra Madre Tierra que ni el mucho calor ni el mucho frío os dañen. Y no permitais que vuestro cuerpo ni se caliente ni se enfríe más de lo que los ángeles de Dios le dan calor o lo refresquen.
Y si observais los mandamientos de la Madre Tierra, entonces tan presto como vuestro cuerpo llegue a estar muy caliente, con la misma frecuencia enviará el Angel del Frío para que os refresque. Y con la frecuencia que se enfríe vuestro cuerpo, Ella enviará el Angel del Calor, para que os caliente de nuevo.
No os deleites en el beber ni en el fumar, que son de satán, pues no sea que te quiten el sueño y tengais que dormir de día. Porque enverdad Yo os digo, todo el beber y el fumar es de satán y son abominaciones a los ojos de Dios. No os prostituyais ni de día ni de noche pues el hombre que comete actos impuros es como un árbol cuya savia no la aprovecha el tronco.
Y tal árbol, se secará antes de su tiempo y no cargará fruto. Así que no fornicarás, no sea que satán quite la vitalidad de vuestro cuerpo. Y el Señor haga vuestra simiente estéril.
Evita todo lo que sea muy caliente o muy frío, porque es la voluntad de vuestra Madre Tierra que ni el mucho calor ni el mucho frío os dañen. Y no permitais que vuestro cuerpo ni se caliente ni se enfríe más de lo que los ángeles de Dios le dan calor o lo refresquen.
Y si observais los mandamientos de la Madre Tierra, entonces tan presto como vuestro cuerpo llegue a estar muy caliente, con la misma frecuencia enviará el Angel del Frío para que os refresque. Y con la frecuencia que se enfríe vuestro cuerpo, Ella enviará el Angel del Calor, para que os caliente de nuevo.

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