Búsqueda personalizada

TRADUCTOR

jueves, 17 de diciembre de 2009

ENFOCATE EN TUS METAS


¿Qué te ayuda a enfocarte en tus metas? …

Quizás comenzar a responderme estas preguntas y reflexiones que fui planteando, me pongan de cara con cosas que tenga que aprender, ya sepa administrar mejor mi tiempo, aprender a hacer con otros, diseñar acciones para lograr aquello que quiero, … en cualquier caso, probablemente ya estaré en camino o más cerca de él. Hoy comienzo, ya veré como sigo luego, pero hoy comienzo….
Nota: La finalidad de esto que les acerco hoy, es no sólo que aprendamos a ser más efectivos para lograr lo que queremos sino también aprender a vivir con más bienestar y con un hacer ecológico. Y ambos van de la mano. Está más que demostrado que cuánto más felices son las personas mejor se relacionan con los otros y más tendencias Pro sociales y de preocupación por los otros tienen.
Cuánto mejor y más feliz esté yo, más voy a poder aportar a los otros y al mundo.
Preguntas de hoy para Refle - Accionar:
1.    ¿Te tomas un tiempo periódicamente para ver si está viviendo del modo que quieres? ¿Estás planificando cada día de modo de que incluya espacios para hacer aquello que te gusta y disfrutas, y/o aquello que tiene que ver con tus sueños?
2.    ¿Qué método utilizas para tener presente siempre tus objetivos en tus elecciones? ¿Dices "no" todas las veces que quieres decirlo?
¿Cuánto tiempo diario dedicas a hacer algo por ese proyecto o por ese sueño? ¿De qué modo podrías ser más efectivo en tus acciones: diagramando más tus días, pidiendo ayuda, asociándote con alguien, aprendiendo algo?
3.    Si no lo estás haciendo ¿De qué forma podrías comenzar? ¿Podrías comenzar armando un plan de meta y diseñar con qué breves acciones podrías comenzar? Recuerda que por breve que sea lo que hagas cada día o cada semana para lograrlo, siempre estarás más cerca. Aquí la clave es la constancia.
4.    Si crees que tu sueño es imposible: quizás sería bueno que revises los fundamentos de esa imposibilidad, que busques más información al respecto, que pidas opiniones, que te juntes con otros a ver de qué modo puedes adaptar ese sueño para que sea parte de tu realidad.
A veces puede ser tan fácil como desactivar el piloto, a veces sólo con eso alcanza para poder volver a poner foco en las cosas que quiero lograr. Otras veces necesitamos ir un poco más allá: necesitamos cambiar hábitos, aprender algo que no sabemos, creer que es posible que realicemos casi la mayoría de nuestros sueños. En cualquier caso,  probablemente  creer firmemente que lo podemos alcanzar es el punto de partida para estar en camino; pero eso solo no alcanza.
Hace falta decidirme, enfocarme y hacer.
Lo que quiero compartir tiene que ver con centrar nuestro foco en aquello que queremos y caminar hacia allí.
Y en esto de centrarnos, hay muchas cosas que me han resultado en mucho.
- Dedicar un tiempo diario a planificar el día antes de comenzar la jornada: Me permite también aprender a ahorrar tiempo. 
- Fijarme si estoy haciendo cosas para lograr aquello que quiero. Y en este sentido no importa que lo haga sea mínimo, importa que haga.
Siempre voy a estar más cerca si voy accionando, por mínimo que sea ese accionar. 
Revisar cada una de las elecciones que hago durante el día: el año pasado en un seminario que Lair Ribeiro dictó aquí en argentina uno de los grandes aprendizajes que rescaté fue éste: El preguntarme antes de cada elección si eso tiene que ver con lo que me importa, si esto que voy a elegir es útil o adecuado, si me sirve lo que estoy haciendo o eligiendo para lo que quiero lograr.
Esta pregunta tan sencilla que parece casi una obviedad me hizo cambiar muchas elecciones en ámbitos muy diferentes de mi vida.
A partir de esto, podemos comenzar quizás a delegar determinadas cuestiones, a dejar de lado cosas que nada tienen que ver con lo que importa para mí, a trabajar en ser más conciente en qué utilizo mi tiempo y dedicar al menos un tiempo cada día a aquello que quiero.
A decir NO –o aprender a decir no- a aquello que no me interesa ; a hacer acuerdos, alianzas, intercambios que me permitan hacer cada vez más lo que me hace bien y me hace feliz.
A salirme de rutinas que no me resultan efectivas en pos de lo que quiero lograr.
A correrme del lugar de quejarme –aunque solo me queje mentalmente- y cambiar las quejas por reclamos, ya que éstos son más efectivos y me permiten ganar tiempo y efectividad en el hacer.
Imagínate que lo quiero es lograr mi libertad financiera.
Entonces me digo que ya comenzaré cuando la crisis económica pase, o cuando consiga un mejor trabajo, o cuando logre aumentar las ventas. El problema con esto es que  cuando espero que todas las condiciones se den, finalmente las condiciones propicias y perfectas, pocas veces llegan… Por eso es mejor, que yo me preocupe en crear mis propias condiciones, o me adapte y comience con lo que hay
Podría ser que comience por ver si puedo disminuir mis gastos mientras voy accionando para aumentar mis ingresos. Puedo comenzar cada semana o cada mes, proponiéndome un ahorro o una inversión aunque sea de 100 dólares al mes, o de 50. Eso no importa, el comenzar y ser perseverante en sostener lo que comencé me va a dar el impulso para poder ir por más luego. 
Quizás lo que quiero es trabajar en algo que me gusta y que no es lo que hago ahora: Nuevamente imaginemos que las condiciones no están dadas: podré comenzar por aprender lo que haga falta -si es que hace falta-; o comenzar part-time a trabajar en mi proyecto, quizás asociarme con otros, o dedicar parte del sábado a ese proyecto, tal vez comenzar a conectarme con gente que facilite que mi proyecto se ponga en marcha. Trabajar un tiempo x mínimo aunque sea ad honorem para aprender y relacionarme, quizás hasta pueda hacerlo dentro de la misma empresa.
- Según las estadísticas y la propia experiencia; los resultados son contundentes. Podríamos trabajar entre un 20 y un 50 por ciento menos horas al día siendo eficientes, y usar el tiempo “libre” en nuestro desarrollo, pero está en nosotros comenzar con el cambio, no en los demás.
O tal vez lo que tengo ganas y me hace bien es ayudar a otros y no lo hago porque estoy esperando tener tiempo. Pero hace años que vengo esperando tener tiempo y ese tiempo nunca llega. En ese caso, podré decidirme y acordar –por ejemplo- con un comedor infantil en ir una vez por mes a ayudar con los niños. 
En cualquier caso, la idea es comenzar, eso me va a poner en camino, va a reforzar mi auto-estima y me hará que me sienta más satisfecho conmigo mismo, y estaré mejor con los otros…
Comentarios:
Cuando leí este articulo no pude evitar asociarlo con 3 cosas:
1) Planificación…. una buena planificación es la base más sólida que podemos darle a cualquier proyecto. Y no debemos caer en la equivocación de pensar que tomarnos tiempo en planificar nos robara tiempo en la ejecución, muy por el contrario, acelerara la misma y con objetivos más claros sabremos que métodos aplicar, que instrumentos nos serán útiles y también a que personas deberemos recurrir en caso de que esto fuere necesario. 

2) En cuanto al tiempo que podemos dedicarle a nuestro desarrollo cuando logramos trabajar menos pero mas efectivamente…me recuerda a" El éxito de los perezosos"---un libro donde a pesar de su aparentemente utópico titulo, se destaca que es durante nuestros momentos de ocio creativo cuando mejores ideas procesamos para nuestro desarrollo, el de nuestros negocios etc .Muchos creen que “ trabajar a lo esclavo” nos redituara mas dinero, y sin embargo olvidan ver como los mas pobres dentro de la escala social son muchas veces los que mas trabajan y los que menos ganan. Solo se trata de tener el poder de organizarse, delegar y sobre todo tener en nuestras mentes la “situación laboral ideal “y el camino que deberemos recorrer hasta obtenerla. 

3)… No esperar a la situación ideal. Muchas veces el esperar el momento perfecto para que las cosas ocurran nos lleva a esperar TODA UNA VIDA.-.. Mi mama siempre dice: quien mucho elige se queda con lo peor (porque en el fondo no sabe lo que quiere).Y algo de razón tiene… si vivimos esperando el momentos perfecto para mudarnos... para empezar un emprendimiento laboral, para divorciarnos, o para tener hijos, quizás ese momento no llegue jamás. 

*Solo se trata de tener una visión realista de la situación, saber en que radica nuestro potencial y cuales son nuestras contras, y a partir de allí con fe y sin dejar de tener los pies sobre la tierra…comenzar a forjar los cimientos de nuestros sueños… creer en nosotros mismos y entonces así empezaremos a ver los milagros de la vida manifestarse mucho mas frecuentemente de lo que pensábamos.   ...Maria Fernanda.
*A medida que leía lo escrito, y reconocía la verdad que lo cubre, no podía dejar de sentirme un espermio: y a partir de ahí, presentir y elucubrar con mi vida y con la vida. ¿Vine a "competir" a vivir planificando cada día lo que quiero: si se me dio el Don de la vida, es para alcanzar riquezas y prestigios: es para ser un mensaje contemplativo: es para vivir por y para los demás? Y esto último es lo que me dio la sensación de ser más mi verdad. Luego me puse a sentir y me pregunté:¿cómo se planifica mi organismo, el organismo de todos, para mantenernos vivos? y concluí que "los organismos no se planifican; ni siquiera el cerebro se planifica a sí mismo; cada una de las miles de millones y millones de células de las que estamos hechos, simplemente son y hacen lo que tiene que hacer, para mantenernos vivos, y que esa es la acción que debo tomar: "procurar vivir, mientras muero" y buscar conocerme y comprenderme para tratar de ser feliz, con lo que soy y con lo que tengo: y cuando digo lo que tengo, me refiero a mí mismo. ¿Un soñador? ¡Tal vez! Pero la vida está en "La Desiderata", y como nadie puede dar lo que no tiene, resulta lógico pensar, que debe de existir una planificación para desarrollarse: solo que serán los objetivos que se persigan, los que determinarán el tipo de persona que serás. Solo entonces podrá cada uno alcanzar el estado de consciencia de si está dentro de los mensajes:"Amaos los unos a los otros" y "Por sus frutos los conoceréis". …Guest

La lista de cosas Pendientes
¿Cuántas cosas tienes pendientes para hacer? ¿Cómo va tu lista de cosas pendientes? ¿Cuánto tiempo dedicas cada semana  a revisar esa lista?
No sé cómo vas con tu lista de cosas pendientes y sobre todo, cuán importantes son para ti las cosas que figuran en tu lista, en cualquier caso o voy a proponerte dos cosas bien diferentes.
Normalmente la mayoría de nosotros tenemos una lista de cosas que van esperando mes a mes que les toque el momento de ser realizadas y por uno u otro motivo ese momento nunca llega.
Ya sea que estemos hablando de ordenar nuestro escritorio, de comenzar a leer alguno de los libros que hace tiempo compramos, devolver una llamada a alguien o comenzar la tan postergada dieta…
Lo primero que voy a proponerte es que revises o armes tu lista de cosas pendientes. 
Cuéntame ¿Son cosas que suelen darte vueltas en la cabeza cada cierto tiempo? ¿Te provocan cierto pesar cada vez que piensas en ellas? ¿Vas retrasándolas día a día, semana a semana o quizás mes a mes? ¿Cuánto tiempo hace que ella/s es parte de tu lista de cosas pendientes?
Una de los aprendizajes en mis primeros meses en la formación como coach fue el aprender a ubicar bien mi energía y también a alejarme de aquello que me resta energía o que me carga de energía negativa.
Y estos dos puntos están muy relacionados con lo que hoy quiero compartirte. Por un lado, el tener cosas pendientes ocupa parte de tu energía en algo que no te trae ningún resultado efectivo. Ya que te quita energía cada vez que piensas en ello, cada vez que te lamentas o te enojas contigo por no haberlo hecho.
Por otra parte, las cosas pendientes –aunque no lo notes- suelen ser como una carga encima de tu espalda, una mochila que cargas cada día en el que postergas esa tarea…
Comienza hoy mismo a acortar tu lista de pendientes:
Te propongo que re-estructures tu lista o que la armes si es que aún no lo has hecho.
•    Procura que no sea agobiante.
•    Quizás puedas dedicar un constante tiempo de 20 minutos diarios a hacer cosas de tu lista, sólo veinte minutos por día pero cada día de lunes a viernes sin excepción.
•    Trata de darte un premio cada un cierto número de cosas pendientes. (podría ser que si cumples una x cantidad de cosas de tu lista te regales ir al cine, comprarte un libro, o cualquier otra cosa que te resulte posible regalarte)
•    Fíjate si hay cosas que prefieres delegar/tercerizar, etc., o si hay algunas que prefieres eliminar porque ya no son importantes y por eso decides dejarlas de lado.
•    Si llevas años intentando comenzar a hacer algo, trata de no insistir con más de lo mismo, pues sólo obtendrás más de lo mismo. En estos casos, te propongo que utilices la creatividad o que pidas ayuda. (Si por ejemplo: llevas años tratando de comenzar el gimnasio, con resultado cero. Puede ser que pedirle a tu pareja, a un amigo o a un compañero de trabajo que se anote contigo, te facilite el comenzar, al menos hasta que tomes el hábito)
•    Trata de marcar lo hecho de un modo que resalte y destaque lo que has hecho, para que ello te ayude a motivarte y a aprender a valorarte y poner el foco en lo positivo.
Cuando la cumplas concéntrate en cómo te sientes para que así sea una lección a: prendida a futuro.
Olvídate de tu lista, tacha cada cosa anotada en ella
Esta propuesta tan diferente es útil cuando llevas tantísimo tiempo intentando terminar… o comenzar determinadas cosas sin ningún éxito. Quizás te ha pasado que llevas tiempo pretendiendo dejar tu lista de cosas aplazadas en cero, sin resultados efectivos. Muchas veces a pesar de dedicarles un cierto tiempo a nuestra lista, finalmente vemos que no logramos avanzar. Si este es el caso, te sugiero que pruebes de tachar tu lista, tacharla no implica que no vayas a cumplirlo. De hecho, si verdaderamente es importante para ti, tarde o temprano, lo cumplirás. Pero como te decía, muchas veces, cuando no logramos avanzar, hay dos cosas que he visto que nos suceden con más frecuencia: una es que muchas de las cosas de la lista, son cosas que no deseamos hacer verdaderamente y por eso, la dilación. Y otras veces es porque nos hallamos absolutamente sobrecargados.
En cualquier caso, la propuesta es que taches tu lista y te permitas estar por lo menos una semana sin ocuparte de ella, que te relajes para que de ese modo puedas recuperarte, conectarte con lo que verdaderamente te importa y entonces así surja una nueva lista ya no de cosas pendientes sino de tus próximos objetivos-








No hay comentarios:

Publicar un comentario