Verificado por la NASA
"Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. "
Israel: el enigma del día perdido
Especulaciones sobre la relación entre el Libro de Josué, del Antiguo Testamento, y las frustradas investigaciones de un grupo de astrofísicos, en pleno siglo XX. El “milagro” de Tentudía.
Doré y su obra sobre el momento en que Yahvé detuvo al Sol a pedido de Josué.
¿Cómo explicar la relación entre un relato del Antiguo Testamento y una publicación norteamericana contemporánea que describe las últimas investigaciones de un grupo de astrofísicos? ¿La Biblia puede contener información científica? ¿Acaso es posible detener la rotación de la Tierra para frenar el tiempo? Sin dudas, estos interrogantes son sólo algunos de los innumerables misterios de la humanidad que, en todo el planeta, despiertan los más apasionados debates, especulaciones y refutaciones.
En su último trabajo “En busca de la edad de oro” (Plaza & Janes), el escritor y periodista español Javier Sierra rescata el conocido Libro de Josué, del Antiguo Testamento, en el que se cuenta cómo la mano de Yahvé se descargó contra los enemigos del pueblo elegido, interviniendo en episodios tan célebres como la misteriosa desecación del río Jordán para que los hebreos entraran en una zona cananea o la caída de las murallas de Jericó al son de las trompetas.
La Biblia relata que Josué, queriendo acabar con sus enemigos de una vez por todas, suplicó algo imposible a “su” Yahvé: que detuviera el Sol y la Luna en el cielo, es decir, que parara la rotación de la Tierra, para disponer de más horas de luz con las que poder fustigar a sus oponentes. Por supuesto, sus ruegos fueron respondidos.
“Esta historia – explica Sierra - me sedujo años antes de mi visita a Israel por una singular razón: en una revista norteamericana titulada ´The Gideon´, se atribuía a Harold Hill, uno de los consejeros técnicos del programa espacial de Estados Unidos y presidente de la Curtiss Machinery Company de Baltimore, Maryland, unas declaraciones que me dejaron sin habla”.
Al parecer, Hill había explicado que en Greenbelt, Maryland, un grupo de astrofísicos se encontraba calculando la posición de los principales cuerpos de nuestro sistema solar para los próximos siglos, cuando tropezaron con una insólita anomalía. Algo falló en los ordenadores y se detuvieron bruscamente, como si hubieran detectado algún error de cálculo insuperable. Inexplicablemente al pasado del cosmos le faltaba un día. Alguien o algo había robado veinticuatro horas al tiempo universal y ese hueco impedía proseguir con los cálculos. “Es decir, la Biblia, de ser cierta aquella apreciación, volvía a demostrar que contenía información científica de primer orden”, destaca el periodista e investigador español.
La tarea siguiente fue buscar una conformación de los datos revelados por la revista norteamericana, pero todos los intentos fueron en vano. Hubo desmentidas y, sorprendentemente, voces que calificaron la historia como un fraude y relato de ciencia ficción.
La misteriosa relación entre el Libro de Josué, del Antiguo Testamento, y las frustradas investigaciones de un grupo de astrofísicos, en pleno siglo XX. “A pesar de ello -afirma Sierra, sin darse por vencido- una historia similar a la de Josué pude recoger en la localidad de Calera de León, en Badajoz. Allá, en 1173, las tropas de Péez Correa, maestre de la Orden de Santiago, enfrentadas a un batallón de árabes, imploraron a la Virgen que se detuviera el Sol en el cielo para poder acabar para siempre con las hordas infieles…Y el milagro, dicen, se produjo. De hecho, al escenario de la batalla lo bautizaron como valle de Tentudía (contracción de ´detente un día´) y le consagraron una virgen en idéntica advocación".
Nuevo Descubrimiento de la NASA
¿Sabia usted que el programa especial de la NASA en los Estados Unidos recientemente comprobó la veracidad de un hecho en la BIBLIA, el cual se había considerado como un mito?
El señor Harold Hill, presidente de la compañía automotora Curtis de Baltimore, Maryland y consejero del programa espacial, relata el siguiente suceso:
Una de las cosas más asombrosas que DIOS ha hecho entre nosotros sucedió recientemente con nuestros astronautas y científicos especiales en Green Belt, Maryland. Estaban verificando la posición del sol, la luna y los planetas para saber donde se encontrarían dentro de cien años y en los próximos mil años. Es indispensable saber esto para poder enviar satélites al espacio y evitar que choquen, una vez que han entrado en orbita. Se debe proyectar la orbita en términos de la vida del satélite y saber la posición de los planetas para que no destruyan los satelites.
Se hizo que la computadora corriera a través de los siglos y de repente se detuvo. La computadora empezó a dar una señal de alerta indicando que había algún error en la información con la que había sido alimentada o con los resultados al ser comparados con los normas establecidas. Decidieron entonces llamar a la oficina de mantenimiento para revisarla; los técnicos encontraron que la computadora estaba en perfectas condiciones. El director de operaciones IBM pregunto cuál era el problema y para su sorpresa fue: "hemos encontrado que falta un día en el universo del tiempo transcurrido en la historia". Empezaron a rascarse; la cabeza... ¡no había respuesta!. En el equipo de trabajo había un cristiano que dijo: "Una vez escuche en un estudio bíblico en la Iglesia que el sol se detuvo".
Ellos no le creyeron, pero como no tenían ninguna respuesta alternativa, le dijeron, "Muéstranos".
El entonces tomó su BIBLIA y leyó en el libro de JOSUE algo bastante ridículo para alguien con sentido común". En ese pasaje DIOS decía a JOSUE: "No tengas miedo, porque los he entregado en tus manos ninguno de ellos te podrá resistir". JOSUE estaba preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos. Entonces JOSUE pidió al Dios Todopoderoso que detuviera al sol. Y así sucedió. "El sol se detuvo y la luna se paro... y no se apresuro a ponerse casi un día entero."
Los ingenieros del Programa Espacial dijeron: "!Ese es el día que falta!". Rápidamente verificaron en la computadora retrocediendo en el tiempo a la época descrita en la BIBLIA y descubrieron que es aproximada mas no era el lapso de tiempo exacto. El lapso que faltaba en la época de JOSUE era de 23 Horas Y 20 Minutos, no era un día completo. Leyeron nuevamente en la BIBLIA y allí decía: "CASI un día entero" (JOSUE 10:13). Estas palabritas en la BIBLIA son muy importantes. Parte del problema había sido solucionado. No obstante, faltaban 40 minutos. Esto ocasionaba un gran problema. Si no aparecían esos 40 minutos, habría grandes discrepancias en los cálculos especiales debido a que los minutos se multiplican muchas veces en orbitas.
Este cristiano recordó que hay otro lugar en la BIBLIA donde se menciona que el sol RETROCEDIO. Sus compañeros le dijeron que estaba loco. Sin embargo, permitieron que les mostrara en 2 de Reyes, capitulo 20:8-10, donde la BIBLIA narra que EZEQUIAS, quien estaba a punto de morir, fue visitado por el profeta ISAIAS, el cual le dijo que no moriría. EZEQUIAS no creyó y le preguntó ¿cuál es la señal de que Jah me sanará? A lo que dijo Isaias: "Avanzará la sombra diez gradas (de la escalera) o que las retroceda ..."
Y EZEQUIAS respondió: "fácil cosa es que la sombra se extienda diez gradas pero no que la sombra retroceda diez gradas." Diez gradas es exactamente 40 minutos, 23 horas y 20 minutos en JOSUE, más cuarenta en 2 de Reyes completan las 24 horas que los hombres de Programa Espacial tuvieron que añadir a la HISTORIA como el día que faltaba en el Universo. Definitivamente la BIBLIA no es un libro más porque DIOS manifiesta nuevamente la veracidad de su palabra escrita en la BIBLIA...
Israel: el enigma del día perdido
Especulaciones sobre la relación entre el Libro de Josué, del Antiguo Testamento, y las frustradas investigaciones de un grupo de astrofísicos, en pleno siglo XX. El “milagro” de Tentudía.
Doré y su obra sobre el momento en que Yahvé detuvo al Sol a pedido de Josué.
¿Cómo explicar la relación entre un relato del Antiguo Testamento y una publicación norteamericana contemporánea que describe las últimas investigaciones de un grupo de astrofísicos? ¿La Biblia puede contener información científica? ¿Acaso es posible detener la rotación de la Tierra para frenar el tiempo? Sin dudas, estos interrogantes son sólo algunos de los innumerables misterios de la humanidad que, en todo el planeta, despiertan los más apasionados debates, especulaciones y refutaciones.
En su último trabajo “En busca de la edad de oro” (Plaza & Janes), el escritor y periodista español Javier Sierra rescata el conocido Libro de Josué, del Antiguo Testamento, en el que se cuenta cómo la mano de Yahvé se descargó contra los enemigos del pueblo elegido, interviniendo en episodios tan célebres como la misteriosa desecación del río Jordán para que los hebreos entraran en una zona cananea o la caída de las murallas de Jericó al son de las trompetas.
La Biblia relata que Josué, queriendo acabar con sus enemigos de una vez por todas, suplicó algo imposible a “su” Yahvé: que detuviera el Sol y la Luna en el cielo, es decir, que parara la rotación de la Tierra, para disponer de más horas de luz con las que poder fustigar a sus oponentes. Por supuesto, sus ruegos fueron respondidos.
“Esta historia – explica Sierra - me sedujo años antes de mi visita a Israel por una singular razón: en una revista norteamericana titulada ´The Gideon´, se atribuía a Harold Hill, uno de los consejeros técnicos del programa espacial de Estados Unidos y presidente de la Curtiss Machinery Company de Baltimore, Maryland, unas declaraciones que me dejaron sin habla”.
Al parecer, Hill había explicado que en Greenbelt, Maryland, un grupo de astrofísicos se encontraba calculando la posición de los principales cuerpos de nuestro sistema solar para los próximos siglos, cuando tropezaron con una insólita anomalía. Algo falló en los ordenadores y se detuvieron bruscamente, como si hubieran detectado algún error de cálculo insuperable. Inexplicablemente al pasado del cosmos le faltaba un día. Alguien o algo había robado veinticuatro horas al tiempo universal y ese hueco impedía proseguir con los cálculos. “Es decir, la Biblia, de ser cierta aquella apreciación, volvía a demostrar que contenía información científica de primer orden”, destaca el periodista e investigador español.
La tarea siguiente fue buscar una conformación de los datos revelados por la revista norteamericana, pero todos los intentos fueron en vano. Hubo desmentidas y, sorprendentemente, voces que calificaron la historia como un fraude y relato de ciencia ficción.
La misteriosa relación entre el Libro de Josué, del Antiguo Testamento, y las frustradas investigaciones de un grupo de astrofísicos, en pleno siglo XX. “A pesar de ello -afirma Sierra, sin darse por vencido- una historia similar a la de Josué pude recoger en la localidad de Calera de León, en Badajoz. Allá, en 1173, las tropas de Péez Correa, maestre de la Orden de Santiago, enfrentadas a un batallón de árabes, imploraron a la Virgen que se detuviera el Sol en el cielo para poder acabar para siempre con las hordas infieles…Y el milagro, dicen, se produjo. De hecho, al escenario de la batalla lo bautizaron como valle de Tentudía (contracción de ´detente un día´) y le consagraron una virgen en idéntica advocación".
Nuevo Descubrimiento de la NASA
¿Sabia usted que el programa especial de la NASA en los Estados Unidos recientemente comprobó la veracidad de un hecho en la BIBLIA, el cual se había considerado como un mito?
El señor Harold Hill, presidente de la compañía automotora Curtis de Baltimore, Maryland y consejero del programa espacial, relata el siguiente suceso:
Una de las cosas más asombrosas que DIOS ha hecho entre nosotros sucedió recientemente con nuestros astronautas y científicos especiales en Green Belt, Maryland. Estaban verificando la posición del sol, la luna y los planetas para saber donde se encontrarían dentro de cien años y en los próximos mil años. Es indispensable saber esto para poder enviar satélites al espacio y evitar que choquen, una vez que han entrado en orbita. Se debe proyectar la orbita en términos de la vida del satélite y saber la posición de los planetas para que no destruyan los satelites.
Se hizo que la computadora corriera a través de los siglos y de repente se detuvo. La computadora empezó a dar una señal de alerta indicando que había algún error en la información con la que había sido alimentada o con los resultados al ser comparados con los normas establecidas. Decidieron entonces llamar a la oficina de mantenimiento para revisarla; los técnicos encontraron que la computadora estaba en perfectas condiciones. El director de operaciones IBM pregunto cuál era el problema y para su sorpresa fue: "hemos encontrado que falta un día en el universo del tiempo transcurrido en la historia". Empezaron a rascarse; la cabeza... ¡no había respuesta!. En el equipo de trabajo había un cristiano que dijo: "Una vez escuche en un estudio bíblico en la Iglesia que el sol se detuvo".
Ellos no le creyeron, pero como no tenían ninguna respuesta alternativa, le dijeron, "Muéstranos".
El entonces tomó su BIBLIA y leyó en el libro de JOSUE algo bastante ridículo para alguien con sentido común". En ese pasaje DIOS decía a JOSUE: "No tengas miedo, porque los he entregado en tus manos ninguno de ellos te podrá resistir". JOSUE estaba preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos. Entonces JOSUE pidió al Dios Todopoderoso que detuviera al sol. Y así sucedió. "El sol se detuvo y la luna se paro... y no se apresuro a ponerse casi un día entero."
Los ingenieros del Programa Espacial dijeron: "!Ese es el día que falta!". Rápidamente verificaron en la computadora retrocediendo en el tiempo a la época descrita en la BIBLIA y descubrieron que es aproximada mas no era el lapso de tiempo exacto. El lapso que faltaba en la época de JOSUE era de 23 Horas Y 20 Minutos, no era un día completo. Leyeron nuevamente en la BIBLIA y allí decía: "CASI un día entero" (JOSUE 10:13). Estas palabritas en la BIBLIA son muy importantes. Parte del problema había sido solucionado. No obstante, faltaban 40 minutos. Esto ocasionaba un gran problema. Si no aparecían esos 40 minutos, habría grandes discrepancias en los cálculos especiales debido a que los minutos se multiplican muchas veces en orbitas.
Este cristiano recordó que hay otro lugar en la BIBLIA donde se menciona que el sol RETROCEDIO. Sus compañeros le dijeron que estaba loco. Sin embargo, permitieron que les mostrara en 2 de Reyes, capitulo 20:8-10, donde la BIBLIA narra que EZEQUIAS, quien estaba a punto de morir, fue visitado por el profeta ISAIAS, el cual le dijo que no moriría. EZEQUIAS no creyó y le preguntó ¿cuál es la señal de que Jah me sanará? A lo que dijo Isaias: "Avanzará la sombra diez gradas (de la escalera) o que las retroceda ..."
Y EZEQUIAS respondió: "fácil cosa es que la sombra se extienda diez gradas pero no que la sombra retroceda diez gradas." Diez gradas es exactamente 40 minutos, 23 horas y 20 minutos en JOSUE, más cuarenta en 2 de Reyes completan las 24 horas que los hombres de Programa Espacial tuvieron que añadir a la HISTORIA como el día que faltaba en el Universo. Definitivamente la BIBLIA no es un libro más porque DIOS manifiesta nuevamente la veracidad de su palabra escrita en la BIBLIA...
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