Onirem Ogaitnas
¿Qué es la separación en si?
Realmente no tenemos plena consciencia de ello. Creemos que podría de ser así. Creemos que puede ser así, o simplemente no entendemos porqué es. Es una laguna, una de tantas que nosotros, nosotros mismos, hemos querido tener. Supongo que por alguna razón será. Todos sabemos que nada es por azar. Todo obedece a un programa, que como sabeis nosotros mismos nos hemos trazado. Yo pienso que la Separación es algo que no es real, sencillamente no nos hemos separado de nada ni de nadie; sin embargo hemos querido olvidar quien somos, hemos deseado vivir unas experiencias que nos van a enriquecer, que nos están engrandeciendo. Somos causa de envidia sana dentro del Universo, porque venir a este Planeta es muy bonito, pero muy duro a la vez. ¿Y qué? si apenas lo podemos disfrutar. Si tenemos tantos condicionantes, condicionantes que hemos creado nosotros mismos, pero es así, la gran mayoría de la gente no puede disfrutar del Planeta, y además hemos decidido olvidar nuestra Esencia. Hay que tener muchos bemoles para venir aquí, y amigos, nosotros los tenemos y somos causa de admiración en todo el Universo. Yo creo que si supiéramos realmente quien somos no tendría ningún sentido la experiencia en la Tierra. Es como si un Rey quisiera pasar desapercibido dentro de su Palacio, sin olvidar quien es. Seguiría siendo Rey. No podría pasar desapercibido.
El Eterno desea realizar unas experiencias, unos aprendizajes, pero tiene que olvidar que es Dios. Esos aprendizajes y la consciencia de saber quien se es, son incompatibles. Amigos, nosotros somos esa parte del Profundo que está en periodo de aprendizaje. Dios es muy humilde y lleva toda la eternidad aprendiendo y así seguirá. Siempre aprendiendo, y se sirve de cada uno de nosotros, de cada una de sus células, de cada una de sus chispas divinas, que no tienen consciencia de su SER, de dónde vienen ni a dónde van, pero eso es necesario para realizar la Experiencia. Todas las células de Dios tienen que ganarse lo que son. Nada te es dado porque Si. Tú te lo tienes que ganar. Todas las células tienen consciencia de que se lo tienen que currar, de que no pueden ser Dios porque si. Nadie es médico porque si. El médico tiene que estudiar, tiene que pasar unos exámenes, realizar unas prácticas, y una vez que ha terminado la carrera, tiene que seguir estudiando, tiene que seguir haciendo especialidades; y una vez terminado, no lo sabe todo, a través de la práctica diaria en la consulta seguirá aprendiendo. Cualquier profesión que se precie no termina en la Facultad, sino que es el punto de partida. Pues nosotros como Chispas Divinas también debemos realizar este aprendizaje. Tenemos que ganarnos lo que somos. Unos escogen un camino, otros escogemos otro. Nosotros hemos escogido este Planeta para realizar una serie de cursos. Aquí no empezó nuestro aprendizaje ni aquí terminará. Esto solo es una Universidad donde pasaremos unos años, unas encarnaciones, que por muchas que sean, nada tendrá que ver con toda la Eternidad. Siempre será poquito. Pasaremos por otros Planetas, por otros Sistemas Solares, por otros estados de consciencia. Llegaremos a las Estrellas. Habitaremos en ellas, y…… bueno……, ya se pierde nuestra imaginación razonada actual sobre hasta dónde podemos llegar y qué podemos aprender. Toda la Eternidad estaremos aprendiendo a ser buenos Dioses. Ser Dios no es una carrera cualquiera. Sin embargo es la que hemos escogido.
- Yo voy a ser como mi papá , diría un niño de nuestro entorno. Pero una cosa hemos de tener muy clara, nadie nos va a regalar el Título de Dios, tú te lo tienes que ganar. Sin embargo debes tener consciencia de que lo estás haciendo muy bien. Piensa que el Universo está orgulloso de ti. El otro resto de Dios está orgulloso de ti.
Se trata por tanto de una separación ficticia. No es real aunque a nosotros nos parezca lo contrario. Debemos tomar consciencia de que no estamos solos, nunca lo hemos estado. El Cosmos entero está pendiente de nuestras fuerzas, de nuestros ejercicios, de nuestra evolución, de nuestra estancia en el aquí y ahora. Yo compararía esta separación muy groseramente con el Mar. Cuando digo Mar quiero que entendais el TODO, Dios. Cada microgota que se evapora es una parte de ese Mar que se separa. Ella dentro del Mar está muy tranquila y posee la sabiduría de todo el Oceano. No necesita nada. Forma parte del Todo. Es Dios. Pero ¿qué hay al otro lado del Mar? No lo sabe. Tiene que aprenderlo por sí misma y para ello deberá abandonar el Mar. Abandonará la comodidad de su casa, la casa del Padre. Se evaporará, conocerá la atmósfera, las nubes. Se encontrará con un montón de compañeras que también tuvieron la misma necesidad y decidieron separarse del Mar. Han decidido conocer el resto del Planeta. Para ello hoy se han evaporado en el Mar Mediterráneo, esa gota será llevada por los vientos a otros lugares muy lejanos y ella irá conociendo metro a metro todos aquellos lugares por donde pase.
Conocerá las reacciones químicas que se producen. Conocerá la Química, la Física la Geografía, la Biología y la Historia de los lugares por dónde circule. Caerá sobre una montaña. Tomará contacto con la Tierra. En esa montaña formará parte de un pequeño arroyo. Descubrirá los lugares por donde discurra el arroyo, se meterá dentro de una sima, conocerá el subsuelo. Saldrá de nuevo a la superficie. Formará otro arroyo más grande. Conocerá otras compañeras. El cambio ha sido brutal. El medio anterior era salado y el actual dulce. Conocerá una fauna y una flora diferente a la del Mar. otros niveles de existencia totalmente diferentes. Formará parte de otro rio más grande, y después otro mayor, y en cada nuevo cauce tomará consciencia de otras realidades que antes no conocía, y así sucesivamente, irá almacenando nuevos conocimientos hasta que un día regrese de nuevo al Mar. Sus amigos la estarán esperando y la harán un hueco en la Casa del Padre. Habrá conseguido un gran bagaje de experiencias, aprenderá de todos los lugares por donde pasó. Descansará en el Océano por una temporada hasta que por una u otra causa regresará a la superficie de ese mar y volverá a evaporarse. Otra encarnación. En otro sitio. Ahora amigos, será en el Océano Indico, por ejemplo. Los vientos la llevarán a la India y conocerá todos los lugares por donde pase. Caerá en un glaciar del Himalaya en forma de nieve, se convertirá en hielo. Como hielo, tendrá nuevas experiencias que la enriquecerán. Y esa gota volverá de nuevo al mar. Quizás por causa de temperatura visite las profundidades del océano y tarde milenios en volver a evaporarse, en volver a encarnar. Una gota del océano está en continuo aprendizaje del mar, de la tierra, de la atmósfera, del Planeta en si. Pues esa microgota, amigos, somos cada uno de nosotros a otro nivel. ¿Hay una Separación? Puede que aparente, pero de alguna manera esa gota siempre tiene un lazo energético conectado al Mar pues tarde o temprano volverá a él. ¡Cómo va haber Separación! En el Todo, todo está unido. La Divinidad se encuentra con nosotros pero hemos elegido no sentir su presencia. Todo sirve a los fines que nos hemos propuesto. Todo está a nuestro servicio y estamos en continua evolución. Ahora nos encontramos en una fase en la que sentimos el peso de la soledad, sentimos aquello que experimentó el Maestro de Galilea en un momento de su Crucifixión cuando dijo:”¡Padre, porqué me has abandonado!” Hasta el Espíritu Crístico escogió sentir la Soledad, el supuesto abandono del Padre en el momento en que más lo necesitaba. Agonizante en la Cruz. El nos comprende perfectamente, y para comprender nuestra sensación de abandono, de olvido, de soledad, quiso sentirlo en su propio Ser.
Nadie, amigo, nos ha abandonado. LA SEPARACIÓN NO EXISTE.
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