Búsqueda personalizada

TRADUCTOR

martes, 12 de enero de 2010

LA SOCIEDAD DE CONSUMO


La expresión sociedad de consumo se utiliza para designar a las sociedades en las que el consumo de los ciudadanos (demanda) se orienta y se dirige en función de las exigencias de la industria y no a la inversa, como había sucedido tradicionalmente.

La sociedad de consumo es la de los medios masivos de comunicación, la del desarrollo de la ciudad frente al campo, y la del dominio de los valores de la moda y el individualismo.


¿QUÉ ES UNA “SOCIEDAD DE CONSUMO”?.

Las expresiones “sociedad de consumo” o “civilización de consumo” han evolucionado desde ser unas nociones abstractas de la economía  hasta tener uso en el lenguaje diario,  y generalmente con alcance peyorativo. El hombre de nuestro tiempo, sobre todo en las sociedades industriales occidentales, pero no exclusivamente en ellas, se considera impulsado al consumo de productos –y más sutilmente, de personas, de ideas, de modos de vida-  por encima de su voluntad, mediante unos medios de presión que reconoce, y va intercambiando para ello un exceso de trabajo que de otra manera podría ahorrase. Ese reconocimiento no le impide continuar actuando como se espera de él dentro de la sociedad de consumo, por un fenómeno paralelo, por ejemplo al de las modas  y, ejercitando en todo caso  la protesta contra los estamentos superiores y poco discernibles para él que le refuerzan a formar parte de esa sociedad, pero sin abstraerse él mismo de su colaboración.


DE LA INDUSTRIALIZACIÓN A LA SOCIEDAD DE LA ABUNDANCIA

Con la llegada de la Revolución industrial, las sociedades se van haciendo cada vez más urbanas, y enormes masas de población dejan sus costumbres rurales para instalarse en las nuevas ciudades. La demografía aumenta enormemente y la economía, a pesar de la aparición de crisis, experimenta un constante crecimiento.

El fenómeno más llamativo de ésta nueva sociedad es la abundancia de bienes materiales puestos a disposición de la generalidad de los individuos. Por eso se ha denominado también a éste  estadio “sociedad de la opulencia” o de la “abundancia”.

Seguramente por primera vez en la historia, los bienes del consumo son ofrecidos a todos los ciudadanos –se habla, por tanto, de “igualdad de oportunidades”- sin tener en cuenta privilegios de casta, rango o clase. Sin embargo, una consideración más profunda de los hechos pone de relieve que tras ésta apariencia de abundancia, la sociedad continúa manteniendo diferencias, estratificaciones y hasta fenómenos de segregación de individuos y grupos.


LA ERA DE LOS SIGNOS.

La sociedad de masas ha sido calificada por algunos psicólogos como la era de los signos. La abundancia en la producción y el crecimiento económico han generado, en paralelo, una explosión de la información y del volumen de los signos circulante. La cantidad de información que se transmite y se almacena es la mayor que ha desarrollado cualquier otra época de la humanidad. Lo cual ha ocasionado que la mayoría de los bienes de consumo no se valoren tanto por su utilidad o su uso, sino por su apariencia (o imagen externa). Los individuos de la sociedad de consumo practican lo que Thorstein Veblen denominó el consumo ostentoso: tienden a rodearse de objetos que no son ni funcionales, ni útiles, pero que son caros y difíciles de obtener, lo cual está mostrando su propia capacidad económica para adquirirlos. De este modo, marca su distancia con respecto a los demás, y exhibe su superioridad. Lo que prevalece es el mito del dinero, intrínseco a la organización de la sociedad capitalista.

Esta lucha por la imagen y la apariencia, junto a otros factores, ha hecho crecer las comunicaciones. Cada vez es mayor el número de personas que trabajan dentro del sector servicios, en profesiones relacionadas con la comunicación. Por lo que hace a la economía, este fenómeno se manifiesta en el peso que adquieren los sectores del marketing, la comercialización y la publicidad, en detrimento de los propiamente productivos.


LA MODA  COMO ACELERADOR DEL CONSUMO

La renovación de los productos por exigencias de la producción requiere que la sociedad de masas disponga de un sistema acelerado de transformación de pautas de comportamiento y de consumo. Y ha encontrado éste en la moda.

La moda se entiende así como un sistema periódico de introducción de cambios de estilo de vida de los individuos. Aunque ha sido un mecanismo activo en las distintas épocas que ha vivido la humanidad, su apogeo lo encuentra en éste siglo con el desarrollo de los medios de comunicación. Con ellos establece ciclos muy cortos –que pueden durar apenas meses- y logra afectar a todos los órganos de la vida: vestido, decoración, urbanismo, arquitectura, consumo cultural y hasta relaciones humanas.

Impulsada de un modo extraordinario por la publicidad y la información, la moda llega a constituir el ecosistema en que desarrollan su vida activa los ciudadanos de la sociedad de consumo. Es al mismo tiempo un, un sistema más de distinción social y de estratificación. Ir a la moda constituye casi un mandato de obligado cumplimiento.


INFLUENCIA DE LA MODA.

La moda presenta dos factores que cumplen las exigencias de la sociedad de consumo y parece ideada expresamente para ella. Por una parte, la moda alimenta el ansia de distinguirse y destacarse sobre la masa, salirse de ella para ser admirado y envidiado; es la satisfacción del mediocre que se autovalora por lo que tiene, no por lo que es y cree acrecentar y desarrollar su personalidad, añadiéndose cosas, cuanto más valiosas mejor. El éxito consiste en poseer cosas en exclusiva o en anticiparse a la moda por estar situado dentro del circulo de elegidos que la dictan. Seguir la moda cuando ya está implantada es para las masas.

La moda se inicia en el elevado estrato de la aristocracia de la industria y de las finanzas, que es a donde van a parar los beneficios que reporta.

Las modas constituyen el mecanismo ideal para acelerar la comercialización de la producción. Cuanta más rápida sea la sucesión de modas y cuanto más distintas sean mejor. Conviene que sean distintas, ya que, así, es más difícil que lo representativo de una moda pueda “llevarse” durante el tiempo de vigencia de otra: cada moda nueva tiene que arrinconar y mandar al trastero a los elementos de la anterior. De esta manera, la vida de los objetos de moda queda limitada a su tiempo de vigencia. 


LO “NUEVO” Y LO “VIEJO”.

Una parte esencial de la creación del objeto por parte de los diseñadores industriales aconsejados por psicólogos de mercado y por los creativos de la publicidad se inclina hacia lo nuevo. Somos grandes consumidores de lo “nuevo”. Algunos productos han aumentado sus ventas solamente con la inscripción de la palabra “nuevo”, en una visible banda roja, sobre su envoltorio.

Lo nuevo tiene un poder de atracción considerable porque se supone que es el resultado de la acumulación de una serie de experimentaciones y de un símbolo del progreso en el que lo nuevo desplaza a lo viejo.

El concepto de lo nuevo satisface plenamente a la masa y está anclado en su psicología.
          

CRITICAS A LA SOCIEDAD DE CONSUMO

Se han realizado numerosas críticas al crecimiento, al desarrollo y, por consiguiente, a la sociedad de consumo. El eje de éstas críticas es que el desarrollo desmesurado va en contra de la calidad de vida. Es decir, que los productos entregados al hombre para consumir son cada vez más insatisfactorios y deterioran el concepto de una vida estable, de un disfrute de las condiciones reales de la existencia.

Estas críticas se relacionan con las de los ecólogos, para quienes la multiplicación industrial y otros factores falsean las relaciones del hombre con la Naturaleza (perjudicando a ésta e incluso al propio hombre).

Otras críticas provienen de las víctimas del crecimiento en Occidente: los países considerados como subdesarrollados, o de renta muy baja por persona.

El consumo de las sociedades occidentales se hace a costa de las materias primas insuficientemente pagadas y de la mano de obra barata de los países subdesarrollados. A éstos, las formas de la sociedad de consumo les llegan por la vía de los medios de comunicación y se adhieren a ellas por autocolonización (se denomina así al proceso imitativo seguido por culturas o formas de vida con respecto a otras tenidas por superiores, pero que falsean la realidad objetiva de los pueblos en los que se da ese proceso.)

Hasta ahora, los datos existentes demuestran que el crecimiento occidental se hace perjudicando a los países subdesarrollados, y que aumenta continuamente la distancia entre naciones ricas y naciones pobres.
 

SOCIEDAD DE CONSUMO Y MOVIMIENTO CONSUMERISTA

Consumir es una acción inherente al ser humano desde sus mismos orígenes. Es un acto individual, pero también un fenómeno social.

A principios del siglo XX, el objetivo de los productores no es único y exclusivamente el de producir, sino también el de concienciar a los compradores sobre la necesidad de adquirir productos.
El movimiento consumerista nació con la misma sociedad de consumo.


LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y LOS CONSUMIDORES

En la sociedad de consumo los productores impulsan nuevas técnicas de venta para fomentarla compra por impulso y decantar las decisiones de los consumidores hacia la adquisición de determinados productos previamente delimitados. En estas circunstancias, la decisión de compra deja de ser una atribución de los consumidores para pasar a manos de los productores, los cuales, a través de campañas de marketing y publicidad, y empleando el extraordinario potencial divulgativo de los medios de comunicación de masas, señalan lo que los consumidores tienen que comprar, generándoles una necesidad. Sólo una minoría es consciente de la pérdida de soberanía decisoria para decidir lo que quiere comprar y sus características.

Los partidarios de la sociedad de consumo mantienen que todo individuo dispone de total autonomía para desarrollar su conducta de compra de bienes y servicios.

En definitiva, en la economía de mercado la última autoridad es del propio consumidor .

Sin embargo, en la sociedad de consumo, aquellos que no tienen la posibilidad de adquirir los bienes que se ofertan, viven su carencia como una auténtica exclusión social, ya que la sociedad de consumo propicia la identificación  de la posición social sobre la base de la tendencia de determinados bienes.


ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

Si el crecimiento económico y el consumo en masa ha comportado una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de los países industrializados  y un incremento del tiempo dedicado a las actividades de ocio, también este proceso ha conducido a un deterioro económico paralelo de muchos otro países, y el empeoramiento del equilibrio monetario hasta límites muy peligrosos.

La evolución de la sociedad de industrial ha provocado una creciente división entre los Estados: mientras que una minoría, ubicada principalmente en el hemisferio norte, dispone de los más sofisticados avances científicos y tecnológicos, así como del capital económico, la inmensa mayoría de los países del sur, a pesar de tener un gran caudal de materias primas, se ven afectados por la pobreza y el subdesarrollo como consecuencia de las reglas del mercado internacional impuestas por las naciones industrializadas.

El desarrollo de la sociedad industrial moderna también ha supuesto una profunda alteración de las relaciones entre la humanidad y la naturaleza. Un gran número de elementos naturales han adquirido el rango de recursos explotables para obtener una gran diversidad de productos. La alerta acerca de la no inagotabilidad de los recursos y del gravísimo deterioro que significa su explotación para el medio ambiente ha obligado a replantear su utilización en la sociedad actual. Por otro lado, la corta duración de la mayoría de los productos y las imposiciones que dicta la moda han provocado una acumulación masiva de residuos.

Asimismo, la constante generación de nuevas necesidades, la oferta de nuevos productos y las técnicas de marketing están ocasionando progresivamente un cambio de valores personales y colectivos.


MOVIMIENTO CONSUMERISTA

El cooperativismo fue el primer proceso asociativo de los consumidores para defender sus intereses. Sus principales impulsores fueron los trabajadores de los sectores industriales.

Hoy en día las cooperativas de consumidores continúan siendo una forma organizativa de gran importancia para la defensa de los consumidores. El mejor instrumento para garantizar una protección más eficaz de los derechos del consumidor lo constituye las asociaciones de consumidores.

Estas asociaciones se centran en difundir la información a través de revistas o de medios de comunicación.

Otro de los campos de acción de las asociaciones  de consumidores es la presión ejercida sobre los poderes públicos para que adopten las medidas necesarias en cada momento y ante cada situación. Esta actuación se efectúa a través de la representación es organismos que intervienen en la organización de las normativas y en la toma de decisiones.
Muchas asociaciones de consumidores disponen de gabinetes de asistencia jurídica  que ayudan a los consumidores individuales en sus reclamaciones.

Otra de las funciones consiste en la organización de charlas, cursos... de divulgación y educación de los consumidores.

TIPOS DE ASOCIACIONES DE CONSUMIDORES

Las primeras asociaciones de consumidores aparecen en Europa a finales del siglo XIX.

En 1935 se crean diversas asociaciones en E.E.U.U. para defender al consumidor individual de la práctica desleal de muchos comerciantes.

En la actualidad hay asociaciones de consumidores en todos los países del mundo en los que existe una fuerte producción  de bienes  y servicios, y donde los consumidores disponen de un cierto poder adquisitivo. En los países del Tercer Mundo, el movimiento consumerista, todavía está en una incipiente fase de desarrollo.

Existen diferentes tipologías de asociaciones de consumidores y es muy frecuente que en un mismo país coexistan distintos tipos de organizaciones:

•Las asociaciones de tipo anglosajón, que autofinancian con la venta de sus publicaciones, centran su actividad en la realización de análisis comparativos de productos.

•Las asociaciones de tipo federativo agrupan a organizaciones de carácter sindical, familiares y cooperativas de consumo.

•Institutos o laboratorios de investigación trabajan para suministrar información a las asociaciones o los consumidores.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario