¿Quién no ha oído hablar de la mítica ciudad de Shambhala, oasis de luz, cumbre espiritual del buscador iniciático, final del trayecto hacia la cúpula jerárquica del planeta, refugio de hombres brillantes, superdotados y mágicos? ¡En fin!, como la película decía: "Todos tenemos dentro un Shambhala" que recoge la parte más sensible y elevada de lo que llevamos dentro de nuestra pobre naturaleza.
Somos pequeños Robinsones despechados de la vivencia en el asfalto y salpicados por la decepción humana. Todos, en definitiva, queremos caminar hacia el paraíso que los antiguos situaron en esta mítica ciudad escondida al profano y al malvado.
Según la tradición más acertada, en el antiguo Mar de Gobi decimos antiguo porque ahora es un tremendo desierto sobresalía una isla paradisíaca habitada por seres venidos de la estrella matutina Venus y de otros lugares del cosmos que instauraron la primera y más esplendorosa universidad del conocimiento espiritual. Fue el faro de luz que iluminó la cultura de los antiguos pobladores del ancestral continente.
Hubo otro momento que las circunstancias climáticas, así como determinados cataclismos hicieron que la faz de la Tierra mutara, y esos seres angelicales venidos del espacio se retiraron de su ubicación. Otros supervivientes optaron por encerrarse en un lugar a salvo de cualquier agresión, y escogieron bajar al interior de la Tierra a un lugar inaccesible al hombre de a pie, situado en el centro de los Himalayas, inexpugnables montañas ciclópeas que representaban una salvaguarda contra cualquier intruso.
Allí se siguió con la marcha evolutiva del humano espiritualmente más despierto y se creó lo que se ha venido en llamar "El Gobierno Oculto del Mundo", con una determinada jerarquía a cuya cabeza estaría "El Señor del Mundo" que junto a los grandes "Mahatmas" gobierna en forma perfecta e invisible la superficie donde nos movemos.
Se dice que no hay nada que se cause en el exterior o en la superficie terrestre que previamente no esté controlado por dicha jerarquía que ha previsto en una programación perfecta, las edades, las razas, los ciclos de influencia y el final kármico de nuestro planeta. A dicho lugar acudieron personajes célebres como Apolonio de Tiana, contemporáneo de Jesús, y que en sus escritos nos narra las milagrosas maravillas que allí le tocó vivir y que él realizó a su regreso sorprendiendo a propios y extraños.
Se sitúa en sus entrañas a otro personaje que periódicamente sale para ayudar al género humano: el Conde de Saint Germain, el inmortal, el que siempre retorna para activar la evolución de las naciones y enseñar al Iniciado de cada religión o alternativa espiritual.
Otros aún más distantes y carismáticos, "Los Reyes Magos", que visitaron al Mesías recién nacido partiendo como delegación de este reino subterráneo; por otros llamado del "Preste Juan".
Reciente es la alternativa Teosófica que inspirada por el Maestro Kut humi y sus compañeros, sintonizó con la vidente e Iniciada, Madame Blavatsky, dando origen a toda una Escuela con una doctrina que aún hoy está motivando la filosofía de muchos.
No vamos a escribir sobre dicha ciudad o leyenda hay mucha literatura que podéis adquirir en cualquier librería por otra parte, no todo lo publicado es verdadero sino que a semejanza de lo que ahora ocurre con la información extraterrestre, fueron novelistas, visionarios y desalmados a especular con la propia idea de Shambhala haciendo que los ríos de tinta la hicieran confusa para el ignorante, abstracta para el racionalista e irrealizable para el ensoñador.
Tampoco podemos decir "esto es lo verdadero y esto es lo falso"... a nuestro entender sólo un porcentaje muy bajo de lo escrito es verdad. Mayores todavía son las dudas respecto del cuadro de la jerarquía que gobierna la ciudad y el mundo pues se aparta de la lógica esotérica contrastada por la evidencia de otros informes venidos de otros Maestros espirituales.
Al igual que se exalta el mundo del contactismo con los seres del espacio, así mismo ha habido un tiempo pasado que al no existir la investigación extraterrena se comenzó en l947 aproximadamente todos los contactados del tiempo anterior consiguen ser visitados por dicha jerarquía y proliferan los fraudes y las invenciones más grotescas. Ahora, con la moderna ufología los contactos parecen recaer en la jerarquía del espacio y parece haberse olvidado un poco la subterránea.
No obstante arrojaremos un poco de luz sobre el tema.
Uno de los personajes más asépticos en su narrativa contemporánea que nos habla de la citada ciudad, es Nicolás Roerich, pintor, escritor y esoterista, que nos la cita en varias de sus obras, especialmente en la titulada "El Corazón de Asia", texto obligado para el que desee comenzar en la investigación de Shambhala.
Para aclarar el tema un poco más, diremos que:
"Shambhala es un punto de conexión e interacción entre la Jerarquía terrestre y la del espacio" por tanto podemos fácilmente presumir que al igual que en la ciudad de "El Dorado" del continente sudamericano, en este lugar de Asia hay una base extraterrestre donde se interconexionan ambas jerarquías en una perfecta coordinación.
Para reafirmar esta idea simplemente transcribimos parte de la narrativa de la obra de Roerich, que sin saber lo que es un platillo volante, y ajeno a toda nuestra cultura en este sentido, nos traslada el testimonio de excepción de un avistamiento directo:
"De nuevo rocas peladas, el desierto...
Nos miramos unos a otros azorados, porque todos sentimos simultáneamente un fuerte perfume, como de los mejores inciensos de la India. ¿De dónde viene, rodeados como estamos de peñas desnudas? Los lamas susurran:
¿No sienten la fragancia de Shambhala?
Mañana de sol, sin nubes: el cielo azul resplandece. Por encima de nuestro campamento vuela un enorme buitre negro. Nuestros mongoles y nosotros lo observamos. De pronto uno de los lamas buriatos apunta al cielo azul:
¿Qué es eso? ¿Un globo? ¿Un aeroplano?
Advertimos algo brillante, que vuela muy arriba, de noreste a sur. Sacamos de la carpa tres poderosos anteojos de campaña y los dirigimos hacia el gigantesco cuerpo esferoide y brillante, que se destaca contra el sol, claramente visible sobre el cielo azul y que avanza velozmente. Vemos enseguida que cambia de dirección al sur sudeste y desaparece tras los picos nevados de la cadena de Humboldt. Todos los acampantes seguimos la aparición inusitada y los lamas susurran:
“El signo de Shambhala..."
Esta ciudad es como antes hemos dicho una filosofía de autorrealización para encontrar la quimera del espíritu consciente, es la meta final del guerrero que trata de fundirse con la Deidad por medio de la renuncia de los goces del mundo. ¡En fin!, todo un sueño y el punto final donde se concilian nuestros anhelos espirituales.
Si pensáis en este lugar veréis el Paraíso en la Tierra, Paraíso que en su día abrirá sus puertas, y desde las entrañas del planeta saldrán los Maestros para gobernar el mundo a la luz del Sol que nos alumbra, pero junto a ellos la Jerarquía del Espacio tenderá sus manos para darnos acceso a la Confederación de Mundos pues el hombre debe, de una vez por todas, integrarse en el edificio divino.
Somos pequeños Robinsones despechados de la vivencia en el asfalto y salpicados por la decepción humana. Todos, en definitiva, queremos caminar hacia el paraíso que los antiguos situaron en esta mítica ciudad escondida al profano y al malvado.
Según la tradición más acertada, en el antiguo Mar de Gobi decimos antiguo porque ahora es un tremendo desierto sobresalía una isla paradisíaca habitada por seres venidos de la estrella matutina Venus y de otros lugares del cosmos que instauraron la primera y más esplendorosa universidad del conocimiento espiritual. Fue el faro de luz que iluminó la cultura de los antiguos pobladores del ancestral continente.
Hubo otro momento que las circunstancias climáticas, así como determinados cataclismos hicieron que la faz de la Tierra mutara, y esos seres angelicales venidos del espacio se retiraron de su ubicación. Otros supervivientes optaron por encerrarse en un lugar a salvo de cualquier agresión, y escogieron bajar al interior de la Tierra a un lugar inaccesible al hombre de a pie, situado en el centro de los Himalayas, inexpugnables montañas ciclópeas que representaban una salvaguarda contra cualquier intruso.
Allí se siguió con la marcha evolutiva del humano espiritualmente más despierto y se creó lo que se ha venido en llamar "El Gobierno Oculto del Mundo", con una determinada jerarquía a cuya cabeza estaría "El Señor del Mundo" que junto a los grandes "Mahatmas" gobierna en forma perfecta e invisible la superficie donde nos movemos.
Se dice que no hay nada que se cause en el exterior o en la superficie terrestre que previamente no esté controlado por dicha jerarquía que ha previsto en una programación perfecta, las edades, las razas, los ciclos de influencia y el final kármico de nuestro planeta. A dicho lugar acudieron personajes célebres como Apolonio de Tiana, contemporáneo de Jesús, y que en sus escritos nos narra las milagrosas maravillas que allí le tocó vivir y que él realizó a su regreso sorprendiendo a propios y extraños.
Se sitúa en sus entrañas a otro personaje que periódicamente sale para ayudar al género humano: el Conde de Saint Germain, el inmortal, el que siempre retorna para activar la evolución de las naciones y enseñar al Iniciado de cada religión o alternativa espiritual.
Otros aún más distantes y carismáticos, "Los Reyes Magos", que visitaron al Mesías recién nacido partiendo como delegación de este reino subterráneo; por otros llamado del "Preste Juan".
Reciente es la alternativa Teosófica que inspirada por el Maestro Kut humi y sus compañeros, sintonizó con la vidente e Iniciada, Madame Blavatsky, dando origen a toda una Escuela con una doctrina que aún hoy está motivando la filosofía de muchos.
No vamos a escribir sobre dicha ciudad o leyenda hay mucha literatura que podéis adquirir en cualquier librería por otra parte, no todo lo publicado es verdadero sino que a semejanza de lo que ahora ocurre con la información extraterrestre, fueron novelistas, visionarios y desalmados a especular con la propia idea de Shambhala haciendo que los ríos de tinta la hicieran confusa para el ignorante, abstracta para el racionalista e irrealizable para el ensoñador.
Tampoco podemos decir "esto es lo verdadero y esto es lo falso"... a nuestro entender sólo un porcentaje muy bajo de lo escrito es verdad. Mayores todavía son las dudas respecto del cuadro de la jerarquía que gobierna la ciudad y el mundo pues se aparta de la lógica esotérica contrastada por la evidencia de otros informes venidos de otros Maestros espirituales.
Al igual que se exalta el mundo del contactismo con los seres del espacio, así mismo ha habido un tiempo pasado que al no existir la investigación extraterrena se comenzó en l947 aproximadamente todos los contactados del tiempo anterior consiguen ser visitados por dicha jerarquía y proliferan los fraudes y las invenciones más grotescas. Ahora, con la moderna ufología los contactos parecen recaer en la jerarquía del espacio y parece haberse olvidado un poco la subterránea.
No obstante arrojaremos un poco de luz sobre el tema.
Uno de los personajes más asépticos en su narrativa contemporánea que nos habla de la citada ciudad, es Nicolás Roerich, pintor, escritor y esoterista, que nos la cita en varias de sus obras, especialmente en la titulada "El Corazón de Asia", texto obligado para el que desee comenzar en la investigación de Shambhala.
Para aclarar el tema un poco más, diremos que:
"Shambhala es un punto de conexión e interacción entre la Jerarquía terrestre y la del espacio" por tanto podemos fácilmente presumir que al igual que en la ciudad de "El Dorado" del continente sudamericano, en este lugar de Asia hay una base extraterrestre donde se interconexionan ambas jerarquías en una perfecta coordinación.
Para reafirmar esta idea simplemente transcribimos parte de la narrativa de la obra de Roerich, que sin saber lo que es un platillo volante, y ajeno a toda nuestra cultura en este sentido, nos traslada el testimonio de excepción de un avistamiento directo:
"De nuevo rocas peladas, el desierto...
Nos miramos unos a otros azorados, porque todos sentimos simultáneamente un fuerte perfume, como de los mejores inciensos de la India. ¿De dónde viene, rodeados como estamos de peñas desnudas? Los lamas susurran:
¿No sienten la fragancia de Shambhala?
Mañana de sol, sin nubes: el cielo azul resplandece. Por encima de nuestro campamento vuela un enorme buitre negro. Nuestros mongoles y nosotros lo observamos. De pronto uno de los lamas buriatos apunta al cielo azul:
¿Qué es eso? ¿Un globo? ¿Un aeroplano?
Advertimos algo brillante, que vuela muy arriba, de noreste a sur. Sacamos de la carpa tres poderosos anteojos de campaña y los dirigimos hacia el gigantesco cuerpo esferoide y brillante, que se destaca contra el sol, claramente visible sobre el cielo azul y que avanza velozmente. Vemos enseguida que cambia de dirección al sur sudeste y desaparece tras los picos nevados de la cadena de Humboldt. Todos los acampantes seguimos la aparición inusitada y los lamas susurran:
“El signo de Shambhala..."
Esta ciudad es como antes hemos dicho una filosofía de autorrealización para encontrar la quimera del espíritu consciente, es la meta final del guerrero que trata de fundirse con la Deidad por medio de la renuncia de los goces del mundo. ¡En fin!, todo un sueño y el punto final donde se concilian nuestros anhelos espirituales.
Si pensáis en este lugar veréis el Paraíso en la Tierra, Paraíso que en su día abrirá sus puertas, y desde las entrañas del planeta saldrán los Maestros para gobernar el mundo a la luz del Sol que nos alumbra, pero junto a ellos la Jerarquía del Espacio tenderá sus manos para darnos acceso a la Confederación de Mundos pues el hombre debe, de una vez por todas, integrarse en el edificio divino.
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