Londres, 24 feb (EFE).
Las células del cerebro humano funcionan como una colonia de hormigas, en la que cada individuo interactúa con el resto para tomar decisiones, según las conclusiones de un estudio de la Universidad de Bristol (Reino Unido) difundido hoy.
Las decisiones de las hormigas o de las abejas -otros insectos altamente sociales- en un momento de peligro o de esfuerzo colectivo para construir un hormiguero o una colmena son resultado de la puesta en marcha de unos mecanismos similares a los que emplea la mente de los primates a la hora de tomar una decisión.
Eso es lo que argumenta el profesor James Marshall, director de la investigación, quien explicó que este trabajo representa "el primer paso que permite establecer un marco teórico común para el estudio sobre la toma de decisiones en los sistemas biológicos".
"Este marco debería ser aplicable a diferentes sistemas biológicos en diversos niveles de complejidad biológica, incluidos los seres humanos", afirmó Marshall en el "Journal of the Royal Society Interface", revista que publica la investigación.
El trabajo permite establecer el primer paralelismo formal entre los circuitos cerebrales implicados en la toma de decisiones situados en la corteza visual primaria y la manera en la que funcionan las colonias de insectos sociales como las hormigas.
Ambos sistemas, indicó Marshall, toman decisiones que reflejan un "compromiso óptimo" entre la rapidez y la precisión, a partir de la consideración de distintas corrientes de evidencia.
El profesor de la Universidad de Bristol (suroeste de Inglaterra) indicó que pese a sus "impresionantes capacidades individuales" las neuronas son elementos sencillos en comparación con una hormiga o una abeja, que son "individuos socialmente complejos".
Aun así, ambos sistemas -el de la actividad neuronal combinada y el colectivo de los insectos- tienen el mismo resultado: adoptar y aplicar decisiones claras y eficaces, añadió Marshall.
Las decisiones de las hormigas o de las abejas -otros insectos altamente sociales- en un momento de peligro o de esfuerzo colectivo para construir un hormiguero o una colmena son resultado de la puesta en marcha de unos mecanismos similares a los que emplea la mente de los primates a la hora de tomar una decisión.
Eso es lo que argumenta el profesor James Marshall, director de la investigación, quien explicó que este trabajo representa "el primer paso que permite establecer un marco teórico común para el estudio sobre la toma de decisiones en los sistemas biológicos".
"Este marco debería ser aplicable a diferentes sistemas biológicos en diversos niveles de complejidad biológica, incluidos los seres humanos", afirmó Marshall en el "Journal of the Royal Society Interface", revista que publica la investigación.
El trabajo permite establecer el primer paralelismo formal entre los circuitos cerebrales implicados en la toma de decisiones situados en la corteza visual primaria y la manera en la que funcionan las colonias de insectos sociales como las hormigas.
Ambos sistemas, indicó Marshall, toman decisiones que reflejan un "compromiso óptimo" entre la rapidez y la precisión, a partir de la consideración de distintas corrientes de evidencia.
El profesor de la Universidad de Bristol (suroeste de Inglaterra) indicó que pese a sus "impresionantes capacidades individuales" las neuronas son elementos sencillos en comparación con una hormiga o una abeja, que son "individuos socialmente complejos".
Aun así, ambos sistemas -el de la actividad neuronal combinada y el colectivo de los insectos- tienen el mismo resultado: adoptar y aplicar decisiones claras y eficaces, añadió Marshall.
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