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domingo, 14 de marzo de 2010

La Tarea de los padres en la orientación de sus hijos.
Por: Juan Rafael Hernández Palmer


“El cemento que mantiene la unidad de una vida es la orientación o intencionalidad. Para que un adolescente y más todavía un adulto sean normales, necesita tener un objetivo definido, un camino que se dirija a lo que anhela. Este importante aspecto del sí mismo no existe en años anteriores. La principal característica de la adolescencia es la renovada búsqueda de la identidad de sí mismo. Mientras el muchacho no empiece a formar planes, no estará completado el sentido del sí mismo (self o identidad). En tales casos podemos afirmar que la personalidad es de tipo oportunista e inmadura”.

Tales palabras fueron expresadas hace mas de treinta años por el reconocido psicólogo Gordon Allport (1), y desde entonces ha quedado latente el concepto de adolescencia tardía, que prontamente está destruyendo la frontera con la etapa conocida como adulto joven.

Una especie de Peter Pan que se niega a crecer y por ello a realizar cualquier acción que lo confronte con la vida y las responsabilidades propias de un adulto. Y de entre estas negaciones a madurar, el acto más significativo se relaciona con la toma de decisiones de la carrera profesional, tal como Havighurst señalaba en su propuesta de las tareas del desarrollo: si una tarea no estaba cumplida (en este caso la inserción al ambiente profesional a través de la etapa de formación y socialización laboral anticipatoria) entonces podríamos hablar de un eterno adolescente.

Mucho más recientemente Fernando Savater (2) cita a  W.H. Auden  quien subraya “el carácter infantil del ser humano, es decir expectante y tentativo. Esta perpetua adolescencia humana dota también a la especie de una singular tenacidad, de una obstinación a veces admirable y a veces temible”

Y es que el suceso puede llegar a ser bastante conflictivo en la vida de un muchacho quien ha estado acostumbrado a una forma de vivir y, como señala John Horrocks (3) “un adolescente está próximo al final de la infancia; tarde o temprano termina por entender que un día deberá ser responsable de su propio sustento. Además descubre que la indulgencia de la sociedad hacia él  ha sido reemplazada por la premisa de que como adulto deberá pasar una gran parte de su tiempo en un trabajo remunerativo”

Ante todo ello, ¿qué pueden hacer los padres de familia junto con sus hijos para lograr que esta “perpetua adolescencia” camine por senderos más tranquilos?

Primeramente no podemos dejar de reconocer junto con Guillermo Ortiz (4)  “Hay una distancia como del cielo a la tierra entre el adolescente de doce años y el de dieciocho años”  Ciertamente cada uno tomará una perspectiva muy diferente sobre el proceso de elección de una carrera profesional, sin embargo en esencia se sigue el mismo proceso, ya que si lo que está de fondo en juego es la capacidad para tomar decisiones por parte de los muchachos será muy relevante ir generando esta capacidad que tiene la marcada característica de poder incrementarse.

Nuevamente con Guillermo Ortiz (4) podemos afirmar que “orientar al adolescente no quiere decir marcarle y hasta obligarle a seguir determinada carrera. El adolescente atraviesa por un período de desorientación por definición y no pueden dejar en manos de un tercero esta delicada tarea”.

Por su parte John Horrocks (3) es tajante al señalar: “Como determinantes de la elección ocupacional tenemos la influencia paterna y el prestigio social. Las presiones económicas, los deseos, expectativas de los amigos y familias empujan al adolescente a seleccionar ocupaciones situadas en los primeros lugares de la lista aprobada socialmente, ocupaciones que suelen conferir estatus social. Sin embargo Greenhaus informa que los individuos con autoestimación elevada tienden a considerar sus propias necesidades y atributos notables para determinar la satisfacción son su elección ocupacional, mientras que los individuos con autoestimación baja tienden a prestarle más atención a los indicios externos.”

Los psicólogos  compartimos con nuestros clientes la siguiente frase: TU DECIDES… Como una resultante entre dos vectores: factores internos y factores externos.

Los factores internos se caracterizan porque en gran medida todos están en el locus de control del adolescente, esto significa que no representan situaciones estáticas e inamovibles: Intereses, Personalidad, Habilidades, Conocimientos, Actitudes. Todos son factores susceptibles de cambio. El error más grave se centra en etiquetar al  muchacho con alguna de las características previas.

Entre los factores externos tenemos por un lado la información académica vs. información profesional y por otro las condiciones económicas vs. las condiciones sociales y familiares.

Pero tales factores externos podrán equilibrarse o neutralizarse con factores internos, de esta forma tendrán que irse estableciendo criterios de regulación y aceptación de la realidad circundante, pero también, como decía Savater, tener la audacia para transformar esa realidad en aquello que deseamos fervientemente.

Implica, por supuesto, tener metas claras que puedan ser realistas y auto ajustables.

Al igual que los padres de familia, deseamos que los jóvenes sean capaces de distinguir que TOMAR UNA DECISION…

Es un proceso de duelo por lo que se deja o abandona
Implica una capacidad para cometer y aceptar errores
Consiste en un proceso de asumir riesgos
Obliga a desarrollar la confianza y el auto conocimiento
Demanda superar temores
Coincidimos con, José Ignacio Alonso (5) en que hay que evitar en la toma de decisiones:

Rapidez: tomar decisiones apresuradas
Egoísmo: no considerar las  consecuencias de nuestras acciones
Aplazamiento: evadir
Traslación: transferir a otra persona la facultad de decidir
Inmediatez: considerar solo el corto plazo
Reduccionismo: un ejemplo es elegir una profesión solo por un factor despreciando otros criterios
Ceguera: no tener suficiente información
Y es que al igual que en todo proceso significativo en la vida del ser humano, se presentan distorsiones cognitivas (5):

Percibir las cosas como todo o nada
Convertir un dato o suceso en una ley general
Fijarse en algunos detalles de la realidad y no en el contexto
Realizar deducciones o conclusiones incorrectas
Creer que las cosas son como uno siente
Basarse en “deberías” irracionales e inflexibles
Sentirse culpable de los actos de padres, hermanos o amigos
Magnificar los problemas o minimizar las propias cualidades
Evadir la responsabilidad y el control de nuestras vidas
Padres de familia y sus hijos podrían seguir  los siguientes pasos para tomar decisiones sensatas (5):

Acepta el reto
Busca alternativas
Formula un compromiso
Mantén tu decisión
Sydney Jourard (6) señalaba que la elección vocacional está siempre marcada por temor, sensación actual de la identidad, expectativas de otras personas.

Por ello apoyamos a los jóvenes en las siguientes áreas:

A) Orientación Vocacional: para conocerse más a si mismo en sus competencias (habilidades, conocimientos y actitudes)
B) Orientación Profesional: para conocer las exigencias del mercado laboral y las ofertas educativas
C) Orientación Psicológica: para equilibrar y desarrollar situaciones emocionales, personales y familiares
D) Orientación Escolar: para mejorar capacidades de atención, retención y estudio

Conocedores de que en cualquier proceso de toma de decisiones se enfrentan algunos momentos de angustia y ansiedad que implica dejar todas las demás carreras y universidades para elegir sólo una, y para continuar su acompañamiento y reflexionar sobre el proceso vocacional estamos para apoyarlos.

Finalmente podemos afirmar junto con Erich Fromm (7): “Debemos adquirir conocimiento para elegir el bien, pero ningún conocimiento nos ayudará si hemos perdido la capacidad de conmovernos con la desgracia de otro ser humano, con la mirada amistosa de otra persona, con el canto de un pájaro, con el verdor del césped. Si el hombre se hace indiferente a la vida, no hay ya ninguna esperanza de que pueda elegir el bien. Entonces ciertamente su corazón se habrá <> que su <> habrá terminado.”

BIBLIOGRAFIA CITADA:

(1) Allport, Gordon. La personalidad. España. Herder. 1970
(2) Savater, Fernando. El valor de elegir, Editorial Ariel. España 2003
(3) Horrocks, John E. Psicología de la Adolescencia. México Trillas, 1984 (reimp 1993)
(4) Ortiz González, Guillermo. Cómo orientar al adolescente. México sin fecha. Librería Parroquial de Clavería
(5) Alonso, José Ignacio y Cols. Psicología. España. McGraw -Hill,    2002
(6) Jourard, Sydney. La personalidad saludable. Editorial Trillas. México 1987 Obstáculos
(7) Fromm, Erich. El corazón del hombre. Fondo de cultura económica, México,1964 (reimp 1972)

OTRAS OBRAS CONSULTADAS:

Frankl, Viktor. La presencia ignorada de Dios. Editorial Herder. España sexta edición 1986
Nicol, Eduardo. Psicología de las situaciones vitales. Fondo de cultura económica, México,1963 (reimp 1975)
Patterson, C.H.. Orientación autodirectiva y psicoterapia. Editorial Trillas, México,1970 (reimp 1977)

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