Quieren que Barack Obama haga públicos expedientes X.
Washington tiene la mayor proporción de ovnis vistos por metro cuadrado del mundo.
En las catacumbas del poder hay toneladas de papeles sobre los contactos del Gobierno estadounidense con extraterrestres.
Envían una carta al Presidente y recogen 40.000 firmas para exigir que desclasifique información del Ejército sobre ovnis.
Joan Cañete Bayle. Washington, 17 ene (El Periódico).- Fox Mulder, el protagonista de Expediente X, tenía en su despacho en los sótanos de los cuarteles del FBI un póster con el lema Quiero creer. Ahora llega a Washington un nuevo presidente cuyo lema fue "Cambio en el que podemos creer". Y entre los que más quieren creer están las legiones de personas que están convencidas de que en las catacumbas del poder hay toneladas de papeles y otras pruebas sobre los contactos del Gobierno estadounidense con alienígenas. Vamos, que quieren que Barack Obama haga públicos los expedientes X.
En Washington no eres nadie si no tienes un grupo de presión política. Quienes creen en extraterrestres no podían ser menos: tienen el Comité de Acción Política sobre el Fenómeno Extraterrestre. Ya han enviado una carta al presidente electo y han empezado una campaña de recogida de firmas (esperan 40.000) para exigirle que desclasifique la información del Ejército sobre ovnis.
Cuentan para ello con aliados como John Podesta, el jefe del equipo de transición, que en sus años en la Administración de Clinton defendió la desclasificación, y contaban con Bill Richardson, frustrado secretario de Comercio y gobernador de Nuevo México, donde se encuentra Roswell, la meca de los que creen que el Estado oculta su información sobre los hombrecitos verdes. Richardson llegó a decir en un debate que cree que las autoridades ocultaron un encuentro con extraterrestres en los famosos hechos acaecidos en esa localidad en los años 40.
Como es imaginable, internet hierve con espculaciones sobre el material que Obama puede hacer público si la crisis económica, las dos guerras y las otras minucias que tiene en estos momentos encima de la mesa se lo permiten. Si necesita hablar con expertos, Robert M. Stanley --autor del libro Encuentros en la tercera fase en el Capitolio-- ya se ha ofrecido en su web.
Según Stanley, que ha dedicado 30 años de su vida (que ya son años) a buscar la verdad que está ahí fuera, Obama no necesita ir muy lejos para creer en ovnis: sólo tiene que asomarse al balcón de la Casa Blanca en una de esas claras noches de invierno de Washington. Sostiene Stanley que la capital de EEUU tiene la mayor proporción de avistamientos de ovnis por metro cuadrado del mundo (tal vez porque los alienígenas saben muy bien quién manda en la Tierra).
Según sus datos, el primer ovni se vio en la ciudad en 1850; la primera foto se tomó en 1942; desde 1948 hay 240 casos registrados de avistamientos; y solo en el 2002 se fotografiaron 12 ovnis encima del Capitolio o la Casa Blanca. Las visitas se repitieron durante el 2008, tal vez a causa del interés por la elección de Obama, lo que habría convertido este proceso electoral no solo en las primeras elecciones globales, sino intergalácticas.
"Su campaña se basó en una simple pero profunda promesa: cambio. Hay una parte de la actual burocracia en Washington que necesita desesperadamente un cambio: el secretismo sobre los ovnis", escribe Stanley en su carta abierta a Obama. Realmente va a ser difícil que Obama satisfaga todas la expectativas que hay depositadas en él...
Washington tiene la mayor proporción de ovnis vistos por metro cuadrado del mundo.
En las catacumbas del poder hay toneladas de papeles sobre los contactos del Gobierno estadounidense con extraterrestres.
Envían una carta al Presidente y recogen 40.000 firmas para exigir que desclasifique información del Ejército sobre ovnis.
Joan Cañete Bayle. Washington, 17 ene (El Periódico).- Fox Mulder, el protagonista de Expediente X, tenía en su despacho en los sótanos de los cuarteles del FBI un póster con el lema Quiero creer. Ahora llega a Washington un nuevo presidente cuyo lema fue "Cambio en el que podemos creer". Y entre los que más quieren creer están las legiones de personas que están convencidas de que en las catacumbas del poder hay toneladas de papeles y otras pruebas sobre los contactos del Gobierno estadounidense con alienígenas. Vamos, que quieren que Barack Obama haga públicos los expedientes X.
En Washington no eres nadie si no tienes un grupo de presión política. Quienes creen en extraterrestres no podían ser menos: tienen el Comité de Acción Política sobre el Fenómeno Extraterrestre. Ya han enviado una carta al presidente electo y han empezado una campaña de recogida de firmas (esperan 40.000) para exigirle que desclasifique la información del Ejército sobre ovnis.
Cuentan para ello con aliados como John Podesta, el jefe del equipo de transición, que en sus años en la Administración de Clinton defendió la desclasificación, y contaban con Bill Richardson, frustrado secretario de Comercio y gobernador de Nuevo México, donde se encuentra Roswell, la meca de los que creen que el Estado oculta su información sobre los hombrecitos verdes. Richardson llegó a decir en un debate que cree que las autoridades ocultaron un encuentro con extraterrestres en los famosos hechos acaecidos en esa localidad en los años 40.
Como es imaginable, internet hierve con espculaciones sobre el material que Obama puede hacer público si la crisis económica, las dos guerras y las otras minucias que tiene en estos momentos encima de la mesa se lo permiten. Si necesita hablar con expertos, Robert M. Stanley --autor del libro Encuentros en la tercera fase en el Capitolio-- ya se ha ofrecido en su web.
Según Stanley, que ha dedicado 30 años de su vida (que ya son años) a buscar la verdad que está ahí fuera, Obama no necesita ir muy lejos para creer en ovnis: sólo tiene que asomarse al balcón de la Casa Blanca en una de esas claras noches de invierno de Washington. Sostiene Stanley que la capital de EEUU tiene la mayor proporción de avistamientos de ovnis por metro cuadrado del mundo (tal vez porque los alienígenas saben muy bien quién manda en la Tierra).
Según sus datos, el primer ovni se vio en la ciudad en 1850; la primera foto se tomó en 1942; desde 1948 hay 240 casos registrados de avistamientos; y solo en el 2002 se fotografiaron 12 ovnis encima del Capitolio o la Casa Blanca. Las visitas se repitieron durante el 2008, tal vez a causa del interés por la elección de Obama, lo que habría convertido este proceso electoral no solo en las primeras elecciones globales, sino intergalácticas.
"Su campaña se basó en una simple pero profunda promesa: cambio. Hay una parte de la actual burocracia en Washington que necesita desesperadamente un cambio: el secretismo sobre los ovnis", escribe Stanley en su carta abierta a Obama. Realmente va a ser difícil que Obama satisfaga todas la expectativas que hay depositadas en él...
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