La fábrica de líderes mundiales.
La universidad de Oxford crea una escuela para futuros gobernantes.
Por Emili J. Blasco -Londres.
¿Cómo se gestiona desde el Gobierno una crisis como la de las vacas locas o una pandemia de la gripe?
¿Cómo se aborda la redacción de los presupuestos generales del Estado, sobre todo en tiempos de crisis?
Quien desee llegar a jefe de Gobierno ya tiene un máster para ello. En un mundo que requiere gobernantes con conocimientos cada vez más globales y al mismo tiempo muy especializados, la vía de llegar al poder desde la mera burocracia de partido será una excepción. La Universidad de Oxford pretende que la norma sea el haberse graduado en la Escuela de Gobierno que acaba de poner en marcha y que nace con la ambición de formar la élite gubernamental de medio mundo.
De las aulas de la Universidad de Oxford han salido 26 primeros ministros británicos y más de treinta dirigentes extranjeros. Esta institución, con novecientos años de historia, se propone ahora no sólo continuar con esa tradición sino incluso acentuarla con la creación de una escuela destinada específicamente a formar futuros jefes de Gobierno. La Blavatnik School of Government, bautizada con el nombre del empresario estadounidense de origen ruso que ha aportado gran parte de la financiación, fue presentada ayer en el campus de la ciudad inglesa como la primera gran escuela de este tipo en Europa.
Los cursos comenzarán en 2012 con la previsión de 120 estudiantes y un cuerpo docente de cuarenta profesores. La nueva escuela cuenta con el respaldo de líderes internacionales como Bill Clinton, Nelson Mandela y Kofi Annan.
Para Chris Patten, canciller de la Universidad de Oxford, esta Universidad «se convertirá en el centro mundial líder en la formación de futuros dirigentes de Gobierno y en la generación de políticas públicas, y esto hecho de un modo que tenga en cuenta las diferentes tradiciones, instituciones y culturas de los líderes a los que servirá». Será una escuela que formará «en los problemas políticos del siglo XXI», según el profesor Ngaire Woods, director académico del nuevo centro. El máster, de un año de duración, presentará a los escogidos estudiantes algunos de los complejos asuntos, de amplia interdisciplinariedad, a los que hoy se tiene que enfrentar un primer ministro.
Un caso modelo para el estudio será el de la crisis de las vacas locas o el de la gripe aviar, en los que el gobernante se ve involucrado en cuestiones que requieren un conocimiento especializado en ciencia. «¿Cómo se gestiona una crisis así? ¿Cómo se obtienen los oportunos consejos científicos, legales o políticos? Tenemos un módulo en el que intervienen conjuntamente un zoólogo, un jurista y un científico de un agencia gubernamental», explica Woods. «No intentamos formar científicos o médicos, sino que enseñaremos cómo utilizar informadamente el consejo científico». Woods precisó que la Blavatnik no tendrá una exclusiva mentalidad anglosajona, sino que procurará disponer de una visión más global, entre otras cosas por la internacionalidad de sus participantes.
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