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viernes, 5 de noviembre de 2010

La maquina de Dios en acción

La "Máquina de Dios" logró recrear el instante siguiente al Big Bang.

Es la primera vez que se consigue llevar a cabo un experimento de estas características, un récord mundial en la Historia de la Ciencia que ayudará a entender cómo funciona nuestra galaxia.

La ciencia está cada vez más cerca de reproducir el origen del universo. En la llamada "Máquina de Dios" científicos de diversas nacionalidades –incluidos varios argentinos- lograron reproducir el instante posterior al Big Bang, la explosión que dio origen al cosmos.

El acelerador de partículas más grande del mundo (LHC por sus siglas en francés) estableció un nuevo record para las colisiones de alta energía al hacer chocar dos haces de protones al triple de fuerza que la marca anterior.

Este gran colisionador de hadrones hizo chocar los haces como parte de su ambicioso programa para descubrir nuevos detalles acerca de partículas teóricas y microfuerzas que dieron origen al universo.

Las colisiones inician una nueva Era para los investigadores que trabajan en instalaciones subterráneas bajo la frontera franco-suiza.

Los científicos en la sala de control de la Organización Europea de Investigaciones Nucleares (CERN por sus siglas en francés) estallaron en aplausos al registrarse las primeras colisiones. Sus colegas de todo el mundo se conectaron por medio de Internet.

"Hemos visto trazas perfectas de las colisiones, el detector funciona perfectamente", explicó la física italiana Fabiola Gianotti, líder de Atlas, nombre con que se conoce a uno de los cuatro equipos que participaron del experimento. "Empieza una nueva Era de la física de partículas. Este es un momento de emoción y quiero felicitar a los responsables del LHC por el excelente trabajo realizado con esta máquina única", agregó.

Las colisiones de dos haces de protones de 3,5 TeV (teraelectronvoltios) cada uno comenzó muy pronto esta mañana, pero el primer intento de lograr el hito falló debido a un problema detectado entre el LHC y el acelerador previo que disparó el sistema de protección de la máquina. La operación se reanudó al mediodía europeo, con la subida paulatina de la energía de los haces hasta los 3,5 TeV previstos. A la una, apenas se había logrado alinear perfectamente los finísimos haces de partículas que circulan a casi la velocidad de la luz. Todos los que rodeaban a Atlas estallaron en aplausos al detectar las primeras colisiones.

El director general del CERN, Rolf Heuer, felicitó a todos en el laboratorio de Ginebra por videoconferencia desde Japón, donde estuvo junto al director científico del laboratorio, Sergio Bertolucci. "Es un momento fantástico para la ciencia, creo que es el principio de un largo y emocionante recorrido de la física de partículas", dijo Heuer.

Aunque los detectores han seguido registrando colisiones -unas 30 por segundo en Atlas, explicó Gianotti- los físicos e ingenieros siguen optimizando los haces de partículas, estabilizándolos para mejorar los resultados. Pero en todo el mundo científico se dan por infinitamente satisfecho con el logro de las primeras colisiones.

Sin embargo, aún se deberán esperar meses para saber si la llamada "partícula de Dios" –la que explicaría por qué las cosas tiene masa- existe.

Tras el primer encendido del acelerador en septiembre de 2008, un accidente grave provocado por un cortocircuito y que afectó gravemente a parte de los imanes que lo forman e interrumpió el plan de puesta en marcha. Un año se tardó en reparar los desperfectos hasta que se puso de nuevo en marcha el LHC, con el primer haz de partículas circulando a 0,45 TeV. Diez días después, se aumentó ya la energía hasta 1,18 TeV. Cuando se detuvieron estos primeros ensayos se había logrado hacer colisiones a 2,36 TeV.

En este período inicial los detectores registraron más de un millón de colisiones, interesantes para calibrar los equipos pero aún sin descubrimientos científicos. Tras una parada para realizar ajustes, el LHC se encendió de nuevo el 28 de febrero, y el 19 de marzo se alcanzaron los 3,5 TeV. Los expertos del CERN dedicaron todo un mes a hacer pruebas y estabilizar los haces antes de las primeras colisiones.

El plan futuro es tomar datos ininterrumpidamente con una breve parada  en los que se espera hacer los primeros descubrimientos científicos. Después se interrumpirá el funcionamiento del LHC para hacer las mejoras técnicas necesarias para iniciar una nueva fase de trabajo a continuación con el doble de energía: haces a 7 TeV para provocar colisiones a 14 TeV.


Fuente La nación

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