Búsqueda personalizada

TRADUCTOR

martes, 4 de septiembre de 2012

Sindrome de Down habilidades de conversación.


Habilidades de conversación.

A medida que el niño comienza a hablar y a sentirse más seguro de su lenguaje hablado, hay que observar cómo comienza y participa en una conversación. Si le haces una pregunta, ¿contesta? ¿hace más preguntas? ¿participa, por ejemplo, en una conversación familiar en la mesa? Si la respuesta es no, piensa en cómo incluirle en conversaciones familiares y animarle a que haga preguntas. 

Al principio puede ser que tengas que incluirle haciéndole preguntas y dejándole tiempo para que conteste, y usar comentarios como: “¡que interesante! ¿y qué más pasó?’* o “¡cuéntame más!”. 

También puede ser que se necesite intercambiar tumos de conversación entre todos los participantes, lo que servirá al niño como modelo, tanto el hecho de tomar turnos como el uso de frases.

También puedes modelar y propiciar un lenguaje socialmente apropiado para el nivel del niño; por ejemplo, “necesito estar solo, por favor” en lugar de “vete" o empujarle. Muchos niños en edad preescolar usan comportamientos inapropiados porque no pueden decir lo que quieren o lo que les pasa.

Aprende a escuchar.

El hecho de interesarte por las actividades que realiza tu hijo y escuchar lo que dice ayuda a que se lance a hablar y a compartir sus experiencias. Sin embargo, llegar a un lenguaje fluido y estar seguro de uno mismo en situaciones sociales no es fácil para niños con síndrome de Down. Este tema se tratará más adelante en el módulo de 5-1 laños.

Habla.

Ya desde la infancia es prioritario que se lleven a cabo actividades que ayuden a la producción de un habla clara. Muchos aspectos del desarrollo del niño tendrán más adelante una gran influencia en la habilidades de habla, incluyendo respiración, habilidades para comer y beber y control motor en general.

Durante la infancia.

Es importante enseñarle buenos hábitos de alimentación, deglución, masticación. bebida y respiración desde los primeros meses de vida. La coordinación y el control del movimiento de los labios, lengua y respiración necesarios para la masticación y deglución desarrollan acciones similares que son necesarias para la producción clara de los sonidos del habla. 

Por consiguiente, es importante ir introduciendo alimentos que se tengan que masticar, aumentando la textura cada vez más hasta que pueda masticar cualquier tipo de comida.

De la misma manera, ir introduciendo poco a poco el vaso hasta sustituir el biberón, por ejemplo primero con tetina, luego con pitorro y luego el vaso. Hay bebés que tienen dificultad en alguno de estos pasos y prefieren utilizar una pajita. Asegúrate de que tu bebé mantiene la lengua dentro de la boca cuando beba y que no la reposa sobre el borde del vaso. 

Anímale a que aprenda a beber con una pajita, a hacer burbujas y a silbar, para que consiga cerrar los labios en círculo.
Algunos bebés son hipersensibles y no les gusta notar nada alrededor de la boca y necesitan ayuda para aprender a tolerar este tipo de sensaciones. 

Un logopeda puede ofrecer sugerencias. Si no se puede tener acceso a uno, masajea de una manera suave la cara del bebé con tus dedos, una toallita, o un cepillo suave durante unos minutos, varias veces al día. Anímale a que pruebe sabores y texturas diferentes.

Ínstale a que cierre la boca y respire por la nariz. 

Su desarrollo de la motricidad gruesa, incluyendo el control sobre la cabeza y tronco y tono muscular, influirá en la habilidad para controlar la respiración y los músculos de la cara, boca y lengua. 

Masajéale y anímale a que salpique y de pataditas cuando se le cambia o baña; le ayudará a tomar tono muscular y control.

Nota referente a la alimentación mediante intubación.

Si tu bebé no se ha alimentado por vía oral durante la infancia (uso de tubos nasogástricos), se puede haber afectado el desarrollo de la respiración, deglución, masticación y control de los músculos. Por esta razón, la alimentación por medio de tubos no debe continuar a no ser que sea absolutamente necesario. Si éste es el caso y estás preocupado en lo referente a la habilidad para producir sonidos o masticar, ponte en contacto con un especialista en desarrollo oro-facial temprano (de la boca y de la cara).

Fomenta la sonrisa y el balbuceo.

El hecho de sonreír y los juegos de balbuceo mantendrán la cara móvil y activa y ejercitarán la musculatura oro-facial (de la boca y de la cara). 

El aprendizaje de la discriminación auditiva de los sonidos del habla puede comenzar pronto, en juegos de balbuceo y luego en actividades específicas donde se practiquen los sonidos. Intenta trabajar los sonidos tan pronto como sea posible, animando al bebé que los copie y gesticule, especialmente en juegos de balbuceo. 

Haz que mire tus movimientos labiales: puede hacerlo en juegos de cara a cara y copiar las formas de la boca que ve. Más adelante puedes hacer lo mismo pero sentados uno al lado del otro frente al espejo o utilizando tarjetas o cartas con sonidos. Las canciones en las que se trabajen palabras y sonidos también pueden resultar divertidas.

El balbuceo es importante y sienta las bases para el posterior desarrollo del habla. El bebé practica sonidos del habla en el balbuceo y los enfoca a los sonidos del lenguaje que oye, hacia los doce meses de edad en niños con un desarrollo típico. Los sonidos que contiene el balbuceo del bebé llevan a las primeras palabras que intenta decir. Las intervenciones que trabajan los sonidos, que harán que más tarde se mejore la claridad del habla, pueden comenzar a partir de las primeras semanas de vida.

Esta es la idea principal de un sistema desarrollado por la profesora Irene Johansson en Suecia.

Los padres mismos pueden seguir el programa, aunque más tarde reciben la ayuda de un logopeda. Este programa anima a los padres a repetir diferentes ritmos de sonidos y sílabas desde una edad muy temprana, con juegos y actividades que enseñan al niño a hacer sonidos, entender y usar gestos y un lenguaje simple. Puede que algunos padres encuentren el programa entero demasiado intenso, así que pueden adaptarlo y realizar las actividades con las que se encuentran cómodos con el bebé en la rutina diaria.

El juego natural también favorece el balbuceo y repetición, en el caso de que no se quiera seguir ningún programa. La imitación parece ser un hito importante, tanto de gestos como de habla. Imita los sonidos y el balbuceo de tu bebé y favorece el uso de nuevos sonidos, cogiendo algunos sonidos iniciales del listado de sonidos del habla e introduciéndolos poco a poco es un recurso adecuado.

El bebé pasa de balbucear una serie de sonidos vocálicos y consonánticos a la repetición de sonidos como “papá" o “baba”. Es aquí cuando se sientan las bases para intentar palabras fáciles como “papá*’. Repite y expande su balbuceo y sus primeros intentos de decir palabras. Esto es gratificante para el bebé, ya que está tomando parte en una “conversación" que él ha iniciado. 

De ésta forma, también está escuchando una versión más adecuada del sonido o palabra. Una vez el niño comience a imitar, incita la práctica. 

Esto llevará a  sus primeras palabras con significado ya que responde al balbuceo como si fuera una palabra y él se da cuenta de que el ruido que está haciendo quiere decir algo específico, como “papá”.

Sonidos del habla.

Juegos de sonidos tempranos.

Al niño con síndrome de Down se le pueden introducir, entre los 12 y 24 meses de edad, actividades de aprendizaje que ayuden a desarrollar su consciencia hacia los sonidos y su habilidad para producirlos a partir de juegos diarios. Este tipo de trabajo se puede continuar tanto tiempo como sea necesario (se puede sustituir por la práctica a partir de la lectura y escritura) siempre que las actividades se mantengan apropiadas a su edad. 

Las actividades que favorecen la práctica de un sonido y su producción, con un buen modelo de imitación, son eficaces para mejorar el habla en la edad adulta.

Los dibujos y los signos ayudan al niño a recordar sonidos. Los logopedas en todos los países tienen acceso a dibujos y otros materiales y actividades diseñadas para mejorar el conocimiento fonológico y la producción del habla. Estas actividades, diseñadas para el niño con problemas de habla y lenguaje, también son apropiadas para la enseñanza del niño con síndrome de Down. 

Es muy importante para el niño con síndrome de Down comenzar el aprendizaje a partir de una práctica extra desde los primeros años de vida. “Articulación guiada" y el “Programa de Dispraxia del Centro Nuffield"  son ejemplos de este tipo de trabajo. Puede que éstos y otros tipos de programa no sean siempre adecuados para niños muy pequeños, y requieren la tutela de un profesional que sugiera cuándo y cómo ir introduciendo las actividades.

Tarjetas de sonidos.

El “Down Syndrome Educational Trust’ ha publicado tarjetas para la práctica de sonidos vocálicos y consonánticos, desarrolladas por Patricia le Prevost. una logopeda con gran experiencia y reconocida como una expena en el trabajo con niños con síndrome de Down. Las tarjetas favorecen la imitación de vocales y consonantes, facilitan la práctica con gestos y dibujos y se pueden usar a partir de los 18 meses de edad. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario