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domingo, 18 de octubre de 2009

29- ALGUNAS PALABRAS SOBRE LOS EFECTOS DE LA SAL


Refinada y sin Refinar

La sal marina natural contiene 92 minerales esenciales, mientras que las sal marina adulterada sólo contiene dos elementos, el sodio (Na) y cloro (Cl.). Cuando la dieta es deficiente de oligoelementos, las células pierden la habilidad para controlar sus iones. Esto tiene serias consecuencias para el cuerpo humano. Aún cuando se pierde el equilibrio iónico por tan sólo 1 min., las células del cuerpo comienzan a explotar. Esto puede resultar en enfermedades nerviosas, daño cerebral o espasmos musculares, así como el colapso del proceso regenerador de células.
Cuando se ingiere, la sal marina natural (agua marina reconstruida) permite que los líquidos atraviesan libremente las membranas del cuerpo, las paredes de los vasos capilares y los glomérulos (unidades de filtración) de los riñones. Cuando la concentración de cloruro de sodio aumenta en la sangre, se atrae el agua de los tejidos vecinos hacia la sangre rica en sal.
Esto, a su vez, permite que las células puedan reabsorber el líquido intracelular enriquecido. Los riñones saludables remueven los líquidos salinos con facilidad. Sin embargo, la sal refinada, representa un riesgo para el cuerpo, ya que previene este libre cruce de líquidos y minerales, causando que la acumulación de líquidos se estanque en las articulaciones, los conductos y nodos linfáticos y los riñones. Este efecto deshidratante puede resultar en la formación de cálculos biliares y otros numerosos problemas de salud.
El cuerpo necesita de la sal para digerir los carbohidratos de manera apropiada. La presencia de sal natural hace que la saliva y las secreciones gástricas puedan procesar con facilidad la fibra de los carbohidratos. En su estado soluble e ionizado, la sal facilita el proceso digestivo y limpia el tracto gastrointestinal.
Por el contrario, la sal de mesa producida comercialmente tiene el efecto contrario. Para lograr que la sangre resista la reabsorción de humedad y, por lo tanto, sea más conveniente para el consumidor, los productores de sal agregan desecantes químicos, así como diferentes blanqueadores, a la fórmula definitiva de la sal. Después de estos procesos, la sal ya no puede mezclarse o combinarse con los fluidos del cuerpo humano. Esto invariablemente socava los procesos metabólicos y químicos más básicos del cuerpo. Las consecuencias más obvias del consumo de sal son la retención de líquidos, la alta presión y problemas en los riñones. La sal refinada todavía se agrega a miles de comidas diferentes. Más del 50% de la población norteamericana sufre de retención de líquidos (la causa principal de la obesidad y el sobrepeso).
Antes de ser producida comercialmente, en comparación cuando era naturalmente cosechada, la sal era considerada como el producto más preciado sobre la tierra, incluso más preciado que el oro.
En la Era Celta (siglo V a.C.), la sal se utilizaba para tratar los trastornos físicos y mentales, las quemaduras severas y otras enfermedades. Las investigaciones han demostrado que el agua de mar repara el desequilibrio hidro-electrolítico, el cual es un desorden que causa la pérdida de las respuestas inmunológicas, alergias y otros numerosos problemas de salud (para mayores detalles vea el apartado Comer Sal Marina Sin Refinar, capítulo 5). El día de hoy, la sal ha adquirido una mala reputación que ha provocado que la gente le tema, del mismo modo que la gente le teme el colesterol. Muchos médicos advierten a sus pacientes el mantenerse alejados del sodio y las comidas ricas en sodio. Pero el mantener una vida libre de sal también significa el incrementar el riesgo en la deficiencia de minerales y oligoelementos, así como otras numerosas complicaciones.
La sal del mar Céltico es particularmente buena para su consumo porque se extrae de manera natural mediante secado al sol. Si se toma disuelta en agua o se agrega a la humedad de las comidas, tiene efectos profundos y positivos a nivel celular. También se puede usar para limpiar y desintoxicar el tracto gastrointestinal (vea también Mantener su Colon Limpio, capítulo 5). Para comprar sal marina sin refinar y sin tratar, vea la "Lista de Proveedores" al final de este libro).


Deshidratación

Hoy día mucha gente sufre de deshidratación sin saberlo. La deshidratación es una condición en la cual las células del cuerpo no reciben la suficiente agua para sus procesos metabólicos básicos. Las células se pueden secar por numerosas razones:

• La falta de consumo de agua (cualquier cantidad menor a 1 litro de agua pura diaria)
• el consumo regular de bebidas que tienen efectos diuréticos, por ejemplo, café, té, refrescos de cola y de sabor, alcohol, incluyendo cerveza y vino.
• El consumo regular de comidas o sustancias estimulantes como la carne, especias, chocolate, azúcar, tabaco, narcóticos, etc.
• Estrés
• La mayoría de las drogas farmacológicas
• El ejercicio excesivo
• El comer en exceso y el sobrepeso.
• Ver televisión durante muchas horas en el día.

Cualquiera de estos factores tiene un efecto engrosador en la sangre y, por lo tanto, obliga a las células a ceder agua. El agua celular se utiliza para restaurar la delgadez de la sangre. Sin embargo, para evitar la autodestrucción, las células comienzan a retener agua. Esto lo hacen incrementando el grosor de sus membranas. El colesterol, que es una sustancia parecida a la arcilla, ayuda las células rodeándolas y previniendo la pérdida de agua celular. Aún cuando esta medida de emergencia puede lograr que las células conserven agua y que las células se salve en el tiempo inmediato, también reduce la habilidad celular para absorber nueva agua, así como nutrientes que necesita. Parte del agua y los nutrientes no absorbidos se acumulan en los tejidos conectivos que rodean las células, causando la hinchazón del cuerpo y la retención de agua en las piernas, los riñones, la cara, los ojos, los brazos y otras partes. Esto resulta en sobrepeso. Al mismo tiempo, el plasma sanguíneo y los fluidos linfáticos se congestionan y engruesan. La deshidratación también afecta la fluidez natural de la bilis, promoviendo la formación de cálculos biliares.
El té, el café, los refrescos de cola y el chocolate comparten la misma toxina nerviosa (estimulante), la cafeína. La cafeína, la cual penetra rápidamente el torrente sanguíneo, dispara una poderosa respuesta inmunológica que ayuda en el contraataque y eliminación de este irritante.
Este irritante tóxico estimula las glándulas adrenales, y hasta cierto punto, muchas de las células del cuerpo, para que liberen las hormonas de estrés adrenalina y cortisol en el torrente sanguíneo. El resultante incremento en la energía es también conocido comúnmente como una "respuesta pelear o escapar”. Sin embargo, si el consumo de estimulantes continúa regularmente, esta respuesta natural de defensa del cuerpo se vuelve poco efectiva y sobre utilizada. La prácticamente constante secreción de hormonas del estrés, las cuales son compuestos altamente tóxicos en sí mismos, eventualmente altera la química de la sangre y causan daños al sistema inmunológico y nervioso. Se debilitan las futuras respuestas de las defensas y el cuerpo tiende a desarrollar más infecciones y otras enfermedades.
El incremento en energía experimentado después de tomar una taza de café no es un resultado directo de la cafeína, sino del intento del sistema inmunológico de eliminarla (la cafeína). Un sistema inmunológico sobrexcitado e inhibido falla en el suministro de la "energizante" adrenalina y cortisol necesaria para liberar cuerpo de la ácida toxina nerviosa conocida como cafeína. En esta etapa, la gente dice que está "acostumbrada" a un estimulante, como el café. Así que tienden a incrementar su ingesta para sentir los "beneficios". La tan escuchada frase de "me muero por una taza de café" refleja el peligro de esta situación.
Dado que las células del cuerpo tienen que sacrificar continuamente parte de su agua para remover la toxina nerviosa cafeína, el consumo regular de café, té y refrescos de cola provoca que se deshidraten. Por cada taza de té o café que usted bebe, el cuerpo tiene que utilizar de 2-3 tasas de agua solamente para remover los estimulantes, un lujo que no se puede dar. Esto también se aplica a los refrescos, las drogas y otros estimulantes, incluyendo el ver la televisión por muchas horas (vea más sobre este tema en la sección de estilo de vida). Como regla general, todos los estimulantes tienen un fuerte efecto deshidratador en la bilis, la sangre y los jugos digestivos.



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