Búsqueda personalizada

TRADUCTOR

martes, 17 de noviembre de 2009

AUTISMO 7- DESCRIPCION DEL AUTISMO



Enfermedades relacionadas con el autismo:



En este apartado del trabajo intentaremos  explicar qué tipos de enfermedades se relacionan con el autismo, y expondremos las similitudes por las cuales se relacionan y por el contrario, las diferencias por las cuales no es considerada la misma enfermedad.

          
En primer lugar nombraremos las enfermedades que, frecuentemente se relacionan con el autismo y pasaremos, seguidamente, a exponer las diferencias y similitudes con el autismo.


 Autismo y esquizofrenia:



La esquizofrenia, enfermedad mental en la que el afectado sufre una división o dislocación de su personalidad, se suele relacionar, habitualmente, con el autismo, aunque, en realidad existen nombradas diferencias entre una y otra. Pasemos a ver estas diferenciaciones.



Entre el autismo y la esquizofrenia parecen existir diferencias en cuanto a la edad de comienzo, ya que el trastorno autista suele aparecer a una edad temprana (primera infancia) y en cambio la esquizofrenia tiene una aparición más tardía, normalmente en la adolescencia.

También existen diferencias en cuanto a la predisposición familiar, ya que en el autismo es infrecuente y, por lo contrario existe una muy frecuente predisposición familiar en la esquizofrenia. En cuanto  a la presencia de delirios y alucinaciones suele ser muy frecuentes en el enfermo esquizofrénico y adversamente muy raros en un enfermo autista, aunque esto no quiere decir que ningún enfermo autista sufra alucinaciones y delirios.

En la esquizofrenia existen episodios de normalidad o próximos a ella y en el autismo la persistencia de la enfermedad no se ve interrumpida por ninguno de estos episodios, ya que en los autistas no existen dichos periodos.

Las crisis epilépticas son muy frecuentes en el trastorno autista en ¼ de dicha población y, por lo contrario muy infrecuentes en los esquizofrénicos.

Estas son algunas de las principales diferencias entre ambas enfermedades.



La incidencia de dichas enfermedades en la sociedad es bastante similar siendo los porcentajes 4/5x10.000 enfermos autistas y 8/10x10.000 enfermos esquizofrénicos.



“Esquizofrenia infantil” se suele  referir a lo que ahora llamamos “Autismo”, aunque en algunos círculos se sigue utilizando el primer término.



Autismo y retraso mental.



Entre autismo y retraso mental existen también diferencias a pesar de que alrededor de las ¾ partes de los niños autistas tienen también retraso mental.



En ambos grupos se presentan accesos epilépticos; sin embargo hay una marcada diferencia en la edad de comienzo (frecuentes durante la primera infancia en el retraso mental y durante la adolescencia en el autismo).

Se diferencian también, según investigaciones médicas, en la distribución por sexo (ligero predominio masculino en el retraso mental frente a una proporción de 4 a 1 en el autismo).

Los niños autistas tienen una mayor probabilidad de fracasar en tareas que requieren habilidades de lenguaje y uso de significados, así como también tienden a discriminar las señales socioemocionales, hábito que los niños con retraso mental no tienen.



Autismo y trastornos severos del desarrollo del lenguaje receptivo:



Las similitudes existentes entre el autismo y los trastornos severos del desarrollo del lenguaje receptivo han llevado a algunos autores a formular la hipótesis de una continuidad entre autismo y afasia[1] o difasia receptiva, a concebir, incluso, el autismo como una afasia receptiva grave que conduciría a alteraciones de la conducta, efectivas, de relación, etc. de los niños autistas[2].



Hay estudios realizados entre los autistas y los diafásicos que vienen a mostrar que el autismo no es sólo una diafasia, es algo más, y ese algo más se relaciona con los mecanismos  de comunicación prelingüística o no lingüística (por ejemplo, gestual) y con el hecho de que en el lenguaje de los niños autistas aparecen anomalías que indican la existencia de pautas en el lenguaje claramente alteradas.[3]



Diferencias entre autismo y Trastorno severo lingüístico:



El autismo se diferencia de los trastornos del lenguaje receptivo en la incidencia que en el autismo es de cuatro varones sobre una niña y en los trastornos lingüísticos hay un predominio masculino. También difieren en cuanto al pronóstico ya que en el autismo es peor que en el trastorno del lenguaje.



Los problemas de conductas socioemocionales son muy persistentes en enfermos autistas, en cambio, son más limitados en el trastorno del lenguaje receptivo. En el autismo también hay una persistente inhabilidad comunicativa.         



Hay bastantes enfermedades que provocan en los niños la aparición de síntomas similares a los del autismo. También, en ocasiones, determinados daños cerebrales han causado la aparición de síntomas de autismo en algunas personas. Algunas de estas enfermedades son:



·        Sordera.



Algunos niños que tienen síntomas de autismo resultan ser sordos. Antes de concluir un diagnóstico de autismo, se debe comprobar siempre el correcto funcionamiento auditivo del niño.



·      Trastorno de Heller.



Desarrollo normal hasta los 3 o 4 años y brusca aparición de ansiedad, negativismo y aislamiento. Pérdida gradual del lenguaje.



·        LKS[4]



Es una enfermedad poco común. Se caracteriza por el desarrollo normal y lenguaje apropiado en los primeros 3-7 años; pérdida del lenguaje receptivo; lenguaje telegráfico con pocos verbos; sospecha de sordera; frustración del niño, sorprendido por su propio cambio; comportamientos similares a los del autismo; Coeficiente intelectual (IQ) no verbal normal o superior a la media; anomalías en el EEG[5]



Algunos expertos sospechan que ciertos casos de CDD[6] o de aparición tardía de autismo podrían ser en realidad LKS.



·        PKU (Fenilcetonuria).



Trastorno genético del metabolismo que produce daños cerebrales durante los primeros años de vida, a menos que se apliquen medidas dietéticas especiales.



Los síntomas incluyen retraso mental y alguno de los síntomas del autismo. La PKU se ha eliminado revisando sistemáticamente a todos los niños inmediatamente después del nacimiento para que se les pueda poner una dieta adecuada para evitar los daños.



·        Síndrome de Rett.



Es un defecto neurológico que sólo afecta a las niñas. A diferencia del autismo, las niñas presentan primero un desarrollo normal y luego aparece. Los síntomas iniciales incluyen algunos asociados al autismo como por ejemplo un desarrollo prenatal y postnatal aparentemente normal, desarrollo psicomotor aparentemente normal, perímetro craneal normal en el nacimiento.



Después de un período de tiempo de desarrollo normal aparecen los siguientes síntomas: deceleración del crecimiento craneal entre los 5 y 48 meses, pérdida entre los 5 y 30 meses de habilidades manuales funcionales adquiridas previamente, aparición de descoordinación en la forma de andar o de mover el tronco, etc.-



·        Síndrome de Tourette.



Condición de raíz genética y que causa tics incontrolables motrices y/o vocales.

Se ha encontrado en varias ocasiones, en las personas autistas, aunque no se puede generalizar como una enfermedad vinculada al autismo



·        OCD.[7]



El OCD es un trastorno neurológico de causa incierta. Sin embargo, se suele confundir con obsesiones[8] o compulsiones[9] causadas por enfermedades mentales o simple neurosis, de la misma forma que el término “Autismo” se utiliza para referirse a personas que son exageradamente retraídas.



Sus síntomas suelen aparecer en ciertas etapas de la vida; durante la infancia aparecen, normalmente, las obsesiones por contar y clasificar, la compulsión por el orden aparece en la pubertad y las reflexiones obsesivas aparecen, habitualmente, en la madre.



·        Síndrome de Asperger.



Similar al autismo excepto en el hecho de que el desarrollo del lenguaje es normal. Algunas personas lo asimilan al autismo de alto funcionamiento (HFA).





·        PDD o PDD-NOS[10].



El término PDD se utiliza en individuos que no se encuadran completamente en los criterios diagnósticos del autismo.



Se debe utilizar este término cuando hay un trastorno profundo y generalizado del desarrollo de las relaciones sociales, habilidades de comunicación verbales y no verbales, o cuando aparecen comportamientos pero no se cumplen  los criterios de otro trastorno.



·        Hiperlexia.



Consiste en el desarrollo  precoz, de la lectura junto con un aprendizaje desordenado del lenguaje y carencias sociales y de comportamiento.

En la actualidad es objeto de discusión el considerar la Hiperlexia  como un tipo de autismo o síndrome de Asperger.



·        Depresión maníaca.



Los niños autistas que aparentemente no sufren daños neurológicos que puedan provocar esa disfunción podrían estar sufriendo un tipo de enfermedad maníaco-depresiva temprana heredada[11].



·        Síndrome de Angelman.



Se parece al autismo sólo superficialmente debido a que los afectados sufren retraso profundo. Otro nombre que se le da a este síndrome es el de “muñeco feliz” porque las extremidades suelen estar rígidas y separadas del cuerpo, y los niños casi siempre sonriendo.



·        Acidosis láctica.



Tendencia a acumular ácido láctico en la sangre.

Su conexión con el autismo se debe al hecho de que se ha confundido tantas veces con el autismo que no parece una simple casualidad.



·        Síndrome de X-Frágil.



Anormalidades del lenguaje que recuerdan a las del autismo.

Del 10% al 20% de los niños autistas sufren una anormalidad cromosómica, siendo la más probable la del X-Frágil.

La enfermedad toma su nombre  de la presencia de un punto frágil en el cromosoma X.


Estas enfermedades son algunas de las que hacen aparecer en los niños síntomas parecidos a los del autismo, aunque como hemos visto no se las puede considerar autismo, ya que solo cumplen algunas características de dicha enfermedad.

[1] Pérdida o trastorno del lenguaje hablado por la alteración de los nervios que controlan la fonación

[2] hipótesis hecha por Rivière y Belinchón en 1981

[3] estudio hecho por Rutter (1978) y sus colaboradores

[4] síndrome de Landau-Kleffner/afasia epiléptica adquirida en la infancia

[5] electro encefalograma

[6] Trastorno Desintegrador Infantil

[7] Trastorno obsesivo compulsivo

[8] pensamientos o imágenes involuntarias, intrusas y que provocan ansiedad

[9] impulsos que llevan a realizar comportamientos estereotipados y rituales

[10] Trastorno generalizado del desarrollo no incluido en otra categoría

[11] de acuerdo con los resultados de dos estudios realizados en el Centro Médico de la Universidad Duke de Durham, NC. Este descubrimiento se puede encontrar en las revistas de Agosto de 1994 del “Developmental Medicine and Child Neurology”

1 comentario:

  1. Muy bien presentado el diverso espectro de enfermedades que pueden encuadrarse dentro o confundirse con el Autismo.

    Con respecto al Síndrome X-frágil, la asociación de Padres de Argentina, a la que pertenezco, cuenta con una pagina para informarse y contactarse : www.xfragil.com.ar

    Atte Carlos Gambedotti

    ResponderEliminar