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sábado, 7 de noviembre de 2009

PALABRAS DE PAZ DE LOS ESENIOS. -COMPLEMENTO 7-


EL EVANGELIO ESENIO DE PAZ.
LIBRO IV.
LAS ENSEÑANZAS DEL ELEGIDO.

Las Comuniones del Esenio:
Y sucedió que Jesús reunió a los Hijos de la Luz a la orilla del río, para revelarles lo que había estado oculto; habían pasado siete años y cada uno estaba preparado para la verdad, así como la flor se abre del capullo cuando los ángeles del Sol y el del Agua le traen el florecimiento.
Y todos ellos eran diferentes unos a otros, unos porque eran mayores de edad, otros aún tenían el rocío de la juventud sobre sus mejillas y algunos habían sido levantados de acuerdo con las tradiciones de sus padres y otros porque no conocían quienes habían sido sus padres y sus madres. Mas todos poseían claridad de discernimiento y docilidad de cuerpo, porque eran señalados, pues por siete años habían caminado con los ángeles de la Madre Tierra y obedecido sus leyes. Y por siete años los ángeles incógnitos del Padre Celeste les habían enseñado a través de sus horas de sueño. Y después de ésto llegó el día en que ellos entrarían en la hermandad de los elegidos y aprenderían las enseñanzas ocultas de los antepasados, aún aquellas de Enoch y las anteriores.
Y Jesús llevó a los Hijos de la Luz hacia un árbol antiguo al lado del río y se arrodilló allí, en el lugar donde las nudosas y escarchadas raíces con muchos años se extienden sobre la orilla del río. Y los Hijos de la Luz también se arrodillaron y tocaron con reverencia el tronco del árbol antiguo, porque les fue enseñado que los árboles son los hermanos de los Hijos de los Hombres. Porque la Madre de ellos es la misma, la Madre Tierra cuya sangre corre en la savia del árbol y en el cuerpo del Hijo del Hombre. Y el Padre de ellos es el mismo, el Padre Celeste, cuyas leyes están escritas en las ramas del árbol y cuyas leyes están esculpidas en la frente del Hijo del Hombre.
Y Jesús tendió Sus manos hacia el árbol y dijo: " He aquí el Arbol de la Vida, el cual está colocado en medio del Mar Eterno. No miren solamente con los ojos del cuerpo, sino con los ojos del espíritu al Arbol de la Vida en una fuente de arroyos corrientes; en un manantial subsistente en una tierra de sequía.
Mirad el jardín eterno de maravillas y en su centro el Arbol de la Vida, misterio de misterios, brotando ramas perdurables para una plantación eterna, para sumergir sus raíces dentro del Torrente de Vida de una fuente eterna. Mirad con los ojos del espíritu los ángeles del Día y los ángeles de la Noche, los cuales protegen las frutas con el fuego de la Luz eterna quemando por todas partes".
"Miren, Oh Hijos dela Luz, las ramas del Arbol de la Vida llegando hasta el Reino del Padre Celeste. Y miren las raíces del Arbol de la Vida descendiendo al seno de la Madre Tierra. Y el Hijo del Hombre es ascendido a una elevación eterna y camina en las maravillas del llano; por que solamente el Hijo del Hombre lleva en su cuerpo las raíces del Arbol de la Vida; las mismas raíces que lo amamantaron desde el seno de la MadreTierra y solamente el Hijo del Hombre lleva en su espíritu las ramas del Arbol de la Vida; las mismas que llegan hasta el cielo y aún hasta el Reino del Padre Celeste.
Y por siete años ustedes han laborado durante todo el día con los ángeles de la Madre Tierra y por siete años ustedes han dormido en los brazos del Padre Celeste. Y ahora vuestra recompensa será grande, por esto les será dado el don de las lenguas; para que puedan atraer hacia vosotros el poder completo de vuestra Madre Tierra y tener mando sobre sus ángeles y dominio sobre todo su reino y para que pueda atraer hacia vosotros la gloria deslumbrante de tu Padre Celeste, para que puedan dirigir sus ángeles y entrar en la Vida Eterna en los reinos celestes.
Y por siete años estas palabras no les fueron dadas, porque aquel que utilice el don de las lenguas en buscar riquezas, o para dominar a sus enemigos, ya no será Hijo de la Luz, sino un cachorro del demonio y una criatura de las tinieblas.
Porque solamente el agua pura puede reflejar la luz del Sol y aquella agua que se ha tornado viscosa con suciedad y lobreguez no puede reflejar nada. Y cuando el cuerpo y el espíritu del Hijo del Hombre han caminado con los ángeles de la Madre Tierra y el Padre Celeste, por siete años, entonces él es como el río torrentoso bajo el sol del medio día reflejando luces deslumbrantes de joyas brillantes.
Escúchenme Hijos de la Luz, porque les impartiré el don de las lenguas, aquel por el cual hablando a vuestra Madre Tierra en la mañana y a vuestro Padre Celestial en la noche, pueden ir acercándose más y más a la unidad con los reinos de la tierra y el cielo, aquella unidad para la cual el Hijo del Hombre está destinado desde los principios de los tiempos.
Haré que conozcan cosas profundas y misteriosas. Porque les digo en verdad, todas las cosas existen por Dios y no hay ninguna fuera de El. Dirijan vuestros corazones, por lo tanto, para que puedan caminar sobre los senderos rectos donde está Su presencia.
Cuando abran sus ojos en la mañana, incluso antes de que vuestro cuerpo haya sido llamado por el ángel del Sol, díganse a ustedes mismos estas palabras, dejándolas repercutir en vuestro espíritu; porque las palabras son como las hojas muertas cuando dentro de ellas no hay vida del espíritu. Decid entonces estas palabras:
Yo entro en el Jardín eterno e infinito de misterio, el espíritu en unidad con el Padre Celestial, mi cuerpo en unidad con la Madre Tierra, mi corazón en armonía con mis hermanos los Hijos de los Hombres, dedicando mi espíritu, mi cuerpo y mi corazón a lo sagrado, enseñanza pura y salvadora, incluso aquella enseñanza que desde antaño fue dada a conocer a Enoch.
Y después de que estas palabras hayan entrado en vuestro espíritu, en la primera mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
La Madre Tierra y yo somos uno; su aliento es mi aliento, su sangre es mi sangre, sus huesos, su carne, sus entrañas, sus ojos y oidos, son mis huesos, mi carne, mis entrañas, mis ojos y oidos. Nunca la abandonaré y siempre ella nutrirá y sostendrá mi cuerpo.
Y sentirán el poder de la Madre Tierra fluyendo por vuestro cuerpo con gran ruido como el río cuando es acrecentado con poderosas lluvias.
Y en la segunda mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel de la Tierra, has fértil mi simiente y con tu poder da vida a mi cuerpo. Igual como vuestra simiente crea vida nueva, así corre a través de la Tierra la semilla del Angel de la Tierra; en la hierba, en el suelo, en todas las cosas vivientes que crecen del suelo.
Sabed, oh Hijos de la Luz, que el mismo ángel de la Tierra que convierte vuestra simiente en hijos, también convierte la diminuta bellota en este poderoso roble y hace producir la semilla del trigo para que crezca para el pan del Hijo del Hombre. Y el semen de vuestro cuerpo no necesita entrar en el cuerpo de la mujer para crear vida; porque el poder del Angel de la Tierra es superior en grandeza y el Angel de la Tierra puede crear la vida del espíritu adentro, así como la vida del cuerpo afuera.
Y en la tercera mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel de la Vida, entra con fuerza en los miembros de mi cuerpo. Y con estas palabras abracen el Arbol de la Vida, igual como yo abrazo este roble hermano y sentirán el poder del Angel de la Vida correr por vuestros brazos y piernas y por todas las partes de vuestro cuerpo, como la savia fluye en el árbol en primavera, aún si corre fuera del tronco, así el Angel de la Vida inundará vuestro cuerpo con el poder de la Madre Tierra.
Y en la cuarta mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del regocijo desciende sobre la Tierra, vertiendo belleza y deleite a todos los Hijos de la Madre Tierra y el Padre Celestial. Y saldrán a los campos de flores después de la lluvia y darán gracia a vuestra Madre Tierra por el dulce olor del florecimiento; porque les digo en verdad, una flor no tiene otro propósito que traer regocijo al corazón del Hijo del Hombre. Y escucharán con oidos nuevos la canción de las aves y mirarán con ojos nuevos los colores del sol en su salida y puesta; y todos estos dones de la Madre Tierra causarán regocijo para vertirlo dentro de vosotros, así como de repente fluye un manantial en un lugar árido. Y sabrán que nadie llega ante el Padre Celeste si el Angel del Regocijo no le permite pasar; porque en regocijo fue creada la Tierra y en regocijo la Madre Tierra y el Padre Celestial le dieron nacimiento al Hijo del Hombre.
Y en la quinta mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Sol, entra a mi cuerpo y permite bañarme en el fuego de la Vida. Y sentirán los rayos del sol naciente entrar en el punto céntrico de vuestro cuerpo, allí en el centro donde los ángeles del Día y de la Noche se juntan. Y el poder del sol será vuestro para dirigirlo a cualquier parte de vuestro cuerpo, porque los ángeles moran allí dentro.
Y en la sexta mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Agua, entra en mi sangre y da a mi cuerpo el Agua de Vida. Y se sentirán como la torrentosa corriente del río y sentirán el poder del Angel del Agua entrar en vuestra sangre y como los riachuelos de un arroyo, enviar el poder de la Madre Tierra a través de vuestra sangre a todas las partes de vuestro cuerpo.
Y esta será la curación, porque el poder del Angel del Agua es muy grande y cuando le hables a él, te enviará su poder donde quiera que se lo ordenes, porque cuando los ángeles de Dios moran dentro del Hijo del Hombre, todas las cosas son posibles.
Y en la séptima mañana después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Aire, entra en mi aliento y da a mi cuerpo el aire de la Vida. Conoced oh Hijos de la Luz, que el Angel del Aire es el mensajero del Padre Celestial y nadie llega ante el rostro de Dios si el Angel del Aire no le permite pasar. Porque nosotros no pensamos en el Angel del Aire cuando respiramos, porque nosotros respiramos sin meditación, como los hijos de las tinieblas que viven sus vidas sin meditación. Pero cuando el poder de la Vida entra en vuestras palabras y en vuestra respiración, entonces en todos los momentos que invoquen al Angel del Aire, así también invocan a los Angeles incógnitos del Padre Celestial y se acercarán más a los reinos celestiales.
Y en la noche del Sabbath, decid estas palabras:
El Padre Celestial y yo somos Uno. Y cierren sus ojos, Hijos de la Luz y en sueños entren en los reinos desconocidos del Padre Celestial.
Y se bañarán en la luz de las estrellas y el Padre Celestial les sostendrá en Sus manos y causará una fuente de conocimiento para vertirla dentro de vosotros, una fuente de poder, vertiendo Aguas Vivientes, un diluvio de Amor y de todo el contenido de la Sabiduría, como el esplendor de la Luz Eterna. Y un día los ojos de vuestro espíritu se abrirán y conocerán todas las cosas.
Y en la primera noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel de la Vida Eterna, desciende sobre mi y da a mi espíritu vida eterna. Y cierren sus ojos Hijos de la Luz y en sueños contemplen la unidad de la vida en todas partes. Porque les digo en verdad, en las horas de luz del día nuestros pies están sobre la tierra y no tenemos alas con que volar; pero nuestros espíritus no están atados a la tierra y con la llegada de la noche vencemos nuestro apego a la tierra y nos unimos con lo eterno. Para el Hijo del Hombre todo no es como a él le parece y solo con los ojos del espíritu podemos ver aquellos hilos dorados, los cuales nos unen con la vida en todas partes.
Y en la segunda noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Trabajo Creador, desciende sobre la Tierra y da abundancia a todos los Hijos de los Hombres. Porque éste, el más poderoso de los Angeles del Padre Celeste, es la causa del movimiento y solamente en el movimiento está la Vida. Trabajad oh Hijos de la Luz, en el jardín de la Hermandad para crear el reino de los cielos sobre la Tierra. Y así como trabajen, así el Angel del Trabajo Creador nutrirá y madurará la semilla de vuestro espíritu, para que puedan ver a Dios.
Y en la tercera noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Paz, paz, paz, Angel de la Paz, estad siempre en todas partes. Buscad al Angel de la Paz en todo lo que vive, en todo lo que hagan, en todas las palabras que digan. Porque la paz es la llave para todo el conocimiento, para toda vida. Allí donde no hay paz, allí reina satán. Y los hijos de las tinieblas ambicionan mas que todo robar de los Hijos de la Luz, su paz. Id por lo tanto, en esta noche al Torrente Dorado de la Luz, que es la vestidura del Angel de la Paz, y traed por la mañana la Paz de Dios que sobrepasa la comprensión, para que puedan confortar los corazones de los Hijos de los Hombres.
Y en la cuarta noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Poder, desciende sobre mi y llena con Poder todos mis actos. Les digo en verdad, precisamente como sobre la Tierra no hay vida sin el Sol, así mismo no hay vida del espíritu sin el Angel del Poder. Lo que piensen y sientan son como las escrituras muertas, que sólo son palabras sobre una página, o el lenguaje muerto de hombres muertos. Mas los Hijos de la Luz no solamente pensarán, no solamente sentirán, sino que también actuarán y sus actos realizarán sus pensamientos y sentimientos, como la fruta dorada del verano le da el sentido a las hojas verdes de la primavera.
Y en la quinta noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel del Amor, desciende sobre mi y llena con amor todos mis sentimientos. Porque es por Amor que el Padre Celeste, la Madre Tierra y el Hijo del Hombre llegan a ser uno. El Amor es eterno. El Amor es más fuerte que la muerte. Y todas las noches los Hijos de la Luz deben bañarse en el Agua Sagrada del Angel del Amor, para que con la mañana puedan bautizar a los Hijos de los Hombres con actos bondadosos y palabras gentiles.
Porque cuando el corazón del Hijo de la Luz está bañado por Amor, solo dice palabras bondadosas y suaves.
Y en la sexta noche después del Sabbath, decid estas palabras:
Angel de la Sabiduría, desciende sobre mi y llena con sabiduría todos mis pensamientos. Sabed, oh Hijos de la Luz, que vuestros pensamientos son tan poderosos como el rayo del relámpago que rompe a través de la tormenta y parte el poderoso árbol en pedazos. (N.E.: Ver el apendice E. "El Poder del Pensamiento").
Es por ésto que han esperado siete años para aprender cómo hablar con los Angeles, porque no conocen el poder de sus pensamientos.
Utilicen entonces, sabiduría en todo lo que piensen, digan o hagan. Porque les digo en verdad, aquello que esté hecho sin sabiduría es como un caballo sin jinete echando espuma y enfurecido, corriendo enloquecido hacia el interior de un abismo.
Pero cuando el Angel de la Sabiduría gobierna vuestras acciones, entonces el sendero a las regiones incógnitas es establecido y el orden y la armonía rigen vuestras vidas.
Y estas son las comuniones con los ángeles, las cuales son dadas a los Hijos de la Luz, para que con los cuerpos purificados por el Padre Celestial, puedan comandar y servir a los ángeles continuamente, de período en período, en las etapas del día y en su orden fijo, con la llegada de la Luz desde su fuente y en el tornar de la noche y la ida de la luz, en la ida de las tinieblas y en el llegar del día, continuamente, en todas las generaciones del tiempo.
La verdad es nacida de la Fuente de Luz, la falsedad del pozo de las tinieblas. El dominio de todos los Hijos de la Verdad está en la manos de los ángeles de la Luz de modo que ellos pueden caminar por los senderos de la Luz.
Bendiciones sobre todos los Hijos de la Luz que han hecho su suerte con la Ley, para que caminen con certeza en todas direcciones. La Ley puede bendecirlos con todo lo bueno y protegerlos de todo lo malo, e iluminar sus corazones con percepción en las cosas de la vida y privilegiarles con el conocimiento de las cosas eternas.
Y la luna creciente de la Paz descendió sobre la montaña y briznas de luz relucieron sobre las aguas del río. Y los Hijos de la Luz se arrodillaron en reverencia y acción de gracias por las palabras de Jesús, como El se los enseñó en las formas antiguas de sus padres, aún como a Enoch le fue enseñado desde antaño.
Y Jesús dijo: La Ley fue implantada para recompensar a los Hijos de la Luz con curación y paz abundante, con larga vida, con semilla fértil de bendiciones perdurables, con regocijo eterno en inmortalidad de Luz eterna.
Con el llegar del día, abrazo a mi Madre, con el llegar de la noche me uno a mi Padre y con la ida de la noche y la mañana respiraré Su Ley y no interrumpiré estas comuniones hasta el fin del tiempo.
EL DON DE LA VIDA EN EL HUMILDE PASTO.
Esto fue en el mes de Thebet, cuando la tierra fue cubierta con retoños de pasto joven, después de las lluvias, y la cubierta de verde esmeralda era delicada como el fino plumón de un pollito.
Y esto ocurrió en una brillante mañana llena de sol; Jesús reunió los nuevos hermanos del círculo de los Elegidos alrededor de El, para que ellos pudieran escuchar con sus oidos y entender con sus corazones las enseñanzas de sus padres, incluso como le fue enseñado a Enoch desde antaño.
Y Jesús se sentó bajo un nudoso y antiguo árbol, sosteniendo en sus manos una pequeña olla de barro y en la olla creciendo un pasto tierno de trigo, la más perfecta hierba entre todas las semillas productivas. Y el pasto tierno de la olla estaba radiante con vida, asi como el pasto y las plantas que cubrieron los cerros hasta muy adentro de los distantes campos y más allá.
Y Jesús frotó suavemente con sus manos el pasto de la olla, tan suave como El tocaría la cabeza de un pequeño niño.
Y Jesús dijo: Felices ustedes, Hijos de la Luz, porque han entrado en el camino de lo inmortal y caminan en el sendero de la verdad, así como lo hicieron vuestros padres desde la antigüedad, quienes fueron enseñados por los Grandes. Con los ojos y oídos del espíritu ven y escuchan las visiones y sonidos de la Madre Tierra: el cielo azul donde mora el Angel del Aire, el espumoso río donde fluye el Angel del Agua, la Luz dorada, la cual fluye desde el Angel del Sol.
Y les digo en verdad, todo esto está dentro de vosotros así como está afuera, porque vuestro aliento, vuestra sangre, el fuego de la vida dentro de vosotros, todos son uno con la Madre Tierra.
Pero todo esto, y más, el más precioso don de vuestra Madre Tierra es el pasto que está bajo vuestros pies, incluso aquel pasto sobre el cual pisan sin pensarlo. Humilde y sumiso es el Angel de la Tierra, porque ella no tiene alas para volar, ni rayos dorados de luz para atravezar la niebla. Pero grande es su poder y sin ella los Hijos de los Hombres no serían más, porque ningún hombre puede vivir sin el pasto, los árboles y las plantas de la Madre Tierra. Y estos son los dones del Angel de la Tierra para los Hijos de los Hombres.
Pero ahora les hablaré de cosas misteriosas, porque les digo en verdad, el pasto humilde es más que el alimento para el hombre y el animal.
Este oculta su gloria bajo un aspecto humilde, así lo dijo un gobernante de antaño cuando visitó las poblaciones de sus súbditos disfrazado como un mendigo, sabiendo que ellos le dirían muchas cosas a un semejante, pero caerían en temor ante su rey. Así el pasto humilde oculta su gloria baja su capa verde humilde y los Hijos de los Hombres caminan sobre éste, arándolo, dándole de comer de éste a sus animales, pero no conocen los secretos, pues están ocultos dentro de éste, aún aquellos de la vida eterna en los reinos celestiales.
Pero los Hijos de la Luz, conocerán lo que está oculto en el pasto, porque ésto es dado a ellos para llevar consuelo a los Hijos de los Hombres. No obstante nosotros somos enseñados por la Madre Tierra con este pequeño manojo de trigo en una simple olla, incluso la misma olla de barro que utilizas para tomar la leche y recoger miel de abejas. Ahora la olla está ocupada con tierra negra, fértil, con hojas añejas y húmedas, con el rocío de la mañana, con aquel don más precioso del Angel de la Tierra.
Y humedecí un manojo de trigo, a fin que el Angel del Agua entrara dentro de éste; el Angel del Aire también lo abarcó y el Angel del Sol. Y el poder de los tres ángeles despertó también al Angel de la Vida dentro del trigo y un retoño y una raíz nacieron en cada grano.
Luego coloqué el trigo activado en el suelo del Angel de la Tierra y el poder de la Madre Tierra y todos sus Angeles entraron en el trigo y cuando el sol había salido cuatro veces, los granos se convirtieron en pasto. Les digo verdaderamente, no hay milagro mas grande que éste. (Nota editorial: ¿Qué decir entonces del milagro de la fecundación humana?).
Y los hermanos miraron con reverencia las hojas blandas del pasto en las manos de Jesús y alguien le preguntó: Maestro ¿Cuál es el secreto del pasto que sostienes en tus manos? ¿Por qué éste es diferente del pasto que cubre las colinas y las montañas? Y Jesús respondió: Este no es diferente, oh Hijo de la Luz; todos los pastos, todos los árboles, todas las plantas en todas partes del mundo, todos son partes del reino de la Madre Tierra, pero he separado en esta olla una porción del reino de vuestra Madre para que puedas tocarla con las manos del espíritu y para que su poder pueda entrar en vuestro cuerpo.
Por lo que tigo en verdad, hay un Torrente Sagrado de Vida, el cual dió nacimiento a la Madre Tierra y a todos Sus ángeles. Invisible es este Torrente de Vida para los ojos de los Hijos de los Hombres, porque ellos caminan en las tinieblas y no ven los ángeles del Día y de la Noche que los rodean y rondan sobre ellos.
Pero los Hijos de la Luz han caminado por siete años con los ángeles del Día y de la Noche y ahora ellos les están dando los secretos de la comunión con los ángeles.
Y los ojos de vuestro espíritu serán abiertos y verán y escucharán y tocarán el Torrente de Vida que le dió nacimiento a la Madre Tierra. Y entrarán al Torrente Sagrado de Vida y éste los llevará con ternura infinita a la Vida eterna en el reino de vuestro Padre Celestial.
¿Cómo podríamos hacer ésto, Maestro? Algunos preguntaron con asombro. ¿Qué secretos debemos conocer para mirar, escuchar y palpar este Torrente Sagrado de Vida?
Y Jesús no respondió, pero colocó Sus dos manos en la olla alrededor de las hojas brotadas del pasto, suavemente, como si fuera la frente de un pequeño niño. Y cerró sus ojos y alrededor de El hubo señales de Luz, resplandeciendo el sol, así como el caluroso verano hace estremecer la luz bajo un cielo despejado.
Y los hermanos se arrodillaron e inclinaron sus cabezas con reverencia ante el poder del los ángeles que surgían de la figura sentada de Jesús y El permaneció sentado en silencio con sus manos cerrados como si estuviese orando alrededor de las hojas de pasto.
Y nadie se dió cuenta si había pasado una hora o un año, porque el tiempo se detuvo y fue como si toda la creación hubiese retenido su aliento. Y Jesús abrió sus ojos y el aroma de las flores llenó el aire mientras Jesús hablaba: Aquí está el secreto, oh Hijos de la Luz; aquí en el humilde pasto; aquí en el lugar de reunión de la Madre Tierra y el Padre Celestial; aquí está el Torrente de Vida que dió nacimiento a toda la creación.
Les digo en verdad, sólo al Hijo del Hombre le es dado ésto, para que vea, escuche y palpe el Torrente de Vida que fluye entre los reinos terrestres y celestes. Colocad vuestras manos alrededor del pasto tierno del Angel de la Tierra y verán, escucharán y tocarán el poder de todos los ángeles.
Y uno por uno, cada uno de los hermanos se sentó en reverencia ante el poder de los ángeles, sosteniendo en sus manos el pasto tierno. Y cada uno sintió el Torrente de Vida entrar en su cuerpo con la fuerza de un torrente precipitado después de una tormenta primaveral. Y el poder de los ángeles fluyó entre sus manos, hacia arriba entre sus brazos y los estremeció poderosamente, así como el viento del Norte agita las ramas de los árboles. Y todos ellos admiraron el poder en el humilde pasto, porque éste pudo contener a todos los ángeles y a los reinos de la Madre Tierra y al Padre Celeste. Y ellos se sentaron ante Jesús y fueron enseñados por El.
Y Jesús dijo: He aquí, oh Hijos de la Luz, el humilde pasto. Mirad donde están contenidos todos los ángeles de la Madre Tierra y el Padre Celestial. Porque ahora han entrado en el Torrente de Vida y sus corrientes les llevarán, a su tiempo, a la vida eterna en el Reino de vuestro Padre Celeste.
Porque en el pasto están todos los ángeles; aquí está el ángel del Sol, aquí, en el esplendor del color verde de las hojas de trigo. Porque nadie puede contemplar el sol cuando está en lo alto en los cielos, porque los ojos del Hijo del Hombre son cegados por su luz radiante. Por ésto es que el Angel del Sol torna verde a todo aquello a lo cual él le da vida; para que el Hijo del Hombre pueda contemplar los muchos y diversos matices de verde y pueda encontrar fuerza y consuelo allí dentro.
Les digo en verdad, todo lo que esté verde y con vida, tiene el poder del Angel del Sol dentro de si, incluso aquellas hojas tiernas del trigo jóven.
Y así, el Angel del Agua bendice el pasto, porque les digo en verdad, hay más del Angel del Agua dentro del pasto que de cualquiera de los otros ángeles de la Madre Tierra. Si trituran entre las manos el pasto, sentirán el agua de la vida, que es la sangre de la Madre Tierra.
Y todos los días, cuando toquen el pasto y entren al Torrente de Vida, den a la tierra unas pocas gotas de agua, para que el pasto pueda ser renovado por el poder del Angel del Agua.
Sabed también, que el Angel del Aire está dentro del pasto, porque todo lo que esté con vida y verde es la casa del Angel del Aire.
Colocad vuestro rostro cerca del pasto, respira profundamente y permite al Angel del Aire entrar en lo profundo de vuestro cuerpo, porque allí mora en el pasto, como en el roble mora la bellota y como el pez mora en el mar.
El Angel de la Tierra es el que da nacimiento al pasto, así como el bebé en el vientre vive del alimento de su madre, así la tierra da de si misma al grano de trigo, haciendo a éste germinar para contener el Angel del Aire.
Les digo verdaderamente, cada grano de trigo que reviente hacia el cielo, es una victoria sobre la muerte, donde reina satán. Porque la Vida siempre empieza de nuevo.
Es el Angel de la Vida quien fluye a través de las hojas de pasto dentro del cuerpo del Hijo de la Luz, estremeciéndolo con su poder; porque el pasto es Vida y el Hijo de la Luz es Vida y la Vida fluye entre el Hijo de la Luz y las hojas del pasto, haciendo un puente para el Torrente Sagrado de Luz, el cual le dió nacimiento a toda la creación.
Y cuando el Hijo de la Luz sostiene entre sus manos las hojas del pasto, es el Angel del Regocijo quien llena su cuerpo con música; para entrar en el Torrente de Vida y ser uno con el canto del ave, los colores de las flores silvestres, el aroma de la gavilla del grano recién revuelta en los campos.
Les digo en verdad, cuando el Hijo del Hombre no siente regocijo en su corazón, trabaja para satán y le ocasiona esperanzas a los hijos de las tinieblas. No hay tristeza en el Reino de la Luz, sólo el Angel del Regocijo. Aprended entonces, de las hojas tiernas de pasto, la canción del Angel del Regocijo, para que los Hijos de la Luz puedan caminar con ella siempre y así consolar los corazones de los Hijos de los Hombres.
La Madre Tierra, es quien provee para nuestros cuerpos, por que nosotro somos nacidos de Ella y tenemos nuestra vida en Ella. Así Ella nos provee de alimento en las muchas hojas del pasto que nosotros tocamos con nuestras manos, porque les digo en verdad, no es solamente como pan que el trigo nos puede alimentar. Podemos comer también de las hojas blandas del pasto, para que la fuerza de la Madre Tierra pueda entrar dentro de nosotros. Pero mastica bien las hojas, porque el Hijo del Hombre tiene dientes diferentes de aquellos animales y solamente cuando mastiquemos bien las hojas del pasto podrá el angel del Agua entrar en nuestra sangre y darnos fuerza. Comed, entonces, oh Hijos de la Luz de ésta, la más perfecta hierba de la mesa de nuestra Madre Tierra, para que vuestros días puedan ser largos en la Tierra, por lo cual hallareis gratificación a los ojos de Dios.
Les digo en verdad, el Angel del Poder entra dentro de vosotros cuando tocan el Torrente de Vida a través de las hojas de pasto; porque el Angel del Poder es como una luz brillante que rodea todas las cosas vivientes, justamente así como la luna llena es rodeada por anillos de resplandor y así como la neblina se levanta de los campos cuando el sol asciende en el cielo.
Y el Angel del Poder entra en el Hijo de la Luz cuando su corazón es puro y su deseo es sólo consolar y enseñar a los hijos de los hombres. Tocad entonces, las hojas de pasto y sentid el Angel del Poder entrar en las puntas de vuestros dedos, fluyendo hacia arriba a través de vuestro cuerpo y estremeciéndoles hasta que tiemblen con admiración e impresión.
Sabed también, que el Angel del Amor está presente en las hojas del pasto, porque el Amor está en lo otorgado y grande es el Amor dado a los Hijos de la Luz, por las hojas tiernas del pasto.
Porque les digo enverdad, el Torrente de Vida corre a través de todas las cosas vivientes y todo lo que esté con vida es bañado en el Torrente Sagrado de la Vida. Y cuando el Hijo de la Luz toca con Amor las hojas del pasto, estas retornan su Amor y lo conducen al Torrente de Vida donde puede encontrar la Vida eterna. Y este Amor se consumirá, porque su fuente está en el Torrente de Vida, el cual fluye dentro del Mar Eterno y por muy lejos que el Hijo del Hombre se aisle de su MadreTierra y su Padre Celestial, el toque de las hojas del pasto siempre le llevará un mensaje del Angel del Amor y sus pies se bañarán en el Torrente Sagrado de Vida.
Mira, este es el Angel de la Sabiduría que gobierna el movimiento de los planetas, el ciclo de las estaciones y el crecimiento ordenado de todas las cosas vivientes. Así el Angel de la Sabiduría ordena la comunión de los Hijos de la Luz con el Torrente de Vida, a través de las hojas tiernas del pasto; porque les digo en verdad, vuestro cuerpo es sagrado porque se baña en el Torrente de Vida, el cual es Orden Eterno.
Tocad las hojas del pasto, Hijos de la Luz y tocad el Angel de la Vida eterna; porque si miran con los ojos del espíritu verán verdaderamente que el pasto es eterno. Ahora éste está jóven y tierno con el esplendor de un niño recién nacido; pronto será alto y gracioso como el árbol vástago con sus primeras frutas; luego se volverá amarillo con los años, y doblará su punta en paciencia, así como el campo después de la cosecha. Finalmente se marchitará, porque la pequeña olla de barro no puede contener la duración completa de la vida del trigo. Pero éste no muere, porque las hojas pardas retornan al Angel de la Tierra y ella sostiene la planta en sus brazos y ordena este sueño y todos los ángeles trabajan dentro de las hojas marchitas y ¡mira! ellos han cambiado y no mueren sino que surgen de nuevo en otro aspecto.
Y así los Hijos de la Luz nunca ven la muerte, pero se hallan a si mismos cambiados y ascendidos a la Vida Eterna.
Y así el Angel del Trabajo nunca duerme, pero clava las raíces del trigo en lo profundo del Angel de la Tierra, para que los retoños tiernos de color verde puedan vencer la muerte y el reino de satán. Porque la vida es movimiento y el Angel del Trabajo nunca está quieto. El, incluso, trabaja sin cesar en la viña del Señor.
Cierren sus ojos cuando toquen el pasto, Hijos de la Luz, pero no se queden dormidos, porque palpar el Torrente de Vida es palpar el ritmo eterno de los reinos eternos y bañarse en el Torrente de Vida es sentir más y más el poder del Angel del Trabajo dentro de vosotros, creando sobre la Tierra el reino del cielo.
Paz es el don del Torrente de Vida para los Hijos de la Luz; porque nosotros siempre nos saludamos mutuamente: "la paz sea contigo". Así también el pasto saluda vuestro cuerpo con el beso de la paz.
Les digo en verdad, la paz no es la ausencia de la guerra, porque el río tranquilo puede convertirse muy pronto en un torrente furioso y las mismas olas que arrullan al bote, pronto lo pueden romper en pedazos contra las rocas. Así la violencia acecha a los Hijos del Hombre, cuando no mantienen la vigilancia de la paz.
Tocad las hojas de pasto y de este modo tocad el Torrente de Vida; allí encontrarán la paz, la paz construida con el poder de todos los ángeles. Así con esta paz, los rayos de la Luz Sagrada arrojarán fuera toda oscuridad.
Cuando los Hijos de la Luz sean uno con el Torrente de Vida, entonces el poder de las hojas de pasto los guiarán al reino del Padre Celestial y sabrán más de aquellos misterios de los cuales aún no es el tiempo para que los escuchen.
Porque allí en los reinos eternos, hay otros Torrentes Sagrados; les digo en verdad, los reinos celestiales son cruzados una y otra vez por corrientes de Luz Dorada siguiendo el arco de la cúpula del cielo y no teniendo fin. Y los Hijos de la Luz pueden viajar por estas corrientes siempre, sin morir, guiados por el Amor Eterno del Padre Celestial. Y les digo en verdad, todos estos misterios están encerrados en el pasto humilde y los conocerán cuando palpen con ternura y abran vuestro corazón al Angel de la Vida en vuestro interior.
Recoged entonces los granos de trigo, plantándolos en pequeñas ollas de barro y todos los días con el corazón alegre comuníquense con los ángeles, para que puedan guiarlos al Torrente Sagrado de la Vida y puedan traer de su origen eterno, consuelo y fuerza para los Hijos de los Hombres.
Porque les digo en verdad, todo lo que aprendan, todo lo que los ojos de vuestro espíritu vea, todo lo que los oidos de vuestro espíritu escuche, todo esto es como un jundo vacío en el viento si no les envías un mensaje de verdad y luz a los Hijos de los Hombres. Porque por el fruto conocemos la importancia del árbol y amar es enseñar sin fin, sin cesar. Porque así fueron vuestros padres. Id ahora y que la paz sea con vosotros.
Y Jesús ofreció la pequeña olla con las hojas del pasto joven, como bendición, y caminó hacia las colinas del sol, siguiendo la orilla del río, como era la costumbre de todos los hermanos. Y los otros le siguieron, cada uno reteniendo las palabras de Jesús, como si fueran una joya preciosa, dentro de su pecho.

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