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sábado, 7 de noviembre de 2009

PALABRAS DE PAZ DE LOS ESENIOS. -COMPLEMENTO 6-


SALMOS DE ALABANZA Y AGRADECIMIENTO.

Te doy gracias, Padre Celestial, pues me has elevado a una altura eterna y camino entre las maravillas de la pradera.
Me guiaste desde las profundidades de la Tierra hasta alcanzar Tu eterna compañía.
Has purificado mi cuerpo para unirme al ejército de los ángeles de la Tierra y mi espíritu para alcanzar la congregación de los ángeles celestes.
Le diste eternidad al hombre para alabar con canciones de júbilo en la alborada y en el ocaso tus obras y maravillas.
Oh vosotras, todas las obras del Orden Celestial, bendecid la Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre.
Oh vosotros, cielos todos, bendecid las Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre.
Oh vosotros, ángeles del Padre Celestial y vosotros, ángeles de la Madre Tierra, bendecid la Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre.
Oh vosotras, todas las aguas que estais sobre los cielos, bendecid la Ley.
Oh vosotros, todos los poderes de los santos ángeles, bendecid la Ley.
Oh vosotros, Sol y Luna, bendecid la Ley.
Oh vosotras, estrellas del cielo, bendecid la Ley.
Oh vosotros, lluvia y rocío, bendecid la Ley.
Oh vosotros, todos los vientos, bendecid la Ley.
Oh vosotros, fuego y calor, bendecid la Ley.
Oh vosotros, invierno y verano, bendecid la Ley.
Oh vosotros, Luz y oscuridad, bendecid la Ley.
Oh vosotros, rocío y tormentas de nieve, bendecid la Ley.
Oh vosotros, noches y días, bendecid la Ley.
Oh vosotros, relámpagos y nubes, bendecid la Ley.
Oh vosotros, montañas y colinas, bendecid la Ley.
Oh vosotras, todas las cosas que creceis sobre la tierra, bendecid la Ley.
Oh vosotras, fuentes, bendecid la Ley.
Oh vosotros, mares y ríos, bendecid la Ley.
Oh vosotras, ballenas y todo lo que se mueve en las aguas, bendecid la Ley.
Oh vosotras, todas las aves del cielo, bendecid la Ley.
Oh vosotros, todas las bestias y el ganado, bendecid la Ley.
Oh vosotros, Hijos de los Hombres, bendecid la Ley.
Oh vosotros, espíritus y almas de los Hijos de la Luz, bendecid la Ley.
Oh vosotros, santos y humildes trabajadores del Jardín de la Hermandad, bendecid la Ley.
Que la tierra entera bendiga la Ley.
Dad gracias al Padre Celestial y a la Madre Tierra y a todos los santos ángeles dadles gracias, pues la Ley permanece por siempre.
Adoramos la Ley día y noche.
Aclamad al Padre Celestial.
Aclamad a la Madre Tierra.
Aclamad a los santos ángeles.
Aclamad a los Hijos de la Luz.
Aclamad a nuestro Santo Padre Enoch.
Aclamad a toda la santa creación, que fue, es o será.
Ofrecemos sacrificios a las estrellas brillantes y gloriosas, al cielo soberano, al tiempo infinito, ofrecemos sacrificios a la buena Ley de los adoradores del Creador, de los Hijos de la Luz, que trabajan en el Jardín de la Hermandad.
Ofrecemos sacrificios al sendero de la Santa Ley.
Ofrecemos sacrificios a todos los santos ángeles del mundo invisible.
Ofrecemos sacrificios a todos los ángeles del mundo material.
Dad gracias al Padre Celestial, pues El es bueno, dad gracias, sí, al Dios de los ángeles, dad gracias, sí, al Señor de la Luz, pues Su misericordia dura por siempre.
Dad gracias y alabanza inifinita a Aquel que hace las grandes maravillas, a Quien con Sabiduría hizo los cielos, al Que extendió la tierra sobre las aguas, al Que hizo las grandes luces en los cielos, a Quien creó el sol para que rigiera el día, y la luna y las estrellas para que rigieran la noche, pues su misericordia dura eternamente.
Y adoramos a la santa y antigua religión, que fue instituida en la creación, que estaba en la Tierra en el tiempo de los grandes árboles; la santa religión del Creador, la resplandeciente y la gloriosa, revelada a nuestro Padre Enoch.
Adoramos al Creador y al fuego de la Vida y a las buenas aguas que son santas y al sol y la luna resplandecientes y a las brillantes y gloriosas estrellas y sobre todo, adoramos la Santa Ley, que el Creador, nuestro Padre Celestial, nos ha dado.
Es la Ley, la que hace santa nuestra morada; la tierra verde y ancha, alabad la Ley.
La Ley sana el corazón adolorido y cura las heridas.
Grande es la Ley y de gran poder, la comprensión de la Ley es infinita.
La Ley levanta a los humildes y derriba a los malvados.
Cantad a la Ley con agradecimiento, cantad alabanzas con arpas a la Ley, que cubre el cielo con nubes, prepara la lluvia para la tierra, que hace crecer la hierba en las montañas.
Alabamos con recia voz el pensamiento recto, la palabra recta y la buena acción.
Vendremos a vosotros, oh, bondadosos inmortales, vendremos a vosotros,ensalzandoos e invocandoos, ángeles del Padre Celestial y de la Madre Tierra.
Adoramos al Santo Señor del Orden Celestial, el Creador de todas las buenas criaturas de la Tierra.
Y adoramos las declaraciones de nuestro Padre Enoch y su religión antigua y pura, su fe y su saber, anteriores al comienzo de los tiempos.
Le cantaremos a la Ley mientras vivamos, le cantaremos alabanzas a nuestro Padre Celestial mientras tengamos nuestro ser, mientras perdure el Jardín de la Hermandad.
Nos regocijaremos en la Ley, bendice la Ley, oh alma mía, alabad la Ley Santa.
Los Hijos de la Luz aman la Ley, porque la Ley escucha nuestras voces y nuestras súplicas.
La Ley tiene un oido que todo lo escucha, inclinado hacia nosotros, por esto invocaremos la Ley mientras vivamos.
La Ley ha librado nuestras almas de la muerte, nuestros ojos de las lágrimas y nuestros pies de las caidas.
Caminaremos ante la Ley en la Tierra de los vivientes, en los senderos del Jardín infinito de la Hermandad.
Los días de los Hijos de los Hombres son como la hierba, como las flores del campo, así florecen ellos. Pues, el viento pasa sobre las flores y ellas se desvanecen, pero la misericordia de la Ley se esparce de eternidad a eternidad sobre quienes la siguen.
Bendecid al Padre Celestial, vosotros, todos Sus ángeles, vosotros Sus ministros, que haceis Su voluntad.
Bendecid al Señor, todas sus obras, en todos los lugares de Su reino; bendice al Señor, oh, alma mía.
Oh, Padre Celestial, Tu eres grandioso, estás revestido de honor y majestad, Tu, Quien Te cubres de Luz, cual si fuera un vestido, Quien extiendes los cielos como una cortina, que has colocado las columnas de Tus moradas en las aguas, Quien hiciste de las nubes Tu carroza, Tu, que caminas sobre las alas de los vientos, Quien conviertes a Tus espíritus angélicos,Tus Hijos de la Luz, en fuego refulgente para encender la verdad en los corazones de los Hijos de los Hombres, Tu, Quien colocaste las fundaciones de la Tierra.
Bendice al Padre Celestial, Oh alma mía.

LAMENTOS (Corto aparte representativo):

… "Por esto lamento y oculto mi cara con congoja, por la belleza del jardín perdido y la dulzura ausente del canto del ave, que cantaba en las ramas del Arbol de la Vida." …
"A orillas de los ríos de Babilonia, si, allí nos sentamos y gemimos, cuando recordabamos a Zión. Colgabamos nuestras arpas de los sauces. ¿Cómo habremos de cantar la canción en una tierra malvada? Que mi mano derecha olvide su destreza, si te olvido, oh Jerusalén. Que mi lengua se pegue al paladar, si no te recuerdo, pues Babilonia es la esclavitur del mundo y Zión es la libertad de la Hermandad."
"Oh, a Ti clamaré. Pues el fuego ha devorado los pastos de las pradera y las llamas han quemado todos los árboles del campo.
Las bestias de la llanura también claman a Ti, pues los ríos de agua se han secado y el fuego ha devorado los pastos de la pradera."
Nota: el Instructor Tibetano Djwal Khul sostiene que mientras los devas o ángeles (la evolución "dévica" paralela a la humana, propia del Primer Sistema Solar en manifestación o del sistema de la evolución de la materia) crean o construyen, la evolución de la "conciencia" o humana ha de usufructuar (en correcta relación o en beneficio de ambas evoluciones) tal obra en "sacrificio". También afirma este Sabio comprensivo que los árboles se "inician" mediante el fuego (fuego de madera al servicio –por ejemplo, de la época del vapor, o debido al calor del sol) y que hay lugares en el planeta que deben ser conservados tal como están (ciertos desiertos o zonas selváticas protegidas por los devas verdes magnéticos). Es muy factible que allí se vea un paisaje agreste pero en otras dimensiones sutiles, en materia etérica más refinada, se encuentren parajes o "moradas" que se irán haciendo visibles a medida que los nuevos niños (con cualidades inherentes a su naturaleza, tal como la virtud de la "visión etérica") y otras personas sensibles, den sus testimonios sin temor a quedar en el rídículo ante las mentes escépticas propias de una ignorancia ilustrada.

PROFECIAS. (Apartes representativos).
"Escúchame pueblo mío y presta oido atento, levanta tus ojos al cielo y mira la Tierra que se extiende bajo tus pies; pues los cielos se desvanecerán como el humo y la Tierra se envegecerá como un traje viejo y todos los que moran en ella morirán por igual, pero el reino durará por siempre y Mi Ley no será abolida."
… "Ay, de aquellos que no hayan guardado la Ley Santa.
Ay, de la corona del orgullo.
Ay, de aquellos que ambicionan las cosas del mundo y se corrompen en malas acciones, quienes ven erradamente y dudan en el juicio, pues son gente rebelde, gente mentirosa, gente que no escucha la Ley del Señor, gente que dice a los videntes: no veais, y a los profetas: no profeticeis cosas correctas para nosotros, decidnos mas bien cosas agradables, profetizad engaños." …
"Ay, de aquellos que unan casa a casa, que yascan de campo en campo, hasta que no hay sitio en la Tierra donde un hombre pueda estar solo." …
"Ay, de aquellos que menosprecien al necesitado de juicio y alejen a los justos de los pobres, que conviertan a las viudas en sus presas y roben a los huérfanos; pues sucederá que la mano del Señor cercenará la rama con el juicio de la Ley y los altos de estatura serán bajados y los orgullosos serán humillados." …
"Sucederá en ese día, que el Señor castigará a la hueste de los elevados y a los reyes de la Tierra; serán reunidos como los prisioneros son reunidos en el patio y serán hechos prisioneros."
"Y el Señor saldrá de Su lugar y descenderá, caminará sobre los altos sitios de la Tierra y las montañas se derretirán bajo Sus pies y los valles se agrietarán como la cera ante el fuego, como las aguas descienden colina abajo." …
"Y sobre cada alta montaña y cada colina habrá ríos y corrientes de agua en el día de la gran catástrofe, cuando caigan las torres."
"En ese día la luz de la luna será como la luz del sol, y la del sol será siete veces mayor." …
"La ciudad de la confusión será dividida (N.E.: ¿la actual Jerusalén?); todas las casas serán cerradas, de modo que ningún hombre pueda entrar, habrá llanto y alaridos en las calles, el júbilo se oscurecerá, el regocijo de la Tierra desaparecerá." …
"Nuestra casa santa y hermosa, donde nuestros padres Te adoraban, ha sido quemada por el fuego."
"Aún el antiguo saber de nuestro Padre Enoch está pisoteado en el polvo y las cenizas." …
"Pues así lo ha dicho el Señor, toda la Tierra será desolada, sinembargo no haré que sea el fin."
"Mirad, la mano de la Ley no es tan corta, como para que no pueda salvaros, ni el oido de la Ley es tan débil, como para que no pueda escucharos."
"Del desierto traeré una semilla y la semilla será plantada en el jardín de la Hermandad y ésta florecerá y los Hijos de la Luz cubrirán la tierra árida con altas hierbas y árboles llenos de frutos."
"Y ellos construirán sobre las antiguas ruinas, repararán las ciudades arrasadas -las desolaciones de muchas generaciones, serán llamados los enmendadores de la brecha y los restauradores de las veredas para habitar."
"Ellos serán una corona de gloria sobre la cabeza del Señor y una diadema real en la mano de la Ley."
"El yermo y el lugar desolado se alegrarán por su presencia y el desierto se regocijará y florecerá como las rosas, retoñará abundantemente y se regocijará y cantará."
"Se abrirán los ojos del ciego y los oídos del sordo ya no estarán obstruídos, entonces, el lisiado saltará como un ciervo y la lengua del tonto cantará."
"Ya que en el desierto irrumpirán las aguas y fluirán los arroyos en el yermo y el suelo quemado se convertirá en lago y la tierra sedienta en fuentes de agua y habrá allí un camino y un sendero y éste será llamado el Sendero de la Ley, los inmundos no pasarán por él, pues será para los Hijos de la Luz, para que crucen sobre el Río Eterno hasta el lugar oculto donde se halla el Arbol de la Vida."
"Y los Hijos de los Hombres retornarán a la tierra y vendrán al Jardín Infinito con acciones y con regocijo eterno sobre sus cabezas, obtendrán gozo y alegría y la pena y los suspiros desaparecerán."
"Y sucederá en los últimos días, que la Montaña de la Casa del Señor será restablecida en la cumbre de las montañas y será exaltada sobre las colinas y todos los Hijos de los Hombres de la Tierra fluirán hacia ella, y mucha gente irá y dirá, venid, vamos a la Montaña del Señor, al Tabernáculo de la Santa Ley y los santos ángeles nos enseñarán los Senderos del Padre Celestial y la Madre Tierra y caminaremos por los senderos del justo, porque del Jardín de la Hermandad brotará la Ley, y la Palabra del Señor, de los Hijos de la Luz."
"Y el Señor juzgará entre las naciones y reprenderá mucha gente y ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en podadoras, ninguna nación levantará la espada contra otra, ni emprenderá la guerra." …
"Escuchadme Hijos de la Luz; Soy el que Soy, Soy el primero y Soy también el último, mi mano también colocó los cimientos de la Tierra y mi mano derecha ha extendido los cielos". …

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