CAPÍTULO 2
EL CONDICIONAMIENTO CLASICO
EL CONDICIONAMIENTO CLASICO
Antes del siglo XX, tres grandes tipos de teorías del aprendizaje orientaban la práctica educativa . Algunos filósofos y educadores planteaban que la educación era básicamente un proceso de disciplina y adiestramiento de la mente. Para ellos, por lo tanto, las facultades mentales debían ser ejercitadas de la misma manera como los deportistas ejercitan sus músculos para hacerlos desarrollarse. Éste es el fundamento de la teoría llamada “Disciplina Mental”.
Otros pensadores, como por ejemplo Juan Jacobo Rousseau, partían del concepto de un hombre intrínsecamente bueno que debe vivir lo más posible en contacto con la naturaleza; esta teoría, llamada del “Aprendizaje por medio del Desarrollo”, no concedía mayor importancia al proceso de la instrucción, considerando que las capacidades innatas del ser humano pueden desenvolverse apropiadamente sin necesidad de sufrir la influencia de la sociedad, que cumple más bien un papel corruptor en el individuo.
La teoría anterior al siglo XX más influyente en la educación es, sin lugar a dudas, la de Johann Herbart, filósofo alemán que desarrolló una psicología sistemática del aprendizaje, dando una gran importancia a los aspectos mentales que intervienen en el aprendizaje. Es una teoría de tipo asociacionista que da principal relevancia al papel del interés en los procesos de aprendizaje. Un especial aporte de la teoría de Herbart, también llamada “Teoría de la Percepción” consistió en una sistematización de los pasos que deben seguirse en la enseñanza con el fin de que el aprendizaje sea efectivo.
Finalizando el siglo XIX, más precisamente en 1879, Wilhelm Wundt formó el primer laboratorio destinado al estudio experimental de los fenómenos psicológicos. La fundación de este laboratorio en la ciudad de Leipzig, Alemania, contribuyó a que la psicología adquiriera patente de ciencia. En palabras de Maurice Reuchlin, psicólogo francés, “... quien estableció definitivamente la autonomía de la psicología experimental fue indiscutiblemente W. Wundt (1832-1920). Señaló netamente sus orígenes...” (Reuchlin, 1964) y en otra parte el mismo Reuchlin dice “La importancia de la obra de Wundt no consiste solamente en la obra en sí misma, sino en el hecho de que las grandes corrientes que han influido en el desarrollo posterior de la psicología experimental pueden ser presentadas como reacciones contra ciertas características de su sistema. Para Wundt, el objeto de la psicología lo consistían las experiencias inmediatas del individuo, que son accesibles solamente a través de la introspección, método en el que se le solicita al mismo individuo que informe acerca de sus estados subjetivos".
La gran mayoría de las teorías del aprendizaje que surgen en el siglo XX reaccionan en contra de las posiciones de Wundt y rechazan el método de la introspección. Este método atentaba contra las raíces mismas de la investigación científica que exige, como garantía de la objetividad, que observadores independientes puedan controlar la validez y confiabilidad de la observación. Por otra parte, empiezan a tomar cada vez mayor importancia los experimentos realizados con animales, a los cuales es obviamente imposible solicitar que informen sobre sus estados de conciencia.
La labor experimental de Wundt estaba dirigida especialmente a investigar las sensaciones y las percepciones, sobre todo en lo que se refería a la visión y a la audición. Ese mismo interés por fenómenos de índole claramente fisiológica llevó a que fueran precisamente los fisiólogos de la época quienes combatieran con mayores argumentos la teoría de la introspección.
Tal vez el más destacado de los fisiólogos que reaccionó en contra de la subjetividad de las interpretaciones de una psicología basada en la introspección fue Iván Pavlov. La obra de Pavlov aportó a la psicología científica un aporte valiosísimo: la noción del reflejo condicionado. El presente capítulo está dedicado a examinar la teoría pavloviana, así como los aportes actuales a ella.
LOS REFLEJOS
Iván Pavlov (1849-1936), fisiólogo ruso, llegó a la psicología como por casualidad. La mayor parte de sus trabajos de investigación realizados en el Instituto de Medicina Experimental, del cual era Director, se orientaban a estudiar los procesos digestivos. Precisamente por esas investigaciones, recibió en 1904 el Premio Nobel de Medicina. Sin embargo, en el curso de los trabajos que lo llevaron a tan alta distinción, se produjo lo que podríamos catalogar como una “observación heurística” cuando, tratando de determinar las secreciones de jugos gástricos en perros a los que se les presentaba una porción de carne, observó que los pasos del empleado del laboratorio que portaba la carne que iba a ser utilizada en el experimento eran suficientes para provocar en los animales una secreción gástrica así como salivación. Pavlov denominó este fenómeno “secreción psíquica” y, a partir de 1900, emprendió su estudio sistemático. Durante 3 años examinó la secreción salival en los perros, hasta llegar a presentar en 1903 sus descubrimientos frente al Congreso Médico reunido en Madrid. Incluso durante sus investigaciones, Pavlov debió enfrentar la corriente introspeccionista tan fuertemente establecida a partir de Wundt: su ayudante más directo, Snarski, intentó entregar explicaciones “subjetivas” del fenómeno, llegando incluso a hablar de “deseos” y “sentimientos” del perro de laboratorio. Pavlov separó sendas con su ayudante y se mantuvo en el terreno estrictamente fisiológico; ello le llevó a plantear la noción de “reflejo condicionado”, que se encuentra en la base de la teoría del Condicionamiento Clásico
Toda la obra de Pavlov se basa en el descubrimiento de los reflejos propios de la actividad de la corteza cerebral. El concepto de reflejo proviene del filósofo Descartes, a pesar de que en realidad éste no usó exactamente ese término. Pavlov se refiere con las siguientes palabras al concepto de reflejo:
“Hace 300 años, Descartes, considerando que la actividad de los animales, en oposición a la del hombre, era automática, estableció la noción de reflejo, acto fundamental del sistema nervioso. Toda actividad del organismo es la necesaria respuesta de éste a algún agente del mundo exterior, en la que el órgano activo se encuentra con el agente dado en una relación de causa a efecto, relación que se establece por medio de una determinada vía nerviosa.” (Pavlov, 1967)
Ya en 1750 se habían estudiado los reflejos de una rana decapitada, la cual reaccionaba a los pinchazos en la piel flectando y extendiendo sus patas. También en esa misma época, el escocés Robert Whitt describió el reflejo pupilar a la luz.
Sin embargo, hasta los estudios de Pavlov, el cerebro era terreno vedado para el estudio de los reflejos. Ya en la década iniciada en 1860, dos grandes fisiólogos, el francés Claude Bernard y el ruso Sechenov, quien publicó en 1863 la obra Los reflejos del cerebro, reaccionaron en contra de esta restricción. En una obra señera para el estudio de los reflejos, Sechenov decía: “Las acciones humanas más libres dependen de condiciones externas e internas del hombre.... La causa primera de todo acto humano está fuera del hombre”.
En esta frase se plantea con toda claridad la actividad humana como un reflejo del mundo exterior. Pavlov se encargaría 30 años después de demostrar experimentalmente lo afirmado por Sechenov. La consideración fundamental acerca de los reflejos incondicionados es que éstos son reacciones predeterminadas a estímulos. Es una posición determinista que supone que los reflejos incondicionados han sido preconectados en el cerebro, en el período de su maduración, de una forma predeterminada por los genes. Es decir, existe una programación innata del cerebro para reconocer las señales adecuadas para provocar determinadas respuestas.
"Los reflejos constituyen el elemento de adaptación constante del organismo con respecto al medio que lo rodea, adaptación que permite a este organismo un estado de equilibrio con el medio." (Pavlov, 1967)
El estado de equilibrio con el medio puede alcanzarse a través de dos clases de reflejos: los reflejos incondicionados y los reflejos condicionados.
Los Reflejos Incondicionados
Están establecidos en el sistema nervioso de todos los animales, incluido el hombre, desde el nacimiento, permitiendo la vida desde el primer momento. Los reflejos incondicionados son hereditarios y permiten el equilibrio con elementos fijos del medio.
Los reflejos incondicionados que Pavlov más estudió en sus experimentos con perros son:
1. El reflejo alimentario: consiste en la secreción de saliva cuando se introduce un alimento en la boca del animal.
2. El reflejo de defensa: es la retracción de la parte del cuerpo que ha sufrido una excitación dolorosa, térmica o mecánica.
3. El reflejo de investigación: consiste en la concentración del animal frente a toda excitación nueva, no habitual.
4. El reflejo de libertad: la actividad global del animal para librarse de toda contención.
Muchos reflejos incondicionados pueden observarse en el niño recién nacido. Entre ellos, pueden señalarse el reflejo de succión, los reflejos de la rótula, el reflejo de Moro, etc.
Es conveniente señalar que la concepción pavloviana supone que lo que algunos psicólogos (y también muchos legos) llaman “instintos”, no son en realidad otra cosa sino un encadenamiento de reflejos incondicionados.
Ahora bien, si las relaciones que un ser vivo tiene con su ambiente fueran siempre invariables, el sistema de reflejos incondicionados seria suficiente para permitir una total adaptación del organismo a su medio. Pero el medio tiene, además de sus características constantes y duraderas, innumerables características cambiantes; por ello, el organismo debe equilibrarse a través de otro sistema de reflejos: los reflejos condicionados.
Los Reflejos Condicionados: el Condicionamiento Clásico
También Descartes se refirió a la existencia de este tipo de reflejos. En una carta dirigida a Marsenne, el filósofo dice: “Yo pienso que si se azotara a un perro 5 ó 6 veces al compás de un violín, tan pronto como escuchase otra vez esta música comenzaría otra vez a gritar y a huir”.
Mientras estudiaba la secreción de los ácidos estomacales y la salivación de los perros como respuesta a la ingestión de distintas cantidades y clases de alimentos, Pavlov se percató de que en algunas ocasiones la salivación y las secreciones estomacales empezaban incluso antes de que el perro hubiera ingerido alimento alguno. La sola vista del plato con la carne, de la persona que siempre le llevaba la comida o incluso el sonido de los pasos de éste podían provocar la respuesta. Pavlov fue capaz de darse cuenta de que los perros no sólo respondían en base a la necesidad biológica (hambre), sino también como resultado de un aprendizaje, al cual denominó condicionamiento clásico.
Para estudiar el condicionamiento clásico, Pavlov realizó una serie de experimentos, colocando por ejemplo un tubo en la glándula salival de un perro, con lo que podía medir exactamente la cantidad de saliva que éste producía. Después, empezó a hacer sonar un diapasón y, un par de segundos después, le mostraba carne molida al perro. Este apareamiento o asociación entre ambos estímulos – campanilla y carne – se realizó repetidamente. Al principio, el perro salivaba solamente cuando veía la carne molida, pero de pronto empezó a salivar al escuchar el diapasón. Incluso cuando Pavlov dejó de mostrarle la carne, el perro salivaba con la sola presentación del estímulo sonoro del diapasón. Se había logrado un condicionamiento clásico.
Condicionamiento clásico: Tipo de aprendizaje en el que un estímulo previamente neutro llega a evocar una respuesta por medio de la asociación con un estímulo que genera la respuesta por vía natural.
Los procesos básicos del condicionamiento son muy sencillos, aun cuando la terminología técnica con la cual los describió pueda hacer pensar lo contrario. Antes del condicionamiento tenemos dos estímulos que no están asociados: el sonido del diapasón y la carne molida. La respuesta natural ante un sonido es que el perro levante las orejas o que muestre una reacción de sorpresa. Como a nosotros lo que nos interesa en este caso es la respuesta de salivación, decimos que – hasta este momento – el sonido del diapasón es un estímulo neutro, ya que no tiene efecto sobre la respuesta que esperamos encontrar.
Estímulo neutro: Estímulo que antes del condicionamiento no produce la respuesta que se desea obtener.
La carne molida, por su parte, es un estímulo que de manera natural produce salivación en el perro; y la salivación es la respuesta que nos interesa estudiar. Por lo tanto, se considera a la carne molida como el estímulo incondicionado (EI) dado que el alimento que se presenta al perro provoca automáticamente salivación.
Estímulo incondicionado (EI): Estímulo que evoca una respuesta sin que se haya aprendido.
La respuesta de salivación evocada por la carne molida se llama respuesta incondicionada (RI) y es una respuesta que no está asociada con un aprendizaje previo. Se supone que la causa por la que un estímulo incondicionado (EI) provoca una respuesta refleja determinada, consiste en que aquella parte de la corteza cerebral que es activada por el EI está físicamente conectada a través de fibras nerviosas con la parte del cerebro que controla el reflejo. Las respuestas incondicionadas siempre son evocadas por la presencia de estímulos incondicionados.
Respuesta incondicionada (IR: Respuesta natural que no precisa de entrenamiento alguno (por ejemplo, la salivación ante el olor de alimentos).
Durante el condicionamiento, se hace sonar repetidamente el diapasón justo antes de presentar la carne molida. La meta del condicionamiento es que el sonido del diapasón se asocie con el estímulo incondicionado (la carne molida) y que por lo tanto evoque la misma respuesta que este último. Durante este período, la salivación aumenta gradualmente cada vez que se hace sonar el diapasón, hasta que el solo sonido de éste provoca la salivación del perro.
Cuando se ha completado el condicionamiento, el diapasón (que antes era estímulo neutral) se ha transformado en un estímulo condicionado (EC)
Estímulo condicionado (EC): Estímulo antes neutral que se ha asociado con un estímulo incondicionado para producir una respuesta que antes sólo era generada por el estímulo incondicionado.
Ahora, el sonido del diapasón también provoca la respuesta de salivación. La salivación pasa entonces a ser una respuesta condicionada (RC).
Respuesta condicionada (RC): Respuesta que, después del condicionamiento, sigue a la presentación de un estímulo originalmente neutro.
Esta respuesta condicionada, a pesar de ser aprendida, es también una respuesta refleja porque comprende un estímulo, vías nerviosas y un centro de reflexión que es el cerebro. Este reflejo, ya que está ligado a condiciones históricas precisas es llamado “reflejo condicionado”.
Por lo tanto, es también posible definir un reflejo condicionado de la siguiente manera:
Un reflejo condicionado es una conexión nerviosa temporaria entre uno de los innumerables factores del ambiente y una actividad bien determinada del organismo.
Cualquier agente del mundo exterior puede convertirse en el estímulo condicionado de un reflejo. Para ello, son necesarias cuatro condiciones:
1. Debe haber coexistencia en el tiempo, varias veces repetida, entre este agente indiferente (estímulo neutro) y el estímulo incondicionado; ésta es la condición principal.
2. El agente indiferente debe preceder en poco tiempo al estímulo incondicionado.
3. Para que el reflejo se desencadene, no debe existir en ese momento ningún otro estímulo que pueda conducir a una inhibición de causa externa (más adelante se explica en qué consiste la “inhibición”).
4. Para que el reflejo condicionado se mantenga en el tiempo, es necesario reforzarlo de vez en cuando, volviendo a asociar el estímulo condicionado al estímulo incondicionado.
La secuencia y el tiempo en que se presentan el estímulo incondicionado y el condicionado tienen gran importancia. Si el estímulo neutro se presenta después del estímulo incondicionado, tendrá muy pocas posibilidades de convertirse en un estímulo condicionado. En cambio, un estímulo neutro que se presente precisamente antes del estímulo incondicionado tendrá más posibilidades de generar un condicionamiento exitoso.
Resumen sobre el condicionamiento clásico:
Los estímulos incondicionados conducen a respuestas incondicionadas.
Los apareamientos de estímulos incondicionados y respuestas incondicionadas no son aprendidos y no los origina el entrenamiento.
Durante el condicionamiento, estímulos previamente neutros se transforman en estímulos condicionados.
Los estímulos condicionados evocan respuestas condicionadas, a la vez que los apareamientos entre estímulos condicionados y respuestas condicionadas son una consecuencia del aprendizaje y del entrenamiento.
Las respuestas incondicionadas y las condicionadas son similares, pero la respuesta condicionada se aprende, mientras que la respuesta incondicionada se produce de manera natural.
La noción de “señal”
Al hacer Pavlov una comparación entre los estímulos incondicionados y los estímulos condicionados, introdujo la noción de “señal” . Pavlov dijo lo siguiente:
“Un organismo puede entrar en actividad, ya sea bajo la influencia de estímulos permanentes o de estímulos temporarios. Los estímulos temporarios asumen en cierta forma, el papel de señal, de anunciador, reemplazando así los estímulos permanentes y volviendo las relaciones del animal con el mundo exterior mucho más complejas y finas.” (Pavlov, 1967)
Una señal es entonces “un elemento primitivamente indiferente para el organismo que desencadena una reacción biológica si señala un estímulo incondicionado”. Es decir, al convertirse en un estímulo condicionado del reflejo, pasa a ser algo así como un “estimulador a distancia”.
Ahora bien, la cualidad de la señal no es de ningún modo una cualidad definitiva sino que ha sido adquirida y puede también perderse. Más adelante examinaremos el fenómeno de la “extinción”.
En la página siguiente, el cuadro Nº. 1 muestra una comparación entre el reflejo incondicionado y el reflejo condicionado.
Cuadro 1. Reflejos incondicionados y reflejos condicionados
REFLEJOS INCONDICIONADOS REFLEJOS CONDICIONADOS
Son innatos Son adquiridos
Son estables Son temporales
Son necesarios Son ocasionales
Son característicos de la especie Son característicos del individuo
La conexión se hace por las vías preestablecidas Exige el establecimiento de una vía nueva
Permiten la adaptación del organismo a las condiciones estables del medio Permiten la adaptación a las condiciones cambiantes del medio
LA EXCITACIÓN Y LA INHIBICIÓN
Pavlov estudió detalladamente las formas de funcionamiento de la corteza cerebral, postulando que sus procesos fundamentales son la excitación y la inhibición.
La Excitación
La excitación no era un fenómeno nuevo para los fisiólogos; había sido estudiada ya por muchos investigadores, sobre todo en lo que respecta a los niveles más bajos del sistema nervioso central. Desde 1870, los trabajos de Fritsch y Hitzig se habían dirigido a examinar la excitación cortical (Roelens en Klotz y col., 1957). Pavlov profundizó dichos estudios, caracterizando a la excitación como “una forma del proceso nervioso cortical” y no sólo como propiedad de un grupo de células nerviosas aisladas.
El proceso de excitación cortical nos permite comprender cómo se forma un reflejo condicionado. Para ello, es preciso retornar al clásico experimento de Pavlov y, en aras de una mejor comprensión por parte del lector, me permitiré enumerar los pasos consecutivos de formación del reflejo condicionado de salivación frente a un diapasón escuchado por un perro:
1. Cuando el perro recibe carne molida, se pone en funcionamiento un reflejo incondicionado. Su vía nerviosa aferente parte de las mucosas bucales y llega a centros subcorticales, los que son excitados. Su vía eferente parte de estos centros subcorticales y va hacia las glándulas salivales.
2. Si al mismo tiempo se hace sonar un diapasón, las vías aferentes de este estímulo sonoro (vías cocleares) son distintas de las vías aferentes del reflejo incondicionado explicado anteriormente; por lo tanto, el impulso nervioso llegará a un centro cortical diferente del que correspondía al reflejo incondicionado. Este centro cortical será igualmente activado, pasando también al estado de excitación. Al recibirse el estímulo proveniente del sonido del diapasón, no hay una respuesta de las glándulas salivales ya que no existe un reflejo “natural” o “innato” que haga responder con salivación ante el sonido del diapasón.
3. Posteriormente, una vez que se han asociado repetidamente en el tiempo el sonido del diapasón con la presentación de la carne molida, el solo sonido del diapasón empieza a provocar la salivación, por lo que es necesario concluir que se ha formado una nueva conexión nerviosa que antes no existía.
4. En esta nueva conexión nerviosa, las vías aferentes son las mismas que citamos en el punto (2), es decir, las vías cocleares. Por su parte, las vías eferentes secretorias son las que correspondían al reflejo incondicionado citado en el punto (1), o sea, las vías que parten del centro subcortical de la salivación.
5. La pregunta es entonces: ¿cómo se conectó el centro cortical al cual llegó el impulso nervioso derivado del estímulo auditivo del sonido del diapasón con el centro subcortical responsable de enviar la orden a las glándulas salivales que deben emitir saliva?.
6. La respuesta dada por Pavlov es clara y categórica: De cada uno de los dos puntos que han sido excitados por los impulsos, esto es, desde el centro subcortical de la alimentación y desde el centro cortical receptor del estímulo, se produce una irradiación de la excitación. Cuando las ondas de la irradiación se encuentran, se produce una conexión temporaria de ambos focos corticales.
La Inhibición
El proceso de la inhibición o “freno” de la actividad cortical es un fenómeno tan importante como la excitación, pero es bastante más complejo. Pavlov distinguió entre dos tipos de inhibición: 1) Inhibición externa y 2) Inhibición interna.
La inhibición externa
La inhibición externa se ejemplifica claramente con el reflejo innato de orientación (o reflejo de ¿qué es eso?). Cuando los animales escuchan un sonido nuevo y por lo tanto extraño, detienen todo movimiento y solamente mueven la cabeza para localizar el sonido. Cualquier estímulo que despierte el reflejo de orientación (RO), detendrá toda la actividad en curso e interferirá con el condicionamiento previo que se estaba realizando. Al mismo tiempo, el organismo quedará preparado para recibir un nuevo condicionamiento.
Sólo puede existir condicionamiento (es decir, para Pavlov, aprendizaje) si el sujeto está prestando atención; y esto es tan válido para los perros que son condicionados a emitir saliva frente a un diapasón como para los niños que deben aprender en la sala de clases. Pero es imposible para una persona prestar atención a todos los estímulos que aparecen en nuestro medio. El organismo, en su sabiduría natural, evita sobrecargarse de estimulación inútil. Pavlov explica que el cerebro posee “analizadores corticales” independientes para los sentidos principales y que son estos analizadores los que deciden a qué estímulos debe ponerse atención. Cuando un analizador decide prestar atención a un estímulo determinado, “congelamos” nuestra actividad (por eso el reflejo de orientación recibe además el nombre de reflejo de “congelación” o “freezing”), tensamos los músculos, segregamos más adrenalina y se aceleran nuestras ondas cerebrales. No todos los estímulos son capaces de despertar este reflejo de orientación; básicamente, los siguientes estímulos son capaces de desencadenar esta respuesta innata:
1. Estímulos de mucho volumen sonoro: por ejemplo, una explosión o un disparo cerca nuestro.
2. Estímulos muy suaves: cuando la sala de clases queda de repente en silencio (el típico “va pasando un angelito”, como se dice en la zona sur de Chile).
3. Estímulos nuevos o estímulos que pueden llevar a recompensas o a consecuencias negativas: por ejemplo, la llegada de alguien a una reunión o la voz del locutor que anunciará un premio de la Loto.
Parece ser entonces que los analizadores son capaces de reconocer los estímulos familiares y los que carecen de consecuencias. Los analizadores funcionan como una especie de filtros que impiden que el sujeto preste atención a estímulos conocidos que no traerán consecuencias.
Resumiendo entonces: durante un proceso de condicionamiento, cualquier estímulo que sea más fuerte o más novedoso que los estímulos incondicionado o condicionado a los que se está prestando atención, podrá actuar como inhibidor externo, interrumpiendo el proceso de aprendizaje. El estudiante que lee atentamente un texto, podrá ser distraído de su tarea por una melodía que le traiga algún tipo de recuerdo o el perro que está siendo sometido a un condicionamiento clásico de la salivación verá interrumpido su aprendizaje si el ayudante del investigador estornuda en el laboratorio.
La inhibición interna
En la inhibición interna, el agente inhibidor no es un elemento extraño o nuevo que ha aparecido en el mundo exterior, sino que es el estímulo condicionado propiamente dicho, que frente a determinadas condiciones sufre una transformación.
Según Pavlov, los analizadores corticales son capaces de diferenciar entre los estímulos nuevos y/o importantes y los estímulos ya conocidos y poco importantes. De esa forma, son capaces de inhibir las respuestas de orientación (RO) ante las señales conocidas poco importantes. Este fenómeno de inhibición de la respuesta es conocido también con el nombre de habituación. Ahora bien, si aparece un estímulo inhibitorio suave en el ambiente, puede ser “inhibida la inhibición”. A este proceso se le llama desinhibición.
En uno de los experimentos de Pavlov puede apreciarse claramente la forma en que funciona la desinhibición: Se condicionó un perro para que salivara cuando se le presentaba un objeto rotatorio (EC). A continuación, esa respuesta fue inhibida. Cuando se cambió al perro a otra habitación experimental, las señales provenientes de la nueva habitación inhibieron temporalmente la inhibición y el perro volvió a salivar al ver la figura rotativa.
En la famosa película del director Stanley Kubrick, “La naranja mecánica”, se muestra un proceso de condicionamiento inhibitorio. El protagonista de la película es Alex, un joven cuyas principales entretenciones son la brutalidad y la música de Beethoven. Cuando es apresado, se le da a elegir entre muchos años de cárcel o un “programa científico de rehabilitación”. Alex opta por este tratamiento, el que consistía en administrarle una droga que le provocaba náuseas y deseos de morir (el EI). Se le obligaba a mantener los ojos abiertos y, antes de que empezaran a manifestarse las náuseas y los otros efectos de la droga, se le mostraban películas con actos de violencia, tales como violaciones. Estas películas, al principio, le provocaban un gran goce. Pero, cuando empezaban a sentirse los efectos de la droga ese goce se transformaba en pánico. Al irse repitiendo las sesiones a lo largo del tiempo, las escenas de sexo y de violencia se transforman en estímulos condicionados excitatorios de náuseas y pánico, lo que hace a su vez que se inhiban los reflejos agresivos y sexuales de Alex.
Una vez concluido el programa de “rehabilitación”, los encargados de él presentan a Alex en un escenario, frente a un gran público. Aparece una niña semidesnuda y Alex se acerca a ella con la intención de violarla. Inmediatamente se presentan los reflejos condicionados de náuseas y terror, lo que hace que Alex caiga al suelo del escenario. La representación continúa y basta que la niña se acerque a él, para que Alex escape mientras el público aplaude.
Este es un claro ejemplo de la inhibición de los poderosos impulsos sexuales y violentos que anteriormente manifestaba Alex. Finalmente, los administradores del programa de rehabilitación le hacen escuchar música de Beethoven durante el proceso de condicionamiento. Con ello, le quitan incluso su única fuente no patológica de bienestar, ya que a partir de ese momento la música de Beethoven le provoca las mismas náuseas y pánico que la droga descrita anteriormente.
LA EXTINCIÓN Y LA RECUPERACIÓN ESPONTÁNEA
Anteriormente dijimos que el reflejo de orientación es fundamental para el aprendizaje. Si el sujeto no presta atención al EC ni al EI, será imposible que se produzca el condicionamiento. Así, la primera etapa de todo proceso de aprendizaje consiste realmente en la aparición del reflejo de orientación (RO) y la habituación del sujeto a éste. Después de ello, si se aparea varias veces el EC con el EI, el estímulo condicionado será capaz de suscitar el reflejo o respuesta condicionada (RC). Ahora bien, si después se presenta varias veces seguidas el EC sin que lo siga el EI, la respuesta condicionada desaparece, es decir, se extingue.
La extinción se produce cuando se termina la asociación existente entre los estímulos condicionado e incondicionado, es decir, cuando el estímulo condicionado se presenta repetidas veces sin el estímulo incondicionado. Así, puede explicarse, por ejemplo, la pérdida de salivación a la vista de un helado en una persona que ha trabajado cierto tiempo en una heladería o la pérdida de la excitación sexual a la vista de un cuerpo desnudo, luego de haber estado de vacaciones en un campo nudista. (Swenson, 1991).
Extinción: Debilitamiento y, por último, desaparición de una respuesta condicionada.
Hay ocasiones en que una respuesta condicionada vuelve a aparecer después de haberse extinguido, lo que ocurre, por ejemplo, después de un período de descanso. Este fenómeno se conoce con el nombre de recuperación espontánea que consiste en la reaparición de una respuesta previamente extinguida después de un período en el cual no se ha tenido contacto con el estímulo condicionado.
GENERALIZACIÓN Y DISCRIMINACIÓN
Pavlov pudo darse cuenta de un fenómeno bastante singular: A menudo, sus perros salivaban no sólo ante el sonido del diapasón, sino también ante el sonido de una campana o de un zumbador.
Este comportamiento se debe al proceso conocido como generalización de estímulos. La generalización tiene lugar cuando la respuesta condicionada se presenta ante un estímulo parecido al estímulo condicionado original. Cuanto más parecido sea el nuevo estímulo al estímulo original, más probabilidades habrá de que se produzca una generalización. Swenson da el siguiente ejemplo de generalización: Si alguien a quien una persona ama siempre dice en voz suave “eh, tú” (EC) antes de hacer algo (EI) que siempre hace sonrojarse (RI) a esa persona, finalmente ésta se sonrojará al oír “eh, tú”. Si estas palabras son sustituidas por “hola, tú”, la misma persona también se sonrojará, aunque no tanto” (Swenson, 1991)
La discriminación de estímulos nos permite diferenciar diversos estímulos, restringiendo la respuesta a uno de ellos en particular (Pavlov prefería llamar este fenómeno diferenciación). Así hemos aprendido por ejemplo a pasar un semáforo con nuestro vehículo cuando la luz está en verde y no cuando está en rojo.
EL SEGUNDO SISTEMA DE SEÑALES
Uno de los puntos de conflicto más grandes entre los teóricos del condicionamiento y otros psicólogos, como por ejemplo los seguidores de la teoría de la Gestalt , consiste en la aplicación a los seres humanos de los principios del aprendizaje examinados en animales. Parece obvio que la conducta humana es mucho más compleja que una serie de simples conexiones entre estímulos y respuestas y frecuentemente los humanos piensan antes de actuar. Pavlov explicó que los pensamientos verbales y el habla manifiesta constituyen un segundo sistema de señales que actúa de forma muy parecida a como lo hacen las señales provenientes del ambiente, que serían el primer sistema de señales. Es decir, que tal como la visión de un jugoso bistec puede provocar en nosotros una respuesta de salivación, también una conversación acerca de bistecs jugosos y tiernos, también provocará la misma respuesta salivatoria.
En los seres humanos, entonces, el significado de las palabras puede ser condicionado por los estímulos incondicionados ambientales y adquirir así la capacidad de suscitar a su vez reflejos. En el hombre existe, por tanto, no sólo un segundo sistema de señales (las señales verbales), sino también un segundo sistema de reflejos (las palabras y el pensamiento). Pavlov planteaba que las reglas y operaciones básicas eran las mismas para ambos sistemas (Swenson, 1991).
APLICACIONES DEL CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
El escritor Malaparte cuenta en su libro Kaputt que él mismo pudo ver en la llanura de Kiev, durante la segunda guerra mundial, cómo perros que habían sido condicionados a buscar comida debajo de los tanques acometieron a los tanques alemanes comandados por el general Schobert, los que tuvieron que retirarse ya que los perros llevaban a su espalda cargas explosivas y una varilla que sobresalía sobre el perro y que hacía saltar los tanques cuando entraba en contacto con el metal.
Por supuesto no sólo de este tipo son las múltiples aplicaciones que ha tenido el condicionamiento clásico. Tal vez una de las más importantes ha sido la extensión de los principios pavlovianos al proceso del parto, con el objetivo de hacerlo menos doloroso y traumático. También el tratamiento de fobias neuróticas u otros tipos de temores que reflejan inadaptación, es un ejemplo de aplicaciones exitosas del condicionamiento clásico.
Aplicación de los principios del condicionamiento clásico al proceso del parto
Un poco más adelante examinaremos los avances que ha tenido el estudio del condicionamiento después de la muerte de Pavlov en 1936. Por ahora, sólo adelantaremos que el aspecto de la teoría pavloviana que ha tenido mayor desarrollo es el estudio de la forma en que funciona el segundo sistema de señales (pensamientos y palabras).
Además de condicionar a una persona usando palabras como estímulos condicionados (como, por ejemplo, cuando se dice “¡vuelta a la izquierda!”) también puede condicionarse el significado de las palabras. A este tipo de condicionamiento se le llama condicionamiento semántico.
También ha podido comprobarse que es posible condicionar el funcionamiento de los órganos internos e incluso del sistema circulatorio, utilizando estímulos condicionados externos, ya sean palabras o estímulos físicos convencionales. Este tipo de condicionamiento en el que un estímulo externo provoca un reflejo interno, se llama condicionamiento extero-interoceptivo. Es sabido que un shock produce un alza de la presión sanguínea (el shock es un EI, que produce la RI de elevación de la presión). Ahora bien, si decimos la palabra "shock" (que es, en principio, un estímulo neutro) en voz alta cada vez que producimos un shock al individuo, después de un cierto número de apareamientos, bastará decir “shock” para que se eleve la presión sanguínea del sujeto de nuestro experimento.
Swenson cita un experimento realizado por Chertok en el cual un tubo que tenía agua calentada a 63º C (temperatura dolorosa) que era aplicado a la piel, con lo que se producía vasoconstricción. Aquí el estímulo incondicionado (EI) es el agua caliente que produce un reflejo incondicionado (RI) que es la vasoconstricción. Luego, antes de aplicar el tubo con agua, se hacía sonar una campana, la que provocaba, luego de varios apareamientos, el reflejo condicionado (RC) de vasoconstricción y la experiencia de dolor. Posteriormente en el mismo experimento, al decir las palabras “hago sonar”, se producía el dolor y la vasoconstricción.
Es decir que, siguiendo los principios expuestos por Pavlov al estudiar el funcionamiento del segundo sistema de señales, las palabras pueden provocar estados internos de dolor. Los continuadores de la teoría pavloviana examinaron la interacción entre la corteza cerebral y los receptores y músculos ubicados en el útero y llegaron a demostrar la existencia de reflejos condicionados en el útero.
A partir de esta concepción, según la cual era el segundo sistema de señales (palabras y pensamientos) el responsable del dolor en el parto, que correspondería sólo a los temores condicionados de la madre, se desarrolló en la Unión Soviética un amplio movimiento destinado a elaborar y aplicar métodos hipno-sugestivos para obtener analgesia en el parto. Ello, partiendo de la concepción de Pavlov en el sentido de que la hipnosis era resultado de una inhibición cortical.
Sin embargo, algunos científicos rusos no compartían esta teoría y postularon que los dolores del parto eran “dolores mixtos” en los que había tanto componentes semánticos (de los que era responsable el segundo sistema de señales), como componentes viscerales de dolor, es decir, reflejos incondicionados originados en los receptores ubicados en el útero.
Como muchas veces ocurre (para bien de la ciencia), la controversia llevó a las autoridades científicas soviéticas a organizar en Leningrado el año 1951 una Conferencia sobre Analgesia en Obstetricia. En dicha conferencia fue aceptado el método de Velvovski de prevención de los dolores del parto mediante métodos psicológicos. Este método se denomina “psicoprofilaxis” y fue aprobado oficialmente por el Estado soviético. El método estaba encaminado a evitar que los estímulos verbales o de pensamiento provocaran reacciones de dolor. Se suponía que las sugerencias verbales que inculcaban a la embarazada la creencia de que el parto no es necesariamente doloroso, determinaban directamente una disminución del dolor.
El método psicoprofiláctico clásico aplicado en la Unión Soviética conseguía resultados tan exitosos como por ejemplo la disminución de los partos con fórceps del 127% al 8,6% y el número de niños nacidos muertos del 2,1% al 0,6% (Chertok, citado por Swenson, 1991). Grantly Read, médico inglés, y el francés Fernand Lamaze, idearon sendos métodos de disminución del dolor en el parto, que pueden ser entendidos como modificaciones del método psicoprofiláctico soviético.
En la actualidad, al menos en Chile, y de acuerdo a la información suministrada al autor por una profesional matrona, el método psicoprofiláctico prácticamente no se utiliza. Ello se debería al alto grado de efectividad alcanzado por los medicamentos anestésicos. Cabe preguntarse qué otros factores de presión pueden influir para que un método probado y basado en la palabra, sea lamentablemente descartado en beneficio del uso de medicamentos.
LA CRÍTICA AL CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
En la actualidad han sido cuestionados algunos de los fundamentos sobre los que descansa el condicionamiento clásico, tal como lo postuló Pavlov. Una de las críticas más consistentes proviene de los experimentos realizados por John García, quien no concuerda con el postulado clásico de que el estímulo incondicionado debe seguir inmediatamente al estímulo condicionado para que el aprendizaje se produzca. García ha podido demostrar que incluso cuando el estímulo incondicionado se presentaba ocho horas después del estímulo condicionado, era posible que se realizara un condicionamiento. Incluso pudo encontrar condicionamientos que ocurrían después de una sola exposición al estímulo condicionado.
Los experimentos de García surgieron a raíz de un fenómeno que observó como por casualidad (curiosa similitud con el propio Pavlov) mientras estudiaba los efectos de la exposición de ratas de laboratorio a la radiación nuclear. Mientras realizaba sus experimentos, pudo darse cuenta de que las ratas que estaban dentro de una cámara de radiación casi no bebían agua pero, cuando estaban en su jaula, lo hacían ávidamente. Al principio pensó que ello tenía que ver con la radiación, pero esto pudo descartarse, al comprobar que incluso cuando la radiación estaba apagada, las ratas bebían muy poco agua.
Examinando todas las variables que podían tener alguna relación con esta extraña conducta, García pudo observar que los bebederos de la sala de radiación estaban hechos de plástico, lo cual daba al agua un sabor especial. Los bebederos de la jaula, en cambio, estaban hechos de vidrio, con lo que el agua no tenía ningún sabor.
La conclusión era entonces lógica: el agua con sabor a plástico se había relacionado repetidamente con la enfermedad (RI) producida por la exposición a la radiación (EI), de manera que se había formado un condicionamiento de tipo clásico en el cual el agua con sabor a plástico se había convertido en un estímulo condicionado (EC) que evocaba la respuesta condicionada de enfermar (RC).
Pero una de las reglas más importantes de Pavlov decía que el estímulo incondicionado (EI) debe seguir inmediatamente al estímulo condicionado para que ocurra un condicionamiento. Los experimentos de García demostraron que el condicionamiento ocurre incluso cuando hay un lapso de hasta 8 horas entre la exposición al estímulo condicionado y los síntomas de la enfermedad.
RESUMEN
De acuerdo a la teoría del fisiólogo ruso Iván Pavlov, las unidades básicas de una respuesta son los reflejos, que son provocados por estímulos. Los reflejos pueden ser innatos o aprendidos, simples o complejos y pueden iniciar acciones o detener la ejecución de determinadas acciones.
El condicionamiento clásico es una forma de aprendizaje que aparece cuando una señal nueva, llamada estímulo condicionado (EC), es apareada con una señal – estímulo incondicionado (EI) – que tiene la capacidad de provocar un reflejo innato (RI). Después del apareamiento, el EC adquiere la capacidad de provocar también el mismo reflejo – que ahora se llama “reflejo condicionado” – o uno muy similar.
Según Pavlov, además de los reflejos excitatorios, también existen reflejos inhibitorios que pueden ser de dos tipos: 1) los provocados por señales externas y que pueden actuar sin necesidad de aprendizaje (inhibición externa), y 2) los que deben ser aprendidos de alguna manera (inhibición interna).
Si se presenta varias veces el EC sin que sea acompañado por el EI, la respuesta condicionada se extingue. Este proceso se llama extinción. Luego de un período de descanso, la respuesta puede recuperarse espontáneamente.
La discriminación y la generalización son procesos opuestos. La discriminación es el proceso por el cual el organismo aprende a diferenciar los estímulos, restringiendo su respuesta a uno de ellos en particular. La generalización, en cambio, es la tendencia a responder a señales similares al estímulo condicionado; mientras más se parezcan ambos estímulos, es más probable que aparezca la generalización.
Si bien los experimentos de Pavlov se realizaron con animales, el gran fisiólogo reconoció que la actividad nerviosa superior del ser humano tiene particularidades o caracteres específicos que la diferencian claramente de la actividad nerviosa de los animales. La diferencia fundamental es que el hombre responde también a un segundo sistema de señales compuesto por los pensamientos verbales y por el habla manifiesta.
El condicionamiento clásico pavloviano ha tenido numerosas aplicaciones. Una de las más interesantes está relacionada con la inducción de la analgesia en el proceso de parte, mediante el método profiláctico.
En resumen, podemos decir que el Condicionamiento Clásico consiste en aprender una respuesta condicionada que involucra la construcción de una asociación entre un estímulo condicionado y un estímulo incondicionado. Al utilizarlos juntos, el estímulo condicionado que de manera natural era neutro, adopta las propiedades del estímulo no condicionado.
En nuestra vida cotidiana asociamos muchas veces estímulos de la misma manera, por ejemplo: hay olores o sonidos que nos recuerdan momentos pasados y nos hacen sentirnos y actuar de determinada manera o por ejemplo, después de acostumbrar a los empleados de una industria a sonar un timbre para indicar el descanso para comida, los empleados sienten hambre al escuchar el timbre que señala el descanso para comida, aún cuando sea hecho sonar a una hora diferente.
Cabe aclarar que el Condicionamiento Clásico es pasivo. Es una reacción a un evento específico, involuntario y reflejo. La mayor parte de nuestros comportamientos han sido aprendidos de una manera diferente que se explica mediante el Condicionamiento Operante.
UN BREVE CUESTIONARIO
1. Los reflejos son una forma de ............................... del organismo al medio que lo rodea.
2. Los reflejos incondicionados son .................................. y los reflejos condicionados son aprendidos.
3. Un estímulo neutro es aquél que antes del condicionamiento no produce la .................. que se espera obtener.
4. Los .................................... incondicionados conducen a ......................... incondicionadas.
5. Relacione el tipo de reflejo con sus correspondientes características:
1) Reflejo incondicionado
2) Reflejo condicionado
a) adquirido
b) estable
c) necesario
d) característico de la especie
e) temporal
f) por nuevas vías nerviosas
g) innato
h) ocasional
PALABRAS CLAVE
condicionamiento clásico
desinhibición
discriminación
estímulo condicionado (EC)
estímulo incondicionado (EI)
estímulo neutro
extinción
generalización
habituación
inhibición externa
inhibición interna
primer sistema de señales
recuperación espontánea
reflejo
reflejo de orientación
reflejo (respuesta) condicionado
reflejo (respuesta) incondicionado
segundo sistema de señales

No hay comentarios:
Publicar un comentario