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martes, 8 de diciembre de 2009

LOS PROPOSITOS PSICOLOGICOS DE LOS ESENIOS 3-


El autor bebiendo en su "lotha"

En ciertos ritos orientales, el ceremonial del baño tiene como doble una práctica de "pranificación", es decir del lavado del cuerpo exterior e interiormente, pero se concibe por ese último ejercicio, mucho más que un simple lavado, puesto que es una vitalización en el sentido de "purificación". Es así que nos ha sido dado ver (y practicar nosotros mismos ese rito) durante el "Khumba-Mela" (Gran Reunión Sagrada de Acuario) en Hardward (Norte de la India) a los Saddhus bañándose en el agua sagrada del Ganges, rociando sus cabezas con agua ayudados por la "lotha" (recipiente que forma el único equipaje de los Sannyasis, junto con su guerrúa: pieza de lienzo que sirve de vestido).

En seguida, habiéndose "bautizado" así con la ayuda de fórmulas consagradas, pasan al ejercicio de pranificación que demanda formular ciertas plegarias sobre el agua contenida en la lotha con el fin de purificarla enteramente6, para enjuagarse la boca, hacer gárgaras y en fin, beber concentrándose siempre sobre el "prana" que viene a vitalizar todas las partes internas del organismo, al mismo tiempo que el Espíritu.

Otro punto muy importante es objeto de grandes controversias y para ello tomaremos el texto de Brownlee (pag. 50 y sig. Juan Bautista en el libro "The Scrolls and the New Testament" Ed. Harper, New York, 1957).

Que Juan haya dicho: "He ahí el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo", no es imposible, ya que el motivo del Servidor Sufriente es una de las grandes aplicaciones entre los Contratantes del Qoumrân. Era aplicado a la Comunidad como un todo, a un grupo especial de doce hombres que idealmente vigilaban la Sociedad, al Maestro de la Rectitud y probablemente también a los Mesías de Aarón y de Israel. En la tercera columna de los Himnos se presenta a la "encinta" en quien se producen los dolores de parto y que está dispuesta a dar nacimiento al "Maravilloso Consolador", muy ciertamente el Mesías Davídico del capítulo, IX, versículo 6 de Isaías. La "encinta"7 era seguramente la comunidad comprendida como un todo con quien el autor del Himno se identificaba a si mismo como jefe, y las penalidades del parto que dan salida al magnífico nacimiento son los sufrimientos de la secta perseguida. Resulta de ello que el sendero hacia el adeptado Mesiánico es una vía de sufrimiento.

El Serek ha-edah (Documento de las Dos Columnas, en los textos del Qoumrân V, 24) señala que: "Cuando alguien se convierte en el Mesías Real, parece ser que no existe lugar para el sufrimiento". El juicio mesiánico habría tenido lugar en ese momento, si concluimos correctamente de esa invocación bendita sobre el "Príncipe de la Congregación": "Destruye la tierra con tu cetro y con el soplo de tus labios echa los malvados".

Chamberlain, en "Another Qoumrân Thanksgiving Psalm"; Dupont Sommer, en "La Madre del Mesías y la Madre del Áspid en un himno del Qoumrân"; G. Vermès, en "Algunas Tradiciones de la Comunidad del Qoumrân", están de acuerdo para entender el título de "encinta" de la madre corporal, que proviene sin duda de Isaías (capítulo VII, vers. 14): "Es por ello que el mismo Señor os dará un signo. He aquí, la muchacha saldrá encinta, ella parirá un hijo. Y le dará el nombre de Manuel".

En su artículo de enero de 1955 (en el "United Presbyterian"), Brownlee, sugiere traducir "almah" como "parthenos" con la idea de indicar la interpretación mesiánica que, en el versículo en referencia, simula a la de "virgen-muchacha de Zion" (Lamentaciones, II: 13; Miqueas, IV: 10). Pero, dice él que es la prueba de que el pasaje de Isaías (VII: 14) fue interpretado mesiánicamente. Estas sugestiones llevan a un examen del segundo versículo y del capítulo XII del Apocalipsis en relación con el pasaje de Isaías. En los dos textos, la imagen general sería la misma, un "signo" consistente en una mujer encinta que da nacimiento a un hijo. Las diferencias son por cuenta de la influencia pictórica del capítulo XXXVII versículo 9 del Génesis. La evidencia específica, aparte de las similitudes con el Himno mesiánico del Qoumrân*, se reduce a un simple, pero inquietante término en el capítulo XII, vers. 5 del Apocalipsis, en la mención: "Ella parió un hijo, un varón...". La tautología fue evitada en la Biblia, versión King James y en las versiones Estándar Revisadas, omitiendo la palabra "hijo", pero la versión Americana estándar la ha dado correctamente: "un hijo, un niño-hombre". No es imposible que el autor del Apocalipsis, en la realización de sus alusiones bíblicas, haya deseado dar controversia al pasaje de Isaías (VII-14) combinando "da nacimiento a un hijo", con "da nacimiento a un varón". Una analogía para "un hijo, un varón" puede ser encontrada solamente en el capítulo XX, vers. 15 de Jeremías, donde se da más énfasis al sexo. Sin duda es posible que esto haya servido para beneficiar al precedente en referencia al Apocalipsis (XII-5), pero una alusión al nacimiento según Jeremías no podría colocarse aquí. Así en el texto griego, tanto en Nestle como en Westcott, hay solamente "arsen" * y no "huion", que está impreso en gruesos caracteres para indicar la citación.

Notemos aun que Juan de Patmos ha traducido con una gran fidelidad el texto original hebraico, mencionando la madre como "mujer" más bien que "virgen".

Partiendo de este origen, Mateo ha hecho la narración desde esa aplicación de Isaías, VII:14, de la nación virgen a la Virgen María, interpretando el nacimiento como físico más bien que como una dotación de un hombre maduro para su misión mesiánica. A pesar de ello es preciso ver aquí las penas (los dolores del parto) de la madre corporal, como la figura de Raquel llorando por su hijo. La Virgen María representa probablemente la verdadera Israel que da nacimiento, física y espiritualmente, al Cristo. De modo similar en el Cuarto Evangelio, María, que precipita la misión terrestre de Jesús, puede representar también la Israel verdadera cuyos sufrimientos dan nacimiento al Cristo resucitado. En ese caso Juan sería el legítimo, más que Mateo, en cuanto al origen judío de ese nacimiento de Cristo, tanto en su misión terrestre y celeste, que sería mucho más en lo espiritual que en el físico. Esto pone a Juan en estrecha armonía con el pasaje del Apocalipsis, XII.

Karl Georg Kuhn8 en su "Estudio sobre el Nuevo Testamento" habla de Dos Mesías: de Aarón y de Israel. En la primera publicación de los manuscritos de Qoumrân, no había más que un solo pasaje que hablaba del Mesías: "Y ellos (los miembros de la Comunidad del Qoumrân) serán regidos (reglamentados, con el sentido de juzgados) por la primera Ley con la cual los hombres de la comunidad comenzarán a ser disciplinados hasta la llegada de un Profeta y los Ungidos (meshihe) de Aarón e Israel" (Manual de Disciplina, IX, 10-11).

Es tanto más notable cuanto que ese texto había empleado el plural, de una manera que no permite equívoco, citando "los Ungidos". Los diferentes esfuerzos para evitar ese plural, con correcciones, no pueden en ningún caso convencer a nadie. Naturalmente, sobre ese punto, la secta del Qoumrân tenía una opinión que no puede ser reducida a la concepción habitual que nosotros tenemos del "Mesías".

Al presente, no queda ninguna duda de que esa interpretación sea la correcta debido al hecho de un texto publicado muy recientemente. Esas dos columnas fueron primeramente consideradas como el comienzo, perdido, del Manual, pero más tarde exactamente reconocido como un texto independiente que tiene el nombre de Serek ha-edah, "Orden de la Congregación" (llamado a veces el Documento de las dos Columnas).

Esas dos columnas describen la congregación escatológica del pueblo de Israel y la manera como era preciso construirla y organizarla, según aquello que esperaban los Esenios. Es una visión de la Israel escatológica. E1 final de la columna II, describe la comida común de esa Israel escatológica como una exacta contrapartida de la comida en común de los Esenios, tal como se encuentra en el Manual de Disciplina (Serek ha-yahad), VI: 4-6.

Esta escrito que "Nadie está autorizado a tocar la primera parte antes que el sacerdote. Ya que es él quien bendice la primera parte y toca el pan antes que ellos".

"Reshit" es el término técnico del vocabulario de los sacrificios en el Antiguo Testamento: "el mejor", "la primera parte", aquello que pertenece a los sacerdotes. K.G. Kuhn hace notar que la conservación de ese término, aun si no se refiere ya al hecho de los sacrificios, es entre otras cosas, un signo del origen del sacerdocio entre los Esenios.

En cuanto a lo que nos concierne, no podemos más que recordar esa raíz que se encuentra en la primera palabra de la Biblia: "Baereshit". Hemos repetido ya tan a menudo que "Baereshit" fue traducida incorrectamente por comienzo, mientras que se debía entender como "Principio". Evidentemente "shit" quiere decir seis, como "sabbath" significa siete. Pero como el texto original del Génesis estaba escrito en hebreo rabínico, es decir sin puntuaciones ni separación de las palabras, uno se ha perdido siempre en conjeturas para saber si se trataba de "Baereshit", es decir "emana en seis". (las seis direcciones fenomenales, simbolizadas también por el Sello de Salomón o la Estrella de David) o cualquier otra división de esa palabra que podía significar también "El creó seis días" o "En Principio...", etc. Pero como la raíz "Ba" da la idea de movimiento determinante, nosotros vemos en ese término "reshit" (el mejor) eI complemento de un concepto de Principio que sería la Fuerza en potencia de creación, es decir, el Poder inherente a esa Idea Creadora, así como las 3 letras-madres "Shin-Mem-Aleph" que forman ya la palabra "Schéma" que es antes que un proyecto, un bosquejo en el sentido de la Matriz que va a dar nacimiento a todo el alfabeto hebraico.

A continuación del pasaje de este texto que acabamos de citar y que hace mención a la comida en común, el texto con la visión de la Israel escatológica y del banquete celeste continúa, refiriéndose ahora al Mesías: "Y solamente después que el Mesías de Israel habrá tocado el pan, entonces de inmediato, toda la congregación dirá la bendición, cada uno según su rango".

El Mesías de Israel esta aquí en singular de una manera imposible de prestarse a equivocación. Ese título no se encuentra en el Antiguo Testamento en el cual el Rey es siempre llamado "el Mesías de Yahweh", se le encuentra así tres veces en el Targum, pero no tiene relación con "el Sacerdote". Así, Kuhn supone que hay buenas razones para creer que eso se refiere a uno de los dos Mesías, a los cuales el Manual de Disciplina hace mención (Col IX, 11) como "los Mesías de Aarón y de Israel". El Mesías de Israel está aquí en segundo rango en relación con el Sacerdote. En tal contexto la referencia al "Sacerdote", toma toda su significación. No se trata de un sacerdote cualquiera, sino del Sacerdote que preside o el Alto-Sacerdote. Es en ese sentido que la Biblia menciona al "Sacrificador", en particular en los diversos pasajes del Levítico, IV. El texto original recurre entonces al título entero de "Sacerdote-Ungido" (ha-kohen ha-mashiah). Se ha deducido que ese "Sacerdote", cuyo rango está más arriba que aquel del "Mesías de Israel" es precisamente el "Mesías de Aarón" que está mencionado en la fórmula "de los dos Mesías de Aarón y de Israel".

En fin, actualmente se reconoce que hay identidad entre la secta de Qoumrân y los Esenios descritos por Josefo y Filón. En todo caso es una aceptación de principio de la mayoría de los investigadores. Sin embargo, existen aun ciertas divergencias en las opiniones de los sabios, a saber, si se trata de una entera similitud o de una identidad relativa, si la secta del Qoumrân constituye un grupo especial de los Esenios (tal como Josefo los ha presentado) o un grupo muy estrechamente ligado con ellos. La descripción que da el historiador Josefo sobre los Esenios es idéntica a aquella dada por los textos del Qoumrân, especialmente en los grandes hechos que distinguen a esa Comunidad del resto del Judaísmo. Las dos fuentes describen, según K. G Kuhn, -traductor reputado- una comunidad "monástica" estrictamente organizada en la cual la adhesión era de por vida y donde la propiedad era puesta enteramente en común. Se la encuentra floreciente sobre todo desde el 250 antes de nuestra Era, hasta los años 66 y 70. Los textos nuevamente descubiertos, tanto como los escritos de Josefo, corroboran que la Orden tenía su estructura particular, la constante repetición de los baños por inmersión y la comida en común cotidiana de la comunidad. La admisión en la Orden era precedida por un Noviciado, que consistía en dos pasantías: después de la realización de la primera, el Novicio podía tomar parte en los baños por inmersión, pero solamente después de la segunda, podía compartir la comida ritual. Se comprometía por un juramento de iniciación a una obediencia incondicional a la Orden y el secreto era guardado para la Enseñanza (Lecciones y escritos).

Por otra parte, es preciso atraer la atención sobre el hecho de que las descripciones de Josefo fueron compuestas en el último período de existencia de esa Comunidad, es decir hacia los años 50 y 70, mientras que los textos del Qoumrân fueron compuestos 100 o aún 150 años más temprano.

Notemos también que el Nombre de la Orden ha cambiado, así el nombre "Esenios" que fue conocido por Josefo y Filón, no está mencionado en los textos del Qoumrân que cita la Orden como "La Congregación de Dios", "El Pueblo de la Verdad", "Los Hijos de la Luz", etc. Es posible que el nombre de "Essenianos" (los Esenios) se haya usado más tarde solamente (hacia el primer siglo antes de nuestra Era) y que fuera una denominación utilizada por aquellos que no eran de la Orden. En griego essenoi o essaioi, equivale al arameo hasayya, "El Piadoso".

Es notable que la liturgia cristiana esté basada sobre la Cena. Ahora bien, ésta es exactamente la práctica del culto ritual de los Esenios.

Mateo (XXVI: 26 a 29), Marcos (XIV: 22 a 25), Lucas (XXII: 16 a 20) mencionan la institución de la Santa Cena, que sigue el ceremonial en uso entre los Esenios. Es el "Alto-Sacerdote" quien toca en primer lugar la comida y nadie tiene el derecho de hacerlo antes que él. También Jesús hace mención de ello (Mateo XXVI, 23) como para recordar ese "reshit"de la Comunidad Esenia que es citado, como lo acabamos de ver hace un instante, en el Manual de Disciplina (VI: 4-6).

Los Evangelios hacen siempre la misma descripción de la comida sobre la cual Jesús da gracias (hace la oración en el sentido de la bendición) después, toma un pan que él parte, toma en seguida una copa y hace beber...

Esa ceremonia estaba pues en uso mucho antes que entre los primeros cristianos y hace pensar que Jesús había heredado ese ritual, durante su estancia en la Orden. Además, es preciso reconocer que jamás se ha hablado de vino, se trata de una copa, según aquello que relatan los Evangelios y se ignora lo que ella contenía. De todos modos, se agrega cada vez... "yo no beberé más a partir de ahora de este fruto de la viña"..., lo cual no indica precisamente que se trate de vino o jugo de frutas fermentado. A ese respecto se encuentra la descripción de la comida común en los textos del Qoumrân (Manual de Disciplina, VI: 1-6): ".Y cuando la mesa esté preparada para comer o beber el tirosh, que el Sacerdote levante, primero, la mano para bendecir así el reshit."

Los textos originales describen siempre el "vino para el culto de la comida" por el término "tirosh" que significa "jugo de uva" y es notable que jamás sea empleado el término "yayin" que podría traducirse por la palabra "vino" en el sentido que nosotros conocemos (jugo de frutas fermentado).

K. G. Kuhn insiste sobre el hecho de que esa comida en común de los Esenios en paralelo con la Santa Cena da una muy alta significación a nuestro conocimiento sobre el origen de la Eucaristía cristiana. Comparando el culto Esenio de la comida con las tradiciones eucarísticas, es preciso ante todo hacer una clara distinción entre: a) la antigua forma de la Santa Cena, la comida de la Iglesia de Jerusalén; y, b) la forma y la estructura de la última cena de Jesús con sus discípulos según las descripciones del Nuevo Testamento.

El autor concluye sin embargo que hay una gran diferencia entre el origen de la Eucaristía cristiana y el culto de la comida encontrado en el Judaísmo sectario; una diferencia que existe a pesar de todos los paralelos que pueden ser mencionados. El considera igualmente que había ya desde muy temprano diferencias de interpretación en lo que concierne a como la persona del Cristo estaba en relación con esa comida. La iglesia Palestina original la comprendía como una continuación de "la comida de los miembros" con su Maestro, de los tiempos cuando El estaba todavía entre ellos en la tierra, habiendo "subido al Cielo", donde El espera su nueva venida como Hijo del Hombre, para juzgar al mundo y salvar a los elegidos. Así, la comida del Señor es en consecuencia una alegría escatológica, enunciada en la expresiva plegaria "maranatha"9: "¡Nuestro Señor, Ven!"

Ya en las primeras décadas de la iglesia cristiana, encontramos que la Santa Cena era comprendida más ampliamente como mediación para ser salvado por la muerte de Cristo. Tomando parte en las comidas, que Jesús mismo dicta como "el rescate para muchos", los creyentes adquieren la remisión de los pecados, motivo que está ya presente en las palabras de Jesús durante la última comida con sus discípulos.

Ahora, queda por saber que, sea que la Iglesia comprenda esa comida en tal o cual sentido, la persona del Jesús histórico y su papel de redención, permanece como la significación primordial para la razón religiosa de la comida. En los textos del Qoumrân, no se encuentran huellas de semejanza con esta última significación de redención de una persona histórica.

Las hipótesis de Dupont-Sommer recientemente relatadas, en forma similar, por Juan Allegro, ponen en evidencia que el Maestro de la Orden Esenia, el "Maestro de la Rectitud", habría -según los textos del Qoumrân- muerto sobre la cruz, resucitado después de su muerte y su regreso es esperado...

Otro aspecto del problema es aquel que se resume por la citación hecha en el capítulo XIV (vers. 38) de San Marcos: "Velad y orad, a fin de que no caigáis en la tentación; el espíritu está bien dispuesto pero la carne es débil".

Las palabras-llave son "tentación" (peirasmos), espíritu (Pneuma), carne (sarx). K. G. Kuhn retiene sobre todo el término griego "peirasmos" más bien que la palabra "tentación", ya que en efecto hay un doble y hasta triple sentido (tentación-prueba-abandono) que es imposible de dar exactamente en nuestras lenguas corrientes. Se está de acuerdo en que la significación del concepto de "peirasmos", en esa línea de pensamiento, debe ser comprendida desde el Nuevo Testamento, que ha hecho uso de él en diferentes puntos, y no en el caso especial de la tentación de Jesús. El que origina ese "peirasmos" en el pasaje de Marcos (XIV: 38) aparentemente no es Dios, dado que es por la debilidad de la carne que el hombre sucumbe en el "peirasmos". Dios no tienta, como hizo cuando EL "probó" la obediencia de Abraham al pedirle el sacrificio de Isaac (Génesis, XXII: 1. Se encuentra en el texto original el término "epeirasen" en la Epístola a los Hebreos, XI: 17). Es, pues, el Maligno (el Espíritu del Mal) quien "tienta" como aparece en la visión general del Nuevo Testamento, cuando Pablo en su primera Epístola a los Corintios (cap. VII: 5) o en 1a primera Epístola a los Tesalonicenses (III: 5), hace mención del mismo punto de vista que Lucas (VIII: 12 y 13) que habla del "Tentador" o del "Diablo", así como el Apocalipsis (II: 10). Existe, también, el segundo versículo del capítulo primero de la Epístola de Santiago, que incita a las pruebas como si Dios fuese quien origina el "peirasmos", pero en su mismo texto (ver un poco más allá en el mismo capítulo primero, vers. 13, él define bien que "Dios no tienta a nadie; pero, cada uno es tentado cuando es atraído y cebado por su propia codicia. Después, cuando la codicia ha concebido, procrea el pecado; y el pecado, siendo consumado, produce la muerte" (vers. 14 y 15).

Naturalmente en ese contexto se puede concebir que sea posible alegrarse de estar expuesto a los diversos "peirasmoi". Es un poco la idea del sistema del Karma-Yoga por el cual el adepto busca todas las posibilidades de agotar su "karma", sus pruebas. Es la Vía de la Reintegración por la acción: la práctica de los actos, el Espíritu que no puede ser satisfecho sino por el trabajo.

Hoy día, gracias al descubrimiento de los textos hebreos del Qoumrân, se puede dar una respuesta clara a ese problema. Con esos manuscritos se tiene ante sí los escritos de una secta judía de Palestina de inicios del primer siglo antes de nuestra Era. Por otra parte, los orígenes de la secta deben remontarse hasta antes del segundo siglo antes de Cristo.

La Comunidad tenía su centro en Khirbet Qoumrân en el 130 antes de nuestra Era y permaneció allí ciertamente hasta los alrededores del año 68, cuando Qoumrân fue tomado y ocupado por los romanos. TODOS los textos del Qoumrân fueron escritos ANTES de ese período. La fecha original de esos escritos, especialmente el Manual de Disciplina (Serek ha-yahad) y el "Comentario de Habakkuk" (Pesher) son seguramente del segundo siglo antes de nuestra Era.

Aquí, las ideas religiosas y la manera de pensar son características considerablemente diferentes de las de la forma judaica que se consideraba hasta el presente, "la" forma del Judaísmo Palestino en los tiempos de Cristo. Esos son escritos de los Esenios y esto ya no puede ser puesto en duda según K. G, Kuhn, quien ha expresado desde los inicios esa opinión (que los descubrimientos contenían los escritos de los Esenios). Sobre la base de las excavaciones en Qoumrân, conducidas desde 1951 por R. de Vaux, se llegó a tal certeza, por las pruebas que aportó en diversas referencias ("Hallazgos en el Khirbet Qoumrân", Rev. Bibl. 60, 1953, Págs. 83 -106).

Uno se encuentra en presencia del conjunto completo de los conceptos expuestos más arriba: los dos poderes y los "peirasmos" del creyente.

La situación del hombre en el mundo está determinada, según esa presentación, por su adhesión bien a los "Hijos de la Luz", "Hijos de la Rectitud", "Pueblo de la Verdad", o bien a los "Hijos de las Tinieblas", "Pueblo de la Perversión", etc.

Para numerosos investigadores esa posición sería debida a una primera predestinación divina.

"Del Dios del Conocimiento vienen todas las cosas que son y que serán, quien ANTES de la existencia humana, ha determinado ya todas sus reflexiones y sus pensamientos. Y DURANTE su existencia todos sus actos son irrevocablemente cumplidos. Dios le ha asignado dos Espíritus, a través de los cuales él erra hasta el período de Su visita. Estos son los Espíritus de Verdad y de Perversión.

De la fuente de Luz emanan las generaciones de Verdad y de la fuente de las Tinieblas, las generaciones de perversión".

(Manual de Disciplina, III: 15-16, 18-19)

El origen de esa idea de predestinación debe ser comprendido en el sentido de religión comparada. Tal como ella está expuesta aquí, es un pensamiento extraño a los Judíos, como lo sabemos por el Antiguo Testamento. Es muy clara en esto una influencia de las concepciones del viejo Parsismo.

En su ensayo Zeitschr f. Theol u. Kirche 47 (1950), K. G. Kuhn había hecho notar ya que los textos de la secta indicaban claramente como la enseñanza de Zaratustra afectaba al Judaísmo. Su artículo sobre el Manual de Disciplina y la Religión Irania, pone de relieve el problema.

Según ese autor, tal dualismo permanece como una "elección" primordial. La determinación de esos dos Espíritus originales como bueno y malo, proviene del hecho que ellos mismos hacen la elección en el origen. En acuerdo con esa elección, cada uno debe obrar en consecuencia. El punto final está determinado pues de la siguiente manera: o un estado de gloria o de condena y aniquilación.

Pero los textos del Qoumrân dan una figura diferente del concepto puesto que está dicho que es Dios quien ha hecho ya la elección en cierta forma, es El quien decide la parte de cada hombre y quien establece los actos y el final, irrevocablemente.

¿Qué pensar entonces de esas teorías y como hacer intervenir el gran problema del Libre-Arbitrio y del Determinismo?

No podemos extendernos más actualmente sobre la cuestión y no haremos sino reenviar a las obras y a los autores citados en el curso de estas líneas.

Sin embargo, podríamos examinar todavía un pasaje de los escritos que podría hacer una luz sobre esa teoría que se presta al doble sentido.

Encontramos en primer lugar la cita en el capítulo II de San Lucas, versículo 14:

"Gloria a Dios en los sitios altísimos":

"Paz en la tierra entre los hombres que El ha aceptado" (edición francesa de Louis Segond).

"Glory to God in the highest, and on earth peace, good will toward men" (edición inglesa, King James Version)

Lo cual es interpretado a menudo por: "Paz sobre la tierra, entre los hombres que Dios ha escogido para su buen placer" (en inglés se encuentra frecuentemente la cita "Peace among Men of God's good pleasure". Es decir aquellos del buen placer de Dios, o sea de su aceptación, aquellos que Él ha elegido).

Krister Stendahl (en "The Scrolls and the New Testament") hace notar que las diferentes formas en las cuales es anotado el Canto de los Ángeles en Belem, no es solamente una cuestión de traducción o de interpretación, sino un criticismo textual. La versión King James, como todas las antiguas traducciones protestantes, siguen en mayoría los escritos griegos: "en anthropois eudokia" (nominativo); traduciendo pues: "buena voluntad a los hombres" (good will toward men). Sin embargo, los manuscritos griegos sobre los cuales se puede actualmente tener una mejor base, presentan muy claramente (como el Dr. Vogt lo ha demostrado) leyendo más correctamente "eirene en anthropois eudokias" (genitivo), que fue preservado en la Vulgata: "pax hominibus bonae voluntatis". Es la manera seguida por la Revised Standard Version. No obstante, su traducción: "paz entre los hombres con quienes Él está satisfecho" (peace among men with whom he is pleased), tomando así el término griego "eudokia" para significar los hombres que Dios ha aceptado (¿o escogido?) está al presente desafiada por los textos del Qoumrân. El Dr. Vogt10 sugiere la siguiente retraducción hebraica: "kabod bammeromim lelohim ubaares shalom leanshe rason".

El término hebreo "rason" está casi unánimemente aceptado para la palabra griega "eudokias", refiriéndose no a la buena voluntad de los hombres sino mucho más a la voluntad de Dios que confiere la Gracia a aquellos que Él ha escogido, o aun al placer de Dios aprobando la bondad de las vidas humanas.

Por esa razón al pronombre griego "autou" (Su) debe ser implicado eudokias autou. Es posible aun que para anthropois eudokias, se coloque la forma sufija leanshe resono (como en la Traducción del Nuevo Testamento al hebreo por F. Delitzch), ya que en Sirac, XV-15 y XXXIX-18, resono es traducido por eudokia, solamente. Pero, aun entre los hebreos él ha podido ser omitido, como en el Manual de Disciplina VIII, 6: behire rason, "el elegido de (su) buen placer".

Hasta el presente jamás fueron conocidos textos en los cuales ese término hebraico para "buen placer de Dios" fuera usado para designar al hombre, como San Lucas lo hace. De todas maneras C. H. Hunzinger lo hace notar por la frase "hijos de su buen placer" que se encuentra en los Himnos del Qoumrân (Hodayoth, Col. IV, 32 f.) y que fue encontrado igualmente, hace poco en el Himno de Agradecimiento, Col. XI, 9.

Todos los Himnos y el Manual de Disciplina encontrados en la zona del Qoumrân demuestran el profundo sentimiento religioso de la Comunidad que poseía esos libros y vivía en el desierto de Judea en los tiempos de Jesucristo. Su enseñanza y su manera de vivir ha podido tener, muy ciertamente, una influencia fuera de la Comunidad y preparar así el mensaje de los Evangelios. Y, según la opinión casi unánime de los especialistas en la cuestión, es cierto que los Israelitas sinceros como los pastores de Belem, Simeón, Zacarías, Juan Bautista, sus discípulos y los futuros apóstoles de Jesús, estuvieron ligados con ellos, aprendieron de ellos, ya que todos tenían a los Esenios en una muy alta estima.

En el Hodayoth (Himnos, Col. IV: 30-38) está escrito: "Es al Más Alto Dios que pertenecen los trabajos de rectitudes, pero el camino del hombre es firme (fuerte) solamente por el espíritu y el impulso divino (beruah yeser el)".

Más adelante (Col. XI: 7-10) está escrito: "En vuestra cólera están todos los juicios de aflicción y en vuestra bondad está la abundancia de vuestros perdones. Y vuestra misericordia es para todos los hijos de vuestro buen placer (bene resoneka), ya que vos les habéis enseñado el secreto de vuestra verdad y les habéis dado el conocimiento profundo de vuestros magníficos misterios".

Esas palabras encuentran su soporte en la enmienda del Salmo XXX-6: "La aflicción está en su cólera, la vida en su buen placer".

Ese pasaje en la Biblia es traducido de diversas maneras según las versiones. E. Vogt, menciona que se debe leer en el texto original: "naega" (aflicción) en lugar de "raega" (momento). Sabemos que en hebreo la letra "n" (nun) se parece mucho a la letra "r"(resh), lo cual da lugar a malas interpretaciones, como por ejemplo: "Ya que su cólera dura un instante, pero su gracia toda la vida" (version Louis Segond), o "For his anger endureth but a moment in his favor is life" (versión King James).

Se ve como el sentido de las Escrituras puede variar según las concepciones por la deformación de una sola letra de los textos originales.

Ernest Vogt, S.J. hace notar aun que los textos del Qoumrân hacen aparecer una cuarentena de veces la palabra "misterio" (raz).

"Los Misterios de Dios" son Sus decretos secretos sobre la destrucción amenazadora de todas las maldades y la eterna glorificación de los hombres de su buen placer, que entran y perseveran en el Contrato.

El autor precitado ha catalogado todos los textos que mencionan "los misterios" en "Mysteria in textibus Qumran", Bíblica 37, 1956, pp. 247-257. Porque las palabras "in excelsis" ("en lo más alto", bammeromin) aparecen en el segundo capítulo (vers. 14) de San Lucas, en relación con éste dos textos del Qoumrân, en los cuales están igualmente estipuladas, deben ser mencionados: "Vuestros magníficos misterios son bammeromi(n)" * (Milhama - La guerra entre los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas, XIV, 14); "la rectitud regocijará (b)ammeromim"(XVII, 8)**

La palabra "rason" en el Himno de Agradecimiento (IV, 88 y XI, 9) se refiere a la voluntad de Dios que escoge y predestina, pero no tanto como un Placer Divino (el buen placer, del sentido habitual). El pasaje entero acentúa el poder activo de Dios y la insuficiencia (deficiencia) del hombre.

La misma significación está clara en la modificación "los elegidos de su buen placer". Una idea idéntica resalta de los pasajes de los Himnos (X, 5-7): "Yo soy, de todas maneras, polvo y cenizas ¿qué puedo proponer para mí mismo, sin vuestro consentimiento y qué puedo pensar o elaborar sin vuestro buen placer (been resoneka)? Como podría yo fortalecerme si vos no me enderezáis y como podría convertirme en sabio si no me habéis predestinado para ello?".

En el Manual: "el buen placer de Dios", significa a veces también la voluntad de Dios que debe ser hecha (V: I y10; IX: 13) y amada (IX: 24) y aún rebuscada (V: 9). Una buena acción es como un sacrificio que gusta a Dios (kenidbatminhat rason) (IX: 5; IX: 24). El hombre bueno "gusta todo como una tierna expiación delante de Dios" (III: 2).

* * *

Los recientes descubrimientos de manuscritos cerca del Mar Muerto vienen, es cierto, a proporcionar una nueva luz sobre esas apasionantes cuestiones, pero se debe continuar, con un serio estudio de profundización. Lo importante es también la confrontación de esos textos con los Evangelios y otras Escrituras.

Personalmente hemos profesado siempre que Jesús había sido un miembro y aun un Dignatario de la Orden de los Esenios. Es preciso decir que esa hipótesis no es compartida por todo el mundo, a pesar del gran número de investigadores que se unen sin embargo a nuestra causa.

No obstante, debemos apresurarnos a agregar que, salido de esa Comunidad, el Maestro Nazareno enseñaba sobre todo en calidad de Gran Instructor que preparaba una Nueva Era (la Edad Pisciana que comenzaba). Por otra parte el grupo Esenio que había sido el vehículo del Movimiento Tradicional Iniciático iba a desintegrarse poco a poco, para hacer lugar a una organización más exotérica, en consecuencia con el Ciclo "Piscis" (época negativa).

Kurt ,Schubert 11 por ejemplo, escribe en "Teologische Quartlschrift" 135, 1955, pp. 320-337: "La diseminación de los Esenios en los tiempos de Jesús, parece haber sido mucho más vasta que lo comúnmente supuesto antes de la publicación de los textos del Qoumrân. Es posible que los Esenios o Conventos "esenizados" se extendiesen por toda Palestina. Si se considera el hecho de que sólo el cementerio de Khirbet Qoumrân contenía más de un millar de tumbas y que había un gran portal Esenio en Jerusalén, es fácil visualizar la amplia distribución Esenia en los tiempos de Jesús.

Casi todos los sabios aceptan la opinión de que sólo el establecimiento de Khirbet Qoumrân debe ser identificado con los Esenios descritos por Plinio en su Historia Natural, 5, 17. Debía tratarse ciertamente de una de las colonias "sobre la cual la ciudad de Engadi estaba situada". Plinio cita también a Masada como una localidad Esenia "una fortaleza sobre una roca no lejos del Mar Muerto". En consecuencia debía haber establecimientos Esenios mucho más al sur aun de Engadi. B. Maisler (en Bull of Jewish Palestina Expli. Soc.,1949, pp. 25-28) relata que las excavaciones experimentales en Engadi coinciden generalmente con los hallazgos arqueológicos de Khirbet Qoumrân. En los dos lugares hay un edificio central. Los 4.000 Esenios citados por Josefo (Antigüedades judías, 18, I, 5) son según la letra del texto, únicamente los Esenios Monásticos.

Antes de terminar analicemos aun un término que se ha prestado a muchas controversias. Se trata de la palabra "pobre" (ptochoi) que se la encuentra en Mateo, V, 3, y Lucas VI, 20. Notemos que el texto de Mateo dice: "Los pobres de espíritu" pero que el texto en hebreo menciona "ruah" que no es solamente el equivalente de "espíritu" sino también de "voluntad", "aceptación". Así pues, "pobre en espíritu", no es necesariamente la traducción correcta como de lejos se ve.

K. Schubert concluye que se debe ver en esas palabras de Jesús (Bienaventurado vosotros que sois pobres, ya que el Reino de Dios es para vosotros), una relación con uno de los principios fundamentales de los Esenios. El historiador Josefo da testimonio y se lo puede leer en el Manual de Disciplina (I: 11 y VI, 19) así como en el Comentario de HABAKKUK (VIII: 10-12; IX: 5) el Documento de Damasco (VIII: col.B, 17; IX: 21, 23, 13-5, 25). El término "pobre en espíritu", "pobre en voluntad interior" es encontrado también en el Milhama (XIV: 7).

En numerosos textos del Qoumrân, se verá a los miembros de la Comunidad llamarse a sí mismos "ebionin": los "pobres". También en los Himnos apócrifos, un miembro de la secta se describe como "ebion", "un pobre". Ese nombre, pues, parece haber sido una de las numerosas expresiones usadas por la Comunidad Esenia para nombrarse a sí mismos. Sin duda eso proviene del hecho que en sus establecimientos practicaron la puesta en común de todos los bienes. Por otra parte el desprecio del dinero era uno de sus primeros principios.

Así, sobre la base de esas palabras de introducción, tomando únicamente el Sermón de la Montaña, parece bastante plausible que Jesús se dirigía a una audiencia muy familiarizada con las enseñanzas de los Esenios.

Ese pasaje puede significar que los seguidores de Jesús, como profetas del Reino de Dios, eran un caso similar al de ciertos "profetas" en la Comunidad de los Esenios. (El término "profeta" se comprende aquí como se cita en Mateo XXIII: 34). Por tanto, ellos tenían que contar entonces, una vez más, con severas persecuciones.

Será efectivamente así, ya que poco a poco, mientras la Comunidad de los Esenios parece desaparecer, se ve nacer la "nueva religión". En la iglesia de Jerusalén se ve a Pedro y después a Santiago, el hermano de Jesús, aparecer como líderes de la Congregación. Pedro es, en primer lugar, el verdadero orador para la Congregación en Jerusalén. En el Concilio Apostólico (en el año 49), Santiago gana una mayor autoridad, su posición se fortifica y se convierte entonces en el líder de la iglesia de Jerusalén. El permanecerá como el "alto Sacerdote" (Califa) de los Cristianos Judíos hasta su muerte en el año 64. Los once Apóstoles, más tarde doce por una elección especial, formaban un "Colegio" que era responsable de todos los asuntos de la Congregación. Gradualmente los siete "Helenistas" (Capítulo VI de los Hechos), que formaban probablemente otro colegio, a la manera del septemvirato de la Sinagoga judía y, sumándose a ellos, una clase especial de "ancianos" tomaba parte en la administración (Hechos XI. 30; XV, 2, 22). En el primero de esos dos pasajes, los Ancianos aparecían como los únicos representantes de la Congregación, los Apóstoles no son ni siquiera mencionados.

En las elecciones, los apóstoles hacían propuestas y se ha hecho notar que un número considerable de cristianos estaban presentes en Jerusalén: se ha citado ciento veinte personas. Ese número no carece de significado en la ley constitucional. Según la concepción judía, la congregación en una ciudad debe contar con ciento veinte personas para elegir los miembros al Sanhedrin. Lucas menciona especialmente el número de personas presentes en la elección, ya que él quiere demostrar que la elección del nuevo Apóstol estaba legalmente correcta.

Según Reicke12 la iglesia de Jerusalén tenía una constitución mixta o "compleja", cuyas inclinaciones a la monarquía, oligarquía y democracia estaban presentes todas juntas, sin ser por ello mutuamente excluyentes o aun estar en conflicto.

Aristóteles había citado ya (Política, 3, 5, ib. 1279): "Solamente uno o algunos o muchos deben reinar". En efecto, Aristóteles trata aquí de "oligarquía" y "democracia" como de formas degeneradas de "aristocracia" y "política". Desde entonces los primeros han sido aceptados como términos descriptivos sin ningún tinte peyorativo, mientras que los últimos ya no están en uso para definir sistemas gubernamentales. Se puede pues hablar de "oligarquía" y "democracia", aquí, en un sentido enteramente neutro.

Reicke se une, pues, al punto de vista del exegeta sueco O. Lindón en su muy conocida disertación sobre "El problema de la Iglesia Primitiva" (Das Problem der. Urkirsche in der neueren Forschung, 1932, pp. 189-194).

Linton hace resaltar que según los griegos y las concepciones modernas, una organización competente para dar resoluciones, consiste en individualidades en relación de igualdad. Si se adiciona un círculo o Consejo con una autoridad mayor que la asamblea completa, entonces esto se debe concebir también como una asamblea de individuos iguales y la alta autoridad del cuerpo consejero o Colegio debe concebirse solamente en el sentido de tener el derecho de hacer recomendaciones, que pueden ser aceptadas o rechazadas por el conjunto de las Congregaciones. Según Linton, por otro lado, no se puede pensar que la organización de los primeros Cristianos tenía tal arreglo. Para demostrar la existencia de semejante desigualdad en la Asamblea jerárquica con poder legislativo, Linton cita en primer lugar el pasaje del capítulo XV de los Hechos (vers. 22) y deduce que se trataba en efecto de una Congregación desigualmente constituida.

Otro problema que fue a menudo debatido es aquel de saber qué ha ocurrido con los Esenios. Recientemente Oscar Cullman ha publicado en un artículo su opinión (Die neuentdeckten Qumrantexte und das Judenchristentun der Pseudoklementinen), según la cual el resto de los elementos Esenios habría pasado al grupo Ebionita después de la destrucción de Jerusalén en el año 70.

Otro artículo reciente de H. J. Schoeps, pone en evidencia una teoría de Filón y de Josefo según la cual, la secta del Qoumrân, los Esenios, los discípulos de Juan Bautista y los Ebionitas, todos, se convirtieron en representantes de un Judaísmo Gnóstico apocalíptico.

Como nombre de secta, la palabra "Ebionitas" apareció por primera vez en los escritos de Ireneo, en 175. Parece ser transliteración de un término arameo-hebreo, que significa "pobre" (ebyonim).

Sin embargo, se ha creído que el nombre de esa secta provenía del nombre de su fundador que se llamaba Ebion. No obstante se debería ver dicho nombre más bien como el de un héroe epónimo, una personificación de la secta misma.

Diferentes puntualizaciones han sido emprendidos por sabios, unos buscando demostrar que los Ebionitas eran Gnósticos, que la secta del Qoumrân era Ebionita, otros pretenden que era Gnóstica judía, etc.

Digamos más simplemente que elementos de un grupo podían pasar a otro y que precisamente con la diseminación de los Esenios, se los ha podido encontrar, a continuación, un poco en todas las diversas organizaciones que tomaban forma en la época. Lo que importa, para nosotros, es menos el nombre, sino más bien que sea preservada la enseñanza y que este Saber pase de una agrupación a otra y que así sea perpetuada la gran Tradición Iniciática.

(Abril 1958)

1 Ernesto Renan estudió en el Seminario San Sulpicio en París hasta el 5 de Octubre 1845, cuando salió él declaró: "No es mi culpa si mis maestros me han enseñado la lógica y por sus argumentaciones despiadadas han hecho de mi espíritu un tajante acero. Yo tomé en serio aquello que aprendí: escolástica, reglas del silogismo, teología, hebreo, etc. He sido buen alumno y no podría ser condenado por ello". Su libro sobre Jesús conoció un gran éxito pero se presta a numerosas controversias.

2 La primera edición inglesa "The Quest of the Historical Jesus" de A. Schweitzer, data de 1910 (edición original de 1906).

3 Krister Stendahl, de la Universidad de Uppsala en Suecia, fue en 1954 como Profesor a Harvard University. El era ya autor del libro "La Escuela de San Mateo".

4 Oscar Cullmann, Profesor de la Universidad de Basilea (Suiza) y de la Facultad de Teología protestante de París. Autor de varias abras, "Cristo y los Tiempos", "Pedro", etc.

* N. del Ed. En el original francés: voie, traducido en la edición Meyerber, vía. En las traducciones de Juan I: 23, se encuentra "voz", confirmado en Isaías 40:3, "Voz que clama en el desierto". Por otro lado en lengua hebrea voz, sonido, "qol", qoph-vau-lamed = 90+9+24 = 123. de ahí en Juan " I: 23", la mención a la voz

5 W.H. Brownlee es "Associate-Professor" de Antiguo Testamento en la Duke University Divinity School. El estaba con las Escuelas Americanas de investigaciones orientales en Jerusalén, cuando los primeros pergaminos de Qoumrân llegaron a la Escuela y la Universidad Hebraica. Ha publicado la primera traducción y continúa desde entonces sus búsquedas sobre los famosos manuscritos del Mar Muerto.

6 Hay que notar que el agua del Ganges ya es sagrada en si misma y que, además, los expertos que la han analizado, no han podido jamás hallar elementos tóxicos o microbianos entre quienes habían absorbido el agua de ese río!... El misterio permanece entero, al mismo título que el del agua de Lourdes (en Francia) en la cual, sin embargo, tantos enfermos se han zambullido.

7 En el sentido de "generador de." o aun "dispuesto a dar nacimiento a.". En inglés se diría "Pregnant one", sin definir si se trata de una mujer encinta o de un acontecimiento dispuesto a manifestarse. Es llevar en su seno, a alguna cosa tanto como a alguien. Puede tratarse pues tanto de un niño que va a nacer como de un proyecto que va a ser puesto en ejecución.

* N.Ed. Himno 5, Col. 3, Vers. 9

* N.del Ed. "arsen" arsen; "huion" uion

8 Karl Geog Kuhn, Profesor del Nuevo Testamento en la Universidad de Heidelberg. Es reconocido como el escolástico alemán más eminente sobre la cuestión de los pergaminos. Sus primeras publicaciones tratan sobre todo de los orígenes judíos y rabínicos y también del Nuevo Testamento.

9 Ver la Epístola a los Corintios, XVI, 22, en relación con el vers. 20 del Cap. XXII del Apocalipsis.

10 Ernest Vogt, S.J., es el Rector del Pontificio Instituto Bíblico en Roma. Es el editor de "Bíblica" (periódico de ese Instituto). Su terreno de estudio es sobre todo el Antiguo Testamento.

* N. del Ed. "bammeromi(n)": están en lo alto

** N.del Ed. la justicia se alegrará en lo más alto

11 Kurt Schubert, Profesor de los Estudios Judaicos en la Universidad de Viena. Laico romano, católico, ha escrito una serie de artículos sobre los manuscritos del Mar Muerto.

12 Bo Reicke recibió su doctorado en Teología de la Universidad de Uppsala donde era Profesor Asistente, antes de convertirse en Profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Basilea. Estaba muy bien preparado para estudiar los pergaminos del Mar Muerto, a causa de sus estudios sobre los Documentos de Damasco y el Nuevo Testamento. El presenta la constitución de la Iglesia Primitiva con un triple modelo de base: monarquía (característica de la organización episcopal), oligarquía (organización presbiteriana), y democracia (organización congregacional). Esto en el sentido en el cual Aristóteles catalogaba esas formas en su obra "Política".

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