No es la pedagogía para el hombre, sino del hombre. (Freire)
El naturalismo considera el espíritu como un modo de ser de la naturaleza y explica el devenir de la realidad como proceso por el cual la natura naturans (naturaleza naturalizante) se hace natura naturata (naturaleza naturalizada), distinta de la primera por su aparecer fenoménico (la multiplicidad), pero no por la esencia o por la estructura (la unidad de todo lo real).
Está claro que dicha naturaleza (lejos de poderse distinguir de Dios, Principio absoluto) se presenta fere Deus o incluso sive Deus (casi Dios), con significativas consecuencias tanto en el campo pedagógico, como en las derivadas de la conocida tesis de Rousseau: la naturaleza es constitutivamente buena. De aquí la inutilidad de cualquier acción educativa (por parte del hombre), si es cierto que la naturaleza es todo y hace todo por sí misma.
El naturalismo y el panteísmo son planteamientos reflejados en la consideración o interpretación de la historia de los hombres que, al no ser explicados en la base, la presencia de la libertad, la contingencia e incluso la causalidad no puede escapar a la rigidez de un devenir, en el cual el presente está necesitado del pasado, según la doctrina del historicismo dialéctico (forma de panteísmo), como la crítica ha reconocido plenamente también respecto a Hegel y los hegelianos.
El naturalismo considera el espíritu como un modo de ser de la naturaleza y explica el devenir de la realidad como proceso por el cual la natura naturans (naturaleza naturalizante) se hace natura naturata (naturaleza naturalizada), distinta de la primera por su aparecer fenoménico (la multiplicidad), pero no por la esencia o por la estructura (la unidad de todo lo real).
Está claro que dicha naturaleza (lejos de poderse distinguir de Dios, Principio absoluto) se presenta fere Deus o incluso sive Deus (casi Dios), con significativas consecuencias tanto en el campo pedagógico, como en las derivadas de la conocida tesis de Rousseau: la naturaleza es constitutivamente buena. De aquí la inutilidad de cualquier acción educativa (por parte del hombre), si es cierto que la naturaleza es todo y hace todo por sí misma.
El naturalismo y el panteísmo son planteamientos reflejados en la consideración o interpretación de la historia de los hombres que, al no ser explicados en la base, la presencia de la libertad, la contingencia e incluso la causalidad no puede escapar a la rigidez de un devenir, en el cual el presente está necesitado del pasado, según la doctrina del historicismo dialéctico (forma de panteísmo), como la crítica ha reconocido plenamente también respecto a Hegel y los hegelianos.
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