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jueves, 17 de diciembre de 2009

TEORIAS HUMANISTAS Y EXPERIENCIALES TEORIAS Y SISTEMAS PSICOLOGICOS Los trabajos con LSD.


El LSD supone un grave reto para el modelo mecanicista del universo, supone estados de consciencia no ordinarios, presentes en otros métodos tales como los chamánicos, los meditativos, que se caracterizan por el realismo que se expresa en visiones, audiciones, imágenes tridimensionales en movimiento, intensas emociones, transcendiendo el espacio-tiempo y viajando a través de él. Se puede ver desde lo micro hasta lo macroscópico, reviviendo escenas y superando la distinción entre materia, consciencia y energía. En el transcurso de la terapia se pueden descifrar formaciones simbólicas con sentimientos de unidad con otras personas y con el universo entero. Se producen tranformaciones de las personas y el ambiente, creadas por el material inconsciente que emerge con experiencias que resultan ser complejas amalgamas entre lo percibido y lo proyectado, en las que se supera la diferencia entre el ego y el mundo exterior. Todo produce un aluvión de datos asombrosos que desborda cualquier explicación racional. Sin embargo, las primeras investigaciones otorgaban a estas experiencias un modelo de psicosis y el de una psicosis tóxica, aunque posteriormente Grof se percató de ciertos aspectos psicodinámicos que podían entenderse psicológicamente, además de la propia activación general de material inconsciente. Hoy considera que el LSD es un potente catalizador o amplificador de los procesos bioquímicos del cerebro, activación indiferenciada que facilita la emergencia inconsciente.

Existirían varias fases de experiencias activadas por el LSD:

Las experiencias estéticas, que son la más superficiales, sin un contenido simbólico específico, más bien ofrecen un caleidoscopio espectacular. La segunda pertenece a lo psicodinámico, al inconsciente individual que es accesible a los estados de consciencia habituales, recuerdos importantes, conflictos no resueltos, activación vívida de recuerdos traumáticos o excepcionalmente placenteros, concreción pictórica de fantasías, dramatización de deseos, dinámicas psicosexuales, regresiones a la niñez y a la primera infancia. Son experiencias comunes a la terapia psicoanalftica, que decrecen en personas emocionalmente estables. Estos fenómenos producidos por el LSD son más fáciles de entender pensando en función de constelaciones especificas de la memoria -sistemas COEX, (condensación de experiencias)-, tanto de los primeros períodos como de los posteriores. La estructura de la personalidad tendría una gran cantidad de COEX tanto negativos como positivos. Revivir sus diferentes niveles constituiría uno de los fenómenos más frecuentes en la psicoterapia con LSD. La parte más importante sería la experiencia nuclear, que representa un prototipo matriz para encontrar acontecimientos subsiguientes. La tercera fase tiene que ver con la experiencias perinatales, de gran importancia en Grof. Bajo los efectos de LSD se pueden revivir elementos del nacimiento biológico, confirmando posteriormente muchos de los informes sobre detalles específicos del momento del nacimiento, en lo que constituiría las llamadas "experiencias psicodélicas perinatales", con indicios de que se producen cambios bioquímicos que reproducen la situación del parto, lo que supone una gran dificultad para las concepciones científicas actuales. Estas experiencias perinatales con LSD se encuadran no sólo en los problemas del nacimiento biológico, dolor y sufrimiento físico, sino también en el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, con una similitud sobrecogedora entre muerte y renacimiento, base filosófica que acompaña a los dos procesos y que permite una percepción interior de las dimensiones espirituales y religiosas.

Así pues, lo recogido como vivencias perinatales por Grof son manifestaciones de un nivel profundo del inconsciente que están claramente más allá de las técnicas freudianas clásicas, aunque cercanas a Rank, con algunas modificaciones. Representan una intersección muy importante entre la psicología individual y transpersonal, con una intensidad que trasciende lo individual, frecuentemente acompañadas de identificación con otras personas y hasta con el sufrimiento de la humanidad. También con recuerdos de la evolución, elementos del inconsciente colectivo, arquetipos, etc., lo que lleva a resoluciones de crisis tras el contacto con las dimensiones espirituales.

Debido a la importancia que tiene lo perinatal en la teoría de Grof, vamos a exponer las cuatro matrices perinatales básicas que acompañan a todo nacimiento biológico. Es un resumen para profundizar posteriormente en el origen y desarrollo de estos postulados.

Primera matriz: Sus bases biológicas están en la unión original simbólica con el feto, durante el periodo intrauterino. Sus caraterísticas se derivan de la forma en que se haya vivido ese proceso, bien bajo unos sentimientos oceánicos, paradisíacos o bien como peligros subacuáticos e inhóspitos. Es decir con sus COEX positivos o negativos: experiencias de corte místico o paranoico-hipocondríaco-claustrofóbico.

Segunda matriz: Inicio del parto biológico, situación de alarma, que puede ser vivido como de angustia creciente, o el ser tragado por un monstruo horrible o un remolino. Tienen que ver con este periodo las psicosis esquizofrénicas, depresiones endógenas, drogadicción, intenso sufrimiento.

Tercera matriz: El cuello del útero ya dilatado permite la expulsión del feto. Aquí aparece el sadomasoquismo, el autosacrificio, también la violencia y el asesinato. Aunque existe un autosacrificio, también hay ya una dirección y un propósito determinado, y más que un infierno sería un purgatorio. Cuarta matriz: Es el nacimieto propiamente dicho, que cuímina con el corte del cordón umbilical. Corresponde al morir-renacer. Va desde las ilusiones mesiánicas hasta la liberación por la muerte del ego. Cabría decir que cada persona estaría condicionada por una de las cuatro matrices que conformaría su personalidad, y además que cada matriz se convierte por si misma en símbolo del proceso vital.

Muerte, psicosis e iluminación. Con respecto a los trabajos con LSD, y ampliando la investigación sobre el origen de las matrices perinatales, Grof explica en Más allá de la muerte que la amalgama de muerte, nacimiento y alumbramiento da como resultado una sensación de destrucción de la estructura de la personalidad antigua y el surgimiento de un nuevo ser. Todo ello tiene una extraña relación con las descripciones ancestrales de la iniciación chamánica, ritos de paso, los misterios de los templos y las religiones extáticas.

El origen de la primera fase proviene de las experiencias con LSD, y a este tipo de experiencia psicodélica lo denomina inmersión cósmica''. Sobre esto explica que los pacientes relacionaban esta fase con el comienzo del parto biológico, cuando se rompe el equilibrio original de la existencia intrauterina, a causa de las señales químicas primero, y más tarde de las contracciones del útero. Orof detalla que la experiencia puede comenzar con un sentimiento abrumador de ansiedad y amenaza para la vida, sin identificar la fuente del peligro y respondiendo paranoicamente a todo ello. Así se pueden producir experiencias como la de ser absorbido por una espiral o descender al mundo de los muertos, en un paralelismo claro con las visiones escatológicas de la tradición.

Con referencia al origen de la segunda fase, Grof comenta que es como la experiencia sin salida. Los pacientes explican que el mundo aquí resulta oscuro y amenazador, una pesadilla claustrofóbica. La existencia humana aparece vacía de significado, tremendamente absurda e incluso monstruosa. No hay ninguna esperanza, y no parece haber salida ni en el espacio ni en el tiempo. En la tercera etapa, en la experiencia psicodélica, se produce la lucha de muerte-renacimiento. Es la lucha por sobrevivir. Aquí se está en contacto con las fases finales, con las materias biológicas como sangre, mucosidades, líquido fetal, orina e incluso excrementos. Es una etapa compleja que coníleva los factores expresados en esa lucha titánica, secuencias sadomasoquistas, etc., hasta la acción del fuego purificador. Antes de eso, estas experiencias de muerte y renacimiento suelen ser precedidas de experiencias destructivas y de autoexterminio en las que se descarga y consume gran cantidad de energía. También hay crisis orgiásticas, actividades perversas, etc. Lo escatológico puede llegar a vivencias extremas, como las de estar revolcándose entre excrementos, ahogándose en un pozo negro, reptando sobre vísceras podridas o tragar sangre. A continuación atraviesan el fuego purificador que prepara para el nacimiento espiritual. El sufrimiento, así, tiene un objetivo determinado, las emociones que lo acompañan son una mezcla de agonía y éxtasis, las imágenes representan las batallas entre las fuerzas del bien y del mal, el juicio divino, las tentaciones de los santos, etc.

En estas explicaciones de Stan podemos vislumbrar las increíbles experiencias por las que se pasen las psicosis, tan imposibles de entender desde una perspectiva psicológica y psiquiátrica convencionales.

Concretando en cuanto a aspectos clínicos de las psicosis endógenas, sobre todo la esquizofrenia, Grof afirma que suponen un enigma en la psiquiatría. Hay quien se inclina por el tratamiento farmacológico y otros por todo lo contrario, a fin de acelerar y salir del proceso, teniendo en cuenta que el diagnóstico es inseparable de la noción de realidad, pues las conductas de yoguis, chamanes, etc., de otras culturas caerían bajo el diagnóstico de enfermedad, aunque no es así con las locuras armamentisticas y las guerras sanguinarias. Los pacientes paranoicos con síntomas de proyección parecen beneficiarse del tratamiento psicofarmacológico, mientras que los que expenmentan el proceso internamente reaccionan mejor sin medicación. De todas formas es indispensable distinguir el proceso psicótico del místico; la exteriorización del proceso, el uso excesivo de mecanismos de proyección y la exteriorización indiscriminada constituyen características de mecanismos psicóticos, teniendo lógicamente en cuenta las circunstancias externas en que se mueva la persona y, por supuesto, el pintoresco y polifacético grupo de condiciones psicóticas denominadas esquizofrenias, en las que en ningún momento se ha de olvidar sus relaciones con las MPB (matrices perinatales básicas).

Concretamente sobre las experiencias clínicas con LSD, el grupo de Grof en Checoslovaquia presentó un informe interesante sobre la terapia psicodélica con pacientes psiquiátricos. Son los únicos datos que hay relativos a experimentos con grandes dosis de LSD 25. Se dividió en tres grupos a los sujetos del experimento: psicópatas, neuróticos y normales (médicos y personal sanitario). Las observaciones provienen de 60-90 sesiones semanales.

1º Los psicópatas mejoraron a lo largo de varios meses hasta llegar a una normalidad aparente y hasta la recaída en la psicopatía. Esta segunda recaída era diferente y algunos individuos pudieron salir totalmente curados de allí, tras la experiencia que Grof llamó de renacimiento.

2º En los neuróticos la mejoría fue más corta, aunque algunos mostraron psicopatías transitorias. Después de la crisis final muchos de ellos se curaron.

3º Los normales llegaron a la fase crítica antes que los otros grupos, e informaron de los beneficios. Las explicaciones generales se acercaban más a las tradiciones místicas que a las clínicas

Todo esto nos lleva a la existencia de polémicas con respecto a la psiquiatría tradicional, sobre todo cuando se carece de causas orgánicas que expliquen ciertas enfermedades y se usen los dramáticos electroshocks, y además se aborden los problemas desde una psiquiatría inadecuadamente preparada en psicología. Según Grof, la hegemonía de este modelo médico ha producido tantos problemas como los que ha resuelto, aplicando un concepto de diagnóstico que, si es adecuado en medicina no es aplicable a la mayoría de los trastornos psiquiátricos, sin olvidar los concatenantes efectos secundarios de los fármacos. Los nuevos criterios pasan por tener en cuenta los niveles del inconsciente (biográfico, perinatal, transpersonal) en los problemas psicosomáticos, emocionales e interpersonales, así como las barreras cognoscitivas y filosóficas a las que llegan las terapias radicales, emanando los problemas psicopatológicos de un choque entre la consciencia hilotrópica (newtoniana) y la holotrópica (transpersonal).

Grof abrió el marco al darse cuenta de que el modelo freudiano no podía abarcar lo que surgía de los experimentos. Supongo que en parte tuvo que superar el psicoanálisis que había realizado de contrabando en su ciudad natal. Es sorprendente cómo Grof destaca el papel de la cocaína en la producción psicoanalítica de Freud. Personalmente creo que tanto la mescalina como el propio LSD han recorrido los despachos de más de un investigador silencioso. El LSD, recalca Grof, es un vehículo, un medio, como el microscopio o el telescopio. Podemos afirmar que con el LSD se accede a una realidad. No es una construcción artificial, es una realidad que nos lleva a unos estados no ordinarios de consciencia, lo que es incomprensible desde el estado ordinario, "industrial", desde el que se juzga inapropiadamente lo que ni siquiera se puede sospechar. Por ello se ven fantasmas. A través de la investigación de esos estados no ordinarios podemos llegar a establecer una topología del inconsciente, que no es un caos, como afirman los freudianos. Un punto decisivo es que el contenido emocional de las vivencias hace emerger por su importancia lo que es relevante, lo cual, podemos decir, precipita la descarga del material inconsciente. Esta vivencia no ordinaria está más allá de la paradoja natural-artificial.

La iluminación tiene que ver con las experiencias relacionadas con la cuarta fase, la fase de muerte y renacimiento que representa el fm y la resolución de la «lucha muerte-renacimiento».

El sufrimiento y la agonía culminan en una experiencia de aniquilación total a todos los niveles: físico, emocional, intelectual, moral y transcendental. A esto se le denomina la muerte del ego. Al parecer implica la destrucción instantánea de todos los puntos de referencia anteriores del individuo. A esta aniquilación le siguen imágenes de luz blanca o dorada muy brillantes y una sensación de descomposición y expansión liberadoras: Se percibe el universo como algo indescriptiblemente bello y radiante. Los individuos se sienten limpios y hablan de redención, salvación, moksha, samadhi, con gran cantidad de imágenes: la salida de la oscuridad hacia la luz, la apertura de los cielos, la revelación de lo divino, etc. En el proceso chamánico, a la aniquilación le sigue la ascensión a un cuerpo nuevo. El núcleo de estas vivencias cartografiadas por Urof suponen el mayor desafio al modelo mecanicista del universo, con inauditas percepeiones de los arquetipos y reinos mitológicos, identificaciones con la consciencia cósmica, el vacío y la mente universal, con procesos que superan los limites fisicos del individuo, etc.

Concretando sobre las experiencias transpersonales, Grof realiza una especie de clasificación. Las experiencias transpersonales abarcan un amplio espectro:

1 a) Extensión vivencial dentro de la realidad objetiva como expansión temporal de la consciencia: vivencias embrionarias y fetales/ancestrales/colectivas y raciales/filogenéticas/encarna ciones pasadas/precognición, clarividencia, clariaudencia/viajes a través del tiempo. b)Expansión espacial de la consciencia como trascendencia del ego en las relaciones interpersonales y vivencia de la unidad dual/identificación con otras personas/con el grupo y la consciencia del grupo/con animales/con plantas/unidad con la vida y con toda la creación/consciencia de la materia inorgánica/consciencia planetaria/extraplanetaria/vivencias extracorporales e identificación con el universo entero. Consciencia de órganos, tejidos y células.

2. Extensión vivencial más allá del marco de la realidad objetiva. Vivencias espiritistas y de médiums/enfrentamientos con entidades espirituales suprahumanas/con entidades de otros universos y encuentros con sus habitantes/vivencias arquetípicas y secuencias mitológicas complejas/encuentros con entidades divinas/comprensión intuitiva de símbolos universales/activación de los chakras y ascenso de Kundalini/consciencia de la mente universal/consciencia del vacio supracósmico y metacósmico.

3. Experiencias de naturaleza psíquica. Vínculos sincrónicos entre consciencia y materia. Sucesos psíquicos espontáneos/sucesos físicos supranormales/fenómenos espirltistas y mediumnidad fisica/psicoquinesia/fenómenos OVNI. Psicoquinesia intencional: ceremonial mágico/curación y embrujos/siddhis/psickonesis de laboratorio. Las vivencias arquetípicas con LSD están constituidas por las imágenes primordiales de Jung, a veces con una penetración sorprendente. La ascensión de la Kundalini implica el mayor riesgo, sobre todo cuando las sesiones las dirigen aficionados. Las experiencias más profundas son las que producen una identificación con la Mente Universal, experiencia ilimitada, insondable e inefable por su naturaleza transracional. Lo más paradójico es la experiencia del vacío supracósmico, de la vacuidad primordial, la nada y el silencio, cuna y fuente de toda existencia.

Muchas veces sin haberlos identificado, muchos de estos fenómenos han sido presenciados por psicólogos y psiquiatras en sus prácticas cotidianas con psicóticos y especialmente con esquizofrénicos. Es sorprendente la falta de abordaje serio de estas experiencias que por su naturaleza se tiende a considerar como psicóticas. Otros profesionales las han abordado desde lo psicodinámico, reduciéndolas a fenómenos biográficos determinados, a meras fantasías o a narcisismos primarios.



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