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jueves, 22 de abril de 2010

Montevideo y el enigma de su orígen

El enigma de Montevideo

El Cerro de Montevideo, denominador de su habitat portuario y playero en su época del descubrimiento, dio motivación al nomenclator de su actual Departamento. Aunque no es fácil penetrar en el exacto origen de su etimología. Por otra parte, los navegantes, cronistas y cartógrafos que se refirieron al lugar, no lo hicieron en forma precisa y cuidada; muchas veces mal ecribieron o mal copiaron tal vez a sus predecesores; por lo cual, involuntariamente pudieron hacer incurrir en cadenas de errores.

Una breve selección de diferentes denominaciones preentadas en forma cronológica, a partir de la simple indicación de "Montaignes" (montañas en francés) dará idea de las variantes que se registran en los mapas cuando quieren indicar a Montevideo -1585: Monte S. Ouidio (¿se referirá al supuesto santo portugués?). -1610: Monte Seride (¿se tratará de una mala copia de Monte se vide?)- Idem "Ovidio" - 1848: Monte Seredo - 1656: Monte Serede o Monte Se Vede - 1688: M. Vidio o Seredo - 1695: Monte Vidrio (¿tendrá alguna relación con la superficie de mica de la falda del Cerro?) - 1700 M. Vidio. Finalmente, desde el comienzo del siglo xviii (que corresponde a la fundación de la ciudad) aun cuando algunos mapas repiten las diversas menciones señaladas, la mayoría consagra en frma definitiva el nombre de "Montevideo".

En la búsqued de su real significado, teniendo siempre en cuenta la prevalencia del Cerro, se ha comenzado por considerar explicables conexiones con los primitivos habitantes de la zona. Para ellos el Cerro de Montevideo, accidente geográfico de excepcional ubicación, tuvo que servir de "Monte Vichadero" o de "Monte Vicheo" indígena. Otros piensan en una combinación idiomática mixta o bilingüe como "Monte Obiti", síntesis castizo-guaraní que vendría a significar "Monte punteagudo".

Asimismo partiendo de la base de visibilidad activa y pasiva primordial del Cerro, otros han establecido series sucesivas de deformación de las denominacones. Así, sucesivamente: Monte vidi, Monte veo, Monte veio, Monte vejo, Monte vi eu, Monten video, o parecidas y afines, Monte se vede, Monte serede, Monte seredo, Monte Santo Ovidio, Monte Video, Montevideo. Sin dejar de lado otras múltiples combinaciones, ni llegar a una conclusión definitiva.

Se ha pensado también en la posibilidad de siglas a descifrar. La más interesante de esas hipótesis intenta develar en la supuesta sigla  "MONT VI DI" el desarrollo de la frase "Monte vi de estas Indias", tomando el sexto cerro de Este a Oeste del Cabo de Santa María.

Muchas más conjeturas han intentado develar el misterio, que el día menos pensado dará en tierra la leyenda inspirada en la frase del griego Francisco Albo al afirmar que la gente de la expedición de Magallanes fue la que bautizó como "MONTE VIDI", "una montaña hecha como un sombrero".

Que aunque su autor no mencionó para nada la existencia del vigía que se filtró a través de de Angelis y Araújo y los escritores de nuestros días, ha prendido hondamente en el alma popular.

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