El arte del calentamiento.
Muchos entrenadores y deportistas, aun, no saben sacarle provecho a todas las posibilidades que brinda el calentamiento. Con la ayuda de éste no solamente puede hacerse flexible, ágil, rápido y exacto, sino además valiente, seguro, decisivo, excitado o tranquilo...Con un buen calentamiento uno puede preparar para la competición no sólo el cuerpo, sino también el cerebro.
En muchas ocasiones el rumbo hacia el estado psíquico óptimo atraviesa las sensaciones físicas definidas con precisión y bien aprovechadas.
Veamos un ejemplo: un boxeador, en vez de subir al ring a paso lento, subió corriendo y en seguida se le elevó el tono psíquico y la capacidad de pelea.
Hay deportistas que valoran su preparación para la competición basándose en las sensaciones físicas surgidas durante el calentamiento.
Un gimnasta, por ejemplo, decía que para comprobar su estado de preparación, hacía la "cruz" en las anillas; si la podía sostener durante 10 segundos sin problemas, consideraba que tenía una buena forma, se ponía de buen humor y se sentía seguro en sus fuerzas.
La seguridad es una categoría psíquica importante para el alcance del éxito.
La práctica demuestra que el componente físico es extremadamente importante. Pero es imposible actuar con éxito en las competiciones, sobre todo en las de mucho prestigio, sólo a base del estado físico excelente y maestría técnica.
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