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jueves, 22 de octubre de 2009

55- EQUILIBRE SU SALUD EMOCIONAL


En un nivel más profundo toda enfermedad física es una emoción desequilibrada.
La emociones son señales de confort o incomodidad que nuestro cuerpo envía en todos los momentos de nuestra existencia consciente. Estas contienen vibraciones específicas que sirven como un reporte del clima que nos dice cómo nos sentimos sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto en nuestras vidas y nuestro mundo. Las emociones son como reflejos en un espejo que nos revelan todo lo que necesitamos saber para atravesar las pruebas y tribulaciones de nuestra vida. Nuestro cuerpo, el cual sólo puede sentirse, es un espejo o mensajería emocional como tal. Un espejo sucio refleja ciertas partes de nosotros o nos distorsiona. Si estamos emocionalmente atascados y no podemos entender lo que nos pasa, es porque no nos abrimos o no escuchamos y no entendemos los mensajes que nuestro cuerpo nos está tratando de enviar.
Todos los problemas emocionales indican una falta de conciencia. Si no estamos completamente conscientes del por que de esas emociones y retos físicos, no estamos en contacto con nosotros mismos y, por lo tanto, somos incapaces de hacer cambios positivos en nuestra vida. Mucha gente está tan desconectada de sus sentimientos que ni siquiera saben qué es lo que sienten. El practicar ejercicios de conciencia lleva nuestra atención hacia dónde estamos y lo que somos. Al estar en contacto con nuestras emociones, mientras duren, podemos liberar los poderes creativos que permanecen dentro de nosotros. Las emociones no deben ser juzgadas o reprimidas; están ahí para ser entendidas. Mientras aprendemos a verlas empezamos a entender su verdadero significado. En lugar de reaccionar inconscientemente a una situación o persona difícil, podemos actuar conscientemente, con nuestra voluntad.
Las emociones deben ser reconocidas porque son la única forma que el cuerpo tiene para decirnos cómo nos sentimos acerca de nosotros y los demás. Al aceptarlas todos nuestros sentimientos y emociones, en vez de reprimirlos, comenzamos experimentar una realidad distinta en la vida, una realidad que nos ofrece libertad de los prejuicios y libertad del dolor.
Comenzaremos a ver un sentido y un propósito en todo lo que nos pasa, independientemente de que sea correcto o incorrecto, bueno o malo. Esto elimina el miedo, y todas aquellas emociones que surgen del día. El equilibrar nuestras emociones es una de las formas no físicas demás importantes para alcanzar un sano estado de salúd, felicidad y calma.
 
Estos enfoques, mensajes y arte contenido en "mi" libro Viviendo sin prejuicio-Tu Llave para una Ilimitada Libertad, Alegría y Abundancia, han sido diseñados para balancear su salud emocional.

De hecho, su percepción de los problemas, limitaciones, enfermedad, dolor y sufrimiento pueden cambiar profundamente después de leer este libro. Además, lo que anteriormente lo llevó a un envejecimiento prematuro o, quizá, hasta una enfermedad física, se puede convertir rápidamente en oportunidades para generar felicidad, abundancia, vitalidad y rejuvenecimiento a lo largo de su vida.
Mientras tanto, se beneficiará al aplicar el siguiente método simple para balancear sus emociones:
Regrese su mente a una época en su niñez, quizá, cuando tenía tres años. Recuerde lo libre y feliz que era. No tenía ninguna noción preconcebida de lo que era correcto o incorrecto, bueno o malo, bello o feo, etcétera. Véase interactuando con otras personas con asombro facilidad y apertura. Usted esté interesado en todo y se siente seguro, alimentado y amado. Ahora avance en el tiempo a una situación en donde ya no se siente así sobre su vida, donde usted sentía una falta de afecto, o se sentía ignorado, increpado, criticado, abusado, etcétera. Note la contracción y frialdad de su corazón. De nueva cuenta, regrese al espíritu inocente de su niñez y transmítalo a la situación que le causó tanto dolor.
Llénese de la inocencia y felicidad de sus tres años y transmítalo alrededor suyo. Vea como todos se llenan de la misma felicidad. Ahora vaya a otro evento en su vida que le causó infelicidad y repita este proceso. Regrese a cada experiencia difícil o negativa de su vida y alíviela con la felicidad de cuando tenía tres años.

Este ejercicio es muy eficiente porque en realidad el tiempo lineal no existe; es sólo un concepto que usamos para separar eventos que han ocurrido, que ocurren hoy o que pueden ocurrir en el futuro. Por lo tanto, los eventos del pasado tienen tan poderoso efecto en nosotros hoy como lo tuvieron entonces. Por esa razón, nuestro mundo está lleno de temor, tensión, estrés, ira, conflicto y violencia. La mayoría de la gente no puede olvidar sus experiencias pasadas y, por lo tanto, recrean escenarios similares para enfrentarse a ellos de una forma u otra. Pero, al corregir el impacto negativo a través de este simple ejercicio, usted puede cambiar literalmente su pasado y por lo tanto, su realidad presente y su futuro.
Probablemente le tome de una a dos semanas (20-30 minutos diariamente) para revisar y aliviar todas las emociones desequilibrada pasado de esta forma, pero vale la pena. Cuando usted reacciona negativamente algo en su vida es porque ha tenido una emoción desequilibrada previa a ello. Al equilibrar todas estas experiencias ocurridas entre su infancia y este momento, usted puede literalmente eliminar las raíces de todos los problemas mentales, emocionales, físicos y espirituales, y prevenir la ocurrencia de nuevos problemas.

martes, 20 de octubre de 2009

42- EL PROCESO DE LIMPIEZA



Noche
6:00 PM: Agregue cuatro cucharadas soperas de Sales de Epsom (sulfato de magnesio) a tres vasos de 8 onzas de agua filtrada en una jarra.
Esto prepara cuatro porciones de ¾ de vaso cada una. Tome su primera porción ahora. Puede tomar un par de tragos de agua después para deshacerse del sabor amargo en la boca o agregue un poco de limón para mejorar el sabor. Algunas personas lo toman con un popote largo de plástico para evitar las papilas gustativas de la lengua. Es recomendable que se cepille los dientes o que enjuague su boca con bicarbonato de sodio. Una de las principales acciones de las sales de Epson es (dilatar) ensanchar los conductos biliares, facilitando el paso de las piedras.

8:00 PM: Beba su segunda porción (3/4 de vaso) de Sales de Epsom.

9:30 PM: Si para esta hora, usted no ha evacuado y no realizó una limpieza de colon dentro de las 24 hs., aplíques un enema de agua, esto desencadenará una serie de evacuaciones.

9:45: Lave bien las toronjas (o limones y naranjas). Exprímalas con la mano y retire la pulpa. Necesitaraá 3/4 de vaso de jugo. Vacíe el jugo 1/2 vaso de aceite de oliva fresco. Cierre el frasco y agite el frasco fuertemente 20 veces o hasta que la solución se vea acuosa o aguada.Idealmente, usted debería tomarse esta mezacla a las 10:00 pm, pero si necesita air al baño un par de veces más, puede retrasarse hasta 10 minutos.

10 PM: Permanezca de pie al lado de su cama (no debe sentarse) y beba la mezcla, pura, de preferencia. Si es necesario tome un poco de miel entre tragos, para ayudar a tragar la mezcla pura. No tarde más de 5 minutos para hacerlo (sólo los mayores o débiles pueden hacerlo).

¡ACUÉSTESE INMEDIATAMENTE! ¡Esto es esencial para ayudar a que los cálculos se suelten! Apague las luces y acuéstese boca arriba con una o dos almohadas para levantarlo un poco. Su cabeza debe estar a una altura mayor a la del abdomen. Si esto es incómodo, acuéstese sobre su lado derecho, con las rodillas dobladas hacia su cabeza. ¡Permanezca en esta posición por lo menos durante 20 minutos y trate de no hablar! Fije su atención en su hígado. Usted puede sentir las piedras moviéndose a través de los conductos biliares como si fueran canicas. No sentirá ningún dolor porque el magnesio de las Sales de Epsom mantiene los conductos biliares abiertos y relajados, y la bilis secretada junto con las piedras mantiene los conductos lubricados (lo cual es distinto a un ataque de dolor de la vesícula, donde el magnesio y la bilis no están presentes). Si puede, trate de dormir. Si durante la noche siente la necesidad de evacuar, hágalo. Verifique si ya ha algunas pequñas piedras (de color verde chícharo o café claro) flotando en el sanitario. Puede sentir náuseas durante la noche y/o en las tempranas horas de la mañana. Esto se debe principalmente a un repentino y fuerte desecho de cálculos y toxinas del hígado y la vesícula, empujando la mezcla de aceite hacia el estómago. Las náuseas pasarán durante la mañana.

LA MAÑANA SIGUENTE

6:30 AM: Al despertarse, pero no antes de las 6 de la mañana, beba su tercer vaso de sales de Epsom (si siente demasiada sed, beba un vaso de agua tibia o a temperatura ambiente antes de tomar las sales). Descanse, lea o medite. Si se siente con sueño, regrese a la cama, pero es preferible que el cuerpo permanezca en posición vertical. La mayoría de la gente se siente absolutamente bien y prefiere hacer ejercicios ligeros, como Yoga.

8:00-8:30 AM: Beba su cuarto y último vaso de sales de Epsom.

10:00-10:30 AM: Usted puede beber jugo fresco en este momento. Media hora después, usted puede comer una o dos piezas de fruta fresca. Una hora más tarde usted podrá ingerir alimentos regulares (pero solo ligeramente). Por la tarde o a la mañana siguiente, usted regresará a la normalidad, y comenzará a sentir las primeras señales de mejora. Continúe ingiriendo comidas ligeras durante los siguientes días. Recuerde, su hígado y vesícula acaban de pasar por una cirugía mayor, aunque sin los dañinos efectos secundarios.

LOS RESULTADOS QUE PUEDE ESPERAR

Durante la mañana y, quizás, por la tarde después de la limpieza tendrá un número de evacuaciones aguadas. Estas consisten inicialmente de cálculos mezclados con residuos de comida, y después, simplemente piedras mezcladas con agua. La mayoría de los cálculos serán de color verde chícharo y flotarán en el sanitario debido a su composición, principalmente de compuestos de bilis .Las piedras serán de diferentes tonalidades de verde y pueden ser de colores brillantes y relucientes, como piedras preciosas. Sólo la bilis del hígado puede provocar el color verde. Los cálculos vienen en todos tamaños, colores y formas. Las piedras de color más claro son las más recientes. Las piedras negruscas son las más antiguas. Algunas son del tamaño de un chícharo o más pequeñas, y otras, tan grandes como dos o tres centímetros de diámetro (aproximadamente una pulgada). Puede haber docenas y, algunas veces, cientos de piedras (de diferentes tamaños y colores) saliendo al mismo tiempo. También busque las piedras de color café claro o blanco. Algunas de las piedras color café o blanco pueden hundirse hasta el fondo con las heces. Son cálculos calcificadas que fueron eliminados de la vesícula con solo pequeños rastros de colesterol . Todas las piedras verdes y amarillas son tan suaves como la arcilla, gracias a la acción del jugo de manzana. También encontrará una capa de paja o espuma flotando en el sanitario. La espuma consiste de millones de diminutos cristales puntiagudos de colesterol, lo cual puede fácilmente rasgar los pequeños conductos biliares. El desecharlos es igualmente importante.
Trate de hacer una estimación de la cantidad de piedras que pudiera haber eliminado. Para permanentemente curar la bursitis, los dolores de espalda, las alergias u otros problemas de salud, y para prevenir la aparición de otras enfermedades, usted necesitará remover todas las piedras. Esto puede requerir por lo menos seis limpiezas, las cuales pueden llevarse a cabo en periodos de dos o tres semanas, o mensualmente (no lo haga con mayor frecuencia que esto). Si usted no puede hacer las limpiezas con esta frecuencia, puede darse más tiempo entre limpiezas. Lo importante es que recuerde que una vez que haya comenzado a limpiar el hígado, debe continuar haciéndolo hasta que ya no salgan piedras. El dejar la limpieza a medias por un periodo prolongado de tiempo (tres o más meses) puede causar una mayor incomodidad que el no haber hecho la limpieza del todo.
El hígado, como tal,  comenzará a funcionar eficientemente pronto después de la primera limpieza y usted comenzará a notar una mejora repentina, algunas veces, a las pocas horas. Los dolores disminuirán, la energía aumentará y su claridad mental se mejorará considerablemente.
Sin embargo, a los pocos días, las piedras en el fondo del hígado se habrán trasladado al frente hacia los dos principales conductos biliares que alen del hígado, lo que puede causar que algunos de los viejos síntomas de incomodidad regresen. De hecho, puede llegar a sentirse decepcionado porque la recuperación parece durar poco tiempo. Pero todo esto muestra que aun quedan piedras, y que estas se encuentran listas para ser removidas con la siguiente ronda de limpieza. A pesar de esto, la respuesta de auto-reparación y limpieza del hígado se habrán incrementado sgnificativamente, dándole un alto grado de efectividad a este importantísimo órgano del cuerpo.

Mientras existan algunas pequeñas piedras moviéndose por los miles de pequeños conductos biliares hacia los cientos de conductos biliares más grandes, estos pueden combinarse para formar piedras más grandes y producir síntomas experimentados previamente, tales como el dolor de espalda, de cabeza, de oídos, problemas digestivos, hinchazón, irritabilidad, enojo, etc., aunque estos pueden ser menos intensos que anteriormente. Si una limpieza no produce piedras, lo cual sucede después de 6 u 8 limpiezas (en casos severos puede tomar hasta 10 o 12), su hígado puede ser considerado en excelentes condiciones. Sin embargo, se recomienda el repetir la limpieza del hígado cada seis meses. Cada limpieza le dará mayores impulsos al hígado y se encargará de cualquier toxina que se haya acumulado en ese lapso.

Nota: Nunca limpie su hígado si sufre de alguna enfermedad severa, aun si es un simple resfriado. Sin embargo, si usted sufre de una enfermedad crónica, el hacerse una limpieza hepática puede ser lo mejor que usted pueda hacer por su salud.


martes, 13 de octubre de 2009

6- ENFERMEDADES DE LA VESICULA Y LOS CONDUCTOS BILIARES



El hígado secreta bilis, la cual pasa a través de los dos conductos hepáticos hacia un conducto hepático común. Este conducto hepático común se extiende por 1.5 pulgadas antes de unirse al conducto quístico proveniente de la vesícula. Antes de que la bilis continúe su camino a través del conducto biliar común hacia el tracto intestinal, debe entrar en la vesícula. La vesícula es una bolsa en forma de pera que sobresale del conducto biliar. Está unida a la parte posterior del hígado (ver figura 5).

Una vesícula normal generalmente retiene 2 onzas líquidas de bilis. Sin embargo, la bilis en la vesícula, no tiene la misma forma que tenía cuando abandonó el hígado. En la vesícula hay una gran reabsorción activa de sal y agua, que reduce el volumen de la bilis a una décima parte de su cantidad original. Las sales biliares no se absorben, lo que significa que su concentración se incrementa 10 veces. Sin embargo, se añaden mucosas a la bilis, la cual la transforma en un material mucoso. Su alta concentración es lo que hace que la bilis sea el potente fluido digestivo que es.

Las paredes musculares de la vesícula se constriñen y liberan bilis cuando el duodeno recibe comida ácida y productos proteínicos procedentes del estómago. Si la comida que llega al duodeno tiene una alta proporción de grasas, se nota un incremento en la actividad. Las sales biliares en la bilis se usan para crear una emulsión que facilite la digestión de la grasa. Una vez que las sales biliares han hecho su trabajo y han dejado a la grasa emulsificada y lista para su absorción intestinal, continúan su viaje través del intestino. La mayoría de ellas se reabsorben en la sección final del intestino delgado y retorna al hígado. Una vez ahí, se integran nuevamente a la bilis para ser secretadas al duodeno de nueva cuenta. (Nota: la congestión intestinal reduce dramáticamente la cantidad de sales biliares necesarias para la correcta digestión de grasas y la producción de bilis).
Los cálculos biliares pueden estar hechos de colesterol, calcio o pigmentos como la bilirrubina principalmente. El colesterol es el elemento más frecuente, pero algunas de estas piedras pueden tener una composición mixta. Aparte de colesterol, calcio, y pigmentos biliares, pueden tener sales biliares, agua y mucosas, así como toxinas, bacteria y, algunas veces, parásitos muertos. Por lo general, las piedras en la vesícula crecen en tamaño durante ocho años antes de que los síntomas empiecen a aparecer.

Figura 5: Ubicación de la vesícula.


Las piedras más grandes son generalmente calcificadas y se pueden detectar fácilmente a través de procesos radiológicos o ultrasonidos. El 85% los cálculos biliares en centros en la vesícula miden aproximadamente 2 cm. de diámetro (ver Figura 6a),



aunque algunas pueden llegar a medir hasta 6 cm. de diámetro (ver Figuras 6b y 6c de un cálculo biliar calcificado que yo personalmente examiné y fotografié momentos después de haber sido arrojado por un cliente en su novena limpieza hepática; la piedra emitió un olor extremadamente nocivo). Se forman cuando, debido las razones explicadas, la bilis en la vesícula se vuelve demasiado saturada, y sus componentes sin absorber comienzan a endurecer.
Si un cálculo biliar sale de la vesícula y se aloja en el conducto quístico o en el conducto biliar común, hay un fuerte espasmo en la pared del conducto (ver Figura 3). Esta contracción ayuda a la piedra a seguir avanzando. Esto causa un intenso dolor conocido como cólico biliar y provoca, a su vez, una distensión considerable en la vesícula. Si la vesícula tiene muchos cálculos biliares, también comenzará a tener dolorosas contracciones musculares.
Los cálculos biliares pueden causar irritación e inflamación de las paredes internas de la vesícula, así como del conducto quístico y biliar común. Esta condición recibe el nombre de colecistitis. También puede haber una infección microbiana. También es común encontrar ulceración en los tejidos entre la vesícula y el duodeno o el colon, con formación de fístulas y adhesiones fibrosas.


Las enfermedades de la vesícula generalmente tienen su origen en el hígado. Cuando los lóbulos hepáticos se distorsionan estructuralmente debido a la presencia de cálculos biliares, eventualmente, tejido fibroso, la presión sanguínea comienza elevarse en la vena portal. Esto, a su vez, incrementa la presión sanguínea en la vena que drena la sangre venosa de la vesícula hacia la vena portal. Esta incompleta eliminación de productos de desechos a través del conducto quístico causa una acumulación de desperdicio ácido en los tejidos de la vesícula. Esto gradualmente reduce el desempeño en la vesícula. La formación de cálculos biliares se dará en cuestión de tiempo.
Enfermedades Intestinales El intestino delgado se une con el estómago en el esfínter pilórico y tiene una longitud entre 5-6 metros. Conduce al intestino grueso, el cual tiene una longitud entre 1-1.5 metros. El intestino delgado secreta jugos intestinales para completar la digestión de los carbohidratos, las proteínas y las grasas. También absorben los nutrientes necesarios para alimentar y mantener el cuerpo, lo protege de infecciones microbiana que hayan sobrevivido al ácido clorhídrico del estómago.

Figura 6b: Un cálculo biliar calcificado muy grande arrojado sin dolor durante la limpieza hepática.













Figura 6c: La misma piedra, pero partida a la mitad.

Cuando la comida ácida (quimo) del estómago llega al duodeno, primero se mezcla con bilis y jugos pancreáticos, y después con los jugos intestinales. Los cálculos biliares en el hígado y la vesícula reducen dramáticamente la secreción de bilis, lo cual debilita la habilidad de las enzimas pancreáticas para digerir los carbohidratos, las proteínas y las grasas. Esto, a su vez, restringe al intestino delgado de absorber correctamente los componentes nutricionales de estas comidas (los monosacáridos de los carbohidratos, los aminoácidos de las proteínas, y los ácidos grasos y glicerol de las grasas).
Dado que la presencia de bilis en los intestinos es esencial para la absorción de grasas, calcio y vitamina K., los cálculos biliares pueden resultar en enfermedades mortales, como las cardiacas, la osteoporosis y el cáncer. El hígado usa la vitamina K soluble en grasas para producir los compuestos responsables de la coagulación de la sangre. En caso de una pobre absorción de vitamina K, el resultado pueden ser enfermedades hemorrágicas. Esta vitamina no puede ser correctamente absorbida, si hay algún problema con la digestión de grasas, debido a una falta de bilis, lipasa pancreática, y una cierta cantidad de grasa pancreática. Por esta razón, el mantener una dieta baja en grasas puede poner su vida en peligro.
El calcio es esencial para el endurecimiento de los huesos y dientes, la coagulación de la sangre y el mecanismo de las contracciones musculares.
Lo que es aplicable a la vitamina K, también es aplicable al resto de las vitaminas solubles en grasas, incluyendo la vitamina A, E y D. La vitamina A y el caroteno también se absorben en cantidad suficiente en el intestino delgado si la absorción de grasas es normal. Si la absorción de vitamina A es ineficiente, se pone en riesgo a las células epiteliales. Estas células son parte esencial de todos los órganos, vasos sanguíneos, vasos linfáticos, etc. en el cuerpo. También se necesita la vitamina A para mantener unos ojos saludables y como protección o para reducir infecciones microbianas. La vitamina D es esencial para la calcificación de los huesos y dientes. En este punto, debo mencionar que el tomar suplementos vitamínicos no resuelve el problema de la deficiencia. Para resumir, sin secreciones biliares normales, estas vitaminas no son digeridas y absorbidas correctamente, y por lo tanto, se puede causar un severo daño a los sistemas linfático y urinario.
Las comidas que no han sido digeridas correctamente tienden a fermentarse y descomponerse en los intestinos delgado y grueso. Atraerán una gran cantidad de bacteria para ayudar en el proceso de descomposición. Los productos resultantes y los químicos producidos por la bacteria son generalmente muy tóxicos. Todo esto irrita a las mucosas, las cuales son una de las principales líneas de defensa del cuerpo contra los agentes causantes de enfermedades. La constante exposición frente a estas toxinas inhibe el sistema inmunológico del cuerpo, del cual el 60% se encuentra en los intestinos. Como consecuencia de la constante sobrecarga de toxinas, los intestinos delgado y grueso pueden enfrentarse a un número de enfermedades, incluyendo la diarrea, el estreñimiento, los gases, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, enfermedades diverticulares, hernias, pólipos, disentería, apendicitis, vólvulos, intusucepciones, así como a tumores benignos y malignos.
Un buen flujo de bilis mantiene la buena digestión y la absorción de comida, y tiene una fuerte acción limpiadora a lo largo del tracto intestinal. Cada parte del cuerpo depende de los nutrientes básicos disponibles a través del sistema digestivo, así como de la eficiente remoción de los productos de desechos del mismo. Los cálculos biliares en el hígado y la vesícula interrumpen ambos procesos vitales. Por lo tanto, pueden ser considerados como los culpables de, sino todos, muchos de los diferentes tipos de enfermedades que afectan al cuerpo. El remover los cálculos biliares ayuda a normalizar las funciones digestivas, mejora el metabolismo celular y mantiene un equilibrio en todo el cuerpo.